Álvarez, Alejandro.

LA NACION ARGENTINA

(Del nacimiento hasta 1987)

Una visión integral de la gestación, derrotero y destino
de la Nación Argentina
01-03-1987

PRIMERA PARTE
LA NACION ARGENTINA

  1. El nacimiento
    1. El concepto de Nación
    2. Patria, Estado y Nación
    3. Gestación de la Nación Argentina
    4. Cada Nación un proceso singular
    5. El 17 de noviembre de 1972
  2. El Movimiento Nacional
    1. La filiación
    2. El desarrollo en América
    3. La Iglesia Católica y el Movimiento Nacional
    4. El sistema de decisión
    5. Perón y el Movimiento Nacional
  3. La construcción del Estado
    1. La estructura de poder
    2. La organización jurídico administrativa
    3. La crisis del Estado Liberal
    4. El agotamiento del Estado Liberal y las bases del nuevo Estado
  4. El destino de la Argentina

SEGUNDA PARTE
LA REVOLUCION NACIONAL: UNA REVOLUCION CULTURAL

  1. Las raíces culturales
    1. El mito edípico
    2. Cristo y la redención
    3. El tercero excluido o la exclusión del tercero
    4. El signo de la oligarquía
  2. La revolución moderna: una revolución cultural
    1. Los tres partidos
    2. Perón y la tragedia
    3. La Revolución Nacional

TERCERA PARTE
DE LA DECADA INFAME A LA DECADA MALDITA1943-1946

  1. 1943-1946
  2. 1946-1951
  3. 1951-1955
  4. 1955-1966
    1. La resistencia en el Ejército
    2. El intento de retorno de 1964
    3. La situación previa al golpe de 1966
    4. El origen de Montoneros
    5. El nacimiento de Guardia de Hierro
  5. 1966-1972
    1. El desarrollo de las organizaciones de militancia
    2. La policía política en acción
    3. La victoria de Perón
  6. 1972-1974
    1. El 20 de junio de 1973
    2. El 13 de julio y el 24 de septiembre
    3. La despedida
  7. 1974-1976
    Síntesis: Medidas de Gobierno
  8. 1976-1983
    1. Las tres guerras
    2. El significado de las tres guerras
    3. Propaganda dos y el plan sinárquico
    4. La continuidad del proceso
    5. El fraude de 1983
  9. Guardia de Hierro: el nombres de una convicción

CUARTA PARTE
NUESTRA SITUACION: UNA ARGENTINA COLONIAL

  1. Dependencia, Independencia y Colonia
  2. La burocracia transideologica
  3. Democracia política y bipartidismo
  4. El plan del imperio
  5. Los aspectos jurídicos de la nueva situación
  6. La colonia: una sociedad enferma
  7. La emigración, otra característica de la colonia
  8. El lenguaje y los medios de comunicación
  9. La televisión: el gendarme
  10. Acciones sobre la conducta
  11. La impunidad
  12. El ataque a la estructuración de la personalidad
  13. La sustracción de los ancianos y la exclusión de los jóvenes
  14. Las acciones sobre la mujer
  15. La regresión histórica de la especie
  16. El reemplazo del trabajo por la violencia
  17. Propiedad y apropiación
  18. Despoblamiento y repoblamiento
  19. La persecución del argentino
  20. Inflación y desocupación
  21. Historia de la onda colonizadora
  22. La lucha anticolonial y las nuevas formas del Movimiento Nacional

QUINTA PARTE
LA CRISIS MUNDIAL

  1. La situación mundial
  2. El plan
  3. La economía negra
  4. La gran bicleta financiera mundial
  5. Nuestra pretendida deuda externa
  6. Las inversiones en el este
  7. La sinarquía
  8. El comercio mundial
  9. La usura
  10. Los fines últimos

SEXTA PARTE
GEOPOLITICA ARGENTINA

  1. La geopolítica
  2. El espacio geofísico argentino
  3. La ocupación del espacio
  4. La geopolítica del imperio
  5. El plan geopolítico imperial hoy
  6. Geopolítica argentina

SEPTIMA PARTE
LA PROPUESTA

  1. Rescatar al hombre
  2. El camino es reconstruir el movimiento nacional
  3. El modelo

PRIMERA PARTE
LA NACION ARGENTINA

1. El Nacimiento

1.1 El concepto de Nación

Dejemos claramente establecido, en primer lugar, que una Nación no es un Estado, no se funda por un acto de la voluntad del conquistador, del héroe o del tribuno; una Nación es la obra de creación de los habitantes de un territorio determinado, de una cultura, de una comunidad, tanto de sentimientos como de intereses, de aspiraciones como de necesidades, de particularismos como de universalidades.

El concepto que de ella se tiene ha evolucionado a lo largo del tiempo y de la historia.

Siempre estuvo ligada a la unidad idiomática, a un conglomerado mestizo o no mestizo pero con una unidad cultural y en general a una suerte de ritos que en muchos casos tienen que ver con la religión, aunque en otros no.

Muchas veces estos ritos son ritos civiles. Por ejemplo, las costumbres; que forman parte de la cultura pero también de un ritual.

No todas las costumbres son una elaboración cultural sino que de ex-profeso tienen un contenido ritual.

Por eso los romanos dentro de lo que se podría llamar su religión tenían un aspecto jurídico ritual civil.

El derecho es también una producción social, una producción cultural y una producción nacional. Es el genio de un pueblo el que crea un derecho determinado. Cada pueblo ha creado el suyo, de la misma manera que ha construido y desarrollado su propia cultura. Lo ritual es una afirmación conciente de la personalidad, una distinción respecto del otro, del que no participa del rito y por lo tanto no está incluido. En principio no es en contra de los otros sino de afirmación de lo que es propio.

La ciudadanía romana, en una época, era no sólo un problema jurídico, un problema de primera magnitud respecto del Estado, sino también un problema ritual, o sea del que está incluído y del que no lo está. Esto separaba a los ciudadanos romanos de los demás, aunque también había ciudadanos romanos entre aquellos que no eran latinos, ni italianos siquiera. Se confería la ciudadanía romana en principio a ciudades, luego a todo un territorio, más tarde a provincias y por último a personas, a las que les era conferida como un honor. Un ejemplo es el caso de San Pablo que era ciudadano romano porque lo había heredado de su padre que también lo era.

1.2 Patria, Estado y Nación

Estos tres conceptos que son muchas veces usados indistintamente tienen significados diferentes que debemos distinguir. El concepto más antiguo es el de comunidad. Una comunidad cuando llega a determinado grado de su desenvolvimiento requiere de un estado, simplemente por un problema de organización. Los primeros grandes estados del mundo han sido los estados basados en el riego, que requería de una vasta organización exacta además, para que la comunidad siguiera existiendo. El estado era la organización del riego, de la distribución del agua y del acopio y la distribución de la cosecha, del cobro de impuestos, de la división del trabajo.

A los conceptos de comunidad y de estado, sigue el de la patria, que es una palabra romana que deriva de “patrimonio” (lo que pertenece al Padre), de allí que a los senadores romanos se los llamaba “Patris Patriae”, padres de la Patria. La patria surge cuando una comunidad que tiene una organización determinada, un estado, se siente dueña de un territorio. Aún el nómade se siente dueño de un territorio, que es el que recorre. Es un territorio impreciso pero es el territorio de sus correrías, que son generalmente cíclicas. Porque el nómade no circula por territorios eternamente distintos y siempre diferentes, sino que desarrolla un circuito en un área determinada, generalmente la llanura. Ese circuito lo lleva por caminos conocidos, en un ámbito geográfico determinado. Lo que no tiene es una asentamiento fijo pero sí tiene un hogar. Que es, por un lado, sobre ruedas, o sobre animales o en cada campamento, y es, por otro, un lugar geográfico, un paraje adonde llegar y desde donde partir. Recorre, entonces, un circuito establecido, de pasturas, de caza, aún incluso de agricultura durante un período del año. Ese territorio es un territorio que está marcado como marcan los animales su territorio. Todos los animales lo hacen y también el hombre. La patria es ese patrimonio de una comunidad que tiene una organización. No una organización social, que según los casos puede ser tribal, clásica, gentilicia o finalmente ciudadana como fue en Grecia o en Roma, sino una organización que la abarca, por encima de la organización social, que es el estado.

Siempre, también, tiene un territorio. Ese territorio puede ser imaginario, real, de carácter circular o de asentamiento.

La patria es el patrimonio de una comunidad y el estado es la administración de ese patrimonio, y relativamente, de las relaciones de esa comunidad.

¿Qué es la Nación? La permanencia de una misma comunidad (comunidad de idioma, de cultura, de niveles determinados de mestizaje tanto cultural como racial) en un terreno, en una geografía, en un paisaje, terminan finalmente por acumular una particularidad. Una particularidad que es estrictamente propia primero, de esa comunidad en ese lugar y con esa organización, y que culmina a lo largo del tiempo siendo una particularidad de lo universal. Es decir, teniendo un grado de reconocimiento en el contacto con otros pueblos que han seguido un curso similar.

La existencia de una comunidad, la existencia de un territorio, la existencia de una organización que podríamos llamar estado, y finalmente la existencia de estas particularidades transferidas a un universal reconocible, mutuamente reconocible, es el curso natural de los asentamientos humanos y de la existencia misma del hombre a lo largo de la historia.

Este último tramo, este particular que se crea a partir de una comunidad establecida y organizada, ese particular que termina participando de un universal reconocible, esto es la nación.

Pero nosotros hablamos hoy, en 1987. Evidentemente es distinta la idea que tenemos nosotros de nación de la que tenían los antiguos, o de la que tenían en la Edad Media, o la de los indígenas de América, nuestros antecesores. Podría estar resumida en el emperador, en el rey, en una casta, en una religión o en el estado abstracto, llámese éste la corona, el imperio o el reino. En última instancia, en lo profundo, estaba el reconocimiento de cada individuo en una comunidad y el rasgo individual de una comunidad frente a otras comunidades. La conciencia que el hombre tiene frente a esto ha evolucionado con el tiempo. Y modificándose la conciencia que el hombre tiene de esto se ha ido modificando también su contenido final, afinando el concepto y adaptándose en cada estadio a esta afinación del concepto de nación.

Finalmente podríamos decir que es la patria el patrimonio físico de la comunidad, que no es separable de la comunidad sino que es quizás en algunos casos indistinguible de la misma porque el patrimonio físico es el ámbito geográfico, geopolítico y también geoestratégico, determinante esencial del curso histórico de esa comunidad y de la conciencia que esa comunidad tiene de sí y de los demás. La interrelación con el paisaje forma parte del hecho cultural y también de la conciencia individual. Entonces el patrimonio físico es inseparable de la comunidad. Eso es la patria.

El estado es la administración de ese patrimonio, es decir, la organización pública del mismo.

Y la nación es el espíritu que ha forjado esta comunidad a lo largo de este proceso y que la informa.

Este particular universalizable tiene, indudablemente, elementos de otras comunidades dados por el intercambio. Ninguna comunidad está aislada, en ningún caso de la historia. Pero la nación es el producto final y más acabado, tanto de su cultura, como de su geografía, de su interrelación con el paisaje, de su idioma, como de las relaciones de la sociedad y de la organización del estado. Es el producto final de ese conglomerado. Es decir, de la patria, del pueblo y del estado, que han creado ese producto final, el más acabado, el más universal, pero también el que posee el rasgo más particular: es su identidad. Es su personalidad, que es intransferible y única, como toda personalidad. La nación se crea mediante un proceso de autoconciencia de su existencia, o sea de cobrar conciencia de la propia existencia. Lo mismo que la personalidad del hombre, que cobra conciencia de sí por el otro, por la interrelación. Por eso es erróneo el “Robinson Crusoe”. No hay ningún “buen salvaje”, porque no hay ningún salvaje independiente, solo, aislado, como no hay ningún individuo solo y aislado. Es imposible genéticamente y desde todo punto de vista. Desde la Creación el hombre no está solo.

La comunidad de naciones en la Tierra tiende así hacia una comunidad global. Este es un proceso ininterrumpido, limitado por las mutuas voluntades de estas naciones, de estas personas. No todas son buenas ni todas son malas. Son buenas, como decía Perón, cuando existe una comunidad de naciones en igualdad relativa de condiciones y de posibilidades, igual que en una sociedad. Donde impera la justicia, la libertad y también la soberanía, es decir la posibilidad de la persona de expresarse. Son malos aquellos que creen, o son obligados a creer, que para poder seguir siendo deben hacer lo posible para que las demás naciones no sean

1.3 Gestación de la Nación Argentina

El proceso de gestación de la Nación Argentina fue determinado primeramente por la existencia de una comunidad signada de antemano por un nombre: el de aquel poema largísimo que se llama “La Argentina”, de don Martín del Barco Centenera, de alrededor de 1600. Él ya llamaba “Argentina” a este territorio. Esta comunidad descubre la existencia de un patrimonio, de un paisaje, de unas relaciones que le son propias.

Y viene el proceso de la independencia que intenta, primero, asegurar el patrimonio de los argentinos. San Martín es el hombre, la fuerza, en el sentido de tensión más que de violencia, la energía, que asegura para los argentinos unpatrimonio. Es decir, un ámbito geográfico y un terreno. Esto más allá que él pensaba que había algo superior, que eran los americanos, como lo pensaron la mayoría de los próceres de la independencia. Queda finalmente de ese proceso el territorio de los argentinos.

Inmediatamente se abre la discusión por la administración de ese patrimonio. Hay algunos que quieren administrarlo “pro domus sua”. Es decir, para su propio beneficio, se “apropian” del patrimonio común. Entonces aparece la resistencia “de los pueblos”, al decir de los caudillos federales. Como dicen Facundo, Rosas o Estanislao López, los pueblos quieren ser federales. Expresan así su pugna por participar de la administración de su patrimonio, de lo que es de ellos, de lo que les pertenece. Es éste el problema con Buenos Aires, más en particular con la burguesía comercial porteña. Para los liberales, éste es el problema de la “organización nacional”. Que en realidad no es tal, sino que es el de la organización del estado para administrar el patrimonio común. Y ahí está la discusión: el estado o es federal o es unitario. En rigor de verdad y en lo profundo, se trata de quiénes y cómo van a participar en la administración. De si van a participar todos o no. O de si van a participar algunos y los demás obedecen.

La dictadura septembrista, después de Pavón, impuso el estado unitario con una Constitución que no es ni federal ni unitaria. De todos modos, la verdadera Constitución vendría después con la sanción del Código Civil y la organización de los tribunales. Esta era la verdadera Constitución de los vencedores. Porque la realidad es que el Estado Nacional se organizó sobre la base de una derrota de los pueblos. Y esta derrota se mide en quiénes y cómo organizan la administración del patrimonio y en beneficio de qué y de quiénes. Si hubiera sido en beneficio de todos, no hubiera habido problema, aunque finalmente lo manejaran pocos. Pero no fue así. Fue en beneficio de unos pocos y manejado por unos pocos. De tal modo que el Estado Nacional tomó esa forma y ese sentido.

Resuelto esto, inmediatamente aparece el problema subsiguiente. Primero, la lucha por participar, después de 1880, de ese Estado ya organizado. Simultáneamente al aferramiento de la oligarquía a este aparato estatal que construyera a su semejanza y también a imagen y semejanza de los hechos ocurridos antes que ellos capturaran el Estado. Es decir, el proceso que los llevó a organizar, construir y manejar el Estado, está plasmado en capas “arqueológicas” en el Estado mismo.

Está presente en los textos constitucionales provinciales, en los pactos preexistentes, de los que habla el preámbulo constitucional y finalmente en la Constitución de 1853. Este es un problema que los argentinos todavía estamos discutiendo.

Pero mientras esta discusión seguía emergió otra discusión. Hubo unos hombres que libraron su Guerra de la Independencia, que determinaron su patria y que organizaron la administración de su patrimonio de una determinada manera. Dicen ser los argentinos. Ahora, estos argentinos, ¿quiénes son? ¿Quién es argentino y quién no lo es? O sea, ¿quién participa de ese patrimonio y quién no? Y este no es un problema jurídico, de quién es ciudadano y de quién no lo es, como podría haber sido para los romanos. Ni es un problema de habitar o no habitar, como era en la Edad Media. El problema es otro. Un poco más complejo. Porque el ser argentino ha definido las pautas de éste su ser argentino, de esto que lo hace ser argentino y no otra cosa. En última instancia, es una serie de avatares del ser, de transformaciones del ser, mediante las cuales el ser se hace a sí mismo, se auto construye, y construye el ser y la personalidad, la individualidad, de todos aquellos que lo componen. Y a su vez, todos estos que lo componen construyen el ser que es un ser colectivo, un espíritu colectivo. Este espíritu colectivo es el que adquiere definitivamente su carta de nacimiento el 17 de noviembre de 1972.

1.4 Cada nación es un proceso singular

Es muy difícil la parición de una Nación en la Historia. Siempre fue muy difícil. El hombre puede parir carne, para parir un espíritu debe violar las leyes de la naturaleza. Y debe hacerlo sin pecado. Y por lo tanto se requiere la intervención de la Providencia.

Por ejemplo, Francia no es una nación con Carlomagno, ni con Hugo Capeto. Es una nación cuando alguien dijo “franceses” y los que escucharon entendieron a que se refería. Allí se produce su nacimiento. Y la primera que dijo “franceses” y la entendieron fue Juana de Arco. Francia en esa época estaba destruida. Invadida por Inglaterra en la guerra por la sucesión de la corona francesa. Juana de Arco salva a Francia de la partición, incluso de la desaparición. Es una intervención providencial. Por eso Juana es Santa Juana. También es un militar en otro sentido, porque éstos son los medios de que la providencia se ha valido para que la nación francesa exista. La nación. No la corona. No el reino. La nación, una cosa, como decíamos antes, que distingue a los franceses de todos los demás.

Podemos decir lo mismo de los italianos, aunque con otro tipo de forja y con otro orden de estas cuestiones. Hay un algo que son los italianos, más allá que sean del sur, del norte o romanos. Esto se forjó a lo largo de más de 2000 años y tuvo su concreción moderna en 1870, en el Rissorgimento.

Italia ya era una nación antes. Una nación antigua desde Roma porque toda la península tuvo ciudadanía romana desde antes de César. El reconocerse en la ciudadanía era una culminación de haberse reconocido en el cumplimiento de las obligaciones del ciudadano: participar en el ejército, participar en el tributo y participar en la política, en las decisiones, en cierto grado de las de una comunidad completa, que no es la ciudad de Roma, sino en este caso de la península itálica. Esta nación sufrió diversos avatares. Pasó por su división. Pasó por la existencia de distintos estados. Pero la imposibilidad de construir un único estado en las condiciones medievales, del siglo VIII en adelante, no hacían que la nación no existiera. Es precisamente esta persistencia de los italianos y su reconocimiento como tales lo que permite el surgimiento del estado nacional en 1870. Pero la nación existía desde antes. Ahí hubo también una intervención providencial que mantuvo a los italianos reunidos aunque estaban totalmente separados desde el punto de vista del estado, con multiplicidad de estados como en la Italia renacentista.

No es entonces una secuencia siempre igual. Los mismos elementos están siempre pero ordenados de una manera distinta. España, por ejemplo se forja en la Reconquista. España termina de ser España recién cuando termina la Reconquista. Cuando ha integrado también el conjunto de elementos árabes, mozárabes, judíos, francos, godos, sobre un piso celtibérico original. Hay un producto final que es la corona española y el estado español. Allí también se desata inmediatamente una discusión de cómo se organiza el estado. La reconquista termina en 1486 con la toma de Granada y en 1517 los comuneros estaban combatiendo en Villalar. Combate cuyo trasfondo era precisamente esta discusión de cómo se organizaba el estado y que enfrentaba a los partidarios del estado de la Reconquista que estaba basado en las comunas democráticas y combatientes en el sentido de la democracia social, orgánica y directa en su propia medida histórica y a aquellos que querían construir un estado centralista y absolutista. Finalmente se impusieron estos últimos.

La nación alemana ya existía en el siglo IV, en la época de los Otones (Otón I, II, III y IV). En esa época ya es el imperio la nación de los alemanes, de los germanos en realidad. Pasó por diversos cambios. Su estado sufrió diversas divisiones hasta que terminó dividido en dos fundamentales: Austria y Alemania, con pequeñas porciones alemanas en otros estados. Finalmente se produjo su unidad. Ahora están divididos de nuevo, aunque seguramente van a pelear por su unidad. Poco va a durar esta división, porque una de las necesidades del ser es la unidad, no puede encontrarse dividido. Todo lo que sea fundado sobre la base de la división del ser nacional está condenado al fracaso.

1.5 El 17 de noviembre de 1972

La Argentina siguió la frecuencia que describimos antes: comunidad, patria, estado, nación. El problema nacional llega a ser el problema central cuando el conjunto del pueblo es autoconciente de este su rasgo de argentinidad. Y este su rasgo de argentinidad está condensado en un punto. El pueblo argentino peleó 18 años por el retorno de Perón. Aún ante el conjunto de las fuerzas externas a la nación, que le decían que aquello que era su voluntad era imposible. Es decir, trataban de demostrarle que su voluntad y por lo tanto su ser no existían. El retorno de Perón no era el retorno de un hombre. El retorno de Perón era el retorno al ser nacional, del ser nacional. Era volverse a ver, era reconocerse, era existir. Esta era una verdadera y fundamental lucha nacional. El último acto de la lucha por la construcción del espíritu de la nación.

El acto de retorno de Perón, el hecho en sí mismo, independientemente de sus connotaciones de carácter político, ideológico o lo que se quiera, es un acto milagroso. Pero hay un aspecto de este hecho que está en sombras. ¿Por qué verdaderamente volvió Perón? Y no me refiero a las posibilidades llamadas vulgarmente objetivas. Porque de acuerdo a ellas podría haber dicho sí o no. Podría haber vuelto o no. Sin embargo volvió. Y no nos olvidamos que estaba solo con 30 valijas contra 35.000 hombres armados. Así fue como llegó y así salió de Ezeiza, sin ninguna otra fuerza más que esta voluntad y el conjunto del pueblo que estaba rodeando a estos 35.000 hombres armados. El acto del retorno, que es el acto del milagro, es similar al de Juana de Arco.

Por eso el dice “argentinos”, no compañeros. “Para un argentino no hay nada mejor que otro argentino”. Porque en realidad esto era lo que él era. El encarna en un momento ese espíritu, que es el espíritu de la nación. Por primera vez ocurre esto. Porque por primera vez se entiende. El conjunto de elementos que se conjugan en este decir y en este comprender están por primera vez reunidos en un solo punto, en un solo momento en un solo diálogo. Porque mucho antes se dijo argentinos, desde Martín del Barco Centenera. Ahora, ¿quién lo entendía y qué quería decir? Quería decir cosas distintas para todos. O era meramente exhortativo o era un título o era una carta de ciudadanía, un documento, o indicaba donde uno había nacido, pero no era esto que digo, hasta el 17 de noviembre de 1972, donde sí es esto que digo. Donde cada fibra del ser de cada hombre y cada mujer estaba en la misma vibración. En esta frecuencia que permitía que al decir argentino se entendiera una cosa distinta de todo lo demás y de todos los demás.

Por un lado es cierto que esto dejaba afuera a todos los demás, pero por otra parte era la única posibilidad de que esta porción de humanidad se incorporara a la humanidad en tanto persona y no en tanto cosa, que es lo que los liberales quieren que seamos. Por eso ellos son “ciudadanos del mundo”, que en esos términos es ser ciudadanos de la nada. Sin ningún marco de integración, sin personalidad.

Yo creo que en este proceso reside el milagro. Creo que interviene la providencia porque no puede ser de otra manera. Como en todo milagro hay una violación de las leyes de la causalidad. Por este motivo tampoco la razón puede alcanzar globalmente a este fenómeno. Aunque uno no sea un conformista y exija de la razón todo lo que se debe exigir a la razón, o sea, que agote el fenómeno. La razón puede conformarse pero no agotarle. Cuando la razón no puede agotarle es que hay leyes que escapan a ella. No se trata de datos o información que no se posee, sino de leyes que escapan a ella, que es otra cosa. Es entonces cuando aparece el milagro. A esto se llama milagro. A una violación de las leyes causales del universo. El retorno de Perón es una flagrante violación de alguna de esas leyes causales de la política, de la sociología y todas esas cosas que manejan tanto los marxistas como los liberales con tanta soltura y con tan terrible conformismo. Si exigiendo a la razón todo lo que puede dar de ella no se consigue explicación es que hay otra explicación u otra comprensión. Es esta comprensión de que el ser nacional tiene su partida de nacimiento el 17 de noviembre de 1972 y su viabilización en este diálogo entre Perón y el pueblo argentino, que es en realidad un diálogo del pueblo argentino consigo mismo, un ensimismamiento de esta persona de la cual redunda la existencia misma del ser. Para mí esto fue lo que sucedió ese 17 de noviembre.

La historia argentina está dividida, entonces, en dos partes: antes del 17 de noviembre de 1972, que visto su significado, nos hace comprender esa historia como una historia concurrente hacia ese punto, donde todos los factores se fueron ordenando hacia ese punto de confluencia para que este hecho se produzca, y después del 17 de noviembre de 1972 vemos que una vez producido el hecho irradian una cantidad de factores o vectores de energía que ya son la construcción o la expresión de este ser nacional vivo, existente. Comienza a desenvolverse la demostración de su existencia. Es ya su avatar vital. Tanto los liberales, entre los cuales incluyo a los marxistas, como los llamados revisionistas, que son terriblemente dependientes de lo mismo que revisan: “por eso son revisionistas”, tienen una conciencia anterior a este hecho. Pero además una vía de razonamiento por la cual les es imposible descubrirlo. Su propio razonar les oculta el hecho que ha pasado en la realidad.

2. El Movimiento Nacional

2.1 La Filiación

En el período que va desde 1830 a 1850, o sea el del federalismo en el poder, hay una característica común en el lenguaje de sus tres máximos exponentes: Facundo Quiroga, Estanislao López y Juan Manuel de Rosas. Los tres hablan de “los pueblos”. No pertenecen a su lenguaje los vocablos “provincias” o “estados”. Cuando hablan de los pueblos los hacen en el mismo sentido en el que hoy nosotros decimos pueblo. Los federales blancos posteriores a 1853, sean orientales o entrerrianos, utilizan también esta misma palabra. Es el lenguaje artiguista, lenguaje a su vez heredado. Ese “los pueblos” suena como sonaba en Castilla “las comunidades”. También Juan de Padilla en 1517 decía “los pueblos”. Y antes el Cardenal Cisneros.

Hay una relación íntima entre lo que fue el partido popular en América Hispánica y los conflictos y las tendencias políticas, ideológicas por lo tanto de lenguaje en España.

El catolicismo popular español, el “juntismo”, esta en el origen del partido popular o de los movimientos populares en América Latina. Este catolicismo popular, este comunalismo, engendra una determinada organización tanto de la iglesia como de la sociedad civil. El catolicismo popular no es la Iglesia Católica Borbónica, ni la Iglesia Católica Hasburguesa, que son italiana una y alemana la otra. La Iglesia Católica Española es otra cosa. Estaba expresada en el Cardenal Cisneros, que era representante de un sistema político y de un sistema de ideas. Eran las comunidades de Castilla y del sur de España, fundamentalmente. Era este sistema que 50 o 60 años después esta presente en “El Alcalde de Zalamea” y en “Del Rey abajo ninguno”, en las obras de Calderón y de Lope de Vega. También en Cervantes.

Es la idea de que la monarquía es la representación de la Nación y de que la Nación se autogobierna mediante los núcleos organizados en los pueblos.

Esta es la fundamentación profunda de todos los levantamientos populares en España y en América, incluso el de 1810, al grito de “Viva el Rey, muera el mal gobierno”, que era la forma de explicitar el autogobierno en la monarquía. Entre Juan Padilla en 1517 y los hechos de 1810 habían pasado trescientos años y el problema seguía siendo el mismo. Estas ideas se conservaron, en particular, mucho mejor desde el punto de vista de la forma, de la tradición, de la metodología, en la Banda Oriental y en la Argentina. Pero no nos olvidemos que entre 1580 y 1780, en esos doscientos años hubo, 60 o 70 levantamientos comuneros en América Hispana. Se llamaban también comuneros porque o bien eran los mismos que habían emigrado de España, o bien sus herederos ideológico-político-culturales. Emigraron con todo el bagaje, con toda la experiencia histórica de lo que eran depositarios.

El Municipio indiano es hijo del Municipio castellano y éste a su vez es hijo de la Reconquista. La Reconquista fue un proceso, no una guerra, sino un estado inestable, que duró ocho siglos, desarrollados sobre una franja amplia y móvil, que se llamó “La Frontera”. En esa franja se combinaron elementos árabes de origen, mozárabes, godos y celtibéricos. El Municipio español de esa época era un municipio democrático y combatiente. Democrático en serio, en el sentido de la democracia social, orgánica y directa, lógico es para su época.

Ese modelo era también el del municipio del norte de África. Que es anterior a la invasión. Los norte africanos, que son los primeros que invaden y que no son árabes sino magrebinos o bereberes, como dicen los españoles, llevan consigo sus instituciones. Y hoy están presentes, por ejemplo, en el Libro Verde del Coronel Khaddafi. Los consejos populares de Libia no son otra cosa que una versión del municipio original que los mismos berberiscos llevaron a España con Tarik.

Hay un ciclo evolutivo y de desarrollo de las instituciones, por lo tanto también de su nombre, de su mecánica y de su desarrollo político e ideológico. Si nosotros escarbamos en la filiación vamos a llegar a estos puntos, a estos filamentos. Por eso este proceso se expresa en aquel “Viva el Rey, muera el mal Gobierno”, por eso el cuño de la monarquía constitucional en España no es liberal, sino católico y popular. Los afrancesados eran sus enemigos y ellos eran los liberales.

Por eso también, para la época de la Independencia, no hay dos partidos sino tres. Uno es el partido de los franceses, que están al lado de José Bonaparte, en el campo antinacional. El campo nacional esta dividido en dos partes: los absolutistas partidarios de Fernando y los constitucionalistas que son católico-juntistas y que es donde vuelve a aparecer el elemento comunero otra vez. La Constitución de 1812 de Cádiz no es una constitución liberal, es una constitución popular. Liberales eran Floridablanca o Aranda, ministros de Carlos III. Pero la Constitución de 1812 era antiabsolutista, pero nacional, popular y católica (Melchor Gaspar de Jovellanos). Había diputados de América en aquella Asamblea Constituyente porque la intención del juntismo era, precisamente, reconstruir la unidad. Para ellos el reino era todo, no había diferencias entre metrópoli y colonia, que era la diferencia que sí hacían los liberales para los que todo era de Inglaterra o de Francia, y los absolutistas, para los cuales todo era propiedad de la Corona, y la Corona ¡era un títere británico!

2.2 El desarrollo en América

El proceso de la independencia en América es parte del desarrollo de una tendencia (partido) política en esta unidad que es el Imperio Español. Este partido triunfa en la parte americana y pierde en la metrópoli. En la Junta de 1810 en Buenos Aires están ambos dos: los afrancesados y los nacionales o juntistas. Liniers, aunque de origen francés, es un hombre del juntismo. Él y sus amigos son fusilados en Cabeza de Tigre por Castelli. Es el intento de liquidación de un partido que sigue siendo español. Pero el problema para el pueblo en general no eraEspaña sino el régimen de gobierno. En principio la disputa nada tiene que ver con la Independencia.

Por eso los más importantes hombres de la Independencia se resisten a la Independencia porque se resisten a la división sin más ni más. Quieren conservar la unidad que de ser conservada convierte a esa unidad en la primera potencia del mundo. Potencia además, antibritánica. Es popular y católica, lógicamente entonces es antibritánica.

Por eso Inglaterra tiene mucho que ver con la Independencia. Sostiene a los afrancesados que son afrancesados de cultura por localizar en Francia la matriz cultural del iluminismo, pero son británicos en su organización, en sus contactos y en sus intereses. Políticamente los sostiene Inglaterra y no Francia que no estaba en ese momento en condiciones de sostener a nadie, ni a sí misma, después de la derrota de Napoleón. Por veinte años Francia desaparecería del proceso de colonización mundial cuya nueva onda había comenzado después de la colonización de América. Se reincorpora más tarde y se enfrenta con Inglaterra en Canadá y en la India, en 1740-1750, y se vuelve a enfrentar en 1850-1870, por la colonización de África y Asia, por la posesión de los mares y en la lucha por los estrechos, hasta que finalmente ambas potencias llegaron a un arreglo: Inglaterra hacía el gasto y Francia pagaba las cuentas.

Entonces la filiación política y su evolución nos muestra que los fusilados en Cabeza de Tigre están más próximos a los federales que a los unitarios. No porque fueran federales, que no lo eran (lo hubieran sido unos años después, quizás), sino porque no formaban parte de la élite intelectual de la aldea de barro que era Buenos Aires. En este grupo juntista, hay que incluir a Saavedra, a Campana, a Grigera. Eran los caudillos de las orillas de Buenos Aires. Populares del mismo cuño de Dorrego. Y mientras aceleradamente los liberales eran organizados en logias, éstos se organizaban en las iglesias.

2.3 La Iglesia Católica y el Movimiento Nacional

En los únicos lugares donde sobrevivió la Iglesia española del cardenal Cisneros, la iglesia juntista y popular, fue en el Virreinato del Río de la Plata. En lo que hoy es la Argentina, la Banda Oriental y Bolivia, Sur del Perú (Alto Perú). En el resto de América la Iglesia era la Iglesia limeña, la Iglesia Hasburguesa y Borbónica. De raíz ítalo-germánica, no española. Una Iglesia jerárquica e institucional estrictamente. En el Río de la Plata esto no fue así y por eso cuando sobreviene el proceso de la Revolución la Iglesia Católica en estos lugares la apoyó. Apoyó el “Viva el Rey, muera el mal gobierno”, porque apoyaba la unidad del imperio y el juntismo. No eran liberales, eran católico populares.

Esta posición comienza filosóficamente con Vives y sigue con Vitoria y el Padre Suárez. Su origen debemos buscarlo en San Agustín. Es la teoría de la legitimidad del alzamiento popular frente a la tiranía y por lo tanto de la ilegitimidad de todo gobierno tiránico. La Iglesia que estaba en la Argentina pertenecía a esta corriente del catolicismo popular. Esta Iglesia desapareció en 1853. No quedaba nada después de 60 años de guerra en la cual habían participado todos: la jerarquía, los sacerdotes y los fieles, inmersos en un proceso popular de construcción. Esto es a tal grado así que en 1865 se vuelve a crear la Iglesia en la Argentina mediante la venida de un legado papal. Roma tiene que crear nuevamente. Pero esa Iglesia ya no es la misma. Es una Iglesia italiana. Una Iglesia inmediatamente anterior al “rissorgimento”, una Iglesia a la defensiva y en repliegue.

No nos olvidemos que Garibaldi, eje del “rissorgimento”, peleó contra Rosas aquí en el Río de la Plata antes de ir a Italia con sus camisas rojas, con los liberales y los primeros socialistas, anarquistas y carbonarios. Curiosamente vinieron a auxiliar a los sitiadores anglo-franceses, era la “lucha mundial contra la tiranía” que en buen romance significó lo mismo que la “lucha por la democracia y los derechos humanos” de hoy, la recolonización de los pueblos de la periferia del Mundo por el Norte, la instalación de la hegemonía británica. De las logias masónicas, regimientos del Ejército Británico, nacieron las logias en este lugar del Planeta. Eran hermanos de los carbonarios, de los liberales y de los que fundarían el marxismo.

Esa Iglesia era entonces una Iglesia a la defensiva, institucional, encerrada dentro de los muros del Vaticano. Entre 1870 y 1930, hasta el Pacto de Letrán que hizo Mussolini con Pío XII, los papas, la cabeza de la Iglesia, estuvieron encerrados en los muros del Vaticano. Fueron cincuenta años de una Iglesia Encerrada en sí misma. Este no había sido el modelo de la Iglesia que estaba en la Argentina y que desapareció en 1853.

Nosotros tenemos hoy una Iglesia que es esta Iglesia recreada con posterioridad, con esta nueva raíz y no aquella Iglesia. Aquella siguió viviendo en el pueblo. A ésta los argentinos llevamos ciento veinte años intentando nacionalizarla. Es un proceso en el cual tanto el pueblo argentino como la Iglesia van haciendo su camino. Y es posible, porque la Iglesia, aunque desde el punto de vista de su construcción es una Iglesia extraña, desde el punto de vista de su composición es, obviamente, una Iglesia argentina. Está compuesta por argentinos. Por eso es también permeable a la influencia del pueblo argentino. Pero también tiene serios problemas para comprender en profundidad el proceso argentino porque hay un hilo que se ha cortado, que se ha roto. Entonces, por ejemplo, son víctimas de la modernidad, de las diversas modernidades. De la de 80, de la del Onganiato o de la del alfonsinismo. Es el producto de su construcción europea y de la desconexión de las raíces culturales de la Nación.

Desconexión que va modificándose a lo largo de estos ciento veinte años. Van comprendiendo cada vez más y esto comporta un desgarramiento de los católicos, del cuerpo místico de la Iglesia, de la Iglesia institución y de las personas. Es una cosa difícil, pero el pueblo argentino ha permanecido siendo católico, siendo fiel a su cuño. Ahora estamos recibiendo un ataque terrible por parte de las sectas. Es un ataque del Imperio, en una situación que favorece la penetración. La Iglesia pareciera no atinar a enfrentar esto con la decisión con que debería hacerlo. Porque para tener éxito debería hacerlo desde sus raíces, raíces con las que intenta empalmar. Pero esto también es una búsqueda. No se puede exigir más de lo que es posible. Pero esto va a ocurrir.

Es un proceso que acompaña al conjunto del proceso de construcción de la Nación, de la independencia, de la soberanía popular y de la vuelta a la democracia social, orgánica y directa de acuerdo a la época. No como en el siglo pasado, lo que es imposible. De acuerdo a la época hay que montar un nuevo estado y crear las instituciones mediante las cuales nuestro pueblo pueda ejercer esta democracia social, orgánica y directa y contribuir así a la nacionalización del conjunto de los factores de la sociedad. El peronismo es entonces, heredero directo de todas estas tendencias, es el heredero y el custodio de las raíces culturales de nuestra Patria, que no es una cuestión folclórica, como pretenden algunos disfrazados, sino algo vivo y actuante.

Y quienes no comprenden al peronismo es porque no comprenden las raíces profundas que esto tiene. Profundas porque se hincan en el pasado, en nuestra historia. Pero profundas también porque son profundas en cada argentino. Llegan hasta la constitución de la personalidad de cada uno de nosotros.

2.4 El sistema de decisión

Para 1860 se cambia en la Argentina al cabildo por el modelo liberal de municipio: la municipalidad. El cabildo tenía sus raíces en aquel municipio combatiente de la Reconquista Española. Eran órganos de la democracia del pueblo, de los pueblos, al decir de Facundo, de Estanislao López, de Artigas. De esa democracia real que definimos como orgánica, social y directa. Por eso son abolidos y reemplazados, para la misma época en que había concluido la revolución de Flores, de los septembristas, y de los brasileros en la Banda Oriental. En la idea artiguista, los pueblos merecían ese nombre si eran, a la vez, soberanos y por lo tanto nacionales: es decir, sólo en la medida en que pudieran decidir.

Adjunto a la categoría nacional estaba ya desde entonces una determinada organización política y social con determinadas instituciones. Es el liberalismo el que vino a separar forma de contenido. Para los pueblos la organización era una y se autorreconocían y reconocían a los demás por vía de esta estructuración institucional o de esta forma de la toma de decisiones en la cual el caudillo, mal nombre pero usémoslo para que se comprenda, no era más que el vértice de este sistema. Porque los liberales han transmitido, y los revisionistas han permitido que así sea, otra idea, al transmitir el nombre “montonera” como símil de amontonamiento que tiene un único jefe, como forma organizativa en la cual no existen estamentos intermedios y en la que la toma de decisión no se realiza mediante un proceso colectivo. Y esto no es cierto.

Lo que han transmitido los liberales es su propia idea de que la jefatura es la suplantación de la voluntad del todo o del conjunto y de cada uno por la voluntad personal (idea británica-los tiranos griegos). Lo cual es una estupidez proveniente de las necesidades políticas y de la guerra psicológica o propagandística en la lucha contra la monarquía absoluta, en Francia y en toda Europa. Aunque, obviamente, tampoco era así en la monarquía.

Porque nunca es así, en ningún caso y en ningún lugar del mundo, ni en ningún momento de la historia. La sociedad en tanto tal y desde el momento que es sociedad, aún la familiar desde que es tal, tiene un sistema de toma de decisión. Y este sistema nunca es la voluntad de un individuo, siempre es una voluntad de conjunto, compuesta, aunque la exprese uno, que eso no importa. Siempre es una composición de voluntades, de ánimos, de sueños, de ilusiones, de opiniones. En el caso de la montonera, los liberales septembrinos desde su conciencia organicista, veían en la caballería gaucha una acumulación de hombres y caballos. Por eso la llamaban montonera. Veían un montón, no veían un orden. Pero eso era porque ellos estaban incapacitados de comprender un orden que no fuera el orden del racionalismo decimonónico del iluminismo. Llamaban desorden a lo que no conocían. Pero éste es un defecto griego. Ya los griegos llamaban “bárbaros” a los que hablaban una lengua que ellos no podían entender.

Hay una ceguera profunda y una contradicción importante en un pensamiento que se considera a sí mismo universal.

Y seguimos pagando por esa ceguera. Es un pensamiento que, considerándose universal, excluye a todo aquello que no sea sí mismo.Obviamente, entonces, no es universal. Es en realidad un achicamiento de la realidad, que se hace cada vez mayor. Es esto un pensar, como una idea del ser, producido y manejado por las oligarquías. Abarca tanto la política como la organización de la sociedad o la economía.

Este estrechamiento es el ámbito o el círculo adonde llega la luz de la bujía. Lo demás es oscuridad. Por eso son iluministas. Es la luz “de la razón”. Pero esta luz de la razón era una linterna de dos elementos. ¡Naturalmente, poco iban a iluminar! Veían un círculo y todo lo demás era sombra. Ahora que fuera sombra para ellos, es decir, que fueran ciegos como topos, no quiere decir que nosotros lo seamos. Ellos viven en esa frecuencia, captan una frecuencia muy estrecha, y por lo tanto ven muy pocas cosas. Los pueblos que no tienen este defecto óptico, ven las cosas como son. Los ven a ellos en su ceguera, y también pueden, y es lo que hacen, verse a sí mismos, expresar-se. En definitiva, Ser. Pese a esa ceguera y por lo tanto, oponiéndose a ella.

El revisionismo forma parte de ese montón de topos que hurgan en los papeles de la historia como ratones, iluminándose a veces con un círculo más amplio o más pequeño, pero dejando de ver lo que la realidad indica todos los días, como si la historia fuera una cosa del pasado y no fuera una cosa del presente, perceptible, en capas sucesivas hasta el último de los individuos que componen esta sociedad. Esta es también una demostración de que la Argentina es una Nación, porque a partir de cualquier argentino se puede reconstruir su historia. Está presente en la capas de su personalidad desde las más superficiales hasta las más profundas.

Así trabaja la historia y así trabaja la Providencia. Irremediablemente en el fondo o en la superficie de todo esto también está Dios. Es decir, la conciencia que el hombre tiene, que el hombre guarda, sobre la Creación y sobre la divinidad. Independientemente de todas estas cáscaras, ópticas, artilugios, que en realidad no iluminan sino que oscurecen.

2.5 Perón y el Movimiento Nacional

Perón explica con toda claridad que la masa es un conjunto poblacional sin organización, sin dignidad y sin doctrina. Dotarlas de estas tres características hace a su transformación en pueblo. Para él esa transformación forma parte indisoluble de la creación del espíritu nacional. Forma parte de ese proceso que a él históricamente le tocó cumplir. No porque lo eligiera, sino porque lo encontró. Esta era su tarea histórica y él la asume. Si no lo hubiera hecho, dicha tarea hubiera quedado postergada. Y la asume de la única manera que la podía asumir, como un proceso de recuperación de una organización, de una dignidad y de una doctrina perdidas en el siglo pasado. Organización que era la organización de las comunidades. Dignidad que era la dignidad del hombre a caballo o incluso del hombre de la ciudad ligado a su terruño. Y la doctrina que era la doctrina federal.

Las tres se habían perdido en 1853, después de Caseros. Destruida la organización, desaparecida la dignidad y también liquidada la doctrina, reemplazada por esta especie de ensalada aguachenta del liberalismo y después del liberalismo y del marxismo. Durante sesenta años, entre 1880 y 1945, imperó otra cosa. Ya pasadas tres generaciones, había que volver otra vez a reconstruir las bases fundamentales de la edificación de un pueblo, sin las cuales era imposible que prendiera el Espíritu de la Nación.

Hoy vivimos un proceso similar de desorganización, de indignidad y de vituperación de la doctrina nacional, con el ánimo de matar definitivamente a la Nación. Pero se encuentran con un problema más grave, porque ahora la Nación ya existe. Por eso las medidas que se toman son mucho más drásticas. O como a nosotros nos toca vivirlas, nos parecen más drásticas que las medidas que tomaban los Mitre o Sarmiento junto con los generales uruguayos, con los Paunero, los Sandes, los Irrazábal, literalmente asesinos. Y con los aliados brasileros, que hoy vuelven a ser aliados del liberalismo otra vez. Nuevamente, como en la época del Ejército Grande. Y para atestiguarlo, ahí están los boletineros. En aquel entonces el boletinero era Sarmiento, el que editaba las órdenes de cada día del Ejército Grande. Ahora hay un montón. Vázquez, “El Periodista”, “El Porteño”, casi todos los medios de difusión. Son los que reemplazan lo que hacía Sarmiento, en un principio solo y después con algunos otros, cuando se posesionaron de los mejores medios y de créditos del Estado, como se hace ahora.

3. La Construcción del Estado

3.1 La Estructura de poder

Producida la victoria de Caseros por los unitarios, éstos imponen al conjunto del país la Constitución de 1853. Lo que llamaron así no es más que un versito para instrumentar definitivamente su dominio. Es decir, afirmar el poder de la burguesía comercial porteña por sobre el país. Victoria que finalmente consiguen en Pavón. La Constitución, entre Caseros, en 1852, y Pavón, es la fijación de las condiciones de la rendición. En realidad es el pacto entre la Confederación y Buenos Aires. Por eso contiene elementos unitarios y elementos federales. Pero contiene los suficientes elementos unitarios como para imponer la organización del Estado, de una buena vez, en el sentido de los unitarios. Después de Pavón, con la revolución septembrista, la Confederación termina desapareciendo, y pasa la capacidad de decisión, con esa Constitución o con cualquier otra hubiese sido lo mismo, a manos de aquéllos que la construyeron verdaderamente, y a su imagen y semejanza.

Se trataba de la administración del patrimonio de todos en beneficio de un grupo: la burguesía comercial porteña y los terratenientes de la provincia de Buenos Aires. También incorporan al proyecto a otros dos grupos de terratenientes: el de Salta y el de Corrientes, que son los que se convierten en gendarmes de la oligarquía de Buenos Aires, que había derrotado al federalismo punzó de Rosas, respecto del federalismo negro del norte que había encarnado Facundo y del federalismo blanco del litoral que habían encarnado Artigas, López, Ramírez y López Jordán. Este triángulo de poder oligárquico -Buenos Aires, Salta y Corrientes- es el que construye el Estado Nacional en un reparto donde la oligarquía de la provincia de Buenos Aires se lleva la parte del león y donde estos dos grupos oligárquicos, el de Salta, los dueños del Valle de Lerma, que es la parte habitada de la provincia, y por consiguiente de todos los valles, y el de Corrientes, se llevan una parte en el festín mientras contribuyen a la opresión y eliminación del “gaucho”, trabajador rural, soldado de la independencia y de pura cepa mestiza.

3.2 La Organización Jurídico Administrativa

El Estado Nacional se construye de esta forma pero con una conciencia liberal. Es una conciencia juridicista que no contemplaba para nada la realidad de los pueblos, sino que por el contrario independizó la estructura jurídica de esa realidad. Es una ficción que consiste en transferir, como ha hecho el liberalismo en todo el mundo, la institución del derecho de familia (civil y patrimonial) de tutela, al derecho político.

Las instituciones políticas son las únicas instituciones civiles en las cuales el poder-dante no puede revocar el poder dado. El apoderado es irrevocable, caso que no se acepta en ninguna otra situación jurídica de ningún tipo. Fundamentalmente en los contratos, que es la única institución jurídica de la burguesía y el único concepto jurídico que ella tiene. Salvo entonces en el derecho político, en todos los demás el apoderado es apoderado para un solo acto, para un sólo hecho específico. En las instituciones políticas resulta que el apoderado es no solo apoderado sino que además se apropia del poder-dante.

Hay una contradicción flagrante, incluso desde el punto de vista estrictamente jurídico, en aplicar la misma institución jurídica a dos situaciones, de manera totalmente opuesta. Claro, acá se trata del pueblo. Entonces el poder que otorgan los pueblos es irrevocable. Los mandatos son irrevocables y además inespecíficos. De modo que vienen a configurar verdaderamente una tutela. No hay mayoría de edad. Hay una especie de “capitis diminutio”, de disminución de la capacidad, del que otorga el poder, que sólo tiene facultad de otorgarlo. Por eso “el pueblo no delibera ni gobierna sino a través de sus representantes”.

Cosa que estaría relativamente bien si se reglara correctamente quiénes y cómo son sus representantes y las condiciones de su revocabilidad. Pero en realidad no se indican condiciones de revocabilidad para ningún caso sino más bien de irrevocabilidad de la representación. Entonces hay una apropiación de la voluntad de los pueblos en general por parte de un grupo que se arroga la categoría de “representantes”.

El Estado se construyó así, desde el punto de vista de la representación. Desde el punto de vista de la administración se estructuró como una administración centralizada y tendiente a globalizar todo, a reglarlo, es ”normalotodo”.

Esta voracidad no en nada más que una petición de principios (desde el punto de vista de ellos). Porque para los liberales el Estado que ellos crean lo es todo. Del mismo modo en que el “ciudadano” lo es todo. El Hombre es un ciudadano. Pero no todos los hombres son ciudadanos en el mismo nivel. Es la “polis” griega de nuevo. Somos todos iguales pero hay algunos más iguales que otros. Estos que son más iguales son los que en realidad tienen la potestad de decidir. Son los que resumen la voluntad a los efectos de tomar la decisión y después, al que le guste le guste y al que no que se jorobe. Esta es la democracia liberal de cuño ateniense. Un juego de ficciones. Una democracia de unos pocos.

Cada vez menos, porque la conciencia del pueblo ha crecido, porque la Nación existe y entonces ellos en realidad están sitiados. Quieren seguir ejerciendo este tutelaje pero el pueblo argentino ha llegado ya a la mayoría de edad y la Nación también. Debe decidir el pueblo argentino qué es lo que quiere verdaderamente, sin embargo se le imponen otras condiciones.

Este es el problema del Estado. Es por un lado un problema de origen y por otro el problema de su total y radical transformación. Por eso no hay problema constitucional en la Argentina, porque en realidad no hay Constitución, hay que crear una Constitución. Ellos quieren volver a hacer una Constitución de papel, un compromiso que mantenga y asegure el sistema de tutelaje. Que es un sistema de tutela desde el punto de vista de la voluntad, y un sistema de curatela, desde el punto de vista de los bienes. Es decir, son tutores y curadores.

En esta concepción el pueblo argentino es menor de edad e incapaz de manejarse con su voluntad y de decidir sobre sus bienes. Esto en los términos jurídicos del liberalismo, incluso o aún en los términos jurídicos del derecho romano.

Esto no ha sido siempre así. En los períodos en los que el pueblo gobernó, el Estado fue transformado, o mediante el aditamento de otras instituciones o mediante la creación de otras instituciones de toma de conciencia, de toma de decisión y de práctica social.

3.3 La Crisis del Estado Liberal

El Estado liberal creado en 1880 entró en crisis en 1930. A partir de 1880, excluido el pueblo argentino de las decisiones, derrotado y no significando ya peligro, los círculos de poder se permiten la dialéctica bipartidista. Uno de esos partidos, el que representa Alberdi, impone sobre el otro la decisión que provoca la inmigración masiva de fines del siglo pasado y comienzos de éste. Es Alberdi un enemigo del “establishment” dentro del “establishment”, es el crítico de los septembristas dentro de determinados márgenes. Es un crítico tolerado. Pero esun argentino profundo en una época de superficialidad y enriquecimiento ilícito.

Esta decisión que provoca la inmigración es en realidad un arma política contra la oligarquía, en tanto ella no puede controlar el proceso. El otro sector tampoco lo puede controlar, pero ellos son oposición, no poder. Lo que sucede es que al mismo tiempo es una necesidad de la oligarquía. Se necesitaban más brazos para trabajar más tierras, para exportar más y así obtener más dinero. Era una forma de dominar más el país pero esto conlleva naturalmente su contrapartida.

Para los años 1905-1910, en la época del Centenario, de acuerdo al censo había en el país más extranjeros que argentinos. Y la oligarquía no puede absorber este proceso. La argentina como después vimos, si pudo. Pero el sistema de poder en ese momento no pudo absorberlo en su propio beneficio. Esto lo puso en grave crisis. Aquí es cuando aparecen, como expresiones de esta crisis, el partido radical y de algún modo también el partido socialista.

El modelo entra en crisis cuando entra en crisis el Imperio que lo permitió y lo sostuvo. Lo permitió y lo sostuvo de una manera muy particular, negociando con él. Porque los integrantes de la oligarquía tampoco eran agentes británicos. Eran comerciantes, por lo tanto discutían los precios, no siempre se llevaban bien, no siempre fueron buenas las relaciones. No eran un apéndice, eran una necesidad del Imperio. Por lo tanto tenían ese poder, el poder de la necesidad de sus clientes y amos. De modo que negociaban a favor de sí mismo, sobre todo con el Imperio Británico; a favor del Imperio Británico relativamente, relativamente en contra del país, pero relativamente a favor de la Argentina. Porque los intereses de la oligarquía estaban radicados en este suelo. Sus vacas, sus tierras, su trigo, estaban aquí, no fuera de aquí. El modelo que ellos imaginaron se basaba en un Imperio Británico que iba a durar mil años tal cual estaba. Pero no duró mil años, escasamente cincuenta.

El conjunto del sistema mundial entró en crisis en 1929. Ya había pasado por una crisis importante en 1890. Todas, en rigor, crisis de acumulación de capital. Es decir, crisis producidas, inducidas. El capitalismo a nivel mundial tenía que poner su dinero en otro lado, tenía que recambiar, relimitar la producción, porque si no, dada la acumulación, el reparto era inevitable. Se produce la crisis para poder digerir y reordenar el sistema productivo. Así sucedió en 1890 y de nuevo en 1930.

Esta crisis hizo que entrásemos en crisis nosotros también. En la Argentina produjo, paradójicamente, una mayor adhesión al Imperio Británico y un “keynesianismo” económico sobre la base de una dictadura política. Es el gobierno de Justo, un gobierno espurio desde todo punto de vista, el que hace, paradójicamente, las primeras nacionalizaciones. Se crea la Junta Nacional de Granos, el Banco Central, la Concentración del Crédito, el control de cambios, la Corporación de Transporte y hay un esbozo de industrialización. Los que aconsejaban eran los keynesianos de aquel entonces, los “socialistas independientes”: Pinedo, Prebisch, Di Tomaso, Del Valle Iberlucea. El hombre de moda era Keynes, un inglés.

Esta crisis es también el reconocimiento del fracaso del sistema representativo. La oposición del partido Radical, que es tolerada por el régimen mientras el régimen funciona, ya no es aceptada cuando el régimen no funciona. Lo que está en crisis es el sistema de conducción del país y el sistema de conducción política. Los ataques a Irigoyen no son contra Yrigoyen, ni contra el partido Radical, sino contra el futuro de eso, que es donde la oligarquía ve el peligro. El peligro no está en Yrigoyen, en Luna, en el clan radical o en el diario Crítica, ni mucho menos en Alvear. El problema está en lo que viene después, en cómo sigue.

Entonces cortaron por lo sano antes que siga, porque lo que preveían era la radicalización cada vez mayor del radicalismo. Pero el radicalismo no iba a seguir la ruta de la radicalización, sino la otra ruta, la de la alvearización y la concordancia. Esto fue, en rigor, lo que pasó. Es lo que consiguieron con el golpe. Adecuar nuevamente el sistema de representación al modelo de la “polis” griega con la exclusión de los esclavos, los metecos y los ilotas. Así surgió el “fraude patriótico”.

Pero esto no resolvía en profundidad la crisis. El aprovechamiento de la misma lo hace Perón con la revolución de 1943. Perón reforma verdaderamente el sistema de representación, no el de la Constitución, sino el de la representación real. El tercer partido, los excluidos, los que no existían desde la muerte del jordanismo, reaparecen con Perón. Porque no es cierto que la línea sea Rosas-Yrigoyen-Perón. Es mucho más correcta la línea San Martín-Rosas-Perón. Después de casi cien años de exclusión, el tercer partido aparece con más vigor, otra vez…No es radical ni conservador. No son el partido de su Majestad o la oposición de su Majestad. Es muy antiguo y a la vez totalmente nuevo, es el futuro.

3.4 El agotamiento del Estado Liberal y las bases del nuevo estado

Este nuevo proceso incluye a las instituciones del país realizadas más otras instituciones que son las organizaciones sociales. La plaza y el funcionamiento en sí de este sistema. También la democracia política. Con voto masivo y además “monoblock” del voto. Otorgado no por Perón, sino por cada uno de los votantes.

Cuando se vota a Perón “votando a sus candidatos”, cada elector se vota a sí mismo, en realidad. Eso significa votar a Perón; no es votar a un hombre. Eso sólo es así para los liberales, o para los sinvergüenzas. El “block” del voto del peronismo tiene estas características y se mantiene así hasta 1976. Votar a Perón era votar por cada uno, que es lo inverso de la democracia política liberal, donde de lo que se trata es de votar por figuritas, que son todos funcionarios de lo mismo y donde a todos les pagan el mismo sueldo. Aquí el elector se convierte en espectador.

De la otra manera el elector es actuante, es protagonista. Aparentemente es una paradoja que cuando el voto es masivo en un mismo sentido es cuando más protagonista es el elector. Ahí está la presencia del ser nacional, que es la presencia central en toda elección donde el peronismo ha ganado. Este proceso fue construído así porque no había otra manera correcta de hacerlo. Había otras maneras incorrectas que hubieran significado asimilarse a uno de los otros dos partidos. Perón siguió permanentemente la vía del desenvolvimiento de la personalidad del tercer partido y de la construcción del ser nacional, por entre medio de estas cuestiones que se le planteaban como tentaciones, como caminos más cortos, o como dicen algunos, como atajos más eficaces. Cabría preguntarse ¿más eficaces desde que conciencia y desde qué eficacia?

Entonces el Estado peronista ya no es solamente el Estado liberal. Es también el conjunto de las organizaciones de la sociedad. Es el funcionamiento conjunto de todos los miembros de la sociedad, con la democracia política y el voto en “block”, con el voto en el sindicato, con la Plaza, con el voto en otras organizaciones de la sociedad, con la Fundación, con mil formas de participación. Todo eso es el sistema decisorio.

¿Era esto, como sostenían los ideólogos liberales y marxistas, la “inflación” del Estado para abarcarlo todo? Desde luego que no. Era un avance de la comunidad que reorganiza y decide por sí misma, sobre el Estado liberal, que se achicaba en decisión día a día. Pero estos teóricos, ideólogos y pseudos-políticos en realidad aspirantes a funcionarios, sí han desarrollado un Estado omnipotente y omnipresente, desde luego en sus manos, a la par que hambrearon, desorganizaron y destruyeron las organizaciones del pueblo dejándolas raquíticas para mejor cumplir su designio antinacional. De este artilugio intelectual de una falsedad extraen los “ismos” colgados en el cuello del “Movimiento Nacional” para edificación de los timoratos y lengua de los tontos.

Hasta llegar a 1949 donde ya se plantea y se realiza el cambio constitucional. Cambio que es gradual, incorporando los derechos sociales y un sistema de participación en la decisión. Sistema de participación que no es como piensan los liberales, para quienes participar significa que el hombre esté presente, oiga y hable. Sistema de participación donde participar es decidir, verdaderamente.

Acompañaba a esto un proceso de reemplazo de las categorías jurídicas fundamentales del Estado del 80 por las del nuevo Estado. Para el Estado del 80 la categoría jurídica principal es el contrato. Es su institución fundamental. Después de la revolución septembrista, a la oligarquía la Constitución deja de importarle. Una vez que la burguesía porteña y los terratenientes de la provincia de Buenos Aires consiguen su dominio sobre el país, lo que les importa es el Código Civil, que era el marco en el que arreglaban sus relaciones, las relaciones de la “polis”. Su relación con el resto, con el pueblo, necesitó años después un Código penal. Hasta que esto ocurrió se manejaban con la policía de campaña, el juez de paz y los jefes políticos, el asado político, la taba y la ginebra; y de no, la frontera y el ejército de línea.

Desde esta realidad surgen las líneas de progresión del nuevo Estado. “Lo nuevo nace de lo viejo”. Era una gradual transformación del Estado preexistente por el aditamento de nuevos elementos. No se puede cambiar este Estado de la noche a la mañana. Es un trauma imposible, independientemente que ahora debemos hacerlos en esta situación actual. El cambio es progresivo. Perón lo define con su idea de evolución. Un proceso de adaptación a la realidad, en rigor. Y que es revolución en ese momento en que se acumula la adaptación suficiente para cambiar. Porque no mutan los inadaptados, mutan los que se adaptan. La mutación es el producto de un exceso de adaptación, no el proceso de la inadaptación. El producto de la inadaptación es la muerte. Habitualmente se piensa al revés. Que el inconformismo es la base del cambio. Y ese no es ningún cambio. Generalmente es, desde el punto de vista de los pueblos, el cambio de todo para que todo siga igual.

Tanto la revolución protestante, como la Revolución Francesa o la Revolución Soviética, no fueron tales…Fueron en realidad procesos de involución, en contra de la evolución…Pero como la evolución es más fuerte el proceso de adaptación sigue igual. Se llama revolución a la mutación y una mutación se produce por un proceso conciente. En el caso de la sociedad, por la acumulación de adaptaciones cada vez más perfectas. Entonces un pequeño cambio en el ecosistema muta a todo el sistema en conjunto. Los voluntaristas del cambio en realidad no cambian nada, cambian algunos aspectos superficiales de la forma.

Además de colocarse ellos en lugar de los desalojados.

Pero la profundidad requiere otro tiempo. Y requiere una conciencia de lo que es verdaderamente la evolución de la sociedad. También del destino y de los principios fundamentales, que son eternos y de cómo a través del cambio estos principios se conservan igual a contrapelo. Le pasó a la burguesía francesa y le pasa hoy a la “nomenklatura” soviética, como le pasa al universo transideológico en todo el mundo.

Ese curso del voluntarismo iluminista tiene un destino que es desaparecer. El problema es el desastre que produce mientras existe. Y la hecatombe con la que amenaza cuando se ve en peligro, la gente que mata y las cosas que destruye, el daño que hace.

En este proceso evolutivo Perón agotó definitivamente el Estado liberal burgués del 80. Lo agotó, no lo destruyó. Se proponía agotarlo y lo agotó, a tal grado que después nunca más anduvo. Había que reemplazarlo por otro gradualmente, en ese proceso natural, es decir acompasado, en fase con el conjunto del proceso argentino. Desde la conciencia individual hasta la colectiva y desde las cuestiones económicas y sociales hasta las organizativas, políticas e institucionales, en un todo que debe ser armónico.

A contrapelo de ese proceso se reimplantó el Estado liberal, como no podía ser de otra manera, mediante una dictadura, en 1955. Una dictadura que fue civil o militar, pero siempre con la exclusión del peronismo…Por esa vía sólo se podía avanzar hacia el actual Estado Burocrático Transideológico del que hablamos más adelante. Mientras tanto quedaba abierto y vacante el proceso de construcción del nuevo Estado que la Nación hoy reclama y cuyas bases sentó el General Perón.

4. El destino de la Argentina

La Argentina evidentemente tiene un destino. No es el del águila imperial. Idea que podría pertenecer al nacionalismo tradicional y al nacionalismo europeo, donde las naciones eran por contraposición a otras. La Argentina es Nación no por contraposición a nada sino en virtud de sí misma. El crecimiento de las naciones europeas se debió a las fronteras idiomáticas, raciales, políticas o económicas.

Lo nuestro se parece más a la autodeterminación. Es como nació Castilla, un día en que Fernán González se enfrentó con Sancho y decidió dejar de tenerlo en cuenta. En realidad no había ninguna pulsión política o económica. No era en contra de los árabes ni en contra de León. En principio era a favor de Castilla y de los castellanos. Una especie de independencia por pactos de frontera. La “marca” también era, por cierto, una situación confusa.

Las naciones europeas en general y también los E.E.U.U., nacieron por el juego de las presiones y contrapresiones, con la Argentina no fue ese el tema. Aunque el principal problema que enfrentamos es el colonialismo. Nosotros no queremos nuestra patria para esclavizar a nadie, ni para extenderla territorialmente, lo que sería una estupidez. La queremos para vivir. Para construir el hogar, como decía Perón: “la Argentina es el hogar de todos”. Es como aquél que se hace una casa. No la hace contra el vecino sino para vivir él…Compra el terreno, trabaja, le paga a otros para que trabajen. Después tiene vecinos, malos y buenos. Es una cosa bastante simple desde un punto de vista.

Desde otro punto de vista también está el reconocimiento implícito de que si hay una Nación es América. Una Nación que merezca ser como las otras. Cuatrocientos millones de personas. De lo contrario sería una republiqueta de cuarta. Por eso la Argentina tiene un rol central en la Unidad del Continente. Ese es su destino. La Argentina nació para morir y volver a renacer. En una Confederación de Naciones Soberanas, que es la forma en que puede ser. No como la potencia rectora ni ninguna de esas cosas, que son de otra época y de otro mundo, sino porque pareciera tener el potencial económico, político y geopolítico, y de circunstancias, posible y suficiente. Y porque es portadora en este caso de una verdad más profunda, que es universal. Como fue Prusia para Alemania, Prusia siguió siendo Prusia pero Alemania fue Alemania. Lo nuestro es cumplir esa función, salvando las distancias, porque nosotros no somos los prusianos de América, cosa que quisieron ser los chilenos. ¡Veleidades de vascos! Pero sí cumplir esa función, la función del aglutinamiento, de la organización, del orden.

Esto que hoy es la Argentina también se agota para renacer en otra cosa más grande y más integrada también. Ésta es la misión. Es una misión más grande que la de construir este pequeño país. Pero, indudablemente, primero hay que construir este pequeño país. Paralelamente a su construcción es la otra construcción. No creo que sea después. Es ya, es coetánea…Los signos, lo que pasa en América está indicándolo. En tanto el Imperio pierda el desfasaje a que nos somete, en tanto los diversos procesos no se den aislados o separados en el tiempo, en cuanto podamos entrar en fase con uno o dos países de América Latina, la reacción se desencadena. Es el efecto “dominó”. Cae una pieza y caen todas.

La cuestión es crear un polo con posibilidades. Los caminos del Tahuantinsuyu, las rutas imperiales de los incas, que eran los caminos que partían del Cuzco hacia las cuatro partes del mundo: uno hasta Quito, otro hasta la costa, otro hasta la selva y otro a Tucumán. Eran lo más lógico, lo más exacto. Ahora sigue siendo así. San Martín nos preparó el camino. La Constitución Peruana obliga al gobierno peruano a ser aliado de la Argentina. Es una cosa importante, rara.

La Argentina está a caballo de las fronteras. Chile, Bolivia, Perú, Paraguay, Brasil y Uruguay. Cada área geofísica de la Argentina tiene correspondencia con esos países, salvo el límite con el Océano Atlántico. Las fronteras son ejes en realidad, no delimitaciones. Esto permite que una línea que une Ecuador, Bolivia y Uruguay, que une la Cuenca y el Ande, el Pacífico y el Atlántico, sea el verdadero eje de integración del continente.

No hay otro eje de integración. Cualquier otro es imposible para los pueblos. No lo es el Amazonas. No lo es el Orinoco. Ni lo llanos venezolanos. Por eso el Imperio se preocupó en el siglo pasado de hacer de Ecuador, de Bolivia y de Uruguay estados tapones y distribuyó su influencia sobre este eje. Al sur inglesa, al este también, siguiendo la línea de su relación con Portugal a través de Brasil y al norte E.E.U.U. y también los ingleses a través de sus neocolonias.

La integración entonces es fácil. Una Confederación de Naciones Soberanas, siguiendo las integraciones regionales sobre las fronteras. Se acaba la Argentina en un sentido. En otro sentido se expande. No como conquista. Se expande el espíritu nacional que se creó aquí. Quinientos años de pobreza.

Hace ya algunos años se habla de las apariciones de la Virgen en San Nicolás. Está testimoniado en dos libros que han aparecido. La mujer que la ve es una semianalfabeta, que casi no sabe leer ni escribir, pero cuando tiene las apariciones escribe con una letra y una ortografía perfectas. La Virgen habla de la Argentina, del pueblo, de América. La Iglesia, que en esas cosas es muy desconfiada, ha hecho y sigue haciendo innumerables pruebas. Es mucho más fácil convencer a uno de estos racionalistas que andan por ahí que a la Iglesia. El cura del lugar cuenta de una experiencia con un grupo, un abogado, un psicólogo, un sociólogo y él. Habían ido a la casa de esta mujer por una de esas pruebas y en el momento que están ahí tiene una visión. El olor en el aire era a rosa y a jazmín, un olor fuerte. La mujer en trance comenzó a escribir y cuando terminó hubo una luz potentísima.

La Virgen dice que la Argentina está protegida por su manto. Una cosa insistente, durante mucho tiempo. Es la Virgen del Rosario. Todo esto tiene que ver con el destino. Dentro de este destino colectivo nosotros tenemos un curso vital, un destino individual que descubrimos y elaboramos. Enfrentamos, como decía Marechal, una batalla celeste y una batalla terrestre. El tema es que no hay que pedir ayuda. Lo que hay que pedir es la fuerza y la claridad suficientes para seguir. El asunto no es solicitar el auxilio celeste sino construir, y no es soberbia.

SEGUNDA PARTE
LA REVOLUCION NACIONAL: UNA REVOLUCION CULTURAL

5. Las raíces culturales

Los imperios, el Occidente, a lo largo de toda la historia, desde Alejandro en más, han tendido a decidir la opinión pública en dos polos y se han cuidado de excluir un tercer polo. En Alejandro, por ejemplo, esto es un peso terrible en la conciencia. Producto de la conciencia trágica de los griegos, que para el hombre anterior a Cristo es un problema gravísimo. A tal punto, que no existe la persona, como tampoco existe la trascendencia, la salvación. Es un universo sin salvación.

Es un universo con un sistema de retribuciones y castigos, que en realidad son sólo alcanzados por el héroe, es decir, se alcanza sólo arquetípicamente. Este arquetipo, el héroe, el que alcanza el poder, está sometido a algo terrible, a un sino, a un destino. Destino cuyas connotaciones están expresadas en la tragedia, matriz de formación del ciudadano de la “polis” griega.

El origen del teatro, como el origen de la tragedia, es un origen ritual, litúrgico. A través de él se les enseña a los ciudadanos que es la “polis”. Es decir, a sólo el 10% de los habitantes de la “polis”, que son los ciudadanos. Porque éste es el otro problema; el resto está excluido. Son metecos (extranjeros), ilotas o esclavos. Este es el modelo occidental y oriental por excelencia: Atenas. Es el modelo imperial, en realidad.

En la tragedia clásica existe el coro que simboliza al pueblo, y que desaparece en el siglo V antes de Cristo. Con su desaparición la tragedia ya es teatro. Esa simbología del coro es la expresión de la función fundamental de la tragedia: educar.

5.1 El mítico edípico

¿Qué pautas de conducta y que arquetipo se transmiten? Están sintetizadas en el mito edípico. Este cuenta que el padre de Edipo, que era rey de Tebas, tiene una visión antes que Edipo nazca. En esa visión aparece su hijo matándolo. Entonces decide que cuando su hijo nazca lo va a hacer eliminar, y así lo hace. El encargado de matarlo tiene piedad de este niño y lo lleva a otra ciudad, donde lo crían unos padres adoptivos en la ignorancia absoluta por parte de Edipo de quienes son sus verdaderos padres. Cuando llega a joven, le cuentan la profecía, es decir, que él está destinado a matar a su padre. Entonces huye de su casa por miedo a que se cumpla la profecía en la persona que él creía que era su padre, y decide irse a Tebas.

En el camino de acceso a Tebas, camino de montaña, tiene dos encuentros. Es importante el orden de los mismos. Primero se encuentra con un hombre que va en un carro. Este hombre, dado lo angosto del camino de cornisa, le exige prepotentemente que se corra para dejarlo pasar. Edipo es un joven fuerte, además parece que valiente, y no acepta la prepotencia que menoscaba su orgullo. Entonces no lo deja pasar. Luchan, y el hombre del carro cae al precipicio y se mata. La historia revela después que ése era el verdadero padre de Edipo, con lo cual se cumple la profecía.

El segundo encuentro es con la Esfinge, un animal mitológico que tiene cabeza y pechos de mujer, una parte del cuerpo de águila y la otra parte de león. La Esfinge es la combinación simbólica de los elementos de la Gran Diosa, de Cibeles o Démeter para los griegos. Representa el culto anterior al del hombre de la “polis”, que es un culto ligado a la agricultura, a la fertilidad y a las formas sociales clánicas, al poder de la Hembra, y que es destruído para ser reemplazado en esta nueva forma social, por el culto de Zeus, a Dios Padre o “Theos Pytar”, que es el verdadero nombre original, ya que Zeus es una mala traducción latina de sólo el primero de estos vocablos (de allí “Iupiter – Júpiter”).

Esta Esfinge tenía una costumbre curiosa: interrogaba a los caminantes respecto de un enigma. Aquéllos que lo resolvían podía seguir adelante y aquéllos que no, los precipitaba al abismo. Entonces le pregunta a Edipo ¿cuál es el animal que camina a la mañana en cuatro patas, al mediodía en dos y al anochecer en tres? Edipo contesta correctamente, “el hombre”, que cuando es infante no sabe caminar y por eso anda en cuatro patas, cuando es adulto camina en dos y cuando es viejo usa bastón. La Esfinge enloquecida se precipita al abismo y se mata. Algunos interpretan en esto la liquidación por Edipo del culto a la Gran Diosa, o sea el culto anterior, que es un culto femenino, para imponer el nuevo que es masculino.

Así llega a todo lo que se propone. Llega a ser el primer hombre de Tebas, pero debe pagar. Edipo libera a Tebas de ese monstruo, consigue el trono, pero descubre finalmente que se ha acostado con su madre, la reina viuda. Paga con esto, paga porque se precipita en su propio caos interior, paga cuando lo ciegan, paga con el exilio. Paga hasta el último de sus descendientes. Es un castigo. De algún modo es también una venganza.

Es arquetípico de una conciencia que sostiene que el poder es malo en sí mismo, aunque necesario. Que el poder debe ser asumido por el héroe, pero el héroe debe pagar con la muerte. Y aún antes que eso, que el poder implica el crimen. Edipo es marcado tanto por el ejercicio del poder, y por la conquista del poder, como por haber conseguido ambas cosas destruyendo el culto anterior. No es gratuito.

Pero esto después constituye también una ideología. El teatro pasa de ser una educación a ser un espectáculo en la época clásica, y tanto Sófocles y Eurípides como Esquilo convierten a la tragedia en la muestra cultural principal de la conciencia del ciudadano de la “polis”. En todas las tragedias aparece este pago, este precio del poder. Este precio conlleva además el asesinato y la condena.

Esta pauta y este arquetipo está después, tanto en todo la serie de tiranos oligárquicos como en los hombres del partido democrático. Los hombres del partido democrático corruptos como Pericles, los hombres del partido tiránico como Polícrates o como Dionisio de Siracusa. Porque el complejo del poder en la “polis” es un complejo castigado. Con una enorme carga de culpa. En la pelea del Dios Padre contra la Gran Diosa triunfa el Dios Padre pero a un costo que es éste.

El hombre pasa a vivir en la ciudad, a construirla; es decir, emigra del campo, se separa de la naturaleza y por lo tanto de la Gran Diosa. El Dios Padre, lo mismo que en el Olimpo, se impone también en la realidad social y organizativa de las poblaciones de entonces. Pero se impone a un costo y trasmite una pauta de conducta. Este costo es el crimen. El victimario y la víctima. En una sociedad sin redención el precio del poder es la criminalidad y el castigo final y definitivo.

Por lo tanto los límites éticos a la conducta política están predeterminados desde el momento en que el hombre hace política y adquiere el destino del poder. Este destino es la condenación sin remedio. Por eso a ese hombre se le permite cualquier cosa. Porque es un condenado. Esto se ejemplifica en Alcibíades que es verdaderamente un héroe pero que es también un traidor. Es el hombre que negocia y entrega a los persas.

5.2 Cristo y la redención

Recién con Cristo la tragedia deja de tener significación. Esta es también la trascendencia tremenda de Cristo. La Redención. Despoja al poder y a la organización de la sociedad de su carga de culpa y hace definitiva la victoria sobre la Gran Diosa. Libera al hombre de la tragedia, del crimen.

La lucha de Cristo y del cristianismo es la lucha contra el paganismo, es decir, contra los que no reconocen la existencia de Dios, del Creador. Esta pelea en la sociedad concreta contra la conciencia pagana es una pelea contra lo esencial de esta conciencia y de la cultura pagana, que es la conciencia de los condenados. Por eso la Buena Noticia que trae Cristo y la noticia permanente no es sólo el amor, sino sobretodo la Redención. Afirmada, sellada por un pacto unilateral de Dios Padre con los hombres, con el creyente, que es la resurrección de la carne, confirmada por la resurrección de Cristo.

Entonces la tragedia desaparece. No hay más tragedia ni hay más condena. Pero hay reglas para quien ejerce el poder. Como él también se puede salvar, está sometido a reglas, a la misma ley. No es un “sin ley” porque no está condenado. Como se puede salvar tiene que aceptar la misma ley que acepta el campesino, el artesano, el burgués o el publicano. Es la ley del amor y de la redención, pero para todos.

De ahí que la tragedia casi desaparezca, al igual que el teatro, hasta que la oligarquía británica la resucita, adopta su raíz cultural escogida para su función histórica y que viene de la oligarquía ateniense. Por consiguiente recaptura el conjunto de los modelos, los modelos culturales, los modelos de comportamiento. Entonces aparece la tragedia Isabelina, Shakespeare, que es el más importante, pero sólo uno, de los trágicos de la época. Es curioso que para la misma época no hay tragedia en España ni hay trágicos.

Hay tragedia en Inglaterra porque la oligarquía británica, pagana como es, se considera asimismo sucesora de los griegos. Se consideran ciudadanos de las “polis” en el mismo sentido que lo eran los atenienses. El 10% de la población. El resto metecos, ilotas, esclavos. También consiguieron con el tiempo algunos ilotas que perseguir, y que matar frecuentemente. Nosotros, los hindúes, etc.

Es así que los sistemas oligárquicos que sobrevivieron o se constituyeron en la Edad Media, aceptaban a regañadientes el catolicismo, fueron herejes (arrianos como los godos) o simplemente siguieron siendo paganos en su esencia (como la oligarquía británica), para acabar apoyando y empujando el cisma de los protestantes contra la Catolicidad y la Romanidad. Así se deslatinizaron e intentaron hacer trizas la cultura cristiano-latina, como lo intentan hoy en Hispanoamérica.

Porque al lado del teatro isabelino está la política británica. Es lo mismo. Shakespeare es inseparable de Morgan, de Drake o de Hawkins. Son las dos caras de la misma cosa. Como Solón es inseparable del comercio de trigo con Egipto. El modelo sigue siendo el mismo.

La imbécilmente cacareada democracia británica es eso. Es la democracia, sí. La de Atenas. A nosotros nos toca ser metecos, ilotas o esclavos. Entonces para nosotros no puede funcionar el modelo.

5.3 El tercero excluido o la exclusión del tercero

En el curso del tiempo este modelo edípico ha sido el modelo de toda contradicción en el seno del poder y también de la sociedad. Esta relación es una relación triangular, que puede ser padre-madre-hijo, padre-madre-hija, dos hombres y una mujer, dos mujeres y un hombre, tres mujeres, tres hombres. Es lo mismo, porque no se trata de sexualidad necesariamente, aunque también. Se trata de relaciones. Todas las relaciones triangulares en la sociedad moderna, son relaciones culposas (eróticas). (1)

La mitología del poder absoluto que se vende a los pueblos como malo es, en verdad, lo que verdaderamente creen las oligarquías.

El hecho de que crean una falsedad que engendra además culpa y castigo, no los arredra, pero los empuja fuera de la cristiandad por propia decisión, y los empuja a la erección de categoría de principio fundante igual a Dios, al gran negador, de donde son, en realidad, demoníacos y dualistas.

Del amor que va desde abajo hacia arriba, amor humano que en nuestra época pretende sustituir al amor de caridad, al amor de Dios Padre.

El individualismo exacerbado y el mito del poder (que tiene los contenidos expuestos) son el gran motor, junto al hedonismo deducido de su universo sin salvación, para los delirios de la voluntad, suprema ley, que termina haciendo de toda relación humana una confrontación, una lucha, en realidad una guerra.

Esta relación triangular funciona en virtud de un principio que es el principio del tercero excluido o de la exclusión del tercero. Esto está traducido también a la conciencia política y al desarrollo político. La organización política de las “polis” puede tolerar dos partidos pero no tres partidos. Pueden convivir el partido oligárquico y el partido democrático, pero no puede haber un tercero. Y no es que no haya habido intentos para que hubiera un tercero. Sino que la oligarquía de la “polis”, los ciudadanos, suponen que la existencia de un tercero es su fin. Pueden tolerar el crimen en su conciencia individual, asumirlo como culpa, pero no pueden tolerarlo como presencia en la sociedad. Es una especie de traba, de seguro, para no destruirse ni destruir sus intereses. Toda relación triangular es dos contra uno, cualesquiera dos contra uno. No es todos contra todos, siempre es dos contra uno.

Por eso en Roma, Espartaco no es el partido popular ni el partido oligárquico. Su presencia es la afirmación que también están los esclavos. En Grecia, ya en la época de Alejandro, dos siglos después de la época clásica, había dos partidos. Estaba el partido democrático y el partido oligárquico, pero además estaba el resto de los habitantes sin derechos, no eran dos sino tres. Hay uno que no existe. Pero no existe por exclusión de estos otros dos. Es Alejandro el que, reivindicando el partido democrático en todas las ciudades de la Magna Grecia, se apoya en realidad en aquellos que no existieron hasta ese momento. Por eso crea el Imperio donde el hombre que no existe, el esclavo, el meteco, de meteco se convierte en ciudadano del Imperio y es; y de esclavo puede acceder a la libertad por vía de la guerra. Entonces, paradójicamente, el Imperio es en realidad democrático y la democracia es oligárquica.

Por eso Alejandro tiene el apoyo de toda Grecia. No del partido oligárquico. Y tampoco de muchos del partido democrático que también estuvieron contra él. Porque discutían por el reparto. Pero Alejandro hablaba a los pueblos. Por eso la cultura griega se hace universal sólo por vía de los pueblos, no por vía de los ciudadanos. Por vía de los pueblos griegos en parte pero fundamentalmente por vía de los pueblos no griegos. A tal grado que el idioma que ya se habla en la época de Alejandro, y que se habla después, es el koiné, que no es el griego. Es un dialecto popular. Es un dialecto original del Cerámico, que era el barrio de Atenas donde estaban las alfarerías. El barrio más pobre. Este dialecto del Pireo y del Cerámico, del puerto y de las alfarerías, es el que triunfa finalmente con el Imperio. Es el idioma de todos porque es el idioma de los soldados, no el de los ciudadanos, que era el griego clásico. El de Eurípides, que desaparece porque carece de identidad social, sólo es literario. Siglos después ha habido que reinterpretarlo para saber como era, como sonaba. Sin embargo, los restos del koiné están en el griego moderno y también en todos los dialectos e idiomas de la cuenca mediterránea, sobre todo oriental. Los pueblos, como el agua, siempre pasan, decía Perón.

En otro plano, Aníbal en un momento no es ni Roma ni Cartago. Es un tercero en medio de ambos. Son los pueblos dominados por Roma, un movimiento de liberación de la antigüedad. Por eso Aníbal se reúne contra Roma, pero no se reúne porque es cartaginés sino porque está en contra de Roma. Y junta de todo: galos, íberos, celtas, samnitas, númidas. No es a favor de ninguna de las dos ciudades, porque todos saben que cualquiera de las dos que gane pierde igual. Aníbal tiene la posibilidad de, liquidando a Roma, imponerse a Cartago. No consigue ninguno de los dos propósitos. Y entonces Roma lo vence y Cartago lo entrega. Entrega junto con él a otra cosa, que es lo que Roma temía y que es lo que Cartago también teme. Al tercero en discordia. El que siembra la Via Apia de cruces con los esclavos no es Pompeyo sino Craso, miembro del triunvirato que conduce el partido popular en Roma. Sucede lo mismo siglos después, cuando aparece la reforma.

Hay una cosa que es Lutero pero hay otra cosa que es el levantamiento campesino, luterano por oposición a los nobles terratenientes. El primero que condena el levantamiento campesino es Lutero. Los historiadores de la Reforma dicen que los campesinos se levantan en contra de todo orden porque son salvajes. No es así. Es porque ven en la Reforma, como decía Hillaire Belloc, la revolución de los ricos contra los pobres, entonces no tiene destino. Es el tercer partido que siempre aparece.

Aparece también con Guy Fawkes en Inglaterra, que era un comerciante que encabeza un levantamiento campesino y urbano. En aquel tiempo también eran tres las fuerzas: la aristocracia u oligarquía, el pueblo y la monarquía. La tendencia permanente de la monarquía era aliarse con el pueblo para liquidar a la aristocracia. Cuando se produce el levantamiento, el temor de ésta es que la monarquía esté de acuerdo. Después de una guerra difícil lo derrotan y queman a Guy Fawkes. Y la oligarquía británica odia eternamente. Aún hoy, quinientos años después, todos los años se celebra la fiesta de Guy Fawkes donde se lo vuelve a quemar en efigie, en la forma de un muñeco de paja.

El tema de occidente es el tema del tercero excluido. O sea, el tema de la tragedia. Al tercero hay que matarlo. Porque siempre existe a pesar de que sea negado. Por eso hay que matarlo.

Sin embargo sólo este tercero, víctima siempre, es el único que puede arrancarlos del crimen y de la culpa, no obstante lo rechazan, lo vituperan, lo infaman; ¿no hacen acaso lo mismo con los católicos?

5.4 El signo de la oligarquía

El signo de la oligarquía en la cultura occidental es el crimen. Irrefutablemente. Su modelo sigue siendo el imperio romano. No es César. Es la república ciceroniana. La república romana es la elaboración más desarrollada de la “polis” griega. Desde este punto de vista el cristianismo es su gran obstáculo.

Al mismo tiempo tienen una gran confusión entre César y el cristianismo. Los ponen juntos extrañamente de un mismo lado. Lo cual es verdad desde el punto de vista de ellos. Le tienen un gran odio a César igual que a Napoleón. Tienen un aparente respeto por Alejandro. Es notable la diferencia, aunque es aparente. La oligarquía está de acuerdo con Alejandro porque murió a los 33 años. Porque se cumplió la parábola para ellos paradigmática. El héroe, el que hace lo que él hizo, tiene que morir. Por eso están del lado de Bruto y de Casio y no del lado de César. Con los asesinos y no con la víctima, con los fariseos contra nuestro Señor Jesucristo. Pero no por un problema estético del cumplimiento de la tragedia, sino por una cosa más profunda y más oscura, por el crimen. Por eso son anticristianos, paganos por naturaleza. Independientemente de que vayan a la iglesia, son enemigos de Cristo.

Y por eso no pueden tolerar a Perón. Por eso a Napoleón lo encierran en una isla y después lo envenenan, para que se cumpla. Porque si no, no se cumplía, ya que Napoleón tenía muy buena salud. El odio que tienen con Perón es que no se cumplió el sino del héroe según ellos. Hicieron todo lo posible para que se cumpliera y no se cumplió, y eso es un mal ejemplo. Porque en Perón se cumple la otra parábola. El héroe muere en la cama y entonces hay redención. No hay crimen, no hay delito, no hay culpa. Por eso ellos decían, Perón es un asesino, feroz, sangriento. Pero no pasaba nada, porque no era cierto y cuando vino dijo: “yo soy un león herbívoro”. ¡No podía ser!

Esta conciencia es lo que está detrás, es la raíz del comportamiento oligárquico. Es una idea de la historia, una idea del hombre, una cultura también. En principio es una cultura parásita del cristianismo, enemiga del cristianismo pero parasitaria. Se opone a, no crea nada, no puede producir nada, lo único que hace es negar. Y ahora que se han lanzado a construir con esta negación, ahí están los resultados. Con la negación, sin afirmar nada. Afirman que existe la muerte y después nada; afirman el crimen como la forma política por excelencia, no son delincuentes, ¡son demonios!

Es que el impulso religioso cuando no reconoce un solo principio que es el bien, cuando reconoce otro principio que es el mal, se convierte en miedo. Y el temor de Dios, que también compone el verdadero sentimiento religioso, no es el miedo. Porque se tiene miedo al mal, y de allí surge el culto al mal, porque es lo que hay que calmar. Esto es una cosa bastante primitiva, arcaica, y que finalmente termina creando una especie de pensamiento perverso. En el mejor de los casos es un pensamiento escéptico, cuando se trata de un pensamiento no activo. Como pensamiento activo es un pensamiento perverso necesariamente. Apuestan por el otro señor. Y el otro señor no existe como el otro señor. Ese es el problema. Hay un solo principio, no dos. El otro señor no existe más que como esa existencia parásita. Siempre en función de ese mismo principio, que como lo creó, lo puede destruir.

En el fondo de toda discusión cultural hay una discusión respecto de la finalidad, de los fines últimos y el primer principio, que es lo mismo. O sea, se trata de las raíces profundas de las conductas colectivas y personales, del ser de la historia y del único Señor de la Historia. Todo eso que se pretende deliberadamente ocultar. Este comportamiento está en la raíz de la oligarquía británica y de la filosofía británica. Es, lógicamente, de donde han salido los principios económicos de Adam Smith, de David Ricardo y de Karl Marx.

¿Cómo pudo ser esto así? Bueno, en Inglaterra hay dos sociedades en realidad. Una es la que ha elaborado esto y la que toma las decisiones, la que tiene el poder y actúa y organiza de acuerdo a ese pensamiento perverso. Y la otra es el pueblo, que son, verdadera y simplemente, brutos y esclavos. El último barniz de cultura se los dio Adriano con el Muro. Cuando terminaron los Antoninos, terminó la cultura en Inglaterra. Todo lo que sigue ¡quién puede saber qué es! Shakespeare, por ejemplo, no hizo nada que no estuviera tomado de los italianos. Todos sus argumentos están en Mateo Bandello. Ellos han copiado todo de los italianos, desde Maquiavelo, del que han entendido pocas cosas…porque no es lo mismo vivir en Florencia con ese cielo, ¡que vivir en Londres! ¡La verdad, es bastante distinto! Y lo que en Maquiavelo puede ser sutileza, en los ingleses se convierte en miserabilidad.

Para esta oligarquía, genio y figura del espíritu sinárquico, en última instancia la historia carece de sentido. Lógicamente, no siendo la historia de la salvación ¿qué otro sentido puede tener? Por eso, como carece de sentido, están autorizados a hacer cualquier cosa. Desde un punto de vista, ésta es su ventaja. Son capaces de absolutamente cualquier cosa. Nunca se piense que no lo van a hacer. Si no lo hacen es porque no lo vieron o porque no les conviene, pero no por otro tipo de trabas. Están dispuestos a todo. Profundos escépticos, desde un punto de vista. Entonces se han inventado una fe que es la fe en la negación o la fe en sí mismos. Esta fe en sí mismos es la que construye la soberbia y la vanidad. No es la fe en sí mismo del que siente el potencial humano y divino que lleva consigo. Esto es otra cosa, digamos que es una fe angustiosa. Que no los angustia pero que sí es angustiosa, y algunos de ellos lo sienten, porque son contradictores.

Pero ellos creen que son contradictores de Dios, lo cual les otorgaría una talla que verdaderamente no tienen. Se creen contradictores de Dios, y en esto consiste su orgullo y también su soberbia, porque creen en la existencia de dos principios. Si no, jamás podrían ser contradictores. Sólo la creencia en dos principios puede fundar su pretensión de erigirse en representante de uno de ellos frente al otro. Esta creencia en los dos principios, su dualismo, es lo que les lleva a esto. Pero resulta que no es así. Entonces solamente son condenados, nada más; finalmente es eso. De donde sí se puede derivar que la revolución moderna, actual, pendiente, futura, en América, es una cruzada. Una cruzada contra el paganismo contemporáneo, contra la negación de Cristo, es decir contra Satán.

6. La Revolución Moderna: una Revolución Cultural

6.1 Los tres partidos

La infiltración del Imperio, de la sinarquía, en particular de la oligarquía británica, en todo el mundo, se realizó antes que por el comercio, antes que por un idioma, antes que por un modelo, por la infiltración de las pautas culturales fundamentales de la tragedia. De modo tal que amenazaban al pueblo diciéndole: “si ustedes tienen el poder van a ser criminales, van a ser asesinos y están condenados”. En Argentina, desde el principio estuvieron presentes los tres partidos. Era, lógicamente, lo que sucedía en el Imperio Español que se reproducía en una de sus partes. Estaban los absolutistas, los liberales y los juntistas. Hay un acuerdo tácito, que luego se hace expreso, entre los absolutistas y los liberales para liquidar a los juntistas.

Esto tiene variadas expresiones a lo largo de la historia nacional. En lo que están de acuerdo los liberales y los antiliberales es en eliminar a los populares. ¿No está de acuerdo, finalmente, la Asociación de Mayo con los unitarios, con los emigrados, en la liquidación de Rosas? Después se dividen. Cuando se produce la revolución septembrista, hay septembristas y antiseptembristas. Pero están todos de acuerdo en una cosa: liquidemos a los terceros y después peleamos entre nosotros. Alsina no es lo mismo que Roca, pero Alsina y Roca están de acuerdo en la eliminación de López Jordán.

Modernamente hay liberales y marxistas. Ambos dos están de acuerdo en que el peronismo, el movimiento nacional, no tiene que existir. Es la precondición para sus propias existencias. Primero esto, antes de decidir entre ellos de quien es el poder. En esto siguen la pauta trágica, porque son asesinos, son criminales. Ambos tienen una política que no sólo está históricamente ensangrentada sino que no puede ser sino de sangre y de violencia. Es el signo de los Átridas de Tebas. Es la que impusieron a partir de Caseros, sobre el gaucho, sobre el ejército. La absoluta impunidad del grupo gobernante, que eran en realidad los “ciudadanos”, igual que en Atenas, y la transformación del conjunto de los argentinos en metecos, en ilotas, como en el caso de los federales entre 1860 y 1880, o en esclavos.

Asumía este grupo oligárquico, por eso eran liberales, tanto en Inglaterra, como aquí, su condenación final. ¿Cómo iban a ser católicos? ¿Cómo iban a ser cristianos? Les importaba un cuerno. Ya estaban condenados. Su moral era una moral que los revestía de bondad en la medida que asumían, debido a la condena, la “carga” pública. Por eso llaman “carga” pública a todos los cargos. Es la “carga” de los condenados, que los facultaba para el crimen, para el asesinato, por eso podían ejercerlo sin ningún cargo de conciencia. Nosotros leemos las historias de aquellos terribles criminales de esa época, que hoy son presentados como si fueran grandes héroes y eran en realidad asesinos. Si no que lo digan Sandes, Paunero, Irrázabal, o Juan Andrés Gelly, los represores del federalismo en los veinte años entre Pavón y la capitalización de Buenos Aires.

Los que los enfrentaban eran otra cosa, con mayor o menor lucidez, no importa, pero eran otra cosa. Esta conciencia oligárquica, transferencia cultural del Imperio, funciona como autojustificación hasta 1943. Por eso ellos se sentían grandes señores, el servicio incluso de la Patria, cuando el “Ud. ya votó” y cuando la Década Infame. ¿Cómo se puede explicar esto humanamente? ¿Eran unos cretinos? No, no eran cretinos. Tenían un sistema ideológico que los “blindaba” contra esto. Había dos clases de hombres: los “ciudadanos”, que eran ellos y los otros. Igual que para Pericles.

6.2 Perón y la tragedia

La batalla principal de Perón, en tanto cristiano e hispanoamericano, en tanto pueblo, en tanto argentino, es la liquidación de esta estructura cultural. Demostrar que el poder no conlleva la condena. Que el que ejerce el poder no es ni un héroe ni un criminal. Mientras Perón decía “la revolución en paz”, todos ellos se mataban de risa. Perón podía decirlo y era verdad además. Él es el pacificador.

Lo pudo decir Cristo, que siendo judío, no es ni judío ni romano, ni fariseo ni republicano, y que más allá de las razones esgrimidas, es condenado por ambos dos.

Aunque sean enemigos entre sí, en lo que están de acuerdo es en la eliminación del tercero. Porque este tercero no sólo los abarca sino que los supera a los dos. Este es el tema paradigmático. Perón combatió contra la tragedia toda su vida. Y ganó porque sabía de qué se trataba. Perón era el héroe ideal para un final trágico. Era el tribuno popular, el caudillo, inteligente, listo, vivo, amplio, bueno. Todas las cualidades del héroe. Esto está permitido por el régimen con una condición: que el héroe muera asesinado, o que sea culpable de un crimen. Si no es así algo no funciona en el sistema.

Intentaron primero tener una tragedia clásica con Evita. Intentaron que él la matara o que ella lo matara a él. ¿Qué fue si no el 22 de agosto? ¿Quién estaba detrás de algunos dirigentes de la C.G.T. de entonces, en la candidatura de Eva Perón? Estaban los marxistas; estaba por ejemplo, Miguel Gazzera, como él mismo lo cuenta sin disimulo en su libro. El tema formal, la excusa, era el curso de la revolución. Por eso impulsaban la candidatura de Evita. El tema real era como se liquidaba ese proceso único. Por cinco segundos o por cinco minutos Perón y Eva Perón estuvieron frente a frente en el palco. En la grabación se oye la voz de Perón que dice: “¡No!” cuando le ofrecían la candidatura a Evita. Los pusieron frente a una enorme concentración y después montaron la escena. Fue una cosa siniestra, grave. En el momento que ocurre ya ocurrió, ya está. No había ninguna otra solución.

El peronismo cayó el 22 de agosto de 1951 en un sentido místico y simbólico. Cuando una semana después Evita contesta, lo hace llorando. No porque no sea vicepresidenta, llora de bronca porque sabe que por cinco segundos la han enfrentado a Perón. Entonces ella se da cuenta de esto y se muere. Ahí es cuando la intentan matar, porque en el amor verdadero se muere si se mata o si se es muerto. Después hizo un cáncer, fue su sacrificio. Hizo un cáncer porque no era mujer de hacer otra cosa. Era la culpa de la “polis”, sobre todo en una mujer. Para el imperio era el tema ideal. El tema constante, también. Era obviamente la liquidación de los dos y del tercero que era el pueblo. La liquidación de todo el tercer partido junto. Pero Perón evadió todo eso, y por eso en el ’55 no combate, porque el combate hubiera significado reducir al bipartidismo esta situación. Era perder la singularidad y por lo tanto la misión histórica y trascendente. Hubiera además quedado en manos de los cuadros de la izquierda.

Esa era la discusión cuando el Congreso de la Productividad en 1952. La producción decrecía, fruto del reparto y del bienestar y había que pegar un salto para adelante, seguir distribuyendo y seguir creciendo. ¿Cómo se hacía esto sin cuadros? Perón necesitaba cuadros e intentó robárselos a la izquierda: eso fue el Partido Socialista de la Revolución Nacional y también la operación sobre el Partido Comunista con Juan José Real. La Revolución Nacional debía transitar un nuevo estadio dentro de su esencia, no fuera de ella: por eso había que liquidar a los otros dos partidos, a los dos, para que la Nación exista. Perón en el 55 escoge el tercer camino, como siempre, y entonces no pelea. Se va y los deja “pagando”, a tal punto que tuvieron al poco tiempo que enfrentarse entre sí, de nuevo. Pero siempre estaba el tercero, que era el tercero excluido, el negado, la “bête noire” de la Argentina, el fantasma terrible que siempre decidía al final, el que no estaba nunca pero que siempre tenía la última palabra, y ahí está la explicación del retorno. Por esto también ellos intentan matarlo varias veces. Varias veces en el exilio y finalmente aquí el 20 de junio de 1973.

Los dos están complicados en eso, la izquierda (en realidad es la unidad del materialismo con el racionalismo incluido) y los otros, porque en eso estaban de acuerdo. Era la pelea por la “herencia vacante”, como decían en aquel tiempo. No había ninguna herencia vacante pero así era desde la conciencia de ellos. Para ellos el poder es como indica el mito oligárquico, no es como para nosotros y esto hace a la esencia del problema. Para ellos la gente es simple masa, números, cosas y no personas. Para nosotros es siempre personas. Para ellos, sacado del medio Perón, se quedan con todo. Se lo dividen, se lo reparten. Es tierra de nadie.

El 20 de junio fue el signo, pero también la advertencia de lo que seguiría después en la Argentina. Mientras no liquidemos a estas dos fracciones, este pueblo, que estaba allí presente, no tiene destino. El único destino es callar y reventar. Asistir a la violencia de estos miserables. Asistir a ser matado, cortado, dividido, separado, alienado, enajenado, vendido y nada más.

6.3 La Revolución Nacional

Ya a principios de la década del ’50 la Argentina se había convertido en el problema principal de las potencias que estaban construyendo lo que hoy conocemos como la “sinarquía”. Es decir, los herederos del pacto de Yalta y los ejecutores, tanto del pacto como del resto de las secuelas a las que el pacto condujo. Vieron un peligro grave, mucho más que la Revolución Nacional en tanto revolución económica, social o política, sino en tanto lo que fue verdaderamente: una revolución cultural.

Una revolución cultural no es como la piensan algunos que pululan por los estantes de las bibliotecas y las librerías, sobre todo, hablando de estas cosas. Aquí no se trata de hablar de los pintores, de los escultores, de los poetas o de los músicos, ni menos aún de la ideología. Una revolución cultural es siempre un retorno a las fuentes y un retomar savia nueva de las raíces. La Revolución Nacional, como no podía ser de otra manera, afirmó por un lado y proyectó por otro nuestras propias raíces culturales hispánicas. Hispánicas quiere decir hispanoamericanas además. Porque no se puede comprender España sin América, ni América sin España. Esto es indesligable e insoslayable por otra parte. Y esta revitalización de las raíces hispánicas implica esencialmente una política cristiana. Como es inevitable, si se es consecuente con el cristianismo, éste debió y debe enfrentarse, así lo hace y así lo hizo, con los paganos. Pero es que la sinarquía es pagana y el imperio es pagano o neopagano. Es pagano desde el punto de vista ideológico, teológico, de su práctica y desde el punto de vista de la forma en que su poder se extiende en el mundo. Es pagano y anticristiano por esencia, más allá de lo que digan, que no nos debe interesar. Lo que sí nos debe interesar son sus hechos, que es lo que conocemos. Y por sus hechos son anticristianos. Como tales, más que enemigos de los cristianos son enemigos de Cristo, de todo lo que Cristo representa. Son, como dijéramos antes, enemigos de Dios, antiteos.

Y la Revolución Nacional no puede ser otra cosa más que la afirmación en los hechos, en el corazón y en la práctica, de lo que Cristo es. No se trata de que sea un mero relator o recordador del cristianismo, no es tampoco el ritualismo, sino la práctica profunda, social, entera, del cristianismo tal cual es. Tal cual fue, tal cual es y tal cual va a ser.

Esta afirmación, que era la lucha cultural fundamental, esencial, iba negando una tras otra las premisas y los supuestos de la cultura del imperio. La Argentina, porque los “malos ejemplos” cunden, se había convertido en una amenaza universal. La Revolución Nacional, en ésta su dimensión de Revolución Cultural, que aún alienta viva entre nosotros, es el peligro que quieren conjurar.

TERCERA PARTE
DE LA DECADA INFAME A LA DECADA MALDITA

A cincuenta años, repiten Alfonsín y algunos epígonos, se remontan nuestras desventuras. Los partidos, construidos para la eternidad porque no tienen límites de vida, son portadores de una idea en la que el tiempo no existe. Siendo la U.C.R. un partido viejo, además de ser el único partido político, cabalmente hablando, de la Argentina, la idea que sus miembros tienen del tiempo es una idea inmediata, además de pasatista.

Simultáneamente no es más que la vieja idea de la oligarquía de cortar la memoria y cortar la historia. Del mismo modo que negaron a Rosas y a los veinte o treinta años del federalismo por vía de la historia de los malos y los buenos hoy pretenden reinterpretarla negando al peronismo. Dicen “ya pasó”, y entonces vienen los exegetas. Los intelectuales renovadores o de similar calaña que hacen anatomía, disección. Están haciendo alegremente la disección de un cadáver con el alivio de pensar que el Movimiento Nacional ha muerto. Hablan con soltura, dicen todo lo que antes no decían. Incluso muchos de ellos expresan que lo hacen desde adentro del movimiento. Debe ser cierto. Son bacterias producidas por la podredumbre de la vieja piel muerta, tomando la idea de Marechal de la piel de la serpiente. La serpiente ha cambiado de piel, tiene una piel nueva, pero está viva. Ellos dicen que esto que era la piel es el cadáver de la serpiente. Es mentira. Es sólo la piel vieja. Gracias a Dios la serpiente está viva, y es más venenosa que antes. Ha rejuvenecido. Suponen que disecar un cadáver es disecar al hombre, y un cadáver no es el hombre, es sólo su envoltura corpórea.

Debemos analizar, entonces, esto que ha sucedido en la Argentina. Haremos en el análisis un periodización tomando el 17 de noviembre de 1972 como punto crucial. Hacia atrás veremos los períodos 1943-1946, 1946-1951, 1951-1955, 1955-1966, y 1966-1972 y hacia delante, 1972-1974, 1974-1976 y luego analizaremos el período entre 1976-1982 que es también el análisis de la génesis de la administración colonial o de cómo una Nación se convierte en colonia, proceso que es resultado de la aplicación de una tecnología moderna, la colonización de naciones inaugurada unos años antes de la mitad del siglo por los anglosoviéticos.

7. 1943-1946

Este período está caracterizado por el trabajo de Juan Perón de allegamiento de los elementos para la construcción del Movimiento Nacional. Abarca también una parte del que transcurre entre 1946 y 1951, hasta que se articula el movimiento tal cual lo conoció mi generación, posteriormente a esta última fecha. Veamos como fue.

La revolución de 1943 fue una revolución estrictamente militar. Concebida, planificada, organizada y conducida por un grupo pequeño y lúcido en principio, el G.O.U., que empezó con dos tenientes coroneles de aquella época que eran Juan Perón y Urbano de la Vega. Era un grupo que se proponía la regeneración de las fuerzas armadas y que entendió que no podía proponerse esto si al mismo tiempo no se proponía la regeneración de la Argentina degenerada por la Década Infame. Degenerada por el peculado, por la entrega, por la subordinación al poder imperial dominante en esa época que era Inglaterra y por el fraude político y electoral y sus secuelas.

Este grupo de oficiales, independientemente de sus mayores o menores atracciones respecto de los nacionalismos europeos, lo que sí se proponía era hacer de la Argentina una Nación. Creo que sólo uno de ellos comprendió que para construir una Nación, en la Argentina y en cualquier lado, la primera materia que hay que tener en cuenta es el pueblo de esa Nación. En este grupo había también una discusión alrededor del Estado y la Nación. Para algunos la regeneración llegaba solamente a que el Estado fuera un Estado Nacional, un Estado que sirviera a la Argentina. Entonces esto era obra de pocos y lúcidos. Era “el maldito espíritu de partido”, como decía San Martín, encarnado en el elitismo de un montón de civiles y de algunos militares de la época. Lo que pensaba Perón era que no habría regeneración de la Patria ni de su administración que es el Estado, si no había posibilidad de crear una Nación y ésta era y es la obra de todos los argentinos que es la única forma de que esta obra sea permanente.

En ese camino empieza Perón por constituirse en el jefe del grupo militar, luego en el jefe del Ejército, paulatinamente también en el jefe del Estado cuando es Vicepresidente de la República. Paralelamente asume como Secretario de Trabajo y Previsión, lo que le confiere las herramientas para llegar directamente al pueblo y demostrar que la Revolución, de origen militar, era una Revolución nacional y popular. Esto le permite, además de constituirse en jefe virtual del Estado y en jefe real del Ejército, también ser jefe de los trabajadores. Esta combinación de fuerzas es la que lo lleva al poder en el período que va del 8 de octubre de 1945 al 24 de febrero de 1946, período en el que se produce primero su descenso y caída y luego su ascenso. La coalición de partidos pequeños y grandes basados, sobre todo el laborista, en las organizaciones gremiales, y algunos otros como la U.C.R. (Junta Renovadora) y la Alianza Libertadora nacionalista, que concurrieron juntos con la misma boleta a presidente y algunos a diputados nacionales, estaba fundamentada en el respaldo de las instituciones armadas y en el dominio del Estado. Esto por medio del juego limpio de verdad, permitió que por la vía electoral se accediera al poder. Era una vía electoral que imponía por primera vez la presencia del voto masivo a un candidato. El movimiento nacional no se puede expresar con un voto que sea la expresión de la opinión sino que debe hacerlo con un voto que sea la expresión del poder, o sea de la verdad profunda de su realidad. El 24 de febrero de 1946 es la primera vez en que el voto se convierte en poder, no en una mera expresión de opiniones como era en la democracia falaz de la ley Sáenz Peña, y falaz por esto, porque el voto no se podía convertir en poder. Se podía convertir en gobierno, pero no en poder. Se podía convertir en una farsa como en la década infame. Pero sólo podía ser poder con el “monoblock” del voto popular, donde lo que está expresado no es la opinión sino la verdad. Este “monoblock” se expresó como “Vote a Perón votando a sus candidatos”.

El “voto a Perón” era lo que reunía la mayor cantidad de electores. Era la legalización de la jefatura nacional. Ya en el voto de 1946 está contenido el Movimiento Nacional; aunque todavía no está edificado en la realidad, orgánicamente ya está concebido. Mientras, la Unión Democrática votaba opiniones sobre personas, porque tenía que ocultar su esencia. No podían decir que votaban por Spruille Braden, que era en realidad lo que hacían, porque hubieran concitado menos votos todavía. Tenían que encubrir esto con la metodología usual de los partidos políticos en el área periférica del mundo, que es votar a “los mejores exponentes de la civilidad” o los “más idóneos”, o los más lindos, o los que mejor hablen, es decir, en buen romance, los más serviles del régimen y de sus amos externos.

Todo el abanico de los partidos políticos estuvo presente en la Unión Democrática. Todo lo que estaba del otro lado era lo que estaba excluido. Excluidas las Fuerzas Armadas, excluida la Iglesia, excluidos los sindicatos, excluido el nacionalismo y excluidos los ex-radicales que habían entendido de qué se trataba, en realidad, la prolongación de lo que ellos habían creído que era el radicalismo. La Junta Renovadora de la U.C.R. también concurrió con su voto y su organización al primer voto peronista.

Esto era la demostración del bloque de fuerzas, expresada en el bloque de votos de 1946, donde a nadie le importaba quien fuera candidato a diputado o senador. Importaba el voto a Perón. Porque el voto a Perón resumía la necesidad nacional, la expresión nacional y el programa. Eso que llaman “programa”, que en realidad era la Argentina justa, libre y soberana. El Movimiento Nacional tiene consignas claras pero profundas, pocas pero fundamentales.

El Movimiento Nacional de la época era Independencia Económica, Justicia Social y Soberanía Política. Era el resumen del conjunto de las necesidades, no de las opiniones, no de lo que se opinaba sobre estas tres cuestiones. El hecho de la presentación de la fórmula Perón-Quijano es un acto de independencia; es, conjuntamente con el voto masivo un acto de soberanía política. Esa es la soberanía del pueblo, porque no puede haber soberanía nacional sin soberanía popular. Ambas son indesligables. El mecanismo de su ligazón es esto de resumir, tanto en la consigna como en el hombre, la necesidad y el programa del futuro. El programa general, la tendencia, los ejes fundamentales.

Había además un programa de independencia económica y de justicia social que era la explicitación de cómo se pensaba alcanzar esta independencia económica, esta soberanía y esta justicia. Pero estaba todo condensado ahí. Porque como Perón decía ya: la democracia consiste en hacer lo que el pueblo quiere, no lo que el pueblo opina, sino lo que quiere, entendiendo como lo entendían los griegos, la separación entre “episteme” y “doxa”, según Platón, entre ciencia y opinión. Recordemos que lo que llamaban “doxa”, era opinión sin verdad, o sea mera opinión, que es a lo que queda reducido el hombre en el esquema de los partidos políticos. A cambio de esto Perón elegía la verdad sin opinión y con ésa su verdad ganó. Se enfrentaron ahí la verdad y la opinión, y triunfó la verdad; que era masiva. Era la verdad profunda, no la opinión. Esa era la Argentina. La Patria, el Estado, la Nación, el Pueblo todo reunido en un solo punto. Eso era también Pueblo y Fuerzas Armadas. Eso era el catolicismo popular y la Iglesia institucional. Era todo esto, es decir, las vías de nuestra propia cultura.

Todo reunido en un solo punto, lógicamente, tenía que ganar. Estas eran las seguridades que el General Perón tenía para ganar. El proceso de aproximación al 24 de febrero de 1946 es un proceso de allegamiento a este núcleo de fuerzas, el armado de este bloque de fuerzas, que nosotros hemos llamado bloque histórico nacional, y que estaban de acuerdo en la construcción de una nación soberana, independiente y justa. El programa era nada menos que edificar una nación y construir una patria para todos los argentinos y organizar un estado que gobernaran y administraran los propios argentinos. Perón es el elemento de autoconciencia de ese bloque. Es su conciencia, no la de él, sino la del conjunto de fuerzas. Por eso es sumamente densa y de expresión sumamente simple. Arquetípica.

Frente a eso fracasaron los viejos políticos, el comité, el asado, el “Ud. ya votó”, todo lo que había sido la práctica política de la última década. El artilugio vocativo de los políticos, las invocaciones, las imprecaciones o la tribuna; se acabaron todas las tribunas para que hubiera uno solo que era el tribuno y el cónsul. Dentro de la ley, porque la ley lo permitía. No era un reconocimiento de la ley, sino la aplicación de la letra de la ley estrictamente, no elásticamente como había sido aplicada anteriormente. Sin trampas para nadie, ganó la Argentina. Prueba de que la Argentina tenía la necesidad vital de ser. Esa era la prueba y la apuesta, de lo contrario hubiéramos perdido. Entonces el espíritu del pueblo no hubiera estado en condición de constituirse en autoconciente, y nada hubiera significado decir “ser argentino”. Esto que se había gestado le confería, sí, un significado.

Era el primer estado de una conciencia que va a llegar finalmente en 1972 al punto más alto de un proceso largo, de treinta años. En esos treinta años se construyen el Movimiento Nacional, la Revolución Nacional, y nace la Nación. Esta es la confirmación y reconfirmación en todos los planos, desde el más humilde o más oculto hasta el plano más alto, de la existencia de la Argentina. No es necesaria ninguna otra prueba, ni ninguna otra voluntad, ahí está la voluntad. No sólo la mera voluntad sino la obra de esa voluntad. Este es el inicio del largo proceso de la Revolución Nacional, que no es un acto ni un hecho, sino un proceso que tuvo los avatares, los cambios, las aparentes caídas y ascensos que hemos visto a lo largo de más de cuarenta años y que los seguirá teniendo. Hasta que se consume. No hasta que se consuma, como quieren la sinarquía y sus plumíferos.

8. 1946-1951

En 1946 comienza otro período, ya en el gobierno, que consiste en hacer, porque la Revolución Nacional son hechos. No sólo se trata de construir el sistema que permite la adquisición del poder en un área periférica, sino, además, de realizar la ejecución que se hace con el poder. Entre 1946 y 1950 la Revolución Nacional tuvo ya en todos los campos todos los perfiles claros. En el campo social, en el económico, en el de la política internacional, en el tecnológico y en el cultural. Cuando digo cultural me refiero a la cultura del pueblo, a las raíces profundas, además de todas sus manifestaciones. A ese árbol que requería que desarrollara, que floreciera y que diera los frutos que correspondía, si esto era cierto. Y era cierto. Pero esto lo sabemos hoy. No se sabía antes que ocurriera. Sería largo y tedioso hablar de las 76.000 obras del gobierno peronista y las 76.000 obras hablan solamente de las obras físicas. Está también la obra de la legislación, está la reforma de la Constitución Nacional, está la Argentina en el mundo que tanto preocupa a estos modernos epígonos del transideologismo. Que les preocupa, supongo yo, por el reparto que a ellos les puede tocar por llevar a este lote de zonzos al remate mundial de gente que se está haciendo. Ellos no van con “el gallito debajo del brazo” sino con nosotros, pero bien ataditos, para vendernos.

Entre 1946 y 1951 no sólo se delinea el perfil sino que además lo delinea el enemigo. El enemigo sabe ya adonde vamos verdaderamente. Ya ha renunciado a los medios de presión, a la infiltración, a la lucha ideológica, porque ha sido derrotado en todos estos campos. Y prueba entonces otra cosa, que es fisurar la conducción. Porque teníamos una conducción bipersonal. El general Perón ejercía la jefatura y la conducción general. En ese momento la estructura ya era el Movimiento Peronista. Ya estaba la organización del Partido Peronista Masculino, la organización del Partido Peronista Femenino, y la C.G.T. Estaba la organización militar, el Ejército y las Fuerzas Armadas Nacionales. Se había creado la Aeronáutica, gracias a la obra del general Perón y de algunos oficiales del arma como los brigadieres San Martín, Ojeda y Olmedo, hombres que gestaron la Aeronáutica Argentina que ayer como hoy es factor de los cambios tecnológicos y de la industria de punta.

Eva Perón se encargaba de un aspecto importante de la conducción táctica que era el conjunto de la política social, más, en la cúpula, del mantenimiento de la unidad y la vigilancia constante de la marcha general de los asuntos, cosa que el general Perón no podía ejercer por sí mismo directamente, pero que lo hacía Evita por él. Era además Eva Perón el modelo para la mujer argentina de la Revolución Nacional. De ahí la creación del Partido Peronista Femenino y el desarrollo de pautas para la participación de la mujer en la construcción de la nación, en la construcción de nuestra Revolución.

Pero eran dos personas, no era una sola. Desde el punto de vista del espíritu yo creo que eran una sola, pero eran dos personas en la realidad física. Creo que el enemigo vió una posibilidad, aunque remota, de producir una fisura. Y no sólo de producir una fisura allí sino además dar una batalla que había devenido en ser decisiva para la suerte general tanto de la sinarquía como de la Nación y de las naciones del Cono Sur en ese momento. Como se explica más en detalle en la segunda parte de este libro, la Argentina se había convertido, a través de su Revolución Nacional, en un grave peligro para el sistema sinárquico que se estaba construyendo y consolidando a partir de Yalta. Este peligro radicaba, más que en los aspectos económicos, sociales o políticos de la Revolución, en su carácter de verdadera Revolución Cultural que afirmaba el cristianismo frente a una estructura de poder mundial pagana y por ende anticristiana. En las victorias conseguidas, en la negación una tras otra de las premisas de la cultura del imperio, estaba la amenaza. Entonces no podían permitir semejante sublevación. Podían permitir que la Argentina fuera económicamente independiente, podían tolerar que la Argentina, desde el punto de vista internacional, tuviera mucho prestigio, podían tolerar la soberanía popular, pero lo que no podían tolerar, sin correr el riesgo de perder para siempre, era perder la batalla cultural. Perderla aquí, ver derrotados en la realidad argentina, uno a uno y todos en su conjunto, los supuestos de la cultura imperial, significaba, significa hoy todavía, perder la batalla de la cultura en todo el continente.

Había una coherencia, tremendamente sólida, en el general Perón, en Eva Perón y en todo el Movimiento Nacional respecto de estas cuestiones. Es la coherencia que el Movimiento Nacional tuvo, tiene y tendrá. Porque aquél que no guarde coherencia con estas cuestiones no pertenece al Movimiento Nacional. No tiene nada que ver aunque se llame como se llame o tenga el título que tenga. Esto, en última instancia, no interesa, porque de nuevo es por los hechos y no por los dichos por donde se los conoce. Esta coherencia obligaba y obliga a negar la estructura fundamental del comportamiento, tanto como de la estructura política, como del poder político, como de la disposición de fuerzas en la cúpula de conducción, que el imperio pagano ha impuesto en el mundo. Como ya explicamos, la pauta fundamental de este comportamiento es la pauta de la tragedia. Por eso, en “lingua vulgaris”, se dice: “el poder corrompe y el poder absoluto corrompe absolutamente”. Es mentira. Corrompe a los corrompidos. El poder no corrompe. Corrompen otras cosas. Hay ciertamente disposiciones del poder que facilitan la corrupción, la corrupción de ese poder. No hablo de la corrupción del robo sino de la corrupción en términos generales.

Lo que corrompe es precisamente el individualismo y el materialismo; lo que corrompe es el desprecio por la dignidad humana, el no reconocer que toda sabiduría proviene de Dios (J. D. Perón) y el rechazar el amor como fundamento de las relaciones de la sociedad. Lo que corrompe, entonces, es la práctica y la ideología del Imperio Antiteo.

La batalla principal de Perón en tanto cristiano, en tanto hispanoamericano, en tanto pueblo y en tanto argentino es la liquidación de esta estructura. Demostrar que el poder no conlleva condena. Tenía que romper, entonces, la situación triangular que se daba en la propia cúpula de la Revolución Nacional entre él, Eva Perón y el Pueblo.

El 22 de agosto de 1951 la oligarquía mete la “pata de cabra” para ver si puede producir la fisura. Y realmente la fisura se produce. Porque basta un segundo de vacilación para que la fisura sea irremediable. En el Cabildo Abierto del 22 de agosto, que es el montaje escénico de la tragedia verdaderamente, una tragedia que no se consumó pero que sí comenzó, un grupo de dirigentes gremiales, manipulados por agentes enemigos desde atrás, propone que Eva Perón sea vicepresidente de la República en la más absoluta ignorancia por parte de Perón de esta intención, y en público. Evidentemente la intención de la fractura está clara y la fractura se produce, porque Eva Perón vacila. ¿Quién no hubiera vacilado? Se oye claramente cuando Perón dice: “¡No!”. Creo que allí Perón adquiere la conciencia profunda de la situación real, del grado de enfrentamiento, no con Eva Perón, por supuesto, sino del grado de enfrentamiento con el Imperio. De hasta dónde habíamos llegado. De cuál era la frontera o la línea al decir de Jünger. Y ésta es la frontera…

De ahí en más y obtenida la conciencia por esta vía, dolorosa, está la contestación de Eva Perón por radio, que es terrible. Donde Eva Perón llora. Pero no llora porque Perón no quiere que sea vicepresidente. Llora por haberse equivocado en un segundo. Ella, que era no sólo el númen de la Revolución, la llama de la Revolución, sino la más leal respecto de Perón. La perversidad de ese proceso está determinada por esas lágrimas. ¿Pero no son las mismas lágrimas de Juana cuando se confiesa antes de la hoguera? Sí, lo son. También fueron los británicos. Menos de un año después, Eva Perón muere de cáncer. ¿Casualidad? ¿O autoinmolación en la más absoluta conciencia de que era la única posibilidad de que la Revolución continuara? Era la única posibilidad de abrir una puerta para destruir la estructura trágica verdaderamente.

El Imperio no se quedó quieto. Un mes después, en septiembre de 1951, se produce el intento de golpe, la chirinada de un Menéndez, triste antecesor familiar de los no menos tristes e infames de hoy. Intentará golpear sobre la fisura.

9. 1951-1955

Preanuncia esto lo que va a ocurrir en 1955. En realidad el golpe ya está dado. ¿Qué resta? Resta preparar las cosas, que creo es lo que hace Perón, para dar el segundo asalto. Por eso en 1955 los imbéciles dicen: “Perón no peleó”, “Perón era cobarde”, Perón podía haber salvado la Revolución” porque no ven, o de intento no quieren ver, la verdadera pelea que estaba detrás. La única alternativa de Perón para, verdaderamente, reivindicar no sólo a Eva Perón sino a todo el proceso revolucionario argentino, era irse como se fue. Y apostar a que si todo era verdad él volvía, y así fue. Y murió en la cama, como Presidente, como Jefe del Peronismo, como Jefe de la Nación y como Teniente General. ¡No es la muerte de un héroe! Mal que les pese a los imbéciles, murió cumpliendo su destino. Su más grande victoria es precisamente sobre Eurípides y sobre Shakespeare. No es literaria. Es una victoria sobre la oligarquía británica y sobre la sinarquía, irrefrenable y definitiva.

Poco más se puede decir del período 1951 a 1955 de lo ya dicho. Es la preparación y la apertura a un nuevo proceso. El nuevo proceso es por un lado la resistencia y por otro lado la captura de cuadros para la organización del peronismo, una vez que Perón no estuviera en la Patria. Después de un período, entre 1952 y 1953, donde Perón está prácticamente perdido. Perdido de sí mismo, después de la muerte de Eva Perón. Es perfectamente humano entender el dolor de la pérdida y también su extrañamiento respecto de sí mismo, hasta que se vuelve a encontrar. En el momento en el que él se vuelve a encontrar a sí mismo ya es el Perón que va a venir, no el que se va, ya es otro, ya ha tomado su resolución, en un proceso de autoconciencia tremendamente difícil del que, creo, muy pocos hombres pueden sobrevivir y ninguno sin la fuerte y decisiva ayuda de Dios.

Y 1955 no es nada más que la consumación. Es sencillo, si se comprende en realidad lo que significa la Revolución Nacional en la Argentina desde el punto de vista geoestratégico, geopolítico y desde el punto de vista de la lucha que se da en el mundo de hoy, una lucha cósmica. Lucha que Perón entendió antes que nadie. Eso que llaman los “líderes del Tercer Mundo” no sabían nada de esto, eran todos aprendices: Nehru, Tito, Sukarno o Nasser. Perón era un hombre universal, sólo siendo tremendamente argentino. Pero ésta es la esencia también de la Argentina. Allí está mostrada la verdad tal como es. Por eso 1955 no es ningún esfuerzo para nadie. Es más el esfuerzo que le cuesta a Perón, al peronismo, a la C.G.T., a los trabajadores, el no combatir que el esfuerzo que podría haber reunido el enemigo aún para combatir.

Quiere decir que ahí hay una determinación superior. Y ésa es la victoria. La verdadera victoria. No es lo que los “chantas” piensan que era la victoria: “liquidémoslos, los pasamos por las armas porque somos más…” ¿Y después qué? ¿Quién era el dueño de la Revolución después? ¿La Unión Soviética? Me pregunto esto porque muchos de los agentes soviéticos en la Argentina son los voceros principales de esta doctrina. Y Perón no había hecho lo que había hecho y sufrido lo que había sufrido, él y todo el pueblo argentino, para entregarse así como así. Entonces, su verdadera resistencia fue ésa, lo que hizo. Así termina un ciclo.

10. 1955-1966

De 1955 en adelante, además de que la Argentina deja de ser independiente, es decir se vuelve convertir otra vez en una Nación dependiente como antes de 1943, paralelamente se genera un fenómeno que el enemigo local no esperaba: la persistencia de la resistencia peronista. Emplearon todos los métodos: la represión, el fusilamiento, la tortura, la prisión, la coerción, el cohecho, el soborno, la compra de dirigentes. Sin embargo la Resistencia siguió y creció. La Resistencia estuvo marcada por la posición y la resistencia de Perón mismo, por su intransigencia ante cualquier tipo de negociación que el Imperio le propusiera.

Por eso va a Paraguay, cuna de las libertades de América, no sólo en este siglo sino en el siglo pasado, en que fue sacrificado en el altar de Mamón de la oligarquía británica. Un pueblo mártir, pero una Nación. Los argentinos al Paraguay le debemos mucho. Una deuda que además los peronistas alguna vez tendremos que pagar, si tuviéramos la ocasión.

Hablar de la Resistencia es hablar de un proceso en el cual el Pueblo Argentino autogeneró todos los elementos de resistencia, incluso los cuadros. Aparecen organizaciones espontáneas, porque las organizaciones gremiales estaban intervenidas, las organizaciones políticas no existían y algunos de los políticos ya estaban arreglando con el régimen.

10.1 La Resistencia en el Ejército

El 9 de junio de 1956 se produce el alzamiento de lo mejor del Ejército Nacional, de la flor y nata de la oficialidad, alzamiento que es segado en una orgía de sangre. Por primera vez en la Argentina de este siglo se vuelve a las viejas prácticas de los septembristas después de Pavón: los señores de horca y cuchillo. No sólo Aramburu y Rojas; ellos, más todos los que los siguieron y más todos los que estuvieron de acuerdo. Más allá del supuesto pequeño estremecimiento frente a la dureza de las condiciones, nadie levantó una palabra contra ellos y contra eso. El criminal por excelencia fue Desiderio Fernández Suárez, pero no lo son menos los que dirigieron los fusilamientos de los únicos militares con honor de aquél entonces, como Valle o como Cogorno.

Más allá del recuerdo, de la conmemoración, también la Argentina les debe a todos ellos, civiles y militares, una reivindicación en serio y una colocación en nuestro propio proceso histórico con la importancia que verdaderamente tienen.

Fue por un lado la culminación de un proceso de resistencia iniciado en el mismo momento del golpe de 1955. Por otro lado estos acontecimientos hicieron que a partir de ahí la resistencia siguiera viva solamente en el seno del pueblo, en los trabajadores, en los barrios y en la fábricas. En las Fuerzas Armadas fue implantada la más absoluta represión y nadie podía levantar la voz sin ser condenado inmediatamente sin ningún tipo de cortapisa. De modo tal que los que sobrevivieron, aún siendo nacionales, dentro de los cuadros de las Fuerzas Armadas, que no eran pocos, lo hicieron a costa del silencio y de negarse a sí mismos.

En los demás sectores de la sociedad se implantó el mismo tipo de dictadura. La dictadura del decreto numero 4161, que penaba severamente el pensamiento, y que pervive aún en el articulo 16 de la Ley de Partidos Políticos. Sobre esto se edificaron las sucesivas farsas electorales: la farsa de 1957, la de 1958, la de 1963, con el pueblo proscrito. Era de nuevo el mismo modelo. Los esclavos, metecos e ilotas no formaban parte de la “polis”, son solamente parte los “ciudadanos”. Los llamados bienpensantes. Ya los conocemos, son todos colonialistas. Lo son por interés o por imbecilidad, que es la peor de las formas de serlo.

10.2 El intento de retorno de 1964

El otro hecho importante de este período es el intento de retorno de Perón en 1964, frustrado por el “democrático” gobierno del sinvergüenza de Illia, al que debemos un montón de “conquistas”, además de deberle también la educación de estos pequeños monstruos que tenemos en la administración colonial de hoy: la Fundación Illia, los “futuribles” y toda la parafernalia del colonialismo que este “buen médico de Cruz del Eje” empezó a formar ya desde aquel entonces. Le debemos también la clausura de la Argentina para Perón. Evidentemente Perón era demasiado para Illia y también para el Imperio. En cumplimiento de las órdenes recibidas, el Presidente de la República, el ministro de Relaciones Exteriores y el ministro del Interior, el nefasto Palmero, produjeron la represión interior y el cierre de la Argentina para Perón en 1964. Después de haberle dicho, en un gran confusionismo, que volviera. El ministro de Relaciones Exteriores era el fusilador Zavala Ortiz, aquel que se ufanaba de haber volado en los aviones de la Marina rebelde de Junio de 1955 y de haber bombardeado a la gente indefensa en la Plaza de Mayo produciendo 300 muertos.

Otro ejemplo más de cómo a sí mismos se permiten el crimen, pero cualquier acto de libertad de un pueblo es considerado criminal en virtud de la misma ideología.

Con Illia pasa lo mismo que después pasa con Alfonsín cuando firma en 1984 el acta con Isabel. Tuvieron la oportunidad de ingresar a la Nación y lo rechazaron. Lo rechazaron expresamente después de haber firmado. Bueno, es que de nada sirve firmar ninguna cosa cuando no hay lealtad a ningún compromiso, ni hay ningún tipo de honor o lealtad.

10.3 La situación previa al golpe de 1966

En 1965, luego del episodio del retorno frustrado, viaja Isabel Perón a la Argentina. Viaje que tenía como motivación un proceso electoral en la provincia de Mendoza, donde en ese momento lo que Perón verdaderamente estaba peleando era mantener el control de su propio Movimiento, relativamente enajenado por un grupo de dirigentes políticos sindicales que se inclinaban, más que nada, al arreglo con el régimen imperante. No por un problema ideológico, sino por un problema práctico. Por un lado Perón necesitaba la continuación de la Resistencia con todas las formas que esta tuviera, incluso la forma electoral, pero necesitaba la posición dura también. Mientras que la dirigencia, fundamentalmente gremial, necesitaba mantener los sindicatos.

Una contradicción bastante objetiva y que finalmente se resolvió cuando en 1966 el General Ongania, la “tortuga blindada”, impuso esa cosa que se llamó la Revolución Argentina, madre y padre de algunos de los peores problemas que ha sufrido la Argentina en estos últimos tiempos.

La Revolución Argentina reunía la flor y nata de la juventud nacionalista de élite. Recordemos los nombres: Darío Sarachaga, Diego Muñiz Barreto, Jorge Klappenbach, Roberto Roth, Alejandro Lozada, que después se fue y escribió aquel libro: “anda a cantarle a Gardel”, en donde se “deschava” como era, Juan Manuel Abal Medina, etc., etc.

Nótese que estos jóvenes ya también hablaban del “post-peronismo”. El peronismo para ellos ya estaba muerto, Perón definitivamente en el exilio y se proponían reemplazarlo por un “movimiento nacional”, al uso ateniense también, con ellos como elite. Para ello contaban con algunos elementos de la cúpula militar que estaban de acuerdo con estos “muchachos nacionalistas” al decir de un general: por ejemplo, el General Imaz, ministro del interior y uno de los grandes responsables del nacimiento de los montoneros, como subproducto del famoso “plan Aurora”.

Es interesante ver también que simultáneamente, en este período 1965/66/67, todo lo realizado por Juventud Peronista y los cuadros de la Resistencia, en la autoformación, eclosiona en la división de sectores, irreconciliables, de cuadros, o sea de dirigentes medios de agitación y de cuadros de base de barrio. Divisiones que primero eran de origen político y fueron transformándose en divisiones de carácter ideológico, algunas. La mano del Régimen y la mano de los servicios de inteligencia extranjeros y nacionales estaba presente detrás de estas divisiones, alimentándolas, alentándolas.

La política constante de los gorilas, así fue y sigue siendo, es la política de la división del Movimiento Nacional desde todos los puntos de vista y desde todos los ángulos posibles. Es la explotación de cualquier conflicto en virtud del principio que dice: “la división del enemigo es lo que favorece mi propia reunión”. Viceversa, nuestra reunión y nuestra unidad es lo que hace que el enemigo se divida. Para 1965/67 empezaron a nacer las organizaciones de militancia, junto con el agotamiento de una parte importante de la dirigencia, que era la dirigencia nacida después de 1955 y que en diez años literalmente se quemó en el proceso de la Resistencia. El proceso militar, los diversos procesos cívico-militares o civiles, quemaron y gastaron una dirigencia que era nueva y que también era lúcida. Pero el proceso del Movimiento Nacional no fue solamente el gasto de esta dirigencia, sino el desarrollo y la reunión de sectores distintos de la sociedad que se habían dispersado en 1955. Un incremento de la participación de las capas intermedias de la sociedad en la política del Movimiento Nacional y en la política en general, atrajo para el Movimiento Peronista a una gran cantidad de jóvenes, lo que originó también el problema de su encuadramiento. Así nacieron las grandes organizaciones de militancia, que tienen origen en ese período, las que son organizaciones del peronismo. Porque en ese período también, sobre todo entre 1966 y 1967, nacen otras dos que no son organizaciones del peronismo sino que son exógenos, externas a él. Una de ellas nunca tuvo que ver con el peronismo ni nunca se lo propuso siendo claramente “gorila de izquierda”, el E.R.P., y otra se pego como verruga en la superficie del movimiento, como un cáncer, también, penetrándolo, que fue la organización llamada Montoneros, hoy “Peronismo Revolucionario”.

10.4 El origen de Montoneros

Respecto del nacimiento de la organización Montoneros hay muchas versiones. Está la versión que dan ellos, que es pura mitología. Están otras versiones diversas, todas interesadas, pero ninguna dice la verdad. El origen es el Ministerio del Interior en manos de Imaz, de Darío Sarachaga, que era Subsecretario y del comisario Botey como asesor. O sea, el iluminismo de los “jóvenes turcos”, alrededor de la Secretaria General de Planeamiento de la Presidencia que ejercía Roberto Roth, donde estaban Klappenbach y otros. Había algunos provenientes del nacionalismo, al igual que sus amigos, que no estaban en el gobierno pero que eran sus amigos, que no estaban en el gobierno pero que eran copartícipes, como Juan Manuel Abal Medina y otros mucho más jóvenes, de la otra generación, de la generación siguiente, que estaban en la organizaciones católicas de militancia como eran la Juventud Universitaria Católica (J.U.C.) y la Juventud Estudiantil Católica (J.E.C.), dirigida a los secundarios.

Estos nucleamientos eran la expresión de una Iglesia que retornaba al mundo, luego del Concilio Vaticano II, pero que se encontraba con un mundo sumido en la miseria y la desesperación. Era el mundo que había creado el Imperio. Al comienzo el Imperio aisló a la Iglesia para poder operar con las manos libres. La Iglesia estaba en el mundo, pero aislada. Cuando se produce su “reingreso” masivo al mundo, la Iglesia se encuentra con un mundo cambiado, que no era el que había dejado. Esto golpea tanto sobre los sacerdotes como sobre los laicos y la militancia en conjunto, haciendo tambalear algunos de los esquemas, que en ciertos casos estaban fuera de tiempo. Algunos, apoyados en una interpretación “ad usum delphini” las resoluciones del Concilio Vaticano II, dieron una interpretación extensiva a esas resoluciones para poder embolsar eso que llaman la “modernidad”, creyendo que de esa manera también podían hacerse dueños o participar. Hacerse dueños, en el buen sentido del término, de un mundo en gran estado de confusión. Es decir, abandonar las consideradas “rispideces” de la prédica y del dogma cristiano para hacerse “modernos”.

En realidad lo que pasó es que cayeron ellos en la confusión. Era aquella época en que muchos sacerdotes colgaban sus hábitos, se casaban. Un proceso que fue en el mejor de los casos, confuso. Dentro de todo ese proceso algunas personas en la Argentina, luego íntimamente ligadas al gobierno de Ongania, para 1962/63, empezaron a pensar como hacían para terminar con el “problema” del peronismo. Estas personas son sacerdotes. Para más datos, sacerdotes jesuitas. Y desde el Instituto que funcionaba en la calle O´Higgins, en Belgrano, y que se llamaba C.I.A.S. (Centro de Investigación y Acción Social), empezaron a hacer reuniones con militares, con jóvenes, y a formular un plan de “reemplazo” de este Movimiento Nacional por otro. Creado sobre otros supuestos. Allí se formuló, según creo, el plan maestro de la llamada Revolución Argentina y también el plan para emplear un elemento, que había empezado a aparecer en el mundo con cada vez mayor insistencia de participación y de presencia, que eran los jóvenes.

Este fenómeno se producía en los países centrales a consecuencia del auge económico ininterrumpido que se había dado desde 1945 en adelante. Para aquel entonces ya llevaban veinte años de auge económico. Esto culminó en mayo de 1968 en París y otras ciudades de Francia y de Europa, con los estudiantes en la calle, diciendo aquello de: “no queremos la muerte climatizada que nos venden con el nombre de porvenir” y muchas otras cosas similares. Ignoraban que detrás de eso estaba también el plan de la sinarquía, vigilando, controlando y conduciendo. No quiero decir con esto que aquellos jóvenes eran agentes, de ningún modo. Pero que allí los había, los había. No creo que Rudy Dustchke o Dany el Rojo fueran angelitos. Eran hombres que estaban preparados por un servicio de inteligencia, y con eso bastaba.

Entonces apareció el “problema de la juventud”, que era en realidad un problema de los países centrales. Fue transferido aquí, primero ideológicamente y después en la práctica militante. Ellos pensaban: hay que apoyarse en los jóvenes oficiales del Ejército y en la juventud. Perón para esa época también hablaba en los mismos términos de ellos. Ellos se propusieron un plan y lo ejecutaron. Estaban bien ubicados durante el proceso de la Revolución Argentina desde el punto de vista del poder, de la influencia en las decisiones, y podían ir conduciendo lo que les interesaba. Montoneros tuvo el origen ahí. En un plan que era el plan de la creación del caos: el plan Aurora. Ese mismo que denuncia Alejandro Lozada en el libro: “anda a cantarle a Gardel”, en una prosa totalmente destruida o rota, con una dosis de angustia bastante considerable, sobre todo para aquella época, porque hay que ubicarlo en el tiempo también. Quizás cuando uno lee hoy, después de lo que pasó en la Argentina, ya no es lo mismo.

Lo cierto es que desde algunos políticos, y no precisamente peronistas, como Américo Ghioldi, y desde algunos libros, como “El ´Z´ argentino”, se denunciaron las entradas de Firmenich al Ministerio del Interior de Imaz: es decir, los montoneros nacieron como una operación de inteligencia de un grupo que se pasó de vueltas en su inteligencia, hecho que les costó la vida a tantos y a la Argentina sangre, sudor y lágrimas, y la posibilidad que el Imperio volviera a incidir sobre la existencia del Movimiento Nacional y de la Argentina toda y confundiendo a propios y extraños. Pero también fue un elemento revelador o “¿Quién es quien?” en la Argentina; facilitando, para el futuro, un mejor conocimiento de nuestro Señor y del Pueblo.

Originalmente, estos grupos de acción eran grupos de acción en contra del peronismo, aunque abarcaban algunos sectores peronistas, gremiales sobre todo, que estaban interesados en que los liberales no volvieran al poder. Ciertamente tenían razón. Pero eso no podía significar que un pequeño grupo de iluminados se hiciera cargo del país y lo manejara de la misma manera que los liberales aunque aparentemente tuviera otro signo. Pruebas hay suficientes: basta ver la realidad, como fue el proceso posterior y como ha llegado a ser el actual (2006).

10.5 El nacimiento de Guardia de Hierro

Lo de los Montoneros fue una punta de lanza de infiltración, en el peronismo, en el Movimiento Nacional. Pero el proceso era también un proceso social, dentro del cual los montoneros eran nada más que un pequeño grupo. El proceso social consistía en la cada vez mayor afluencia de jóvenes de las capas intermedias de la sociedad hacia el Movimiento Nacional, y hacia, en principio, la militancia por la liberación de la Patria. Una cosa que parece abstracta pero es muy concreta. Después otros jóvenes se dividieron por la opinión; la opinión, como decíamos antes: sin verdad y sin profundización, instruídos por algunos ideólogos enfebrecidos y otros intencionalmente sinvergüenzas que pasaron contrabando ideológico y que incidieron de esta forma sobre el Movimiento Nacional.

Desde el principio de este proceso y nacida al calor de otros fenómenos, por un lado más que nada de la Resistencia, de algunos sectores de la Juventud Peronista ya dividida y de la situación en que vivía la Argentina con el gobierno frondicista, al cual la Resistencia enfrentó muy duramente, después de la elección en la provincia de Buenos Aires, entre 1962 y 1963, nace también Guardia de Hierro. Nace como un intento de reagrupar un núcleo nacional –y así se llamaba, Movimiento Peronista Núcleo Nacional- de constituir un bastión nacional en el Movimiento, que en aquel entonces considerábamos que estaba seriamente comprometido como destino. Y nace también para la defensa a rajatabla de la jefatura de Perón y para el cumplimiento estricto de las órdenes de la jefatura, estuviera donde estuviese y fueran éstas cuales fueran.

Así nació la Guardia a fines de 1962. Tuvo un pico de crecimiento en los años 1964/65. Después empezó a descender. El control que por estos años ejercía un núcleo de dirigentes lúcidos, aunque no acertados, encabezados fundamentalmente por Iturbe y por Vandor, nos llevaron a pensar que algunas de las posibilidades del peronismo estaban perdidas y que se trataba de defender estrictamente lo esencial que era la doctrina y la jefatura. Esto no era precisamente popular, sobre todo en la dirigencia. Al mismo tiempo era difícil por entonces el trabajo en las capas intermedias que venían liberalizadas y marxistizadas en muchos casos, desde la universidad, desde los colegios o desde el barrio. Y el núcleo quedó bastante aislado para 1966, cuando sobreviene el golpe de Onganáa, la Revolución Argentina y el período cambia. El régimen apela al golpe militar porque la situación política ganada por la Resistencia, la resistencia de los trabajadores organizados, de la C.G.T. que conducía José Alonso pero que conducía también Augusto Vandor, que en realidad era dirigente de las 62 Organizaciones, los lleva a la necesidad de emplear la carta militar. El régimen de Illia no podía sobrevivir. Entonces se apoyaron en los nacionalistas que no eran liberales pero si antiperonistas. Se confirmaba así que el problema principal no era liberales o nacionalistas. El problema principal seguía siendo el peronismo.

11. 1966-1972

Vino entonces la llamada Revolución Argentina, que no fue revolución ni tampoco argentina. Un golpe militar más, con otras pretensiones. Lo indican su curso y también su final. Pese a que también hay cosas rescatables en la Revolución Argentina, si se la considera desde hoy y se la compara con la administración colonial vigente (Alfonsín-Meiran). Fueron bastante inteligentes los planes que empezaron a desarrollar Krieger Vasena y Salimei, que desde una perspectiva más amplia y más estratégica, consistían en revitalizar la producción nacional, el capitalismo nacional y dotar a los industriales argentinos de instrumentos, tanto de crédito como de desarrollo, acordes con la posibilidad de una nación en serio. Equivocados o no, el intento era también romper la dependencia. Hay cosas salvables del gobierno militar de Onganía, que fue en realidad un gobierno civil con el respaldo de las Fuerzas Armadas.

El camino que llevaba la Argentina con Illia era un desastre, también un desastre para el peronismo. Nuestro pueblo, nuestra gente, las organizaciones gremiales, tuvieron un cierto respiro cuando Onganía estuvo en el gobierno. Yo no hablo a favor de Onganía pero la verdad digámosla como es. También las criticas que corresponden. Fue, como dije, el padre y la madre de algunos desastres posteriores. Quizás más allá de sus intenciones. Ya cuando el proceso de la Revolución Argentina tenía demasiado tiempo, su tiempo era distinto al tiempo de la sociedad, perdió iniciativa y también perdió el poder. El poder pasó a Levingston primero y posteriormente de nuevo a los liberales, encarnados en el general Lanusse. Es decir, el grupo de Caballería tradicionalmente oligárquico. Vulgarmente dicen que la Marina es el arma de la oligarquía. Es mentira. El arma de la oligarquía es la Caballería, no la Marina. A lo largo de toda la historia moderna por lo menos. La Marina es un arma donde no hay grandes apellidos. Es el arma burguesa por excelencia, aún más: pequeño-burguesa.

11.1 El desarrollo de las organizaciones de militancia

Este período 1966-1972 es el período del desarrollo de las grandes organizaciones de militancia. Perón para 1966/67 envía un documento importante como directiva para la juventud. Era un trabajo sobre “Trasvasamiento Generacional”. El tema era como reclutar a los jóvenes que venían hacia el peronismo y se hacían peronistas porque encontraban que allí estaba el pueblo, allí estaban las organizaciones gremiales o de otro tipo, allí estaba Perón. Se produce una gran revaporización del pensamiento de Perón y también del pensamiento nacional en general. Revaporización que estaba mechada con filamentos o vetas de interpretaciones y sobre interpretaciones, o bien marxistas o bien corporativistas o bien, incluso, liberales. Este período es para Guardia de Hierro de gran crecimiento. A tal grado que en año 1967 vamos a Madrid precisamente por eso. Queríamos conversar con nuestro Jefe respecto de que hacer con el futuro y de cómo venía esto. La única palabra que podía para nosotros, no sólo tener autoridad, sino también el sello de la victoria, era la palabra de Perón. Viajamos y hablamos con él. Extrajimos como conclusión que Perón no estaba para nada de acuerdo con la lucha armada. Que no estaba de acuerdo con que los peronistas estuviéramos en la lucha armada. Los peronistas teníamos que reservarnos para después, en caso de que hubiera después. Y que la revolución no pasaba por la lucha armada sino que pasaba por la organización del pueblo, de nuestro movimiento y por el retorno de Perón a la Patria y al poder. Cosa que ya sabíamos pero que reconfirmamos. Ese proceso de las organizaciones de militancia que acompañaba al proceso social y político, acompaña también al proceso de decadencia de la llamada Revolución Argentina. Proceso que termina en el “Gran Acuerdo Nacional” que quería hacer Lanusse, antecesor directo de la “Democracia Renga” de Viola y del acuerdo Bittel-Balbín-Viola que nos llevó a esta situación de hoy, al menos en su aspecto político. La idea era un peronismo sin Perón, docilizado y convertido en un partido. Terminar con el Movimiento y hacer esto mismo de hoy pero en aquella situación de entonces. Ni el peronismo ni Perón permitieron que esto fuera así.

11.2 La policía política en acción

Paralelamente, ya el peronismo estaba siendo atacado, desde dentro aparentemente, pero en realidad desde afuera, con el asesinato de algunos de sus dirigentes más importantes. Simultáneamente se produce el asesinato de Aramburu. En ambos casos, tanto Aramburu como los dirigentes del peronismo, los matan cuando se aproximan y coinciden con Perón. A Aramburu lo asesinaron no porque fuera Aramburu fusilador, sino que era Aramburu el que había comprendido su error y acababa de conversar con Perón. La clave de la política argentina sigue siendo Perón y el peronismo. Por eso los matan a Vandor y a Alonso. No por lo que alguna vez, alternativamente, cometieron como error sino por sus aciertos. Lo mismo que a Rucci. Y aparece en todos estos casos siempre la misma firma.

El grupo operante de lo que nosotros, en aquel entonces y luego a los largo de todo el proceso, llamamos la policía política a nivel internacional. La policía política de la sinarquía manejada en muchos casos por los soviéticos, y en otros no, pero generalmente por los soviéticos, conocedores de la técnica de la policía política. Es lo que algunos dicen que es el terrorismo internacional. No es el terrorismo de nada. En realidad sí, porque produce terror, pero tiene objetivos muy claros. Y los asesinatos políticos que se han cometido son asesinatos precisos para proteger siempre y en todos los casos los intereses del Imperio: siempre, se trate de quien se trate. Todo rodeado, por supuesto de una parafernalia ideológica, pero si nosotros sacamos la hojarasca y vemos la realidad, es así. ¿Por qué lo matan a Augusto Vandor? A Augusto Vandor lo matan por peronista, no por lo que dicen que lo matan. Lo mismo que a José Alonso. ¿Por qué lo matan a Aramburu? No lo matan por gorila, lo matan porque comprende su error, porque deja de ser gorila. Un Aramburu que si hubiera seguido siendo gorila estaría vivo hoy, pero como el fondo era honesto encontró la muerte.

El proceso argentino es también un proceso denso y es difícil entrar en la jungla interpretativa que se ha tejido en torno a los hechos, en torno a los personajes, a lo que es universalmente aceptado. Sobre todo difundido en mil formas y por todos los medios constantemente, la contracultura no descansa y sigue el engaño, la mentira y la hipocresía.

11.3 La victoria de Perón

El acuerdo de Aramburu era con el peronismo y el de Lanusse era con el peronismo sin Perón. La política de Lanusse es en realidad la continuidad de la de Ongania en este aspecto. Aparentemente más próxima al peronismo, en realidad más lejana, no hay ninguna apertura de Lanusse. Lo que le pasó a Lanusse es similar a lo que le pasó al General norteamericano Westmoreland con Giap, aunque éste tuvo por lo menos el valor de reconocerlo: “Yo no vine a pelear contra Napoleón. Vine a pelear una guerrita, me encontré con Napoleón, como quieren que no pierda”. Él no lo sabía, lo descubrió ahí, el mundo lo descubrió ahí. Westmoreland tuvo la honestidad de decirlo, Lanusse no. Lanusse como Westmoreland con Giap, tenía una idea equivocada de Perón, pensaba que era un viejo terminado. Lo mandó al coronel Cornicelli y Perón se lo fagocitó. Pero después perdió y pagó, levantó los brazos y dijo: esta bien, me ganaron.

Así se produce el 17 de noviembre de 1972, con una gran movilización, con las organizaciones de cuadros en las calles, con el proceso político que venía preparando Perón, no solo con Cámpora, que era el menos importante, sino con mucha otra gente que formaban parte del Consejo, como el profesor Camus, como el actual gobernador de Tucumán don Fernando Riera, como Adolfo Cavalli, dirigente del SUPE, vilmente asesinado también por las mismas razones que antes señalabamos.

12. 1972-1974

En el período inmediato al 17 de noviembre de 1972 hay tres hechos remarcables. El primero de ellos es el 10 de junio de 1973. El segundo es la caída de Cámpora, del cuentero del tío, el 13 de julio. El tercero el 24 de septiembre, la elección del General Perón. En realidad es un período muy denso y muy corto, que finaliza el 1º de julio de 1974 con su fallecimiento, habían transcurrido menos de 20 meses.

12.1 El 20 de junio de 1973

Hay quien podría empezar por el 25 de mayo de 1973, con la victoria del FREJULI y de la formula Cámpora-Solano Lima. Esta fue verdaderamente una victoria de Perón, una victoria cuya importancia reside más en el hecho en sí, en que permitió el retorno definitivo el 20 de junio. Respecto del 20 de junio hay innúmeras versiones todas tendenciosas, en la búsqueda de sacar agua para el molino del que analiza, y no para realizar una interpretación que trascienda la anécdota y los hechos que incluye y que vaya más allá.

El 20 de junio de 1973 es un poco el signo de lo que va a ocurrir después. Ese día en Ezeiza esta condensado lo que se iba a desarrollar en los siguientes diez años. Esos diez años posteriores no son, en realidad, otra cosa que el desenvolvimiento de lo que ya está contenido en ese solo día, en realidad en unas horas de ese día.

Se había preparado un gran palco a la altura del cruce de la ruta 205 y la autopista que va al aeropuerto de Ezeiza, esa es la recta más larga de la autopista, de unos 2 ó 3 kilómetros, entre el puente y la primera curva hacia el lado de la Capital. La suposición era que el General Perón llegaba a Ezeiza y desde allí se trasladaba al palco para un recibimiento popular clamoroso; y en realidad el pueblo estuvo. Había más de dos millones de personas esperando recibir a Perón; estaba no solamente cubierta la autopista a lo largo de 3 kms. o mas sino que estaban cubiertos todos los campos adyacentes a ambos lados. Mientras, en la vanguardia, alrededor del palco, se empezó a desarrollar una disputa primero, una pelea después y una batalla finalmente, o sea un enfrentamiento que fue creciendo a lo largo de la mañana, del mediodía y de la tarde, hasta adquirir un grado de violencia totalmente inusitado.

Por un lado decían que defendían el palco, armados con armas largas conducidos por algunas personas que decían ser nacionalistas; por otro hay columnas de Montoneros que arribaban todos hacia la vanguardia del acto, hacia el palco, que también decían ser nacionalistas y que también iban armados. En realidad la pelea por la posesión del palco era una prefiguración de la pelea por la posición de Perón, al margen de los dos millones de argentinos convocados y al margen de Perón, lucha en la que cada uno se presenta como defensor del peronismo, de un peronismo mudo, que en realidad habló por Perón, después, condenando todo eso.

Estos dos grupos sospechosamente estaban manipulados por agentes de los mismos poderes: la Unión Soviética e Inglaterra. Para mi modo de ver el plan era otro, y no es una apreciación solo mía sino que fue también la que tuvo don Vicente Solano Lima, vicepresidente en ejercicio, que hace desviar el avión que iba a Ezeiza para que descienda en la base militar de Morón y hace trasladar al General Perón en helicóptero desde Morón hasta su casa en Vicente López. El objetivo de la pelea no era la apropiación del palco, aunque simbólicamente sí lo era, sino la liquidación física de Perón, y según la idea de estos personajes, a partir de eso la apropiación de la herencia que quedaba vacante como se decía en aquella época.

Yo no tengo ninguna prueba, porque tirios y troyanos se arrojan la culpa unos a otros, pero tienen mucho cuidado en señalar, ambos, que la pelea fue accidental. Pero no accidentalmente se llevan armas, no accidentalmente todos se preocupan por ocupar el mismo lugar y no accidentalmente se tirotean. No hay nada accidental en todo esto sino más bien yo entendería que hay una premeditación, cumplida y ejecutada luego en los hechos con bastante precisión.

La perspicacia del entonces vicepresidente de la República, don Vicente Solano Lima, y por supuesto, la coincidencia de Perón con esto una vez conocidos los hechos, frustraron por lo menos el instante más criminal, pero no pudieron frustrar otra cosa, que es lo que sucedió: una cantidad de muertos y heridos de ambos bandos, un desbande de dos millones de personas que enrollaban sus carteles y sus banderas y volvían tristemente a sus casas, y un palco vacío donde Perón no estaba.

En este cuadro está resumido lo que pasó después, sobre todo después de 1976. A las 9 de la noche de ese día el General Perón se dirigió a su pueblo por televisión. En última instancia el intento también era obligar a eso, ya que no podían alcanzar el primer objetivo, que era el asesinato, por lo menos consiguieron separarlo, aparentemente, de la gente, al menos físicamente. Desde este punto de vista alcanzaron una parte de sus objetivos. Sobre todo porque la gente se fue con un gran bronca y una gran tristeza al no poder recibir a Perón por culpa de estos dos grupos de sinvergüenzas que ahora abonan todo con razones para explicar por que estaban allí y arrojarse mutuamente las culpas de lo sucedido. Yo creo que allí esta el signo inaugural del proceso que se desenvuelve posteriormente. Ya todo en la Argentina era de esa manera, es decir, en un pueblo que miraba atónito como se mataban dos bandos y un lugar donde Perón no estaba, ya estaba prefigurada la ausencia de Perón; la presencia de Perón hubiera significado otra cosa, su muerte o quizás otra cosa peor. Pero la ausencia de Perón significaba estos dos grupos de bandidos disputándose una cosa que ellos creían que era el poder, el lugar de Perón, sin alcanzar otra cosa más que lo que consiguieron: que la gente se fuera a sus casas y matarse entre sí cuidadosa y meticulosamente.

Aquel día en Ezeiza había tres elementos: El Imperio con sus armas, con sus asesinos, con sus ideologías que no tienen nada que ver con los otros dos elementos, que son Perón y la gente, el pueblo argentino. El destino de Perón se cumplió, no totalmente, pero se cumplió. Perón ha quedado, desde un punto de vista, detenido en un momento y desde otro punto de vista su proyección es una proyección que existe antes de su muerte, no es su muerte lo que proyecta sino su vida, incluso todos los días agrega cosas nuevas a su vida porque sigue siendo un constante descubrimiento. Un constante descubrimiento de él, de su influencia y de su interpretación de parte nuestra y también una añoranza al compararlo a Perón con sus sucesores.

El destino de esos dos grupos del Imperio también se cumplió. Desenvolvieron una guerra entre ellos que fue una guerra contra el país, independientemente de las razones que cada uno tiene para abandonar su acción, independientemente también de que no se puede poner en un mismo plano a estos bandoleros que querían asaltar la Argentina y a aquellos combatientes de las Fuerzas Armadas que combatieron con las armas en la mano. El que no se ha cumplido es el destino del pueblo argentino, que es el factor restante, lógicamente tiene un desarrollo mas lento. Hay una especie de armonía en que el desarrollo más rápido haya sido el de una persona, más lento que ese el de los dos grupos y mucho más lento aún el del pueblo. Por supuesto lento o rápido de acuerdo a como pueden medirse las cosas, que es con el curso de su vida. Lo que está desenvolviéndose ahora es eso. Somos esos mismos que estaban ahí, mirando, atónitos, aquel día en Ezeiza y con este hecho, se abre el penúltimo acto de la vida política de Juan Domingo Perón y también del antiguo peronismo, del peronismo que él creó.

12.2 El 13 de julio y el 24 de septiembre

Independientemente de las acusaciones y contraacusaciones que se han cruzado a los largo del tiempo, igualmente el 13 de julio, 23 días después del retorno, se produce el pronunciamiento de la C.G.T. y la renuncia de Cámpora. Renuncia que no fue, como dicen algunos, voluntaria e inmediata, sino que fue precipitada, de nuevo, por don Vicente Solano Lima. Las intenciones que Cámpora tenía no eran precisamente las de renuncia, pero la renuncia del vicepresidente y el “apriete” que el vicepresidente realiza sobre el presidente, lo obligan a renunciar. Estaban además los ómnibus de la C.G.T. alrededor de Gaspar Campos y la presión que ejerció fundamentalmente una sola persona que fue José Ignacio Rucci. Este fue el único instrumento con que Perón contó para hacer esta operación. Asume Lastiri, que era Presidente de la Cámara de Diputados, porque el Presidente nato de la Cámara de Senadores se fue de viaje, y se abre el nuevo proceso electoral que culmina el 24 de septiembre con el triunfo absoluto de la formula Perón-Perón. En el medio hubo entresijos. El Congreso del Partido por ejemplo, donde algunos querían resistir la fórmula, pero finalmente salió, y la fórmula Perón-Perón arrasó. Un día antes del 24 de septiembre de 1973 se acababan a cumplir 18 años justos de la caída de Perón, que fue en realidad el 23 de septiembre de 1955. A los 18 años y un día el General vuelve a ser Presidente de la República, para odio eterno de los gorilas.

12.3 La despedida

Entre el 24 de septiembre de 1973 y el 1º de julio de 1974, en esos nueve meses, Perón se dedicó, por un lado, a memorar algunas cuestiones: concurrió a la C.G.T., presidió el Congreso del Partido, concurrió a visitar al Paraguay, fue al portaaviones, cumplió con algunas obligaciones.

La infiltración en el peronismo ya era grave, se produjo la expulsión de los Montoneros de la Plaza el 1º de mayo de 1974. Previamente ya habían existido algunos incidentes en la Cámara de Diputados y con los Diputados montoneros en Olivos, en la residencia presidencial, donde la intención de estos muchachos era “apretarlo” a Perón con el artilugio de la guerra psicológica sobre López Rega o sobre Isabel, una cosa en la que nadie creía pero de la que todo el mundo hablaba inútilmente.

Ya se había empezado a crear el clima de la agitación golpista y ese clima no empezó en los cuarteles, empezó afuera, empezó en estos señores que hoy dicen que son “peronistas revolucionarios” y que no son ni peronistas ni revolucionarios. Son agentes, meramente agentes, al servicio de quien les pague. En aquel caso servían a los intereses soviéticos, como hoy sirven a los intereses cubanos, que también son soviéticos pero de segunda mano. Se devaluaron, antes recibían órdenes directas, ahora tienen un capataz. Son expulsados de la Plaza y con eso Montoneros, desde el punto de vista político, se cierra.

Perón finiquitó cada uno de los problemas con una claridad meridiana. El tema Montoneros empezó en 1968 y termino en 1974, duraron seis años, en realidad con presencia efectiva cuatro; la derrota política de los Montoneros estaba consumada y por lo tanto también estaba asegurada su derrota militar. Era lo que nosotros sosteníamos cuando decíamos que la derrota militar era una cuestión de tiempo una vez consumada la derrota política. Mucha gente no lo creía así y muchos otros decían que no lo creían así por intereses, porque también estaban ligados a un aparato de dinero muy grande y sobre todo porque los Montoneros ofrecían a los gorilas de variado pelaje la posibilidad de destruir al peronismo. Con cualquier engaña pichanga, en este caso la “revolución”, una revolución de la cual ellos hablaban y con la que no tenemos nada que ver.

Después de esto hay dos cosas para señalar. Una es el 12 de junio de 1974 que es la despedida de Perón, que manifiesta una notable presciencia de lo que va a ocurrir 18 ó 20 días después. Es la única vez en que a Perón se lo aplaudió en la Plaza, cosa muy rara. Antes se gritaba, aplaudir, no se aplaudió nunca y fue un aplauso prolongado. Después el 1º de julio, el día que se hundió todo, para millones de personas, para nosotros también. Ese día también cambió la Argentina, era muy pequeña todavía para caminar sola. Era lógico que pasara lo que pasó; después todo el mundo creyó que se abría un abismo, verdaderamente se abrió un abismo. Isabel también creyó que se abría un abismo, el problema era cuanto tiempo íbamos a durar, eso era todo y la posibilidad de que hicieran el menor daño posible a nuestro pueblo.

13. 1974-1976

El período 1974-1976, un año y ocho meses, bastó para demostrar que quedaba de la dirigencia peronista y en que situación quedaba. Ahí se vieron todas las mañas. Esos veinte meses dejaron en claro, como una radiografía, los huesos que quedaban del peronismo, y se manifestaron sin tapujos sus comportamientos. Frente a eso Isabel tocó las cumbres más altas de la capacidad de aguante, yo diría también de la capacidad de asco. Hay que hacer paralelamente una evaluación en serio de lo que fueron los veinte meses de gobierno.

Síntesis: medidas de gobierno

Todo el mundo habla mal de Celestino Rodrigo. Yo creo que Rodrigo no tuvo nada que ver con lo que vino después, muy por el contrario, se presentó un intento de parar la presión externa, que se demostró incontenible en cuanto los diques del gobierno popular se rompieron. Fueron veinte meses muy densos, no solo por la situación conflictiva, porque ya estaban los gorilas y los sinvergüenzas en el asalto al poder, sino por otros dos hechos: la lucha antisubversiva en Tucumán, el Operativo Independencia, y el intento de movilización, que consiguió un considerable crecimiento, que fueron las Mesas de Trabajo, pero que también puso de manifiesto la falta de cuadros para sostenerla. Mesas de Trabajo que en realidad eran organismos de movilización del pueblo.

Las advertencias que Isabel fue haciendo constantemente de lo que iba a ocurrir caían en el vacío, nadie entendía de qué se trataba. Se vivía en una especie de vorágine, en un clima pregolpista sin haber ninguna razón, alentado todo desde determinados sectores de poder, incluso desde algunos ministerios que estaban nominalmente en poder del peronismo, lo cual en los hechos no era cierto.

El grupo traidor más conspicuo armó también una Mesa de Trabajo en la Cámara de Diputados, que encabezaba un señor que según él afirma es Bárbaro, un grupo de canallas. La imposibilidad de Isabel Perón, era una imposibilidad del movimiento popular en la Argentina en ese momento, que además vivía un asalto desde todos los lugares del mundo. Porque estaba creciendo la ola de neocolonización. La Argentina no podía aguantar en esa situación y en ese marco.

14. 1976-1983

El 24 de marzo de 1976 termina por un lado con una larga agonía, pero por otro lado sucede en la circunstancia del vacío absoluto. Un vacío que creo Isabel ex-profeso; todos los golpes que dieron los dieron al vacío. La cúpula militar estaba dispuesta a enfrentar la movilización en defensa del gobierno, pero no pasó nada.

Así empieza el llamado Proceso de Reorganización Nacional. Verdaderamente si fue un proceso de reorganización, pero no como todo el mundo pensaba que era “reorganizar”: el problema estaba en el significado de la palabra. Sobre el proceso militar habría que hacer algunas salvedades previas. La primera de ellas, y la más importante de todas, es que ningún proceso, ni militar ni civil, ninguna dictadura, ninguna tiranía, por salvaje y sangrienta que sea, puede ocultar las tendencias de la realidad. Siempre las tendencias sociales y políticas se expresan. Se expresan como pueden, mejor o peor. A través de elementos que las expresan claramente o a través de elementos que las expresan torcidamente, pero nunca dejan de expresarse.

Entonces suponer que el período de la dictadura, del proceso de reorganización nacional en su parte militar, fue un proceso en el que no se expresaron las tendencias que se expresaron antes y que se expresaron después, es ridículo. Es una forma de ocultar la realidad y sobre todo de esconder la verdad, de “meter todo en la misma bolsa”, el decir “todo esto es la dictadura” y entonces “esto es la democracia”. ¡Ah…la democracia!, poniendo los ojos en blanco. Entonces, como toda la dictadura es mala, toda la democracia es buena. Se trata del procedimiento de blanco y negro, cuando en la realidad ni el negro ni el blanco existen, existen los grises; este es un procedimiento estrictamente de guerra psicológica que nosotros no podemos aceptar.

14.1 Las tres guerras

Estas libraron, en operaciones especiales, una lucha entre dos frentes: una contra la estructura gremial peronista y otra incluso contra sus propios camaradas de armas que pelearon con las armas en la mano, es decir, los que peleaban abiertamente contra la guerrilla. Porque estos últimos daba la casualidad que estaban también en contra el equipo económico…El objetivo final que tenía esta segunda guerra era introducir una cuña definitiva en la espina dorsal del Movimiento Nacional del futuro, era crear un odio irreconciliable entre el pueblo y las Fuerzas Armadas, aprovechando la circunstancia cierta de la guerra antisubversiva.

La naturaleza insidiosa, infame y canalla de estos grupúsculos que estuvieron al servicio de estas operaciones especiales está muy clara, esto sólo se podía hacer con estos pequeños grupos. Finalmente, la guerra de Malvinas produce una reivindicación. Esta es la tercera guerra, internacional, que se desata el 2 de abril de 1982 con la Reconquista de nuestras islas, sin disparar un tiro y ofreciendo una víctima, el capitán Giacchino. Por esta reivindicación no puede haber perdón de parte del Imperio para los que se atrevieron, no sólo por el hecho de la ocupación de Malvinas, sino además por lo que esto internamente significa, o sea la posibilidad, tanto nuestra como de los oficiales de las Fuerzas Armadas, de tener un puente que vuelva a reconstruir el Movimiento Nacional por encima de la guerra psicológica. En 1982, con Malvinas, hay una ruptura del aspecto negativo del signo del 20 de junio de 1973 en Ezeiza, que se desenvuelve hasta ahí. Aparece otro nuevo elemento, otro signo: el rescate de la Patria, de la Nación, no importa por quien fuera hecho, lo hizo la Nación Argentina, todo lo demás es accidente, por eso nosotros y todos retomamos desde allí.

Terminó la parte militar del proceso y empezó esta fantochada: la parte civil del proceso, pero hubo un “interregno” con otra cosa. La presencia de esta otra cuestión fue por un período breve, pero lo suficientemente recalcado como para que todo el mundo tenga presente su existencia. El ser nacional, la voluntad popular, dieron pruebas de su vitalidad, a pesar de todo el proceso que buscó su destrucción. Esta es una lectura de los hechos que demuestra que el tercer partido sobrevive en la Argentina. Por eso nosotros podemos decir Movimiento Nacional y va a ser Movimiento Nacional. El Movimiento Nacional existe y no es “tercer movimiento histórico”, ni “primero”, ni “cuarto”, ni “octavo”. Eso es una imbecilidad de los ex-marxistas convertidos al nacionalismo, es decir que tienen dos deformaciones en lugar de una sola, el esquematismo de unos y el elitismo de los otros.

El Movimiento Nacional es uno solo y sobre todo después de 1972, donde cambia de contenido. Perón expresa esto cuando vienen algunos a decirle que se han hecho peronistas y el les contesta: “uds. se hacen peronistas cuando yo me voy del peronismo”. Por eso dice que ahora la consigna es: “para un argentino no debe haber nada mejor que otro argentino”. Porque él, que veía lejos, veía lo que iba a pasar, cuáles serían los conflictos. Una Nación que empieza a caminar por la vida en malas condiciones objetivas, no las condiciones propias sino las impuestas, debe además enfrentar y resistir algunas pruebas, si no es capaz de resistirlas no sirve. Estará bien que muera, está probando su solidez, además de probarse también su existencia a sí misma; pero más allá de las formas que tenga, que verdaderamente no interesan. Después estamos los hombres, todos los argentinos que tratamos de darle una forma inteligible, coherente. Todo lo que el hombre pone de su razón, de su acción histórica y de su corazón o de su fe.

14.2 El significado de las tres guerras

En realidad no hay nada oscuro en el entremezclamiento de estas tres guerras. ¿Qué coexistía? Coexistía la política soviética de destrucción de la organización gremial peronista, la política liberal transideológica de enajenación de los recursos de la Argentina y de retransformación de la Argentina en colonia y una política nacional expresada oscuramente en la lucha abierta contra la subversión y en la Reconquista de Malvinas.

El mal llamado “equipo económico”, era un equipo político en realidad, extranjero, dirigido por un señor que es ciudadano extranjero y que se llama Roberto Alemann, ciudadano suizo. Este señor era quien dirigía en aquel entonces el llamado equipo económico a través de Martínez de Hoz y es el que también lo hace hoy a través de Sourrouille. Es el cerebro canceroso y maldito que esta detrás de todo esto. Este señor y otros señores, porque al decir que él es el jefe del equipo no quiere decir que los demás no son responsables, son los que imaginaron, no sólo la política económica sino el conjunto de la política. Además entregaron una parte de esa política a los agentes soviéticos, perfectamente identificados. Porque eran coincidentes sus intereses, como lo siguen siendo hoy.

Estos son los verdaderos enemigos del país, no las Fuerzas Armadas, que en su inmensa mayoría o combatieron en Malvinas o combatieron contra la subversión abiertamente, con uniforme y con las reglas de la lucha antisubversiva, que son en principio, las mismas reglas que plantea la subversión. Pero mientras peleaban en el frente, tanto interno como externo, estaban los que los apuñalaban por la espalda.

¿Cómo puede ser que mientras se peleaba en Malvinas el sr. Roberto Alemann fuera Ministro de Economía? Son incongruencias. No es que los responsables hayan sido estúpidos, sino que esto estaba todo cuajado de agentes, agentes del aparato transideológico, con rótulo soviético, con rótulo liberal, con rótulo europeo, con rótulo norteamericano. No importaban los rótulos, eran agentes del mismo plan, el plan de destrucción de la Argentina, de su recolonización. Entonces no se podía ganar la guerra contra Inglaterra, que era la misma guerra, no una guerra distinta. Las mismas centrales que sostenían la guerra abierta con Malvinas sostenían la pelea encubierta a través de las bandas terroristas de su policía política.

14.3 Propaganda dos y el plan sinárquico

En esto también se mezclan algunos otros hechos de carácter político en el orden internacional. Porque esta resistencia, que la mayor parte de las Fuerzas Armadas ofrecen al enemigo, aunque desarticuladamente, también tiene que ver con la resistencia que algunos grupos están ofreciendo para la misma época en el exterior. Este es el famoso tema de la logia Propaganda Dos. Un día “Corriere della Sera” descubrió la existencia de la masonería. ¡”Corriere della Sera”, un diario masón desde siempre, desde hace un siglo y medio! Lo que descubrió no es la existencia de la masonería, por supuesto, lo que descubrió es la existencia de un grupo financiero que estaba desviando ahorro acumulado en sus bancos, y en vez de llevarlo a invertir en el Este o a entrar en el Euromercado y en la especulación, intentaba invertirlo en los países del Sur. Y esto era un crimen. Y este fue el crimen de la Propaganda Dos.

El crimen de un grupo de hombres de negocios y de empresa que vieron la posibilidad, tanto política como económicamente, de desviar ese dinero, que iba a pasar inexorablemente al Este de Europa o a sostener la economía negra en los lavaderos de dinero de Asia o del Caribe o de Europa, hacia inversiones productivas en los países del Sur y fundamentalmente en la Argentina. ¿Y por que fundamentalmente en la Argentina? Porque el General Perón conocía a algunos de estos hombres de la Propaganda Dos. Licio Gelli, por ejemplo ¿Qué delito cometió Licio Gelli? ¿Cuál es el delito? Hasta ahora no hay ningún delito. Son todos “me parece”, “me dijeron”, “tal fulano resulta que es amigo de…”. Y resulta que es una falta grave ser amigo de un general o tener un hermano almirante. ¿En que consiste la acusación? ¿Cuál es en concreto la acusación? Es una gran nube de humo. Porque si tienen que decir la verdad tienen que autoincriminarse. Tienen que decir: “nosotros destruímos el grupo del Banco Ambrosiano, más todas sus conexiones, porque el Banco Ambrosiano más todo el grupo de interconectados que formaba parte de él lo que tenía era un plan político distinto al plan de la sinarquía”. Era enemigo del plan de la sinarquía y había que destruirlo y lo destruyeron. Sin mandato judicial, sin ningún crimen, sin ningún delito, sin ninguna contravención, ni siquiera de tránsito, el Banco Ambrosiano fue intervenido, los fondos fueron fugados y su presidente, el sr. Calvi, fue encontrado colgado debajo un puente en Londres, el puente de Blackfriars, que quiere decir “monjes negros”. Trágico “ma non troppo”, digo “ma non troppo” porque enseña. El detalle de Calvi colgado debajo de un puente en la ciudad de Londres, lejos de su Patria, es un detalle que solo se le puede ocurrir al Foreign Office.

Esos firuletes estéticos sólo se le pueden ocurrir a la mente de la oligarquía británica; que desmientan si no tienen nada que ver, pero si no tienen nada que ver que digan como fue, pero la verdad. Nadie dijo como fue. Un misterio, a lo mejor yo aparezco colgado mañana bajo un puente en Londres. Pero es como nos tiene acostumbrados Inglaterra a hacer las cosas. Esta tan claro que eso es sólo una firma; es, como dicen los policías experimentados, el “modus operandi”. La Policía Federal tiene un archivo de “modus operandi” que no es más que el archivo de los estilos delictivos. Nosotros también tenemos un archivo del “modus operandi” de estos sinvergüenzas. Y esto lleva la firma de los servicios secretos británicos, es un ejemplo para todos. Ahí lo tienen a Gelli fugado de su patria, perseguido, y no se sabe por qué. ¿Por qué estaba preso? ¿Porque era la cabeza de una logia y tenía una agenda? ¿Qué más, además de tener una agenda donde no decía otra cosa que lo que dice cualquier agenda, teléfonos, direcciones? Parece que es un delito grave tener una agenda; y tener un fichero, porque la agenda no es suficiente, puede transformarlo a uno en un delincuente internacional.

Falta todavía que la justicia italiana o cualquier otra concrete cuales son los cargos contra alguien.

Una vez liquidado el Banco Ambrosiano, el grupo Rizzoli, cuando estaban todos jugados, incautados los libros, documentos, etc. se pudo fraguar todo, pero ni siquiera eso hicieron. La famosa investigación de los tribunales italianos, como toda la manija que le han dado a los jueces en el mundo, no fue más que una acción de propaganda. Ahora parece que los jueces son el “non plus ultra”, son impolutos, puros, apolíticos. No sé quién los puso ahí, son poco menos que arcángeles que han caído en los estrados por gracia del Señor. En Italia, en Argentina, en cualquier parte del mundo. Mientras todos los miran con un ojo cerrado y el otro entrecerrado diciendo: “pero creen que uno es zonzo”. Como si uno no supiera lo que es la justicia italiana, por ejemplo, ¡Dios mío! O de otros países, que es peor, aunque tenga menos mala fama. Pero resulta que ahora para los medios de difusión los jueces son una especie de cruzados de la democracia, la pureza y el cumplimiento de la ley; sin embargo lo que tienen es un aparato de prensa a su favor y la Burocracia Transideológica, que les da cuerda y los sostiene. No es otra cosa que un aparato represivo más, no tiene ningún otro objeto, y accesoriamente, un aparato de propaganda como vemos hoy en la Argentina. Yo creo que la “logia” Propaganda Dos no era ninguna logia, era una red de relaciones donde el General Perón también tenía que ver, como parte de esas relaciones. Lógicamente se juntaban todos aquellos que están en contra de la sinarquía, independientemente de lo que pensaran políticamente, que es otra cosa. Intentan impugnar todavía a Perón diciendo que estaba en la logia Propaganda Dos. ¿Y? ¿Qué es la logia Propaganda Dos? “¡Y, son unos señores que andan con la solapa levantada y el sombrero bajo, y juntan nombres de gente…!” ¡Qué barbaridad! ¡Qué cosa rara! ¡Son peligrosos esos señores! Claro, son peligrosos sobre todo cuando desviaban 5 ó 7 ó 10 mil millones de dólares de las inversiones conducidas a sostener la sociedad esclavista industrial del Este europeo o a sostener la droga, el comercio del oro y el armamento, o a sostener las operaciones financieras del euromercado. Como no se dedicaban a ninguna de estas tres cosas, eran delincuentes. Paradójicamente, cuando los delincuentes son más la gente honesta va presa. Es como cuando gobiernan los locos, los cuerdos van al manicomio. Y nosotros vimos todo el “espanto” y la “barbaridad”, que en Italia era económica, y que aquí en la Argentina era mucho más cómica. En principio porque era traducida y en segunda instancia porque eran patéticos los esfuerzos por demostrar que la logia Propaganda Dos era la logia Propaganda Dos, la misma que decíamos antes, o sea la logia Propaganda Dos, y en esto consistía su tremenda peligrosidad: en ser la logia Propaganda Dos… si no habría que revisar todos los diarios de la época y ver donde estaba la acusación.

Sin embargo, aquí también se hundieron empresas y bancos por el solo hecho, o la mera sospecha, de haber tenido que ver alguna vez algo con alguien de la llamada logia Propaganda Dos. Rafael Trozzo, independientemente de que Rafael Trozzo fuera un banquero usurero, quizás un sinverguenza, no era un delincuente ni nada que se le parezca. Tampoco estaba fuera de lo común, lo único que pasaba es que tenia su propia moto, y esto les convenía a los “niños” del Banco Central, a los mismos que lo manejan hoy del Banco Central, del Banco de la Nación, de los bancos oficiales. Los “niños” que querían manejar la torta de la usura. Con Trozzo no se podía, entonces lo liquidaron, de la misma manera que liquidaron a otros. ¿Por qué le pegaron a Trozzo y no a otros? Y, nada más que porque tenía más plata, no porque cometiera algo al margen de la ley, porque al margen de la ley estaban todos; le pegaron a este porque era el más grande. Se podían quedar con más cosas, que fue lo que hicieron, y podían ensuciar a un montón de industriales y de empresarios que lógicamente hacían lo único que podían hacer, estar prendidos de los préstamos y de los créditos para sobrevivir. Hundieron al bote más grande para que se ahogaran la mayor cantidad de náufragos, procedimiento muy democrático. El tema Trozzo, el tema de los Greco y el tema Propaganda Dos se parecen mucho. Es una metodología que la burocracia transideológica ha empleado en todo el mundo con el pretexto de “limpiemos de coimas, que no haya peculado”, porque las coimas y el peculado son solamente de ellos. Es decir, hay que tener patente para robar, el que no la tiene está sin ley, lo pueden matar, lo pueden encarcelar. El que la tiene es un señor muy decente con una familia bien construída, etc., etc., que puede robar tranquilo. Bulgheroni por ejemplo. ¿O Bulgheroni no es tan ladrón como Trozzo? Ahora si Bulgheroni no es un ladrón, Trozzo tampoco lo es, que es lo que yo creo. ¿Pero cómo es la ley? Para algunos es delito, para otros no. Es simplemente un reacomodamiento donde no pueden existir los Trozzo, pero tampoco pueden existir los Bulgheroni, crea lo que crea Carlitos, es un problema de tiempo, nada más, si no están ligados al aparato burocrático transideológico no va. Diga lo que diga, haga lo que haga, así sea San Francisco de Asís. No va.

14.4 La continuidad del proceso

Durante este período, todo esto pasó. Es coincidente que los bolsones de resistencia, aun dentro del gobierno militar, también existieron, y eran la gran mayoría. No eran una minoría. Tenían poca expresión en la cúpula, pero mucha mayor expresión hacia abajo. El que manejaba férreamente la cosa era el llamado equipo económico, es decir, la conducción política real. Por eso el proceso sigue después de 1983, porque eso no lo tocaron, ¿A quien tocaron? Intentaron liquidar a los mismos qué inconsciente o concientemente los habían servido, cargándolos con la responsabilidad y con la culpa, no solo a ellos como personas, si no sobre todo a las instituciones que nada tenían que ver. Estos son los famosos procesos, y lo más claro de todo es ver quien era Strassera. Strassera era un señor hijo del proceso, defensor de la Corte Suprema como fiscal, de la legalidad y de la constitucionalidad de las Actas del Proceso. Hay fallos de él en este sentido, este es el dinámico fiscal de la democracia. Parece broma, pero no es Strassera solo, hay un montón. Los Rufino de Elizalde de esta época, que como en aquella época se lo llamaba no Rufino sino Rufián de Elizalde.

En esta época hay más rufianes que en aquella, que no tienen ningún problema en cambiar de saco. Y si la cosa vuelve a cambiar van a intentar cambiar de nuevo, no hay ningún problema. Han hecho muchos estragos, pero de cualquier manera van a intentar volver a cambiar.

El proceso de 1983 no es nada más que la legitimación del equipo económico, que es la conducción política real, con una fachada aparentemente política, que en realidad es la fachada de los funcionarios. El control transideológico del país se consolidó definitivamente después de la derrota de Malvinas, que si bien transitoria, significó un cambio de régimen también. Definitivamente se allanó a los resistentes y éstos eran los últimos resistentes.

Entre julio de 1982 y diciembre de 1983 se consolida el “equipoducto” que hace transitar el equipo económico del proceso civil. Lo mismo que antes no importaba quien era el General o el Coronel que estuviera poniendo la cara, ahora tampoco importa quien es el Diputado, el Ministro, el Senador o el Presidente que pone la cara. No deciden nada. Siguen decidiendo las mismas fuerzas, en el mismo sentido y con el mismo plan. El plan es uno sólo, independientemente de las formas; necesitaban la legalidad para ver el producto de su obra, y se vió el producto de su obra: el Movimiento Nacional está destruido. Ciertamente es en gran medida la obra de este grupo, que es un cáncer, con diversas metástasis ramificadas en todos los órganos del país, pero sigue siendo el núcleo central del cáncer este equipo burocrático de alto vuelo de las empresas transideológicas, por eso no agotaron todavía nuestro asombro.

14.5 El fraude de 1983

Como si todo esto fuera poco, nos terminaron dando una clase electoral en 1983 de cómo se hace la trampa. No habían tenido ningún problema en mandar a matar a quien sea, que problema iban a tener en hacer el fraude miserable que hicieron.

Decían antes, hace muchos años, en el tiempo de la serie de T.V. “Los intocables”, “el crimen no paga”. No es cierto, el crimen paga y además usa tecnología de punta. Estos delincuentes usaron la tecnología electrónica, la tecnología de computación y la tecnología de los medios de comunicación de masas y del manejo pisco-social del impacto de esta comunicación de masas, para alcanzar una cosa impensable para los mismos beneficiarios.

O sea que la Unión Cívica Radical fuera gobierno y con el Sr. Alfonsín, el más opaco, el menos inteligente, el menos político y el más imposible de los candidatos a nada de la Argentina de todas las épocas. De una nulidad absoluta. Lógicamente ese es el presidente de los transideológicos, pues necesitan una nulidad como ésa. Un hombre manejable en las cosas que importan e inmanejable en la cosas que no importan, que sólo le importan a él. Que son, a saber: como sigue haciendo lo mismo que hace, es decir usar la banda, como engorda los bolsillos de algunos de sus amigos, de su familia y de él, y como pesa en los foros internacionales, de algo parecido a la caricatura de un estadista de republica bananera. Estas son las cosas que le importan.

Para los demás tiene alguna de las ventajas necesarias: los especialistas dicen que tiene, mucha cintura política. No tiene cintura, ni política, ni tampoco la necesita. Hoy dice blanco, mañana dice negro, pasado mañana vuelve a decir blanco y traspasado dice gris, es lo mismo, no tiene importancia, porque siempre está el respaldo final del fraude para sostenerlo. Por eso decíamos que estábamos haciendo una revisión entre la década infame y la década maldita. Porque éstos son unos malditos en todo el sentido del término, son malditos porque los maldecimos, y hasta el fin de los tiempos, pero además porque como malditos que son se saben maldecidos y obran como tales y no les interesa. Por otra parte, desde un punto de vista, mejor que hayan sido ellos.

El Movimiento Nacional estaba, y sigue estando, en una situación de desgaste terrible. Pasando por un período de cambio de la peladura. La peladura, sola, muerta, queda en el camino y el Movimiento Nacional va a seguir. No sé como se llamará, pero sé que va a seguir, ahora más que nunca, más que antes todavía. Aunque tenga otras formas, va a tener la misma impronta y va a tener el mismo espíritu, porque es joven otra vez, esto es lo que ellos no pueden entender. Lo consiguen entrever entre las resacas del alcohol y de las drogas, que los impregnan y tienen mucho susto. Por eso también afilan de noche la daga. “La policía es la columna vertebral de la democracia”, dijo el Ministro del Interior. Nosotros, que somos los “corporativistas” y los “tiránicos” decíamos que la C.G.T. era la columna vertebral de nuestra democracia. Hay un poco de diferencia, digamos, sin desperdicio para la policía. Pero la policía sabe que no es democrática, obviamente, ni antidemocrática. Es simplemente policía. Es lo mismo decir “que las ventanas son la columna vertebral de las mesas”, es una cosa insólita. Pero que fue dicho por nuestro Ministro del Interior, este Maquiavelo en pijamas, que maneja chupete telefónico, algunos servicios, algunas “task forces” también y mucho dinero, que en esto consiste su política, no hay ningún secreto. Ya lo agarraron en varias, SIVAK por ejemplo, ha zafado después de dejar los 10 dedos marcados. Y eso que éste, según dicen, es el más inteligente.

15. Guardia de Hierro: el nombre de una convicción

Durante todos estos períodos se fue desarrollando Guardia de Hierro. Entró en una zona de eclipse en 1964 cuando el fallido intento de retorno del General Perón. En 1965 participamos en la preparación del viaje de Isabel, ya éramos muy poquitos.

La lucha interna de aquel entonces, que era porque la conducción sindical tuviera una política para todos en lugar de tener una política sólo para los trabajadores, sobre todo porque acatara y obedeciera las indicaciones del General Perón, gastó tremendamente al conjunto del equipo militante. Sacamos en aquel entonces un boletín, se hicieron nueve números. El último de ellos en 1965, durante el plenario de las “62 Organizaciones de Pie” en Tucumán. En este plenario había una gran mezcla. Ahí se mezclaron los “combativos” con nosotros, lo que ahora sería la “ortodoxia” con los “combativos”. Lo que después fue la CGT de los argentinos una parte estuvo ahí, todavía no estaba Ongaro. “Bancando” el viaje de Isabel y la lealtad a Perón fundamentalmente. Desde fines de 1965 hasta el golpe de La Revolución Argentina en 1966 nosotros no tuvimos prácticamente estructura alguna Los servicios de inteligencia trabajaban en la C.G.T. junto a algunos dirigentes en particular, y aquellos que éramos leales a Perón éramos “yeta”. Entonces nos encajaron el mote de zurdos porque éramos leales a Perón, éramos el verticalismo.

Después de 1966 empieza otro período, que es el período de reconstrucción de Guardia de Hierro con los nuevos cuadros, que se siguió llamando Guardia hasta el período 1970/71. Después se hizo la unidad con otras organizaciones de cuadros nacionalizadas recientemente, fundamentalmente universitarios y ahí salio la Mesa para el Trasvasamiento Generacional y después la Organización Única para el Trasvasamiento Generacional. Participamos en el proceso posterior, entre 1970 y 1976, como enemigos principales y único enemigo organizado de la infiltración marxista de los montoneros. Razón demás para que algunos servicios de inteligencia que trabajaban para ellos dijeran que éramos comunistas. En su momento firmábamos Movimiento Peronista-Núcleo Nacional, cosa que vamos a volver a hacer, para distinguir lo que es en núcleo nacional del núcleo antinacional o de los otros núcleos que no son ninguna de las dos cosas, o sea que son bosta de paloma, que no se pronuncian sobre el tema. Y estando la Patria en peligro nosotros creemos que aquello que decía Perón: cuando la patria esta en peligro hay un solo bando y si hay dos, los que están en el otro no son argentinos.

Guardia ha sido más el nombre de una idea que el nombre de una estructura o de una organización. La idea es estar al servicio de la Patria y del pueblo en todas las situaciones, esa idea con distintos nombres, de distinta manera, pero siempre con la misma línea y con la misma intencionalidad, le guste a quien le guste y no le guste a quien no le guste. Muchas veces hemos sido “molestos” para aquéllos que tenían el poder en sus manos, casi siempre, salvo con Perón. Lógicamente la propuesta de ser insobornables a esta causa es una propuesta difícil de llevar adelante, de ejecutar, y cuando se la ejecuta se ganan más enemigos que amigos, sobre todo en ciertos sectores que pelean más por intereses que por otras razones. Nosotros no queremos sacar el pan de la boca de nadie, que hagan su vida, pero que no perjudiquen a la Argentina, al pueblo argentino. Eso es todo, es así de simple.

Hacer una historia de Guardia es hacer la historia de esto, es también la historia de una resistencia. De una resistencia a ser corrompida, a entrar en la componenda, y todo esto estando en la realidad. Porque es muy fácil no entrar en ninguna si uno es un monje trapense con voto no sólo de castidad sino de silencio, la verdad que es relativamente fácil. En ese caso los enemigos que uno tiene son los demonios de adentro, los propios. Pero en esta situación uno tiene los propios demonios más todos los demonios que lo rodean. Es un poquito más complicado. Como no es la naturaleza del pueblo argentino, ni la de ningún otro pueblo, dedicarse a ser monje, que es sólo la naturaleza de algunos hombres que gracias a Dios sí existen, estar en la realidad implica estar en el medio de estos vericuetos. De cada uno de ellos hemos salido con bien, limpios, porque limpios estábamos cuando entramos y limpios estamos al salir.

Para el observador quizás sea por un lado incomprensible, por otro lado dudoso, pero son todos observadores que no hacen política, son meros observadores desde una posición cómoda en la platea. Es el cuento del acróbata violinista y el que mirándolo dice: “desafina”, esto desde nuestro punto de vista. Desde el punto de vista de Perón él nos lo dijo varias veces, nosotros teníamos que construir una retaguardia capaz de conservar y preservar la reserva suficiente para reiniciar este proceso y así fue. No sé si tenemos la reserva suficiente, no sé si podemos reiniciarlo, pero estamos en condiciones de pensarlo y no suponer que uno está loco, que tiene algunas probabilidades y este proceso no es otro que el de una Patria Justa, Libre y Soberana. No hay ningún secreto, es un secreto a voces. Por eso es notable que todos aquéllos que nos atacan, sean de donde sean, de la izquierda ideológica comprometida con los soviéticos o desde la llamada derecha ideológica comprometida a veces con los soviéticos y otras veces con Norteamérica, con Inglaterra, o desde los liberales, el problema siempre es el mismo: lo único que ocurre es que ellos “deschavan” quiénes son cuando nos atacan a nosotros. Porque a nosotros no nos tienen nada que deschavar, somos lo que somos.

Guardia es un tremendo testigo, una especie de papel tornasol en presencia del cual se revela la naturaleza del líquido que impregna el papel. Entonces hay tipos que inventan, tipos que fabulan, que escriben cartas, que piden nuestra aniquilación, pero lo único que ocurre es que revelan su propia cúpula, nada pueden revelar de nosotros porque no hay nada que ocultar ni nada que revelar, es tan simple como esto. Lógicamente lo más simple es más difícil de creer a veces, pero es así. Entonces la historia de Guardia es ésta. La historia de un grupo grande de hombres y mujeres, que sigue una causa y es persistente en esa causa. En un mundo donde aparentemente todo se derrumba, todo es deleznable, todos son corruptos, todos son sinvergüenzas, chorros, criminales o estafadores y nosotros no somos ninguna de estas cosas, hay quienes dicen: “no puede ser”. Puede ser. Es así. Y sin pagar el precio del sectarismo, por eso nos acusan de sectarios. ¿Quiénes nos acusan? Las sectas de uno o de dos miembros que andan por ahí vociferando, porque ellos no pueden entrar donde aparecen 500, 1000 ó 2000 compañeros. Ser sectarios para ellos es ser muchos y organizados, no ser sectarios es ser como ellos, delincuentes comunes dedicados a la política. Pasa con todos los compañeros que se expresan en cada lugar, más allá de que todos los compañeros no dicen lo mismo, porque nosotros no somos marxistas y no tenemos una organización férrea, es una organización muy floja, muy libre como debe ser por otra parte. Los compañeros están por convicción, no porque algunos los “apriete”. Es un camino difícil por eso.

Nosotros somos clara y decididamente antimarxistas, somos clara y decididamente antiliberales, somos clara y decididamente antinorteamericanos en la medida que Estados Unidos es parte del Imperio, somos clara y decididamente antibritánicos y somos clara y decididamente argentinos, que es lo mismo que decir todo lo otro. Y orgullosos de serlo. Y esto no se puede en una colonia, es un mal ejemplo, cómo van a estar orgullosos. Que te guste la Patria, tu gente, eso está mal, para ellos está mal. Entonces resulta que somos nazis, fascistas, corporativistas, comunistas, troskistas, cualquier cosa. Pero está bien, somos los hombres y grupos que han trabajado a favor de sus pueblos y su patria han tenido que soportar el odio y la infamia de los pequeños, de los mezquinos, de los agentes y de los logreros, eso forma parte del orgullo.

Si de golpe empezaran a hablar bien de nosotros los renovadores, los comunistas, los servicios de inteligencia, es que seguro estamos equivocados, hay que empezar a buscar dónde nos equivocamos. Si viene un señor de la CIA y otro de la KGB y nos dicen “muy bien muchachos”, ¡vámonos ya!, porque estamos en contra de la Argentina, lógicamente ellos tienen que decir que está mal. Así es el juego, y está bien que sea así el juego, hay que ponerlo en claro nada más, y aceptemos que el juego sea así, si queremos jugar este juego, sino vayámonos del otro lado para que digan: “qué buenos chicos son”.

Cuando la prensa, los informes secretos y todo eso empiezan a hablar bien de un tipo es porque se pasó al enemigo. Porque si no sería suponer que la Argentina en vez de ser una colonia es una nación libre. Evidentemente no y por lo tanto está todo manipulado.

Creo que la mejor historia de Guardia es la que está porvenir, cuando deje de ser lo que es, lo que era. Cuando contribuya realmente con su potencial humano a reconstruir el Movimiento Nacional de este período, que es lo que importa. Todo lo demás es historieta, no tiene ninguna importancia.

CUARTA PARTE
NUESTRA SITUACION: UNA ARGENTINA COLONIAL

16. Dependencia, independencia y colonia

La Argentina padece hoy una situación colonial solapada. Es solapada desde el punto de vista de lo que muchos argentinos piensan respecto de la propia condición nacional. Este tema no tiene teoría en la Argentina. Hay una teoría general en el mundo acerca de qué es la situación colonial, pero no hay una teoría acabada de cómo es la Argentina colonial, o sea de cómo es verdaderamente, la Argentina de hoy.

Vivimos en una Argentina colonial y esta es la principal cuestión a tratar si aspiramos a entender cuál es nuestra situación, es una situación nueva, en el sentido que no es equiparable, por ejemplo, a la de antes de 1943 ó a la de después de 1955. 1976 marca una línea divisoria, yo creo que en 1972 nace definitivamente la Nación Argentina y en 1976 le ponen un grillete y la hacen esclava. Existe pero es esclava. Estos dos hechos, que son fundamentales, se siguen uno al otro en una secuencia que no es causal pero tampoco causal. No hay una derivación necesaria de uno a partir del otro. Pero si uno se verifica después del otro es por alguna razón, se puede dar una explicación de política internacional, alegar que la situación de poder en el mundo era de tal o cual manera, pero ésa es una explicación desde el ojo de los poderosos, que a nosotros no nos interesa más que para descubrir cómo son ellos.

Interesa cómo es para nosotros y nosotros no podemos menos que vivirlo de esta forma: la respuesta objetiva al nacimiento de la Argentina es su esclavitud. Antes de ahora los argentinos podíamos decir que la Argentina era una nación independiente y soberana, como en nuestra época, la época peronista, donde prácticamente el problema nacional había comenzado a desaparecer como problema, en la medida en que la entidad nacional estaba a un nivel de organización y de realización muy alto, ya que la nación no se realiza por el mero cuidado de sus fronteras o por rendirle homenaje a sus símbolos, cosa que está bien, pero no es el problema fundamental. Si es sólo eso, es la pura forma. Pero si eso tiene el contenido de la organización en profundidad de la sociedad, en función de la existencia permanente de la nación, cobra entonces su verdadero significado y los símbolos son símbolos verdaderos, y las fronteras también tienen un significado a partir de esa circunstancia. También podemos decir que la Argentina posterior a 1955 pasó de ser una Argentina independiente a ser una Argentina dependiente, del mismo modo lo era antes de 1943, aunque algunos la calificaron de otra forma. Por ejemplo unos dijeron que era: “agro-exportadora”, el frondicismo acuñó este término, en realidad es un término que no significaba nada. EE.UU. también es agro-exportador…

La Argentina de antes de 1943 era también dependiente, para establecer un parámetro nominal. Tenía una relación con el sistema imperial que era una relación no de iguales, pero tampoco de subordinación total, conservaba una relativa independencia y soberanía. Después del 55 se volvió a un sistema similar. La relación era, desde un punto de vista, relativamente estable; desde otro, permanentemente inestable, ya que la Argentina pugnaba por ser totalmente independiente debido a la existencia y naturaleza del movimiento nacional. Esto después de 1976 se modifica sustancialmente. La Argentina no es más una nación dependiente, puesto que no tiene soberanía ni independencia alguna. Es decir, se han destruido las bases sociales de la existencia de la dependencia y por lo tanto también de la independencia, para estatuir únicamente las bases de la colonización.

Ha sido destruido este complejo de dependencia-independencia, que de algún modo era una dialéctica aceptable para la construcción de la nación porque en dichos casos siempre ella estaba presente. El rasgo fundamental, el trasfondo, el telón de fondo sobre el cual ocurrían los hechos, era la nación. Ahora ya no existe más ese telón de fondo. Por ejemplo, en otras épocas se hablaba -no nosotros, pero se hablaba-.

Los comunistas, en el trabajo que hicieron recientemente hacen una “crítica” de su política que es algo realmente increíble, totalmente fantástico, además de contener numerosas “teorías” absolutamente peregrinas. Vaya un ejemplo “…en aquél momento y hasta bien entrada la década del ´60 –está hablando del ´43 en adelante- se caracteriza a la estructura como semifeudal, cosa que no se correspondía con la realidad, no se percataban que la “revolución burguesa” se estaba dando con el peronismo…”.

Uno al leer cosas como ésta se pregunta: ¿se trata de una “autocrítica” o de otra estupidez? Pero basta terminar el párrafo para salir de dudas: se trata de sólo de estupideces. Una de las cosas que señalan como fundamentales ¡es que desaparecieron los almaceneros de ramos generales! No se puede creer…“ Por tanto, el problema de los problemas no era como se proclamaba entonces, la cuestión de la tierra, sino la liberación nacional social…” (¡!). Y entonces critican: “los errores cometidos en la caracterización de la estructura llevaron también a errores en el plano político: buscaron alianzas erróneas con clases burguesas y partidos burgueses; se trasladó mecánicamente la experiencia del frente antifascista y del frente democrático, válidos para Europa y tal vez para otras partes pero no para nuestro país. Es cierto que no era fácil orientarse por las complicaciones objetivas con que presentaba el fenómeno social (¿?) pero eso no exime de responsabilidades, a nuestro modo de ver no fue justo caracterizar al peronismo como filo-nazi (¡ah…!), por más que el propio Perón viniera de ese campo (¿de qué campo?)”. Continúa luego con la liquidación de Codovilla y la reivindicación de Juan José Real ambos muertos, naturalmente… El final del capítulo del que se extraen las presentes citas no tiene desperdicio: “Las luchas obreras y populares fueron acorralando a la dictadura la que se vio obligada a tratar de tomar oxígeno a través del caso (sic) Malvinas. Esto dio lugar a una nueva situación en la lucha antiimperialista, y finalmente las masas conquistaron la democracia y advino el gobierno de Alfonsín con su plan Austral…”. ¿Qué es esto? Es todo para confundir, es una pobre pero contribución al fin para sembrar la confusión general, a estas cosas es necesario contestarlas drásticamente: hay que decir lo que estos señores son, unos sinvergüenzas y unos canallas de la “burguesía nacional”. Eran aquéllos que de algún modo, con su trabajo, con la ayuda del Estado Nacional, con los créditos que éste les daba, y con el trabajo organizado de los argentinos, habían conseguido armar empresas industriales, comerciales y agropecuarias, pero fundamentalmente industriales. Esas empresas tenían un valor importante, daban trabajo a 4 ó 5 millones de argentinos, en una época en que la población nacional no era de 30 millones sino de 20 millones. Esos 4 ó 5 millones de trabajadores representaban junto con sus familias 16 millones de personas, era la inmensa mayoría del país, y eso, que algunos llamaron “burguesía nacional”, hoy también ha desaparecido.

Igual ha sucedido con todos aquellos sectores sociales que mantienen a la “nación dependiente”. La oligarquía argentina desaparece como un sector social con el proceso peronista, no puede reaparecer después de 1955 y hoy ya no queda nada de ella (2).

17. Las burocracias transideológicas

Estos sectores sociales a los que aludíamos han sido reemplazados por empleados, por burócratas. Esto se puede resumir ejemplarmente en el estado, porque es el que resume el conjunto de todos los elementos de la colonia.

La Argentina tiene hoy un Estado Burocrático Transideológico, este Estado Burocrático Transideológico incluye a las empresas llamadas “argentinas”, también denominadas como las de los “capitanes de la industria”, cuyo correlato son los “capitanes del sindicalismo”, los políticos, etc. Es todo más o menos lo mismo. Porque no hay ningún otro elemento que contenga poder real. Detrás de todo está el imperio, que es lo que sostiene en realidad el tinglado. Verdaderamente todo está apoyado en la organización burocrática del estado y en la organización burocrática de todo, son todos funcionarios. El señor Blaquier es un funcionario de Ledesma, como el señor Bulgheroni es funcionario del Banco Palmares, de papel del Tucumán o de Bridas. Son todos a su vez y en realidad funcionarios de las empresas transideológicas que sostienen a esas empresas, de las cuales son propietarias, tenedoras o modélicas, porque éste es el modelo al que los señores adscriben: la nueva división internacional del trabajo.

Aquí se ha instaurado esta cosa que denomino “burocracia transideológica” y que incluye entonces al Estado, a las cúpulas de los partidos políticos, a los ejecutivos de las empresas transideológicas y a los de las empresas que se dicen nacionales pero que en realidad son todas dependientes del mismo aparato transideológico. La característica fundamental de todos ellos es que son funcionarios que cobran un sueldo por cumplir una función y punto. No son dueños de nada. No tienen intereses. Sus intereses son estrictamente “gremiales”, es decir, de un sueldo de 5000 dólares ó de 50.000 dólares. Su función puede aparentar poder o no, puede ir acompañada de honores o no, es lo mismo: siempre se trata de un burócrata. Su inquietud, como la de cualquier empleado, es no perder el empleo. Este es un dato esencial para la caracterización en profundidad de la situación actual y del régimen actual.

Hasta el ´45 la oligarquía tenía intereses concretos y tenía que ver con el país, independientemente del juicio que nos merezca el cómo trataron su patrimonio. Después del ´55 la burguesía industrial, los sectores que se beneficiaron con la industria tuvieron el mismo rol, también tenían intereses reales, estaban ligados a la Argentina a su mercado interno, ligados a la tierra y a la historia de alguna manera. Eran argentinos. Estos nuevos especímenes no son argentinos ni son nada, son transnacionales, son transideológicos, pertenecen a una cosa que flota, no tienen otro interés que el salario y la “gerenciación” del poder delegado. Muchos de ellos ganan salarios aquí, otros en las Naciones Unidas, o en un organismo internacional, son intercambiables, se consideran a sí mismos ciudadanos del mundo. Lo que pasa es que vienen aquí y viven en el Sheraton. Van a Brasil y viven en el Sheraton. Van a Estados Unidos y viven en el Sheraton, en realidad tienen razón, si es todo igual. ¿Cuál es la diferencia? Se sirven el mismo menú, es el mismo ambiente, la misma clase de gente, aire climatizado en todos lados, viven en una burbuja. Igual que si fueran criados en una estación espacial. Lo único que los motoriza es el sueldo, vivir bien.

¿Pero vivir bien qué significa? Son unos conejitos que tienen que hacer un trabajo en el laberinto para que le den de comer. Resulta que en el trabajo que hace en el laberinto, el conejito usa la misma cantidad de energía que repone después comiendo, cuando termina de comer tiene que empezar de nuevo; es un sistema cerrado que gasta todo lo que produce, por lo tanto no produce nada. Esta gente en realidad ¿para qué quiere la plata? Le tiran “ondas”, la onda del yate, la onda del “country”, la onda del Peugeot 505, la onda del video…Todo lo que el tipo gana, que se esfuerza ciertamente por hacerlo, es todo para eso, y esto es lo que hipoteca totalmente. Es el viejo sistema del vale, pero más sofisticado, aunque creo que bastante peor. En el otro por lo menos tenían que usar el látigo y el chumbo. Pero de vez en cuando los muchachos se cargaban a alguno y andá a cantarle a Gardel. Pero estos no tienen glóbulos rojos, es el producto transideológico, el hombre transideológico, transnacional, transistémico.

18. Democracia política y bipartidismo

De todos modos, el que resume los elementos de la colonia es el Estado. De ahí que se proponga la organización del acceso al Estado también es un modo colonial. Para ellos “el acceso al Estado es por vía de los partidos políticos”, “la participación popular es por vía de los partidos políticos”, ¡únicamente! Por eso cuando dicen “democracia” dicen “democracia política”. ¿Qué papel juegan los políticos en esta Argentina? Pues ¡son aquéllos que tienen aspiración de integrarse en el sistema de administración de la colonia! Es decir, son aspirantes a burócratas. El mero hecho de pensar, de entender la realidad política, la realidad estructural de la política, de este modo, contiene ya la colonia, éste es el pensamiento colonial, que se expresa en el bipartidismo.

¿En qué consiste el “bipartidismo”? en la existencia de un partido “A” y otro partido “B”. Es decir, que sólo se diferencian por una letra. O por un color, como era en Bizancio, los “blancos” y los “verdes”. En Bizancio existían dos partidos, el blanco y el verde, que en realidad eran los colores con que competían en las carreras del hipódromo. Incluso hubo una revolución de los verdes, en la época de Justiniano, que era blanco. Pero todo era una cuestión de hipódromo, de “escudería”, mantenido por los “señores”: habían unos que “ponían” para los blancos, otros para los verdes, sostenían las hinchadas, etc.

Hay quienes afirman que Bizancio es un antecedente del modelo soviético; yo creo que sí, pero también lo es del modelo occidental, porque entre los dos no hay ninguna diferencia. No hablo del occidente antiguo, sino del moderno, del contemporáneo, es decir, del modelo británico. Ellos no tienen la historia de Roma: los ingleses no son romanos, son bárbaros. Bárbaros civilizados tardíamente por el arrianismo, además, como aristócratas que son. Su cultura no pasó por Roma, o si pasó lo hizo con los ojos cerrados, no vio nada. “Sacudió después sus sandalias al salir”, como decían los antiguos. Es decir, en rigor esto en Inglaterra es la historia de un olvido. En todo sentido, la romanidad como también la cristiandad obviamente, por eso todos los sucesores de Roma fueron sus enemigos, siempre y en todo sentido.

Ellos afirman estar más cerca de los griegos, por eso en Eaton o en Oxford les hacen estudiar griego, componer en griego, hablar en griego clásico. Pero esto es una fantasía, una “engaña pichanga”, pues se trata de otros griegos, de los cuales ellos quieren introducir los componentes ideológicos, el principal de los cuales es el despotismo. Occidente no es despótico pero ellos sí. Despótico de esa manera que algunos llaman “oriental”, pero que en realidad no es oriental, sino griega… No hay tal despotismo oriental, eso es mentira. Lo que en realidad ha habido es una franja, en el borde oriental de Europa, en el borde “ecumene” mediterráneo, que se dedicó al cultivo del despotismo una vez que el “ecumene” mediterráneo se derrumbó. Esto es Bizancio, éste es el sello de la Sublime Puerta –que ha dejado una marca importante en Occidente, la cual generalmente no se tiene en cuenta. El Turco, lo que en el Siglo de Oro llamaban el Turco, que ha tenido bastante influencia a través de Francia sobre todo, que fue su aliado permanente, desde el siglo XVI hasta el siglo XX en que cayó el imperio, en 1919. Al mismo tiempo que los ingleses eran aliados de los rusos, en un sistema de equilibrio que quedó consolidado en el Congreso de Viena de 1815.

19. El plan del imperio

Volviendo a la descripción que veníamos haciendo de nuestra situación, ¿por qué afirmamos estar ante una situación totalmente nueva, no comparable, por ejemplo, con la Argentina anterior a 1943? Porque el Imperio, en principio, no se proponía las cosas que hoy se propone, que es abrogar las independencias nacionales en todo el mundo periférico. Y esto tanto como “ideología oficial” cuanto como práctica política, en la política internacional y en la política de penetración, en la política económica, en la política social, en la política cultural. Ellos necesitan la homogeneización del planeta, lo cual requiere la liquidación de toda heterogeneidad: de allí la lucha cultural.

Pero todo esto viene marcado por exigencias más profundas, que son exigencias de su propia organización y desarrollo. No sé si se trata de exigencias más profundas en realidad, pero sí seguramente menos visibles. Ellos en realidad están capeando una crisis que nos abarca en tanto los abarca a ellos, que es una crisis de acumulación de capital. Esta crisis puede servir para dos cosas: para destruirlos o para pegar un salto hacia delante. Para poder pegar un salto hacia delante, en principio, debían hacer algunas cosas. La primera era retransformar el conjunto del sistema productivo. Y esto es lo que hicieron, porque lo necesitaban para poder reinvertir “económicamente”, dicho en el sentido de “rentablemente”. Y aquí es donde aparece la nueva división internacional del trabajo, que en realidad no es tal, sólo es la forma en que las empresas transideológicas se autoorganizan.

Esta realidad y este proyecto de abrogación de las independencias nacionales es una diferencia externa fundamental a anteriores etapas vividas por nosotros. En este mundo que proyectan no hay lugar para los pueblos, porque además no necesitan la mano de obra como la necesitaban antes, encima la tienen que alimentar. Entonces creo que esta nueva división del trabajo y todo su correlato, apunta a un genocidio de más de 2.000 millones de seres humanos. Es lo que ellos proponían en la “Trilateral Comission”. La muerte es siempre una sola para el que muere. Pero para ellos, que la reparten, puede tener varias formas.

Que es por ejemplo lo que están haciendo en África con el hambre. Son los cuatro jinetes del Apocalipsis: hambre, peste, guerra y muerte. También en el medio del plan está la contraconcepción, el control de la natalidad, la homosexualidad. Todo tiene que ver. Lyndon La Rouche dice una cosa cierta: la principal producción del hombre, incluso vista desde la perspectiva económica, es el hombre, es producir más gente. Esta es también nuestra concepción, para otros la principal producción del hombre son cosas, este es el conflicto principal con los pueblos y con las organizaciones, grupos, sectores y personas que contribuyen el Movimiento Nacional. Porque el Movimiento Nacional no puede sino pensar eso.

20. Los aspectos de la nueva situación

En esta nueva situación que describo no sólo hay diferencias estructurales con etapas anteriores, sino también las hay jurídicas, y graves, tales como remitir los juicios eventuales sobre la deuda de empresas argentinas a tribunales extranjeros. Este es el caso de Y.P.F., de Aerolíneas Argentinas. Este plan que ahora se despliega estaba ya pensado desde algunos años atrás. Algunas de estas cosas se las ve en estricta continuidad con decisiones del gobierno del sinvergüenza Illia, del buen doctor de Cruz del Eje. Como por ejemplo la renuncia de Argentina al derecho de Patronato.

Fue el gobierno de Illia el que renunció a este derecho que consistía en el nombramiento de los obispos por parte del Senado de la Nación. Esto fue una renuncia unilateral que aceptó la Santa Sede, aunque no había sido gestionada, para nada, por ella. Y se trataba de un derecho recibido de España e irrenunciable por lo tanto. Se trató de un acto de declinación de la soberanía por un lado, y también un acto en contra de nuestra propia cultura al establecer la “separación”, como ellos dicen, de la Iglesia y del Estado.

En realidad ya desde entonces algunos “cerebros” estaban incubando este Estado de hoy; entre esos adelantados de la colonia estaba sin duda el doctor Illia. Y ahora con la anunciada reforma constitucional, se proponen proporcionar el andamiaje jurídico que ha de regir, bendecir y estatuir definitivamente -para ellos- el sistema colonial en la Argentina.

En definitiva, es en esto en lo que se basa el sistema colonial contemporáneo: colonias con apariencias de naciones. Como la mayoría de las naciones de África y de algunas bastantes de América, como es también el caso de Guyana, Trinidad Tobago, Barbados, Jamaica, en todos estos países existe la misma ficción de aquí. Y más colonias son cuanto mayor es la ficción, cuanto más “real” es la ficción. Porque si la ficción es más perfecta, lo que hace es profundizar la naturaleza colonial; no la mitiga sino al revés. Todo esto es posible naturalmente por el tremendo control que tengan sobre colonia. Pero la realidad es que todo el sistema institucional no es entonces más que un tinglado, una escenografía.

Lo que pasa con la Argentina es que hay un detalle muy grande, que la diferencia. La Argentina es una Nación, éste es el problema para ellos, no quiero decir con esto que los demás países no lo sean, están en un grado de desarrollo en este proceso de gestión, no sé si algunos de ellos ya van a lograr alcanzar esa posibilidad: el nacimiento. Pero Argentina ya lo alcanzó. Entonces el problema de la Argentina es recuperarse a partir de una experiencia cierta. O sea recuperar la forma por vía del contenido, dicho en términos muy groseros y de comparación simple. Se olvidan, cuando montan la escenografía, es decir, no es que se olviden, sino que necesariamente no puede estar adentro, de una cuestión que es el nacionalismo. Cuando digo nacionalismo no me refiero a las capillas nacionalistas, sino al nacionalismo tal cual es. Y al nacionalismo de una colonia además.

Destruyen el movimiento nacional preexistente porque destruyen sus bases, sociales, materiales, ideológicas, culturales, etc. Y creen que de esa manera han conjurado el riesgo. En realidad han abierto un interrogante, para ellos también, aunque también para nosotros, que es cuál va a ser la forma que va a tener el Movimiento Nacional del futuro. Pero no quiere decir esto que han terminado con la existencia del Movimiento Nacional. No, han terminado con una forma nada más, como siempre se quedan a la mitad, no pueden ir hasta lo más profundo del tema porque sería ponerse de este lado y si se ponen de este lado no están del de ellos, entonces es imposible. Tienen que rechazarlo, decir que el Movimiento Nacional no existe más. Están en esta situación, muestran los huesos del Movimiento Nacional y dicen: “¿ven? Aquí está, está muerto”. Y la gente dice: “yo veo los huesos pero no creo que esté muerto”. Nada de eso está muerto. El Movimiento Nacional es proteico, va adquiriendo las formas que le son necesarias para el cumplimiento de su objetivo histórico, sobre todo en la Argentina. De cualquier manera yo creo que desde el punto de vista jurídico quieren conformar el estatuto del coloniaje. El arreglo de Malvinas por ejemplo, tiene que ver con esto. Los argentinos como Rajneri y su reemplazante en el diario “Río Negro”, James Neilson, dicen: “terminemos con esto que es una farsa, un invento, las Malvinas son inglesas”.

21. La colonia: una sociedad enferma

Lo dicen en el vacío, en el más absoluto vacío, no se lo dicen a nadie, no es un diálogo, es un monólogo, como todo lo que ellos hacen. Como cuando Alfonsín habla por televisión, no hay ningún diálogo, monologan. Porque la sociedad colonial, aún para ellos, que son sus beneficiarios únicos, es realmente una sociedad enferma. En la Argentina, con la posibilidad de la conciencia de la enfermedad; en otros lugares es enferma y sus integrantes no saben por qué, en el Congo, en Trinidad Tobago, en Chile. Chile es una sociedad enferma y su gente no sabe por qué está enferma, si se les pregunta dirían que Pinochet es la enfermedad; y se equivocan, confunden los síntomas con la enfermedad; enfermedad que no se puede comprender sin saber de los vascos propietarios del Valle de Santiago, los “momios”, sin descubrir que el pueblo chileno nunca votó, porque siempre hubo voto calificado, sin preguntarse por qué existía el P.C. más grande del continente y la masonería más poderosa y el pueblo más depauperado. Es un grado de enfermedad profunda, individual y de los grupos sociales. Pero en cambio en la Argentina sí podemos saber por qué, porque la razón de la enfermedad es la proscripción de la Nación. Esta proscripción que es también una proscripción profunda y en todos los planos, es la que enferma a la gente. Son todos monologantes, no tienen ningún interlocutor y no lo tienen no porque hablen consigo mismo. ¿Con qué consigo mismo hablan? ¿Quién es el otro con el que hablan? El otro con el que hablan es su propio demonio, su fantasía, su sueño, dicho de otra manera, su locura. Es una realidad de la Argentina de hoy que avanza la locura; pero un tipo de locura, además, que es la esquizofrenia. El argentino de antes de 1943 tenía otras características a pesar de vivir proscripto. En aquél tiempo había dos argentinas, la Argentina de la ciudad de Buenos Aires y la del Interior.

En la ciudad de Buenos Aires, la ficción del modelo dependiente, ya para 1943 no era así para el conjunto de la población de Buenos Aires, sino sólo para algunas capas de la sociedad, como se confirmó en 1946, por eso Perón triunfó en todos lados. Y en el interior de la Argentina se resistió a esta ficción, de diversa manera, siendo radicales y dentro del radicalismo siendo “lencinistas” o siendo “cantonistas”, o como eran los entrerrianos o los cordobeses. El partido radical también fue así en esa época, con núcleos de resistencia a Buenos Aires anteriores a la reconquista de la Capital por el interior, proceso que se empieza a cumplir de 1930 en adelante y que para 1943 ya está completo.

Estos argentinos resistían a Buenos Aires y vivían en Buenos Aires, la ocupaban en realidad, y no tenían nada que ver con esa ficción que se desarrollaba ante sus ojos. Eran en última instancia, del “Ud. ya votó”.

El trabajador industrial en la ciudad de Buenos Aires o de lo que fue el principio del Gran Buenos Aires atravesaba la misma situación del peón de la provincia de Buenos Aires, de Córdoba o de Salta. Esto termina en 1946 cuando todos estos marginales conquistan la ciudad. La conquista de la ciudad se hace eficazmente y desaparece la escenografía, la primera lluvia se la llevó. Era “papier maché”. Pero aquel argentino en aquellas condiciones, no estaba loco, sabía de qué se trataba, sabía que lo habían marginado a propósito, si no no habría habido Perón ni 17 de octubre. No era un tipo que tenía dividido el mundo. Además existían dos diálogos, en sectores que entre sí no dialogaban. Había un diálogo del pueblo y otro diálogo de los sectores ligados a la ficción imperial y había también algunos puentes de conexión, no era una división tajante. Era un universo diferente, donde también había suicidios, pero más impulsados por la miseria que los angustia.

La absoluta pérdida de fe en el futuro es una característica actual; en esa época existía esa fe. Aunque en lo inmediato vieran la cosa muy negra, pensaban por lo menos qué querían que fueran sus hijos, cosa que hoy nadie piensa. Lógico ¿cuál es el horizonte? Drogadicto, emigrante, fracasado, ¿qué otra cosa?

22. La emigración, otra característica de la colonia

El mejor destino es emigrar. Irse a Estados Unidos, a Australia, o a Brasil. Todos modelos de papel “maché”, de mentira. Pero es la tendencia a la emigración a la metrópoli otra de las características de la colonia. El centro metropolitano atrae también a la población. El emigrante parte de una situación que para él es objetiva. Y es que la Nación no existe y que “para estar aquí, mejor estar en Nueva York”, o en Los Ángeles, y la verdad que tiene un grado de certeza. Esto es lo mismo para el “mojado” mexicano o para el puertorriqueño. Porque se puede aguantar la “malaria”, la miseria, si está construyendo algo, pero si no está construyendo nada ¿por qué se la va a aguantar?, ¿a nombre de qué cosa? Es un intento individual de reintegrarse. El emigrante se re-integra, de una manera también enferma. Se “ghetifica”, pero en principio no le importa. Pero yo no lo veo como una fuga, es mucho más que eso, es la aceptación de la situación, no es la rebeldía frente a la situación. Y dentro de la aceptación de la situación, una cosa razonable. Lo que él no hace es decir “esta situación puede cambiar”. No lo hace, ni lo piensa. Toda la ideología que le han vendido, toda la guerra psicológica, lo induce a que no lo piense, lo hace migrar. Porque el imperio no necesita aquí 30 millones de habitantes, necesita 15 ó 10. ¿Para qué 30 millones de habitantes con un grado de homogeneidad que ya tiene? No. Ellos de esta manera se están cubriendo de la futura existencia del Movimiento Nacional.

Después vendrá el redoblamiento, con etnías distintas y de acuerdo a un plan de equilibrio étnico -mejor dicho de desequilibrio- para la Nación: étnico, cultural, etc. que bloquee o impida los intentos de realizar una política, para lo cual se necesita una cierta generalización cultural, idiomática, de costumbres, etc. Estas modificaciones estructurales y culturales también se observan en los países centrales. Porque los países del centro también son colonizados. Los países centrales tienen zonas de colonización interna, unas más favorecidas y otras más desfavorecidas.

El desplazamiento de los ejes de poder interno de EEUU es un ejemplo: el despoblamiento de Detroit, de Pittsburg, relacionados con la caída del acero, de los ferrocarriles, de los automotores, y el desplazamiento de la población al oeste con el crecimiento de otro tipo de estructura industrial. La nueva industria, que tiene otra capacidad de concentración industrial, otra capacidad de concentración de capital y también otra forma distinta de concentración de población. Eso pasa en EEUU, en Canadá, en Europa Occidental como unidad. Hay zonas desfavorecidas en grado distinto como en Grecia, España, Portugal, Finlandia. Hay otras zonas más favorecidas como el norte de Italia, Alemania, Francia, Bélgica, Holanda y luego el otro centro que es Dinamarca, Suecia y Noruega. Los argentinos sentimos que este problema no es sólo nuestro, sino que está diseminado en todos lados, sobre todo en la faz cultural. Nadie puede ignorar que el problema cultural profundo, crisis de identidad, esquizofrenia, no se resuelve saliendo de las fronteras.

Pero el emigrante, siendo un extranjero, en otro lado puede tener una memoria de la Argentina no afectada por la realidad, puede reintegrar su personalidad sin elementos de desequilibrio. En cambio si vive aquí, como el núcleo de su personalidad es la Nación, el marco de construcción de su identidad es la Nación, sufre los avatares de la Nación. El tipo enloquece, la memoria que tiene nada tiene que ver con lo que es. Después vienen las nuevas generaciones, que viven en lo que es, no tienen esa memoria, ya son otra cosa, la fractura es profunda, peor que la transculturación. El emigrante puede aceptar la transculturación como una necesidad finalmente, impuesta, pero guarda una cosa para él, es portador de una cultura.

23. El lenguaje y los medios de comunicación

Otra característica de la situación colonial, que se expresa después en los comportamientos, es el vaciamiento que se ha operado en el lenguaje. No es lo mismo un lenguaje pensado para ser monologal, que un lenguaje pensado para ser oído y respondido, para ser común, dialogado.

Los “operadores” coloniales han pensado toda una terminología y toda una construcción, a la que nos tiene acostumbrados este periodismo llamado de “batalla”, de batalla en el sentido que es de “tres al cuarto”. Es en realidad el mecanismo de la televisión. Un mecanismo siempre sin respuesta, siempre frente al ojo pero sin ninguna conexión, no hay diálogo, es imposible. Siempre son monólogos, cosas que un tipo dice. ¿A quién se las dice?, no se sabe, en realidad no se las dice a nadie, se las dice a un modelo estadístico, finalmente es un diálogo con ellos mismos, no entre ellos sino con ellos mismos. Es una cosa que un tipo se dice a sí mismo frente a una cámara o en una columna de un periódico, pero que en realidad va dirigido a nadie, no va a establecer ninguna comunicación. Claro, tiene influencia, pero eso no quiere decir que vaya a establecer ninguna comunicación, lo único que quiere decir es que influye. Influye en algunos comportamientos, en los criterios de verdad, o de realidad, más que de verdad. El hombre cae en la trampa de creer que la televisión es como el ojo. La televisión, en la medida que transfiere el ojo a la cámara, transfiere el cerebro al aparato de televisión. Es una extensión: no es sólo lo que se ve, sino también el resto del funcionamiento que se impone al cerebro mediante lo que se ve. El hombre, cuando ve televisión, asimila lo que pasa en la pantalla a lo que pasa en su cerebro. La sensación de la televisión es similar a la de ver el cerebro del lado de adentro. De ahí a decir que esto es lo que veo pero no en la pantalla sino en la cámara, que no es lo mismo, y deducir que es el criterio de verdad, hay un paso. Que es lo mismo que decir que todo lo que veo es verdad. Todo lo que veo no es verdad, pero yo tengo criterio para distinguir lo que es verdad de lo que es menos verdad. Desde ellos, desde el televisor, es la construcción programada. Ahora, los que la emiten también lo creen, porque precisamente en esto consiste el mundo colonial, en que aquellos que crean la ficción para los demás creen también en ella; ésta es la penetración cultural e ideológica. Consiste en que los que dicen que creen que la democracia es esta democracia renga, insuficiente y absurda, lo creen de verdad, no de mentira. Son argentinos colonizados, y éste es el problema. Que lo crean no los hace mejores, al contrario, los hace portadores de la enfermedad. Portadores enfermos a un grado tal que creen en esta ficción. Son los que han pasado la barrera entre la fantasía y la realidad y viven en la fantasía.

Son esquizofrénicos, como aquel hombre que estando en una habitación y pensando salir al jardín se mete en el ropero. Por ejemplo, primero dijeron que Martínez de Hoz vino a modernizar el país; luego dijeron que fracasó. Ambas son mentiras, pero no son la misma mentira. Cuando dijeron “fracasó” era porque había que seguir el proceso de Martínez de Hoz, lo que viene ahora no va a fracasar, es la profundización de aquel mismo proceso. Desde el punto de vista del curso lógico tiene un grado de certeza, un grado formal de verdad, con la diferencia de que está cambiando de signo. ¿Ellos a qué llaman “modernización”? A la colonización. Ser “moderno” es ser colonizado, la modernidad es la colonización del mundo, sobre todo del mundo periférico. Entonces Martínez de Hoz fracasó porque no terminó el proceso de recolonización. ¿Quién lo termina y lo culmina? Alfonsín. El proceso anterior era, desde el punto de vista de ellos, imperfecto -aunque necesario- porque no reunía los elementos aparentes de la legitimidad para que el tinglado fuera aceptado. Esto pensando desde una racionalidad que no es la de los que lo dicen, que lo dicen en serio. El curso lógico de su pensar revela que tampoco es un pensar sino un repetir; un pensar que carece por completo de profundidad. Piensan de un modo análogo a como la mancha de aceite se extiende sobre la superficie del agua: no se mezcla nunca. Su pensar no penetra más allá de la corteza cerebral. Es la “doxa”, una opinión sin verdad que puede tener un encadenamiento lógico en sí mismo, pero no guarda ninguna relación con la realidad profunda, es decir con la verdad. Es un pensar que se queda en la corteza, en lo más formal de todo, en lo más externo. En principio porque el vaciamiento del lenguaje hace que no haya ningún acuerdo. Por ejemplo, ¿qué significa modernidad? Son todas incógnitas, tienen significados crípticos en tanto son significados fonológicos, de un monólogo. La develación de su significado profundo se establecería recién si hubiera un diálogo, que demostraría la incoherencia de ese discurso. Por eso no pueden dialogar, y por eso los medios de comunicación son sólo de una vía, no son medios de comunicación, son estrictamente medios de propaganda. “El mejor chocolate, es el chocolate tal”. ¿Y por qué? Porque lo dicen así, no hay ninguna razón, a fuerza de repetir, repetir y repetir.

Se puede repetir la gansada más grande, la estupidez más absoluta, basta nada más que guarde coherencia consigo misma. Eso no se corresponde ni con la realidad, ni con la verdad, pero no interesa, en realidad son todas afirmaciones. Está inhibido el diálogo a partir de que es imposible, porque no hay ninguna pregunta; no es la respuesta una pregunta, ni es tampoco el lanzamiento de una pregunta.

Es decir, con este tipo de lenguaje o de pensar es imposible también una hermenéutica. No develaría nada en realidad. O lo que revelaría es su nada, éste es el secreto de la aculturación, y de la falta de formación política hoy tan extendida. Dicen cualquier cosa, total es lo mismo, no hay confrontación. Hay una instrumentalización absoluta del lenguaje, que ha perdido todo contenido sagrado, ritual, de toda naturaleza, aún y sobre todo, su contenido cotidiano.

Este fenómeno del tema de la propaganda y de la apariencia de verdad es el tema de la alegoría de la caverna, es un tema universal más allá de las formas perversas que adquiere contemporáneamente. Leyendo a Platón uno se da cuenta que el problema que él plantea es muy parecido. Pero lo que para Platón era casi una discusión escolástica para nosotros es una discusión vital. Vital esencial porque los hombres se mueren, siguen caminando, siguen respirando, pero están muertos. Son “zombies”. Han perdido lo que el Código Civil señala cuando define qué es persona humana: “aquélla que presenta firmes características de humanidad”. A no ser que redefinamos el término humanidad.

24. La televisión: el gendarme

Perón dice en “El Modelo Argentino” que este problema de los medios de comunicación crea nueva patología, que no es ni física ni psíquica. Porque primero es cultural. Es un nivel del “mores”, de las costumbres, donde en primera instancia se produce el problema, después vienen las patologías psíquicas y físicas. Aunque la palabra costumbres no llega a expresar cabalmente lo que expresa la palabra “mores”. Alrededor del lenguaje se podría elaborar una teoría para enfrentar a esto, que en realidad no es una teoría sino una práctica. Pero siempre el último y el único recurso en realidad que el pueblo tiene es hablarse a sí mismo y entre sí, aumentar su comunicación y finalmente tapar sus oídos, no escuchar eso que no es un mensaje, sino que como se trata de un monólogo, termina siendo órdenes.

La orden no espera respuesta ni requiere pregunta, el criterio de verdad deviene en criterio de autoridad. Cuando Franz Fanonn dice que Francia para el argelino es el gendarme, quiere significar que la cultura francesa toda está condensada en ese gendarme. En nuestro caso, la cultura del imperio está condensada en la televisión. La televisión es el gendarme, no la policía. Es el ojo que lo mira, es el “Hermano Grande” también, el de la novela de Orwell, aunque en la novela de Orwell había un diálogo, el hombre sentía que alguien lo estaba mirando. Aquí no siente que alguien lo mire, sino que él mira. Es otro problema más complicado. Orwell, que pertenecía a su época, cuando imaginaba al hermano grande y al espionaje y a los individuos que lo miran, imagina hombres que miran a otros hombres y éstos últimos saben que los miran, y hacen toda una cosa para que no descubran lo que están haciendo mientras los otros los miran. Es decir, todavía hay una relación; esto no tiene ninguna. Nada, no hay nada en realidad, lo único que hay es la orden, la perentoriedad, que puede después ser afirmada por el Estado, y finalmente después por la ley, por la norma y por lo tanto por todo el carácter coactivo y coercitivo que puede tener la norma, incluída la policía, pero primero está la orden ahí. Es eso lo que ordena el Estado, lo que ordena a la norma y lo que ordena al gendarme finalmente, eso es primero. También hace otras cosas que no tienen esa categoría o esa dimensión, por eso el colonizado es esencialmente un enfermo, es un tipo al que se han propuesto enloquecerlo para dominarlo. Entonces se trata de disociarlo y darle un tratamiento social como si el conjunto de la sociedad fuera un manicomio de los del siglo pasado, con la ducha fría y el electroshock. Esto es la represión, ciertas formas de la represión, como la represión social más completa. No me refiero a la represión legítima, porque el problema no consiste en decir: “no, represión nada”. ¿Qué es represión? Represión es la coerción y la coacción. Hay una coerción y coacción legítimas que la sociedad ejerce para defenderse, y hay una que es ilegítima, a eso yo llamo represión, no toda coacción es ilegítima, sino no habría medida. Aparece un policía y surge la idea de que está mal, la idea de la represión; pero no es así, aparece un policía y por ahí salvó una vida. Lo que pasa hoy es que no hay grises: o se está en contra o se está a favor. Que es lo que hoy también se ha puesto de moda en el lenguaje y uno tiene ganas de decir que no está ni en contra ni a favor. Está consigo mismo. ¿Qué quiere decir “estar en contra” o “estar a favor”?

Pero los medios de comunicación con su pasividad lo imponen; no hay grises, o es blanco o es negro, se está en contra o a favor, sí o no. El lenguaje queda reducido al funcionamiento de la máquina numeradora veloz que es la computadora. Es decir, el lenguaje binario, 0 ó 1. Como sistema comunicacional digamos que es un poco pobre.

25. Acciones sobre la conducta

Hay un trabajo permanente sobre el derrumbamiento de las viejas costumbres, porque lo que quieren es convertir la protesta y la rebelión de los pueblos en otra cosa, en armas para combatir a los propios pueblos. Entonces los jóvenes se “rebelan”, usan el peinado “punk”. ¿Y a quién enfrentan? ¡Si el imperio está de acuerdo! ¿Contra quién se rebelan? No se rebelan contra nadie, lo que hacen es encerrarse en una idiotez, se rebelan contra sí mismos, lo que en realidad ocurre es que se suicidan, para ser francos, es un suicidio reiterado. Es como el imperio desvía rebeliones, disconformidades, disgustos, actitudes que en realidad son contra el sistema, que el sistema colonial transforma a favor de él, las convierte en veneno. Esta acción sobre el derrumbamiento de las viejas costumbres se liga con la acción sobre el comportamiento, sobre la ética. En realidad “ética” es una conducta humanamente correcta entre los hombres. Humanamente correcta, no aceptada. Puede ser aceptada o no aceptada, es lo mismo.

Creo que el imperio necesita liquidar la solidaridad en el seno del pueblo y reemplazarla por violencia, crimen, individualismo. No individualismo promovido por la competencia y el dinero, como hacen en la zona metropolitana, sino por medio de la violencia y el crimen. En el mundo colonial esa competencia se hace a través de la lucha por la supervivencia, la “lucha por la vida”, como dirían los ingleses. Que sigue siendo para ellos el principio fundamental de la vida en sociedad. Porque ellos siguen viviendo en la selva, o en el bosque o en el sistema tribal o clánico de la guerra de todos contra todos. En última instancia el liberalismo es la institucionalización de esto. Adquiere desde las formas de la violencia y el crimen más absurdos o más salvajes hasta las formas de competencia más elaboradas, todas son formas del mismo fenómeno. Contrariamente, la solidaridad social en la argentina, su trama social apretada, estaba basada en la existencia de la Patria y en la conciencia de un destino común y en aquello que decía Perón: “que nadie puede realizarse en una comunidad que no se realiza”. “Un hombre solo no puede”, como dice Hemingway en “El viejo y el mar”. Esa coincidencia era el patrón, la pauta de la solidaridad social, de la vida del pueblo en sociedad. El imperio quiere reemplazar ésta por otra pauta, que es la supervivencia del más apto. Aparece aquí Darwin y el terrible funcionamiento del Foreing Office, fabricante de ideología también. Pero creo que todo eso sigue siendo en el campo fonológico, en el plano del discurso sin contraparte. Son todas medidas tomadas por el poder, son todas medidas sin autoridad real, sino con una autoridad basada en la coacción, o sea no culturalmente aceptadas.

El germen profundo de la enfermedad consiste en que el hombre no puede hacer lo que quiere hacer, está obligado a hacer una cosa que no quiere, permanentemente, que no acepta tampoco. Y siempre permanentemente lo llevan a hacer eso. ¿Pero no nos pasa a nosotros esto acaso? En la vida política común, hace cinco años que venimos haciendo lo que no queremos. ¿Cómo cuernos es esto? ¿Pero es que nosotros no nos damos cuenta? Sí que nos damos cuenta. Ahora, no hay otra posibilidad tampoco más que jugar el juego hasta que podamos dejar de jugar el juego, quiero decir… No es una conducta decir “yo no juego más”, “yo no tengo más que ver”, “chau, me voy”. El que hace eso ya se volvió loco del todo, los mismo que los otros. Pero lo peor además es que no expresa resistencia. Ese ya está, “lo pasaron al cuarto”, ése es el tipo ideal para ellos, el ciudadano perfecto de esta especie de república de los imbéciles.

Es una república que supone la inexistencia de Espartaco, es una república de esclavos. Y es también la República platónica, en un sentido por lo menos. En realidad la república ateniense incluye la conciencia de este hombre del que hablábamos. Ahora los otros, la gran mayoría, siguen pero saben que es a contrapelo, que no tiene nada que ver. Le dicen: “mire que esto se llama democracia” y el hombre responde para sí: “a mí finalmente, me importa poco cómo se llama, lo que sé es que no me basta”.

Y ésta es la cuestión de la relación entre significante y significado. Por ejemplo hay un pibe que llegó al colegio de mi hijo menor hace un año; el chico, argentino, vivió en el exterior y no hablaba castellano sino inglés; padres emigrantes, no exiliados políticos, emigrantes nomás, gente muy humilde que se fue, ahora tienen unos manguitos y volvieron. Volvieron a la Patria además, está bien. Los chicos ¿qué hacían? Cuando en el comedor preguntaba ¿esto cómo se llama?, le decían, cuando se trataba de pan por ejemplo, “vos tenés que decirle pis a la maestra para pedírselo” y entonces el pibe le decía “pis” y se armaba el gran lío y los otros se mataban de risa. Es un chiste, pero lo “gastaron” durante un año. El pibe aprendió y no lo “gastan” más, lógico, porque aprendió el significado de las palabras, y es lo mismo de lo que se trata aquí.

¿Cómo se llama esto? Y, se llama de una manera, ¡pero si me gusta, me gusta y si no me gusta, no importa cómo se llama! Al pibe ¿qué le pasaba? Había una separación entre el lenguaje y el significado, entre el significante y el significado, cuando logró unir el significante y el significado resolvió el problema, mientras no lo unía tenía que aguantarse la cargada. ¿Aquí qué pasa? Nos dicen “modernidad”, ¿esto es la modernidad? Entonces se tenía una idea de modernidad asimilada con más bienestar, con una buena casa, una idea que venía más o menos encarrilada en un sentido. Ahora resulta que “modernidad” significa desocupación, droga, violencia…Entonces uno dice: “mire, yo estoy a favor de la retrogradación”. “¡ah, pero ud. es reaccionario!”, le contestan. Al hombre le cambiaron la relación entre el significado y el significante, los significantes se independizan, y los significados quedan vacantes de forma, las palabras no sirven. Y nos “gastan”, no porque los argentinos no sepamos lo que queremos, no sabemos cómo se llama lo que queremos. Es decir, el Movimiento Nacional hoy es un contenido sin forma, desde el punto de vista organizativo y desde el punto de vista del hombre, de la nominación, de qué cosa es, de su clasificación. Todo lo demás tiene nombre, ¿qué es lo que no tiene nombre? El nacionalismo, la lucha anticolonialista. ¿Y eso es casual? No puede ser, es una cosa buscada.

Dejan sin nombre a las cosas, de la misma manera que nos quieren dejar sin patria, sin lenguaje, sin cultura, sin política; porque en realidad en la Argentina lo que más temen es la lucha anticolonial, por eso mandan al P.C. a confundir. Ahora el Partido Comunista va a tener una política formalmente correcta, para confundir más el campo popular. Cuando tenían una política obviamente incorrecta servían para dividir y ahora que tienen una política formalmente correcta también sirven para dividir, siempre cumplen esa función, la función no ha cambiado, cambió la realidad. Es notable pero esto también da una idea del grado de colonización, pueden hacer esto, porque es gratis, totalmente gratis, es todo impune.

26. La impunidad

Ese es el otro detalle, como parapetados detrás de la pura forma son inmunes a todo y tienen la certeza de su impunidad, obran con la seguridad de la impunidad. Que es como reclutan, como el Estado Burocrático Transideológico recluta, recluta con la apariencia de ese “superpoder”. ¿Y este superpoder cómo es? Jaroslavsky dice cualquier barbaridad en cualquier lado y es totalmente inalcanzable. ¿Cómo es esto? O Martínez de Hoz. Aunque Martínez de Hoz es un hombre más prudente. Más bien digamos Jaimito, como le decimos a Juan Alemann. Ese sí hacía declaraciones y “cantaba la justa”. Decía cualquier barbaridad con la impunidad más absoluta, pero más absoluta. ¿No es esto, este gobierno, estos políticos, la imagen de la impunidad? Pueden hacer cualquier cosa, decir cualquier cosa, ¿y?; es como si tuvieran una coraza. Porque la colonia es una coraza, no es en vano que la sientan.

Esta es otra diferencia con antes del ´43; entonces había hombres que caían por el descubrimiento de un escándalo. Mataron a Bordabehere en el Senado queriendo matarlo a Lisandro de la Torre por la denuncia del tema de las carnes…Guillot se pegó un tiro por el asunto de los terrenos de Palomar. Implica que los que ejercían el poder, independientemente que fueran de la oligarquía, que tuvieran una relación con el Imperio, tenían también una relación con el pueblo, con la opinión, con la Argentina, con una serie de cosas a las cuales estaban finalmente sujetos también. Julito Roca vino de firmar con Runciman e informó en el Senado. ¿Quién le informa hoy al Senado? Ni al Senado, ni a la Cámara de Diputados, ni a nadie. Y no es que haya “poder presidencial” porque tampoco lo hay, lo que hay es poder burocrático. Gobernador, general y administrador general de la colonia. Alfonsín y Sourruille. Vemos como todo coincide absolutamente, las piezas van cayendo en su lugar: la conversión de las Fuerzas Armadas en mercenarios, el ataque al cristianismo, el neopaganismo, todo se va articulando.

27. El ataque a la estructuración de la personalidad

La estructuración de la personalidad tiene contemporáneamente tres elementos fundamentales, aquí y en todo el mundo. La personalidad no se puede estructurar sin marcos culturales y de pertenencia. Estos marcos son la familia, -madre, padre, hermanos, tíos y abuelos- y la Nación. Un proceso como el que estamos viviendo niega a la Nación, niega a la familia, y niega fundamentalmente al padre. Empezó negando al padre. Su ateísmo militante y su anticatolicidad de cuño británico, o marxista, que es lo mismo, porque el marxismo es también de cuño británico, empieza por negar al padre, al primer principio de la creación y al principio monoteísta y monista fundamental. Esta negación va desde este nivel hasta los niveles más concretos como el padre en la familia. Atacaron en toda la línea de desarrollo, pero negando al Padre niegan a la unidad, niegan la unidad en el Padre y niegan la unidad en la sociedad. Niegan la unidad en la familia y niegan la unidad en la Nación.

Esta es una etapa subliminal de psicología profunda, que llamaría antropológica. Por algo para Inglaterra, que es la meca de la antropología en el mundo y es la única potencia que la maneja hoy como ciencia, es un emblema político. Porque esto desde Margaret Mead se hace con una ideología. Todo conduce al establecimiento no de un principio sino de dos principios en paridad. Al dualismo. Cuando hay dos principios en realidad no hay ninguno o hay uno: el que es enemigo del padre. ¿Y quién es el enemigo del Padre? El demonio. El no. La negación. Pero este enemigo del padre es el enemigo de la Nación y es el enemigo de la familia, es finalmente el enemigo del hombre, que queda así sin poder construir una personalidad, en eterna y permanente adolescencia, es decir, en eterna y permanente carencia de ser persona.

Del vivir el conflicto de ser mayor y adolescente, adulto de edad biológica y adolescente de conciencia o de construcción, deviene una buena porción de los problemas, fundamentalmente de división de la personalidad. Neuróticos de insuficiencia en la construcción de la personalidad y psicóticos de mala construcción, sean esquizoides o paranoides. Es a lo que pretenden condenar al pueblo argentino mediante esos mecanismos. Eso que notó Franz Fanonn en “Los condenados de la tierra”, -independientemente del marxismo mal digerido de Fanonn- desde el punto de vista clásico, que era el síndrome del colonizado, no es otra cosa que la imposibilidad de la construcción de la personalidad en el colonizado: sin nación, sin familia, sin padre finalmente. Esa es la explicación también del ataque al Papa en su carácter de Vicario de Cristo. Este carácter, esta potestad, o sea el poder delegado, es lo que atacan. Más allá de la institucionalidad, de las jerarquías, de los sacerdotes y de los católicos. Su enfrentamiento es con el Padre, por ende con Cristo, por eso los que cuestionan la autoridad papal trabajan para los soviéticos. Digan lo que digan y hagan lo que hagan, porque en realidad si no cuestionan eso, no cuestionan nada, todo lo demás es una imbecilidad. Ellos siguen en la mediación política o en la mediación ideológica, porque para ellos el catolicismo es una ideología más, se puede ser marxista, católico o liberal. El asunto es entonces cómo se puede articular todo esto en una sociedad colonial que tiene esos problemas. Articulando quiere decir que no tenga fricción, que no choque, que no roce. Entonces es donde aparecen los sectores a cumplir su rol desde el campo enemigo, pero en nuestro propio campo. También desarrollan un monólogo, que es el monólogo de la ausencia de redención. Es la pura forma nada más, toda puramente psicológica, no hay otro fenómeno.

28. La sustracción de los ancianos y la exclusión de los jóvenes

Otro aspecto del ataque a la familia y a su función es la sustracción de los ancianos. Tiene que ver con la operación sobre la memoria colectiva y la familiar, sobre las raíces, que son colectivas. El núcleo familiar tiene raíces particulares además de las raíces colectivas. Entonces vemos el florecimiento de los geriátricos al mismo tiempo que la crisis económica destruye el sistema previsional. Esto es aún mucho peor en otros países que no tenían armada une estructura de protección, hoy por otra parte en pleno proceso de disolución entre nosotros. En esos países no hay ninguna cobertura y los ancianos van cada vez más a parar a verdaderos morideros.

Simultáneamente a esto se produce el proceso de exclusión de los jóvenes. Hay una tendencia a la desaparición o al acortamiento del período de latencia que es la niñez y cuya funcionalidad es el aprendizaje. Entonces no hay aprendizaje posible, es la negación de la condición humana. Han exacerbado un voluntarismo horripilante, toman a un chico de ocho años y lo ponen a patadas en el aire. Hay un objetivo detrás de esto que es dejar a todos los hombres en estado de adolescencia, de carencia constante, no hay adultos en realidad. Como no hay aprendizaje, lo que no hay es su resultado, que es la adultez. Hay jóvenes de 10, de 20, de 30, de 40, de 60 años y mueren jóvenes, jóvenes en el sentido de maduración.

¿Cuál es la razón? El imperio necesita eso porque donde hay adultos hay resistencia, lo estamos comprobando ahora. Ellos se preocupan por lo que votan los jóvenes, lo que dicen los jóvenes. A mí no me importa lo que dicen los jóvenes, porque nada tienen que decir, han venido a escuchar, no a decir. ¿Qué van a decir? Es una estupidez supina preguntarle al que no sabe y después hacer precisamente eso. Es una cosa ridícula, ¿dónde se ha visto? Lo que hay que hacer con el que no sabe es enseñarle y después preguntarle para ver si aprendió, y después, finalmente, aprender de él. Ese es en realidad, el mecanismo, y en todo ese mecanismo se aprende constantemente, el que enseña también aprende. Pero aprende porque enseña, y porque hay uno que necesita aprender más que enseñar. Y ese mecanismo ha desaparecido, el tipo que enseña es el tipo que repite una cosa, el que aprende no le importa, es una especie de sordo, no le interesa nada de lo que ese hombre dice; porque en realidad no hay un hombre, sino hay una cosa que habla sin saber qué. Por eso no hay enseñanza, porque nadie quiere aprender ni nadie quiere enseñar. El que enseña es un repetidor y el que aprende no quiere aprender, quiere que le den un diploma. Es lo único que necesita porque todo es administrativo, o sea burocrático. Necesita el diploma porque es lo único que le exigen aquellos que él cree que tienen el poder, la capacidad de decidir. Le piden el diploma y la certificación, nada más que eso, no lo que sabe porque él sabe que no sabe y los otros también saben que él no sabe.

Valdría tanto como certificarle a cualquiera que es médico o abogado, es lo mismo. Los títulos no otorgan ningún título si no se sabe, y si se sabe no los necesita. Por eso los colegios se han convertido en lo que hoy son, un lugar donde ya ni se imparte información. Son la nada, la ocasión para que se armen las bandas o para que el mercado de la droga se encuentre concentrado, mientras se suministra a los jóvenes esta ideología de la devastación nacional, de la desaparición nacional, del “acá no pasa nada-hay que irse”.

La droga, el sexo, la ropa, la música, la moda, contiene violencia, que se suma a la bronca que los jóvenes tienen de vivir en una sociedad como ésta, que es ciertamente imposible, y además sin poder comprenderla. Este es el proceso de destrucción que hace que el individuo llegue a los 30 ó 35 años siendo un nene. Afectivamente, familiarmente y personalmente, un nene. Totalmente indefenso y manejable. Primero la zurra y luego el chocolate y ya está. Por eso todo este tema de los jóvenes, tan traído y tan llevado no es más que una mentira. Jóvenes son sólo aquellos que quieren dejar de serlo. ¿Y hay quien quiere dejar de ser joven? Nadie. Sólo aquéllos que se proponen dejar de ser jóvenes son verdaderamente jóvenes. Hay conciencia de una condición transitoria tanto de edad como de curso vital, de etapa en la que se hace un aprendizaje, se obtiene todo el bagaje que se necesita para ser adulto.

Pero este proceso de destrucción empieza desde que es chiquito, desde que es bebé, con la destrucción de la figura paterna. Todas las mujeres hoy son mujeres sin padre, son mujeres sin marido. Entonces los chicos tienden a ser nada más que hijos de madre, por eso desde que nacen están condenados, no hay modelo que sirva. ¿Cómo no va a haber homosexualidad? Es matemático que tiene que ser así.

Entonces se habla de la perversión de las personas ¡es la perversión del sistema! El tipo será o no será perverso, incluso con los años puede llegar a serlo. Obviamente no se puede ejercer la perversidad impunemente tampoco, pero no inicialmente, inicialmente el individuo no sabe, no nace sabiendo. Pero el sistema supone que cuando nace sabe y cuando es joven sabe y ya puede decidir. No hay límite ni autoridad, salvo la del propio sistema ejercido sinárquicamente, o sea sin gobierno, mediante los medios de comunicación.

El aparato represor no es que no está, es que no se ve, el tipo queda a merced de los modelos que tiene. ¿Y esos modelos cuáles son? El modelo que surge de estas mujeres sin padre, mujeres que más se parecen al ejercicio de la prostitución, -no digo que lo hagan-, por la forma que ésta adquiere con la disolución familiar, que en un modelo familiar donde los roles están claros. Al hombre y a la mujer les pasa lo mismo. A las mujeres más, por eso lo siguen transmitiendo. Son mujeres sin padre, ahora eficazmente, no ideológicamente, no psicoanalíticamente como fue en un período, entre 1960 y 1970, donde los psicoanalistas les explicaban que la culpa es de los otros, yo no tengo responsabilidad de nada y no fueron responsables de nada. Ahora tienen hijos, y obviamente tampoco son responsables y los hijos son más irresponsables todavía. ¿Qué se podía esperar?

29. Las acciones sobre la mujer

Mientras esto sucede con los ancianos y con los jóvenes han operado también sobre las mujeres. Lanzaron una ideología mundial sobre feminismo, que actúa en la Argentina desde hace 20 años prendiendo donde podría prender, que es en algunas capas de las clases medias. Aquellas que tenían posibilidades económicas de acceder a eso que se consideraba útil y necesario para una mujer independiente. Por ejemplo trabajar y perder plata gastando más en viajes y en pagar a una señora que cuide a los chicos que lo que ganan, sin embargo sigue haciéndolo. O mejor para resolver el problema no teniendo hijos, o sea no tener ataduras, “ser libres”.

¿Qué quiere decir ser libres? Nada, no quiere decir nada. Es la declinación de la función social y aún de la función biológica. Esto que es la declinación de las funciones primordiales es vivido como si fuera la “máxima”, como la modernidad, el progreso y es el abandono de la naturaleza humana, pero no reemplazándola por una naturaleza superior, sino por una naturaleza inferior. El estado de animalidad sin sociedad. Este feminismo opera además enfrentando a la mujer contra el hombre, gratuitamente. Porque el objetivo final es destruir a la familia e impedir la educación de los hijos.

Esto está unido también al otro complejo ideológico que es el ataque al padre, y forma parte del ataque profundo a la religión católica y a toda autoridad en la educación de las generaciones futuras. Entonces vemos lo que vemos hoy con los chicos, con los jóvenes y con algunos que ya no son tan jóvenes.

Avanzando en profundidad, de lo que se trata es implantar el culto a la Gran Diosa, que es anterior al cristianismo y enemigo de Jehová, el Dios del Antiguo Testamento. Por vía de la propaganda, por vía de la publicidad, por vía de la ideología, por todas las vías, el esfuerzo apunta a que en dos generaciones se termine con la posibilidad de que cualquier persona, hombre o mujer, construya su personalidad sobre bases firmes. Nación no, familia no, padre no. Por lo tanto, persona no.

30. La regresión histórica de la especie

Todo lo descripto apunta a una generación de la especie. Una generación en que borradas las fronteras, aparece otro problema que es la retrocruza. El hombre no puede retrocruzarse. Todos los animales pueden retrocruzarse hasta cierto punto. Lo que pasa es que afirman las características la especie. Se hace retrocruza de una generación con la anterior para afirmar las características genéticas adquiridas. En el hombre la retrocruza lo que hace es afirmar lo enfermo. El hombre es cada vez más débil y aparece la hemofilia, la epilepsia, el mogolismo, etc. Se tiende a cerrar, a agotar el banco genético. Paradójicamente con el tema de la familia, de su rigidez, el banco genético permanece abierto, por la obligación inexcusable de la exogamia. Cuando se levantan estos tabúes, que es lo que está ocurriendo, empieza a funcionar el agotamiento del banco genético que es geométrico. Como somos 4500 millones el agotamiento es imposible, en término de años son miles.

Pero ciertamente que este proceso tiende a fijar los elementos de debilidad, esto forma parte de una marcha firme hacia la indiferenciación. La línea femenina tiende hacia la indiferenciación, con el soporte ideológico del retomo del culto a la Gran Madre. Este es el objetivo, de ahí la pornografía, el sexo que deja de ser un misterio, se levantan los tabúes; son los componentes sociales de la disolución. Todo esto contribuye a que la línea de descendencia distinguible sea la madre y no el padre. Esto les pasa a los judíos; ésta es la contradicción profunda en la doctrina judía: la línea de descendencia la transporta la mujer y tienen una religión paternal, patriarcal.

Este camino de indiferenciación, la línea de descendencia a través de la mujer, es el objetivo. Por eso los hijos tienden a ser hijos de la madre sin padre, entonces una misma mujer puede tener hijos con varios hombres, todos son hijos de ella. El tránsito propuesto es pasar de la familia tal cual la conocemos, a través de un período que es la liquidación del padre, para después dar el otro salto, en una regresión histórica brutal, al tiempo de campesinos agrícolas. El culto a la fertilidad y todo eso, y también la aparición de la endogénesis. Porque la familia termina siendo el clan, como en la época romana anterior a la república. El clan consistía en varios núcleos distintos donde todos eran descendientes consanguíneos y formaban parte de lo “aomadus” (agregados) que llevaban el apellido y terminaban mezclando los torrentes dentro del clan y haciendo endogénesis. Todos los pueblos que practican la endogénesis presentan una constitución social clánica. Se elegía mujer dentro del clan o por un sistema de alianzas con otro clan. La columna vertebral del clan es la mujer, el clan se constituye por herencia por vía materna. Donde el hombre constituye el eje no hay clan. Por eso algunos autores dicen que la historia de la mujer en la política romana es una historia de la pérdida de sus derechos. Así y todo, la mujer en Roma, hasta el final, tenía una cantidad mucho más considerable de derechos que hoy. Eran restos de la constitución original de la sociedad.

El otro detalle de la sociedad clánica ligada al culto a la fertilidad son los cultos sangrientos. En una sociedad de este tipo aparecen generalmente los sacrificios rituales ligados a los hijos naturales. Como esto no deja de impresionar la mente del hombre, después éste lo elabora como símbolo. Entonces la magia está desde el principio. El cristianismo es el problema principal para esta concepción. Cristo está siempre en el medio de todas estas cosas, es la piedra del escándalo. Uno así se da cuenta de la magnitud enorme de la revolución que significó. Una magnitud cósmica en los dos sentidos, por su tamaño y por lo que significa la palabra, por el orden. Verdaderamente por primera vez, ahí se humaniza la sociedad. Es una recomposición del orden, del cosmos. Es el cosmos dentro del caos, es también la supresión de la culpa, aparece la redención. Contrasta con el pensamiento griego y también con el judío. Es el tema del pecado original, que los griegos también tenían con el mito de la caída. El problema es que el hombre estaba indefenso frente a eso. La posibilidad de la redención lo hace libre, lo hace hombre. Paradójicamente es la primera vez que puede pararse frente al destino, que puede vencer su propio sino. Puede vencer el fatalismo que era el problema de los griegos y en última instancia la justificación de la esclavitud. Por eso el imperio tiene que liquidar todo eso. Por eso la restitución del paganismo para volver a antes de la Buena Nueva, de la liberación del hombre, para establecer las justificaciones de la esclavitud.

Todo está adecuado al mismo plan: el sistema social, el sistema económico, el sistema ideológico. ¿Si esto no es el anticristo, qué es el anticristo? Yo no sé si será alguna vez una persona, si estará personalizado, pero esto es lo más parecido que yo pudiera discernir, es la sombra del anticristo.

Pensemos que en el año 2000 termina el siglo XX y comienza el XXI, el 1º de enero del 2000 es el primer día de un nuevo siglo pero también es el primer día de un nuevo milenio. Sin caer en las utopías y herejías milenaristas, es para tener en cuenta, que paradójicamente, a esta altura del siglo pasado y al final también del milenio pasado, populó por doquier el tema del milenarismo. Y ahora ¿por qué no aparece? ¿ahora no aparece porque puede haber un cambio importante? Como dice el Evangelio: “el Señor vendrá como un ladrón en la noche”. Entonces no sé qué relación hay, pero alguna evidentemente tiene que haber.

Como en el nacimiento de Cristo. Era el momento de mayor esplendor en Roma, los romanos tenían una soberanía impresionante. Y tenían algunos motivos materiales para eso. Pero ¡clac!, cambió todo, aunque no lo supieran, aunque tardaron 300 ó 400 años en saberlo, algunos no se dieron cuenta hasta hoy…En realidad el imperio fue convertido en un instrumento del cristianismo. Éste, que fue su peor enemigo, lo convirtió y además lo vació.

31. El reemplazo del trabajo por la violencia

Otros temas fundamentales en el análisis de la situación son los procesos sufridos por el trabajo y la solidaridad. Nosotros todavía vivimos en un mundo informado, impregnado, por el materialismo decimonónico. Por más que nuestra cultura, nuestra ideología no tienen nada que ver con esto, nuestro ambiente social si tiene que ver. Entonces los modismos y las percepciones del materialismo también se nos pegan. Creemos que el trabajo es más concreto que el padre o la solidaridad, por el simple hecho que el trabajo es transformar relativamente el mundo material. En realidad es tan importante y tan concreto como las otras dos cuestiones. Lo que pasa es que son operaciones distintas, han ocurrido con el trabajo lo mismo que con todo lo demás, después de ahí derivan otras cosas, otras infelicidades, porque el hombre sin trabajo se muere de hambre, no puede educar a sus hijos, se rompe la familia. Pero la familia ya la habían roto cuando rompieron el concepto de padre; en realidad antes, porque el trabajo sobre las mujeres, en nuestro país, lo vienen haciendo hace más de veinte años. Desde la muerte de Evita, que creo que es una víctima de esto. Ahora la quieren transformar en una figura de cine, que es la forma en que la negación torna el no en un sí relativo, ya que afirma negando. Pero primero la negó, era una cosa intocable para ellos desde todo punto de vista.

Todo esto es tan concreto como lo que pasó con el trabajo y también con la solidaridad, cuya ausencia hace que se sienta más profundamente el problema del trabajo. Se introdujo la violencia en el lugar del trabajo. Porque el trabajo es una violencia ejercida sobre el mundo físico para transformarlo y la violencia es un trabajo ejercido sobre el mundo humano también para transformarlo. O dicho de otra manera, la violencia es un trabajo ejercido sobre el hombre para transformarlo, para convertirlo en una materia maleable. Así que se trata no sólo de la desaparición del trabajo sino también del reemplazo del trabajo por la violencia. Reemplazar el trabajo como violencia sobre las cosas, por la violencia como trabajo sobre el hombre y sobre la humanidad. Esto es lo que ha ocurrido como procesos simultáneos.

Por otra parte el trabajo como valor es una cuestión que es cristiana y no pagana. Para los paganos es al revés, el trabajo es para los esclavos, para ellos la institución fundamental es el ocio, no el trabajo. Los grandes teóricos del ocio son los ingleses. El principal de ellos es Thomas de Quincy, que tiene un tratado sobre el ocio, citado por Borges y también un libro que se llama: “Del asesinato considerado como una de las bellas artes”. Una cosa en broma, pero…

También podríamos hacer una crítica a la concepción calvinista del trabajo, que no es una concepción cristiana. Calvino no es cristiano, es neo-judío. Es también una concepción despiadada y por eso no puede ser cristiana. Para los calvinistas el trabajo es un castigo; es lo mismo que piensan los otros, pero al revés, el hombre debe ser castigado y su castigo es el trabajo. Se autocastigan y trabajan. Es el trabajo autoesclavo, autoesclavizante. También es estéril, no produce ninguna otra cosa más que los objetos que produce, es la complementación perfecta del sistema del ocio. Si el trabajo es un castigo dan unas ganas bárbaras de no hacer nada.

32. Propiedad y apropiación

Ligado al tema del reemplazo del trabajo por la violencia está el tema de la propiedad. En estos tiempos se produce un proceso de expropiación generalizada, fundamentalmente del pueblo, y un proceso de apropiación por las empresas transideológicas del producido por lo que resta del trabajo.

Es la administración de la producción por los estados transideológicos, por la burocracia, es también lo que pasa en la nación soviética. El estado allí es el administrador de una propiedad que no es de ellos. Mejor dicho de una apropiación, que produce un beneficio que va a su vez a parar a manos privadas, a manos de las grandes empresas. El estado cumple el rol de capataz y los burócratas se quedan con un pedazo que roban, con lo que ellos viven. Nosotros somos firmes partidarios de la propiedad privada y hay que decirlo con toda claridad. Los que hablan hoy de la propiedad privada están en realidad en todo lo contrario, hablan en realidad del sistema de apropiación de lo que es propiedad de todos.

Es lo que están haciendo con las empresas del Estado en la Argentina. Las empresas del Estado no son del Estado. El Estado no es una entidad separada de la Nación. El Estado es la administración del patrimonio común, por lo tanto esto que están haciendo es una expropiación lisa y llana del patrimonio común. El Estado, el Presidente o las Cámaras no tienen ninguna autoridad para manejar. Es similar a lo que pasa en el contrato matrimonial. Una de las partes puede tener potestad para adquirir sin el consentimiento de la otra parte, pero no potestad para enajenar, se necesita el consentimiento de la otra parte. Lo que pasa es que han abandonado la conciencia del contrato, que era la conciencia primordial de la burguesía occidental.

Cuando hacen el “holding” con las empresas del Estado y se proponen su desnacionalización y aquí nadie dice nada nos encontramos frente a una expropiación. Nos están robando a todos, nos están robando lo que es nuestro, independientemente de que esté hipotecado o no, que eso es otro problema, con la idea de que el Estado es una entidad distinta de la Nación, del pueblo. Obviamente el Estado no es ninguna de esas dos cosas. Lo que pasa que para ellos sí es una cosa separada y distinta. Este proceso que sucede aquí es también mundial. La tendencia a cambiar la propiedad por la apropiación. Es el proceso del comunismo y también del capitalismo. Ambos dos hacen exactamente lo mismo: imponen la apropiación que significa abolir la propiedad. Así el hombre no tiene nada, ni el suelo que pisa ni el techo que lo cubre. Nosotros queremos una nación de propietarios, en todo sentido, y estamos en contra de la apropiación. Mucho más que la apropiación indebida que es lo que vulgarmente se llama latrocinio, robo o cualquiera de los grados del Código Penal. Aquí se actuó sin consentimiento, sin solicitárselo a nadie, es la ficción de esta democracia política. Nadie dio el consentimiento para la enajenación del patrimonio que tendría que ser intocable y objeto de una consulta muy especial, muy vinculante, para el caso de realizar la misma.

Esto empezó con el proceso Martínez de hocista. Han expropiado al trabajador de su casa, de su trabajo. Han expropiado al hombre del campo, a la Patria, porque esto forma parte de la disolución del Patria, es decir, del patrimonio. Se ha destruído la soberanía, que es el derecho de la propiedad de un pueblo sobre su territorio. Hasta eso ha sido expropiado por unos administradores desleales.

¿Qué pasa cuando uno tiene un administrador que lo roba? Cuando lo descubre y tiene las pruebas lo mandan preso, en este caso no se los puede meter presos, ¿cómo es? Por eso Martínez de Hoz está libre, Roberto Alemann está libre, Juan Alemann está libre, el niño Ocampo está libre, Francisco Soldati está libre. Ellos no hicieron nada, pero son ladrones y ladrones a mano armada además.

El proceso de expropiación tiene que ver con el tema de esclavitud, a ellos no les importa que la Argentina siga siendo una colonia occidental o termine siendo una colonia oriental. Porque la expropiación es igual, el sistema es el mismo, el mercado es el mismo, es todo lo mismo, no cambia absolutamente nada. Se hace todo lo mismo en nombre de otras cosas. Nosotros queremos una nación de propietarios, que todo argentino pueda ser propietario del suelo que pisa, de su techo y de lo que le da de comer, es lo menos que se puede pedir. ¿O si no qué cosa es una Patria? Los extranjeros pueden tener lo que quieren y los argentinos no podemos tener nada por este arte mágico del manipuleo de la moneda. Una especie de magia que les saca a unos y les da a otros. “Hood Robin”: robar a los pobres para darle a los ricos.

33. Despoblamiento y repoblamiento

Sin que nuestro pueblo sea propietario es imposible fundar sólidamente una nación. Es fundada sobre la nada, con pies de barro, cuando la única posibilidad es fundarla con arraigo, con raíces. Esto está íntimamente ligado a nuestra necesidad de repoblar el país con argentinos. Ellos están en el despoblamiento, en despoblar las zonas pobladas, expropiando al mismo tiempo, mandan a la gente a las ciudades para que sean parias, para que no tengan nada, para forzarlas por último a la emigración fuera de las fronteras.

Por último, conseguida la emigración, desarrollar una nueva inmigración y un redoblamiento de otra manera. Así aparecen miles de proyectos de colonias con extranjeros. ¿Por qué no las hacen con argentinos? Porque además de las razones políticas profundas que ya hemos visualizado es también un buen negocio. Los nuevos colonos vienen del extranjero con una bolsa de dinero y los “coimisionistas” se quedan con 10 ó 20 mil dólares por cada uno de ellos. Paralelamente están los negocios de tierra que se hacen. Entonces, en conjunto, esto es un pingüe negocio. Un negocio que el Estado también hace y sigue alimentando a ese monstruo, que es como el imperio consigue que sus administraciones coloniales vivan del terreno, esquilmándolo. Han decretado “saqueo libre”, entonces nos dicen: “a ver qué hay, vos, vení para acá, abrí los bolsillos”. Así es.

34. La persución del argentino

Somos treinta millones de argentinos que nos dan un tratamiento de vencidos. Yo, primero, quiero saber qué guerra perdimos. Es el tratamiento que le dieron al pueblo argentino después de 1853. Pero allí habían perdido una guerra, por lo menos una batalla importante de una guerra, Caseros. Después de Caseros fue igual. “Ud, firme acá”, “usted, vaya para allá”, allí le mando cien voluntarios, mándeme de vuelta las maneas”. Y éste es el tratamiento que nos dan, yo creo que esto no les va a dar resultado, pero en el mientras tanto pasa el tiempo. Ellos tienen más tiempo para su plan de fondo, que no es éste, es transformar las costumbres y la conciencia de los hombres. La conciencia, por ejemplo, que tienen respecto de la propiedad. Así lo vemos reflejado en el sistema fiscal argentino, que aprieta a los que no tienen y larga a los que tienen. ¡Estamos todos en paridad de condiciones, un “capitán de industria” es lo mismo que aquél que trabaja en una fábrica al que lo persiguen y se le descuenta!

Al mismo tiempo se paga cada vez más los impuestos sobre algo que cada vez vale menos, ya sea un fundo agrario, un lote urbano o un automóvil. Todo bien mueble o inmueble cada vez vale menos, y hay que pagar cada vez más. Al mismo tiempo cada vez cuesta más ganar eso más que hay que pagar por algo que vale menos. Todo esto termina en que los hombres se venden por moneditas, se conforman con que le tiren un techo a cambio de lo que sea. Se vive mal, se deterioran los niveles de vida a límites inaceptables. Aumentan en grado superlativo los sumergidos. Todo se hace con el pretexto de la lucha antiinflacionaria.

35. Inflación y desocupación

Y aquí hay una trampa, la lucha del pueblo no es contra la inflación, ésa es la lucha de los que tienen mucha plata. ¿A mí me importa que se devalúe qué? ¡Si yo no tengo nada! ¿Qué se va a depreciar? A mí lo que me interesa es el trabajo. La lucha contra la desocupación, no contra la inflación. Aunque inflación y desocupación están íntimamente ligados. Hay desocupación porque hay inflación. Una inflación falsa, creada expresamente para aumentar las ganancias. Es una inflación que es deflacionaria en términos monetarios e inflacionarios en términos de medios de pagos paralelos. ¿Entonces qué pasa con la economía del pueblo? La economía del pueblo es monetaria y está deflacionada, se comprime. Cada vez el hombre con más plata puede comprar menos, pero además tiene menos plata. ¿Por qué? Porque hay menos trabajo; pero como hay menos trabajo se producen menos cosas y estas menos cosas son más caras. Hasta que algunas se dejan de producir y entonces se importan y son mucho más caras todavía, con lo cual muchos menos las pueden comprar. Esto cierra la espiral, que es la espiral de la miseria. Por donde esto se ataca no es diciendo: “tomemos medidas antiinflacionarias de carácter monetario”. Esto es una estupidez si no fuera una infamia. Porque no se ha tomado ninguna medida antiinflacionaria, todas las medidas tomadas son inflacionarias, el sistema vive de la inflación.

Como los burócratas han transferido la inflación de la base monetaria a los medios de pagos paralelos, ellos viven a costa de la base monetaria succionándole la sangre. Ellos tienen medios de pago abundantes y pueden crearlos, tarjetas de créditos, cheques, pagarés, bonos, todo eso. En cambio el pueblo sigue siempre viviendo del papel moneda, paga con el papel moneda, en este circuito que es circuito de la miseria. Para los medios de pago paralelos no. ¿Quién vive de los medios de pago paralelos? El Estado Burocrático Transideológico y toda la burocracia, los funcionarios. Es lo que el Imperio les tira para que vivan, de mentira. Tampoco gasta un peso, porque eso aumenta la deuda externa siempre, en los libros, siempre va ganando igual.

Salva su capacidad de inversión para invertir concentradamente en el momento en que este proceso haya llegado al punto máximo, cuando empiece a declinar, ahí reinvierten en las empresas de alta concentración de capital. ¿Por qué? Porque eso supone más márgenes, más beneficios, es una crisis del proceso de apropiación que bajo la forma de beneficios está siendo protegido por esta pantalla de miseria. En realidad terminan apropiándose de los hombres. Porque es falaz y monstruoso, desde ellos, que los hombres no valen. Valen. Tal es así que la pelea es ésa. Dicen que no. ¿Para qué?, para despreciar la mercadería y comprarla por monedas: ésta es una mecánica del mercado. Antes decían que una desocupación del 4% era una barbaridad, aunque la consideraban natural. ¡Ahora EE.UU. y Europa soportan el 16 y el 17% de desocupación y lo consideran también natural!

¿Cuánto tenemos nosotros de tasa de desocupación? ¿50%, 40%? No se sabe, no hay información, no hay estadísticas de nada. El que quiere estadísticas se las tiene que fabricar, el Estado no produce eso. Antes sí, era el INDEC, ahora no produce más, es otro signo de la colonización.

36. Historia de la onda colonizadora

La Argentina ha sufrido un cambio tremendo entre 1976 y hoy, se ha transformado de un país dependiente en pugna por su independencia, en una colonia. Y esto no es una facilidad del lenguaje, ni una consigna política, ni un exceso, sino descubrir lo que la Argentina es verdaderamente hoy.

¿Qué ha hecho el hombre argentino ante esto? Resistió. Ya el General Perón lo decía en 1972, que el hombre argentino estaba muy mal, estaba destruído. Han pasado de 1972 hasta la fecha quince años, en estos quince años, de un hombre destruido ¿qué puede quedar? Ruinas. Es lo que vemos, las ruinas. “Estas Fabio, ¡ay! dolor que ver ahora, ruinas de otrora itálica famosa”. Los resultados están a la vista, el intento en el caso concreto de la Argentina es destruir la Nación, destruyendo al hombre argentino, robándole su patrimonio y convirtiendo al Estado Nacional, que fue en una época propiedad de los argentinos, y según ya hemos analizado, en un enemigo y en el alojamiento de la Burocracia Transideológica. Pero para tener más claridad respecto al proceso que vivimos debemos analizar su filiación.

El proceso de colonización moderno, que procede por ondas, empezó en el siglo XVI con la colonización que fundamentalmente España y en menor medida Portugal, Holanda, Inglaterra y Francia iniciaron en ese siglo. Época de la navegación, de la circunnavegación del globo, en que España se asentó en grandes sectores del mundo no conocido de aquella época. América toda, partes de Asia y de África, y algunos otros lugares como Flandes e Italia. Fue acompañada por los portugueses y en parte por los ingleses, que en aquellos tiempos buscaron sólo enclaves para la flota, lugares en la costa donde obtener limones y comida fresca para combatir al gran enemigo de las grandes travesías oceánicas que era el escorbuto, enfermedad que terminó con algunas de las expediciones de Cook en el siglo XVII. Este era el fantasma que acechaba en cada uno de los grandes viajes, estos enclaves servían también para obtener repuestos de palos, de velas, grasas para las lámparas, combustible para cocinar, agua. Después fueron puntos de penetración comercial, tras haber sido de navegación y de exploración. Ese fue el proceso que siguieron Inglaterra y Holanda. En cambio España y Francia en parte trataron de ocupar el terreno. Esta fue la primera ola de colonización, que tiene un seno en el siglo XVII, casi tres siglos después con el proceso de independencia de las colonias de América, simultáneo con la crisis del Imperio español.

Pasado ese momento, a mediados del siglo XIX, empieza otro proceso, que es la colonización masiva de África y de Asia por parte de Inglaterra y Francia. Esto tiene una culminación en la época de la reina Victoria. Del mismo modo que la colonización de la época anterior la había tenido con Carlos V y Felipe II. Termina en 1945, donde nacen los estados de África y algunos estados de Asia, en una nueva onda de descolonización.

Por los años 1965-1970 comienza un nuevo período que es la recolonización de toda la periferia. En todo este camino los colonizadores han aprendido, en el segundo período aprendieron respecto del primero que no se podían construir unidades entre colonias y las metrópolis, lo aprendieron del imperio español al cual ellos destruyeron, entonces ocuparon con el objeto explícito de la esclavitud del nativo. En este tercer período han aprendido otras cosas. Por ejemplo, en el período anterior era sobreentendido que no se colonizaban naciones, era imposible, los medios no alcanzaban.

Cuando lo intentaron se encontraron con serios disturbios y problemas, la ocupación de China nunca se completó, ni nunca se pudo hacer más que en la periferia. Lo mismo sucedió con la India. Pero en este siglo han aprendido la técnica de colonización de naciones. Técnica iniciada por la Unión Soviética, que colonizó naciones: Hungría, Polonia, Checoslovaquia, Rumania, Bulgaria, Alemania, etc. Pero desarrollada previamente en los ensayos del proceso llamado “desnazificación” de Alemania y “desfascistización” en Italia, por Inglaterra, en sus institutos de antropología, historia y sociología.

Es decir, que es posible con una tecnología adecuada, que es la que expusimos, desde los puntos de vista económico, social, político y aún militar.

La colonización soviética, después de 1945, se disfraza de independencia. Esto es lo que han pretendido y lo que han aplicado con la Argentina. Aparentemente se trata de países independientes, es el principio del Gran Guignol contemporáneo, de 1945 para acá, en la convicción que han anulado en el mundo central toda resistencia con la derrota de Alemania, de Italia y de Japón. Se puede apreciar que esta onda colonizadora se va haciendo de una frecuencia mayor, va acortando sus ciclos. Esto ocurre independientemente de la voluntad de los colonizadores, porque ellos generan resistencia en la medida de lo mismo que hacen; ésta es otra ley que tampoco pueden cambiar. En las naciones como Argentina se genera una fuerza igual y contraria. El sistema burocrático transideológico tampoco puede aguantar en estas áreas, tiene grandes convulsiones. La Argentina en particular es un laboratorio en América de este sistema. Han probado otras cosas, pero en estados de América Latina que no eran naciones. Y sobre la base de sangrías considerables, sobre todo en México, en que se apoderaron de un proceso popular revolucionario que fue la revolución mexicana que también es un proceso perteneciente de algún modo al siglo pasado.

Ellos han probado donde era más fácil, donde no había movimiento nacional, probaron donde no había estado Perón y luego se largaron a la gran aventura de probar donde estuvo Perón. No les va bien, salvo en un aspecto, si bien han colonizado a la Argentina, han convertido a la Argentina en una colonia de total y absoluta dependencia, en todos los órdenes, ideológico, político y social de todo carácter. Estamos viviendo un proceso nuevo. Cuya novedad es: primero que inauguramos un proceso de recolonización del mundo; segundo, esto es nuevo como proceso mundial, porque es una recolonización con nuevas condiciones. Condiciones que disfrazan más la condición colonial pero que también la hacen infinitamente más eficaz de lo que fue en el primero y segundo período colonial y por otra parte es nuevo para los argentinos que pasemos de ser parte de un gran imperio hasta 1810 a ser una nación independiente o dependiente en lucha por su independencia. Ahora transitamos a la situación colonial mediante un proceso tremendamente duro conducido por los gerentes o directores importantes de la burocracia transideológica, como son Roberto Alemann y José Alfredo Martínez de Hoz, que fueron los que condujeron este proceso y siguen conduciéndolo, porque Sourruille o quien sea, son sucedáneos de Martínez de Hoz y del jefe de este proceso que sigue siendo Roberto Alemann. Proceso que fundamentalmente es un proyecto político, dentro del cual el proyecto económico es una parte, importante por cierto pero sólo una parte.

Este proyecto político de la colonización es una perspectiva que ellos exponen del destino del hombre para todo el planeta, incluso para los pueblos de los países centrales. Porque la sinarquía no tiene una localización, está en ningún lugar, por eso es “sinarquía”, sin gobierno y sin personalización. Es el sistema; es una cosa anónima, donde todos son funcionarios escalonados de algo, pero que es finalmente anónimo, no tiene responsables. En rigor sí los tiene, son todos los que aceptan las condiciones de ingreso a la burocracia transideológica; es simple, visto desde los pueblos es así, son verdaderamente responsables de este proceso infame, que es infame en la Argentina e infame en todos lados, no sólo en la Argentina.

Pero volviendo al tema de la “onda” de colonización y la de descolonización, estamos llegando al pico de la tercera onda de descolonización y saliendo también del seno de la onda de descolonización. Veamos, se produjo hace poco, tres años, el “estallido” de Solidaridad en Polonia, que marcó el final del cenit colonizador y el nadir del aguante de los pueblos. La Argentina, al igual que Polonia, ha comenzado ya su proceso de Resistencia al colonialismo. Por otra parte, el proceso de aceleración de las ondas pareciera determinar una situación de choque que podría tener dos resultados teóricos posibles: uno, la onda de la colonización sigue su dinámica y termina de colonizar el planeta y se expande en el Sistema Solar, transformándose así la situación de la periferia al crear otra periferia; dos, desaparece el sistema colonial, esto es, imperial, puesto en crisis por el choque de la descolonización generalizada y se abre una perspectiva, si bien de gran convulsión, también de grandes posibilidades para los pueblos.

Creemos que la primera alternativa es imposible, ya que para ello debería el imperio cambiar esencialmente, tanto en el campo de la inversión, en la conquista espacial, como en el de su soporte, o bien económico o bien social, en el planeta, como en la orientación de la investigación aplicada. Tienen la mente limitada hoy por sus contradicciones políticas y de poder -dentro del propio sistema imperial- que han llevado por siempre a la desaparición (muertes accidentales conducidas) de nueve (9) de los más avanzados de la tecnología física (plasma, láser, máser) que participaban en Europa en el proyecto IDE (Iniciativa de Defensa Estratégica) del presidente Reagan. Siete de ellos murieron en Inglaterra (tres pakistaníes, cuatro ingleses), uno en Italia (un general de la aviación) y uno en Francia (un general de la aviación de “Aerospatiale”).

De tal modo la alternativa más probable es la segunda, en la cual la Argentina, como toda Hispanoamérica, tiene bastante que decir.

37. La lucha anticolonial y las nuevas formas del movimiento nacional

Yo creo que ésta es la situación de la Argentina de hoy. Es la evolución que ha sufrido la nación en estos últimos quince años entre 1972 y 1987. Ha pasado por estos cambios, estos sectores, estos problemas. Pero la nación existe, han desaparecido las cosas vividas como intermediaciones entre el colonizado y su objeto.

¿Qué quedó? Quedó la esencia. Lo que ha ocurrido es el desnudamiento de la esencia profunda de esta situación, que siempre estuvo presente, cubierta por estas mediaciones. El problema es generar la segunda resistencia a la colonización. Digo segunda no desde la perspectiva de nuestra historia, porque entonces sería la tercera, sino desde el punto de vista del actual proceso de descolonización. La primera fue en Polonia, en una situación muy similar, también contra la burocracia transideológica. Independientemente de lo que podríamos llamar rasgos dominantes del sistema transideológico. Desde el punto de vista ideológico los procesos son similares con el acento en algunos rasgos allá y en otros aquí. El proceso de Solidaridad es un proceso de descolonización, de afirmación de la personalidad del pueblo, que incluye la afirmación de su cultura, de su religión, de su trabajo y de la independencia nacional. Este es el mismo proceso que vivimos nosotros, en esto está demostrada la existencia de la Nación y esto es lo que va a pasar en la Argentina, es lo que tenemos que desarrollar en la Argentina. No hacer Solidaridad aquí, que sería una tontería, porque sería una imitación estúpida, sino cumplir con el proceso que la Nación está exigiendo, que es el proceso de resistencia a la colonización y la descolonización.

Si nosotros hacemos un corte a la situación podemos preguntarnos ¿cómo el Movimiento Nacional, el peronismo, iba a sobrevivir? El peronismo como estructura no podía sobrevivir de ningún modo. Porque los supuestos sobre los que estaba fundado el peronismo eran los supuestos de la Argentina independiente y de la Argentina dependiente en lucha por su independencia. En la Argentina colonial estos supuestos no existen, ni económicos, ni sociales, ni de ningún tipo. O el peronismo cambia o el peronismo desaparece. Pero por más que el peronismo desaparezca, lo que no va a desaparecer va a ser el Movimiento Nacional, se llame como se llame. El Movimiento Nacional sigue porque la Nación existe, en las condiciones de colonización. Su organización, su estructura, su mando, su conducción y su política no son las mismas que las condiciones anteriores. Sí son las mismas su ideología y su doctrina, que serán peronistas, obviamente, aunque su nombre sea cualquiera. Porque Perón ha fundido de una sola vez y en una sola pieza ideología y doctrina del Movimiento Nacional en la Argentina, y la Nación Argentina sí existe, independientemente de las condiciones materiales de su desenvolvimiento actual.

¿Qué desaparece del peronismo en realidad? Desaparece lo que no se puede adaptar de él a la nueva situación del pueblo y de la Nación. La dirigencia política de la renovación y de la ortodoxia, en rigor, todos aspirantes a participar de la burocracia transideológica. No son dirigentes políticos sino aspirantes a funcionarios y aspirantes a integrar un sistema de circuito cerrado de reparto de honores y de dinero, de prebendas. Porque no hay ninguna dirección política, ni conducción política, ni aspiración política de ningún tipo, declinadas las aspiraciones principales que son respecto de la Patria y de nuestro pueblo. Declinadas estas aspiraciones son meramente aspirantes a funcionarios, hombres que figuran en la lista de la bolsa de trabajo de la burocracia transideológica, nada más. Entonces lo que desaparece del peronismo es eso. Como en los trabajadores de Hércules, en la limpieza de los establos del rey Augías, el río Alfeo ha entrado en los establos y se ha llevado la bosta. Eso es lo que está sucediendo, simplemente uno de los trabajos de Hércules. Y se lo lleva nomás. Por lo menos en una zona del país, en las grandes ciudades urbanoindustriales, Córdoba, Rosario, Buenos Aires y Gran Buenos Aires, La Plata, Mar del Plata y Bahía Blanca. En estas zonas esto es clarísimo, no hay ninguna política popular que pueda hacerse, desarrollarse, decirse o ser entendida, comprendida y acompañada por el pueblo en esa área desde ningún partido político. Lo que no ocurre en los bordes de la Argentina, en el interior, donde están los gobiernos peronistas y por algo están. Los partidos justicialistas de estas provincias convocan, sus procesos también convocan, se ejerce el gobierno, independientemente de la situación económica y además hay un proceso de movilización y poder popular que es cierto, aún con el partido, con el gobierno y con el estado actual. Esto no ocurre en los grandes complejos urbano-industriales convertidos en “ghettos” de miseria, ni tampoco ocurre en el campo, donde el hombre está abandonado a la buena de Dios, al hambre y a la expropiación, donde también hay una burocracia en las organizaciones aparentemente gremiales de chacareros, o las Sociedades Rurales, no todas, pero en algunas sobre todo en la Sociedad Rural Argentina, en Coninagro y en algunas Cooperativas, que también aspiran a incorporarse al sistema burocrático, que no representan nada.

Están chupados por lo que pasa en el complejo urbano industrial. Allí la política nacional y popular no es precisamente trabajar con este tipo de burocracias o de funcionarios semipolitizados o ideologizados, sino trabajar con nuestra gente, con nuestro pueblo y crear y descubrir los dirigentes naturales de una política de descolonización activa, de defensa de la Patria, de defensa a nuestra religión, de nuestra cultura, de nuestras familias, de defensa al trabajo y finalmente de poder para el pueblo. Hoy no se puede tomar como válido ningún modelo de lucha anticolonial, tenemos que crear uno, como si estuviéramos en 1806.

¿Cómo es la creación de este modelo? Hay muchas cosas que se pueden conocer ya hoy, y otras que las van a dar las características de la lucha, hay rasgos que están empezando a aparecer. Hemos hecho varias pruebas con éxito. Una es el Movimiento Rural, que yo creo que es muy importante. ¿Cómo sigue? Hay que ver. Otra es la “federación” de fuerzas organizadas al calor de la nueva situación que atraviesa nuestro pueblo en las grandes urbes. Cada vez más amplias capas del pueblo están, desde el punto de vista del trabajo social organizado, desorganizados, sin trabajo, sin trabajo social organizado y sin organización. Por un lado se fue perdiendo la conciencia de lo orgánico connatural en el argentino de hace diez años. ¿Pero es que la sociedad puede verdaderamente reducirse por la violencia al individualismo? Yo creo que no, que va a ser al revés, que va a ocurrir que por la violencia se va a lo colectivo. Se va a producir una escisión entre una parte verdaderamente marginal, de delincuentes, y el resto que no va a seguir ese camino por más que sean desocupados, cuenta-propistas o vivan en una villa miseria. Van a nacer organizaciones que nosotros estamos creando. Van a ser como los que las hacen quieran que sean. Generalmente bastante llanas, sin escalonamiento, tanto de la decisión como del mando, en rigor es una organización del diálogo, estas son organizaciones suscitadas por la conciencia del peligro y por las necesidades que tienen. Con un núcleo de cuadros, pero que no tienen escalonamiento sino funciones.

Estos procesos reorganizativos van a cobrar más vigor, sobre todo en las grandes ciudades, es como un reguero de pólvora, tiene puntos, nudos de conducción. El problema es suministrar política y suministrar tareas allí. El Movimiento Rural es formalmente parecido, aunque responde a otro motor, a otros elementos que no tienen nada que ver con esto.

Las consignas que reúnen los elementos esenciales del problema son: Dios, Patria, Trabajo, Familia y Poder para el Pueblo. Esto condensa claramente las aspiraciones de la Nación y del Pueblo en este período, y el proceso de descolonización, tanto cultural como económico, social como político. Yo no creo que deba producir ni angustia, ni miedo ni tampoco infelicidad, que lo que queda del peronismo con ese nombre, o que hable en nombre de él, desaparezca, ya que si desaparece nada tiene que ver con la Patria ni con el Pueblo, son parte de la piel seca y muerta que se cae. Porque el Pueblo y la Nación siguen existiendo independientemente de ellos, y el Movimiento Nacional por lo tanto también.

Independientemente de la forma que esto adopte, que será una forma de construir entre millones de personas, en esta marcha a construir una nación independiente y soberana. Una nación independiente y soberana que en medio de este proceso neocolonial no puede ser o tener solamente un territorio argentino. Por eso nosotros desde hace mucho, siguiéndolo en esto, como en todo, al General Perón, impulsamos la idea de la unidad continental. Su forma, creemos que es una Confederación de Naciones Soberanas. Partiendo de la base del reconocimiento de la particularidad de cada nación del continente pero unidas sólidamente en una Confederación que permita resistir este proceso de recolonización que es social, cultural, político, económico, religioso y también militar y tecnológico. Nuestros países están en condiciones de hacerlo del mismo modo que inauguraron el proceso de descolonización. Pueden inaugurar en este período de descolonización del mundo entero. Es decir la liquidación de un proyecto que es el proyecto del Anticristo y que es un proyecto inhumano. No en vano su Santidad Juan Pablo II llama a América el Continente de la Esperanza y nos convoca a construir una nueva Civilización: la Civilización del Amor. Este es el tema del futuro y en perspectiva, expresado en términos muy generales. Esto requiere de mucho trabajo, de mucho sacrificio, de mucha organización y también de tiempo. Pese a que los pueblos tienen siempre una estrategia que algunos teóricos llaman sin tiempo y que yo llamaría sin plazos, porque no es fuera de tiempo, es en el tiempo, como todas las cosas humanas. Sólo la Providencia puede estar fuera del tiempo o dentro, según su voluntad.

El hombre no puede estar y ser sino en el tiempo, de modo que no hay estrategia sin tiempo, hay estrategia sin plazos, sin términos. La estrategia de los pueblos y sobre todo la estrategia de descolonización es una estrategia sin plazos, lo cual no quiere decir que sea lejana o cercana. Quiere decir que es cuando es, así esto sea muy próximo o relativamente lejano. Nosotros creemos que no va a ser lejano sino próximo, porque la brecha que ofrece la burocracia transideológica en la Argentina es muy grande y porque desprendidas del lastre, por lo menos en las zonas donde viven 16 millones de argentinos, que significa la engaña-pichanga de la lucha partidaria, del internismo suicida y de la estupidez generalizada, se abre el rumbo de la victoria.

Es en la calle, es con la gente, es con nuestro pueblo, donde vamos a encontrar el camino más corto para la construcción del Movimiento Nacional y la asunción del poder. Porque nuestro problema es: o una Revolución Nacional o desaparecer definitivamente como nación y como pueblo.

QUINTA PARTE
LA CRISIS MUNDIAL

38. La situación mundial

El proceso sufrido por la Argentina a partir de 1976 y que hemos descrito en el capítulo anterior se dió en el marco de un reordenamiento del poder mundial.

Reordenamiento que comienza en los últimos años de la década del sesenta y primeros de la década del setenta y cae en nuestra patria con todo su peso en 1976, acorde o sincrónicamente con una situación interna. No es que esta situación interna sea el reflejo del proceso que se daba en el mundo. Lo que hubo es una sincronía, que tampoco es una casualidad, con elementos propios de nuestra realidad y elementos producidos por el Imperio. Es necesario que analicemos, para terminar de comprender, la evolución de la situación mundial desde 1967/1968 en adelante.

En esa época campeaba en occidente el optimismo de la posguerra, producto de la reconstrucción de los países asolados durante la conflagración mundial y de una especie de fe en el constante y eterno desarrollo, indetenido e indetenible, del potencial económico, productivo, financiero, de consumo, etc., de los grandes países industrializados de occidente. Por otro lado, en el Este, luego de los campos de concentración, de los grandes procesos de represión, de la esclavización de medio continente por parte de la cara soviética del Imperio, se vivía una situación de crisis que amenazaba resolverse por el estallido de una tercera guerra mundial. El capitalismo del mundo central, simultáneamente, había llegado a un tope con sus sistemas de producción, el cual era absolutamente imposible pasar, si no se resolvía primero el problema de la energía y el problema de la producción mecánica. Esto hacía necesaria una reconversión de todo el sistema productivo; al mismo tiempo, el conglomerado político, económico y militar que expresaban ambos polos tendían a aproximarse permanentemente.

Esta aproximación en un momento pareció la aproximación a un frente de combate, pero finalmente terminó mostrándose que era una confluencia hacia una unidad cada vez mayor. Por más que tuvieran caras de malos, cuando se aproximaban a una distancia determinada, cuando esa distancia fue separada cambiaron la cara, se estrecharon las manos y se confundieron en un abrazo. Finalmente no fue la confrontación militar sino el acuerdo, que demostraba que la diferencia de los regímenes era en realidad ideológica y no profunda, que es lo que hace comprensible este acuerdo. Esta era la concepción de la llamada “Comisión Trilateral”, compuesta por hombres de empresas, periodistas, políticos y falsos y verdaderos influyentes, de Japón, de Europa Occidental y de EE.UU., y que se creó a los fines de resolver esta situación suscitada por el exceso de excedentes en dinero que tenían los bancos occidentales después de 20 años de bonanza de la posguerra, por la necesidad de reconversión del sistema productivo y por la crisis del bloque soviético.

Esta gente veía que no había ninguna diferencia entre los hombres que conducen Occidente, que son los “managers” de las grandes empresas transideológicas, y los dirigentes soviéticos de los grandes complejos de producción, del Partido, del Estado o del Ejército Rojo, de la “Nomenklatura”, en fin. Usaban la misma ropa, tenían los mismos gustos, tenían cuentas privadas en los mismos bancos de Suiza, transitaban los mismos ambientes y tenían en definitiva la misma conciencia, producto de procesos burocráticos similares, aunque tuvieran políticas distintas para manejar a los foros internacionales. De modo tal que no había ninguna contradicción en formular un plan, que abarcaran tanto el campo llamado socialista, como el campo llamado occidental.

Algunos inadvertidos se sorprendieron de la profundidad del acuerdo porque pensaban, y creían, que había una zanja profunda, un abismo, entre el Este y el Oeste. No fue sorpresa para nosotros, que desde hace mucho tiempo habíamos aprendido de Perón que éstas eran dos caras de la misma cuestión; la unidad entre estos dos regímenes surge de que uno, en realidad, es la versión avanzada del otro, avanzada en el mismo sentido en que el otro quiere avanzar. O sea, en el perfeccionamiento de la esclavitud. El capitalismo ha progresado en los países del llamado “socialismo real”, se ha convertido en una sociedad esclavista industrializada. Progreso a favor de las oligarquías por supuesto, no a favor del hombre. Han cambiado algunas cosas, han dejado la propiedad para transformarla en apropiación, que es lo que les permite a unos pocos -la “Nomenklatura”- manejar el conjunto de la economía.

Simultáneamente, como es lógico, se encubre esto en una verborragia en la que se habla del “pueblo soviético”. Pero es un verso similar al de Alfonsín cuando habla del “pueblo argentino”. Lo cierto es que el régimen es: marche o muera.

Algunos ejemplos expresan cabalmente este elevado grado de unidad que mencionamos. La empresa de seguros del estado soviético tiene una asociación con una empresa de seguros del estado norteamericano que se dedica a asegurar los bienes de las empresas occidentales instaladas en los países periféricos contra nacionalizaciones o expropiaciones (¡!). Ya claramente, como vemos, se trata de un régimen con una sola conducción, con dos alas, y unido firmemente en la cúpula. Independientemente que los políticos en el escenario, que no es donde está el director ni el apuntador, ni los que armaron la obra, sigan jugando como los actores en el teatro esa pieza escénica que ya cada vez más se parece a un “vodevil”.

Es esto de pelearse y no pelearse. Semejan a los payasos que se pegan cachetazos, se tiran tortas de crema, y causan gracia porque todo el mundo sabe que es un truco, lógicamente la acción no es verdad, la verdad es que están los dueños del circo, que no se los encuentra en escena sino cobrando las entradas. Los payasos además ganan poquito por hacer eso, sino no sería negocio. Así es como se podría describir lo que pasa, un poco jocosa y un poco trágicamente, y el espectáculo existe porque mucha gente cree que eso que sucede es cierto, como los chicos que van al circo se asustan, lloran o se ríen con lo que hacen los payasos, la encuyere o el domador.

Desgraciadamente el régimen no es un circo. Es terrible, infame y tremendamente violento pese a ésta su fachada.

39. El plan

Analicemos cómo resolvieron esta situación planteada por la enorme acumulación de capital en Occidente y por la crisis del sistema industrial esclavista, que como todo sistema basado en el trabajo esclavo es ineficiente y afronta crisis periódicas producto de ésta su ineficiencia. Respecto a la acumulación de capital había dos formas de resolverla, una invirtiendo o reinvirtiendo en las zonas llamadas subdesarrolladas del globo, con lo cual provocarían una baja en el nivel de vida en la zona central, dejarían de vender lo que vendían y dejarían de comprar lo que compraban y finalmente engendrarían competencia al menos en algunos niveles, de tal modo que esto fue desechado. La acumulación en los bancos llegaba hasta el punto que tenían que bajar las tasas de interés por la superabundancia de dinero, lo que terminaba no siendo negocio.

Entonces imaginaron tres posibilidades, que es como, a mi juicio, es el plan completo. Estas tres posibilidades podríamos enunciarlas así: uno, desarrollar la economía negra; dos, armar la bicicleta a escala mundial y tres, invertir en el Este, con lo que resolvían la crisis del sistema esclavista industrializado y la amenaza nuclear que pendía sobre el mundo en 1966/1967.

El tema era cómo generar al mismo tiempo las condiciones necesarias para una futura inversión de capital en otras condiciones que fueran económicas rentables y que resolviera el problema del techo al que habían llegado la producción basada en los principios de la mecánica, expuestos en los dos siglos anteriores por los científicos racionalistas alemanes e ingleses. Esta producción había dado de sí todo lo que podía, pero estaba desde el punto de vista de su utilaje prácticamente obsoleta y desde el punto de vista de sus posibilidades había alcanzado el techo de rendimiento. Todas las formas que se aplican hoy en el sistema productivo, son formas distintas del trabajo del calor. El cambio propuesto es reemplazar los principios de la mecánica, que generan gran consumo de energía, por los principios de la electrónica, que no se basan en la utilización del calor, sino en la utilización de un flujo de corriente, de una micro corriente además, lo que implica bajísimo consumo de energía.

Esta reconversión del sistema productivo, necesitaba, obviamente, del abandono y por lo tanto de la destrucción del sistema anterior, transformado ya en no rentable. Este era el primer objetivo en el tiempo mientras, simultáneamente, se resguardaba la capacidad de inversión para el momento oportuno.

40. La economía negra

]El desarrollo de la economía negra consistió en la inversión de parte de esos excedentes y de parte también del capital retirado del sistema de producción basado en la mecánica que empezaba su proceso de liquidación, en un circuito que empezando por la droga, seguía por la industria de armamentos, por el oro, la plata y los diamantes, y finalmente el turismo.

La droga ha pasado a ser uno de los negocios más importantes del mundo, moviendo alrededor de 500 mil millones de dólares anuales, de los cuales 300 mil millones de mueven en el mercado norteamericano y los otros 200 mil millones en el resto del mundo. Pero la droga se maneja con dinero en efectivo, y en países donde los impuestos son altos, las regulaciones aduaneras son pesadas y las regulaciones bancarias también lo son, y donde la economía está basada fundamentalmente en la tarjeta de crédito más que en el efectivo, se hace difícil esconder 250 mil ó 300 mil millones de dólares.

Para resolver este problema se creó una vasta red en todo el mundo cuya función es la de lavadero del dinero de la droga y que conlleva un negocio financiero clandestino, todos estos lavaderos han sido instalados en los “paraísos fiscales” del Caribe o de Europa y algunos de Asia como Hong Kong, Macao o Singapur. Lugares donde el tráfico de dinero no está controlado, donde no se pagan impuestos y donde los bancos están “desregulados”, como dirían Martines de Hoz o Roberto Alemann. Es decir, no tienen una obligación mínima respecto del encaje de dinero, ni respecto de la publicidad de sus cuentas. Desregulación que ha llegado al “sumum” con la creación del “Big Bang”, el mercado de valores mundial, en Londres. Que tuvo algunos problemas con los sistemas computados cuando se inauguró, debe ser porque las computadoras no lo podían creer. Estos lavaderos son uno de los refugios. Pero el problema es que ellos necesitan el dinero de nuevo en sus propias metrópolis, entonces deben hacerlos pasar por otros negocios.

El primero y más importante es el de las armas, que mueve unos 200 mil millones de dólares anuales en el mundo. Este negocio tiene dos objetivos: desarrollar por un lado, desde el punto de vista industrial, algunas tecnologías y algunas plantas hasta convertir en un rubro muy importante la exportación de armamentos en algunos países centrales, y por otro mantener en la periferia una cantidad aceptable de muerte por violencia, por guerras o enfrentamientos, que la política general del sistema también produce. Entonces asisten con el armamento a estas necesidades que crean con la política y con la economía. Un negocio redondo. Por otra parte ellos vienen diciendo, hace mucho ya, que somos muchos en el mundo, que 4500 millones es demasiado y que 6000 millones al fin del siglo es una barbaridad, porque el mundo no va a aguantar. La conclusión es que hay que reducir la población, y para eso se conocen tres métodos, que son los jinetes del Apocalipsis: hambre, peste, guerra = muerte.

Han largado a los cuatro jinetes a galopar por la periferia de tal modo que hemos tenido más de 400 enfrentamientos entre 1945 y hoy. En 40 años entre 10 y 15 enfrentamientos graves por año, todos en la periferia, pero producidos por el mismo proceso. Todos alimentados con armamentos y con política desde los países centrales del Este y del Oeste. Como son socios, unos aportan unas cosas y otros aportan otras cosas, unos aportan armas, los otros también; unos aportan política, los otros también. Esto genera no entre ellos sino entre otros, un estado beligerante casi permanente. Los negocios que siguen a los de las armas son los del oro, los de la plata y los diamantes y finalmente el del turismo. O sea, lo estrictamente suntuario, lo que puede convertir al dinero en elementos acumulables con facilidad que no pierden valor, lo cual es una búsqueda permanente de aquel que tiene un exceso de numerario.

Por último el turismo, los grandes operadores de turismo, las grandes empresas hoteleras, están todas ligadas a este negocio del lavadero de dinero. Toda esta economía negra mueve entre 1 billón y medio y 2 billones de dólares totalmente fuera de control, que, por supuesto, no paga impuestos a nadie, a ningún estado del globo, y que produce enormes ganancias del orden del 500 ó del 1000 por ciento, sobre las inversiones. Los beneficiarios son algunos bancos y aquellos que se proponen controlar esto, también las empresas transideológicas, que no son ajenas ni a la industria de armamentos ni a la industria química, ni a la droga. Hay multiplicidad de colaterales de las empresas transideológicas que también trabajan en la droga. Estas colaterales pueden ser empresas, pueden ser bancos o pueden ser simplemente servicios de inteligencia, cuyos presupuestos son todos negros. Se trata, por ende, de una fuente de ingresos importante que maneja sobre todo la producción, la elaboración y el transporte de la droga.

41. La gran bicicleta financiera mundial

El dinero para el armado de este sistema tuvo tres orígenes. Una parte vino del capital que estaba acumulado, otra de la economía negra y del proceso de lavado de estas ingentes cantidades y por fin la tercera de los petrodólares, es decir, de los depósitos de los países petroleros en occidente, fundamentalmente en Estados Unidos. Los países árabes depositan en el 98% de los casos únicamente en bancos norteamericanos, como el City Corp. o el Chase Manhattan, aunque tengan bancos propios y aunque las villas suntuosas las compren en Europa.

Respecto de los petrodólares es menester aclarar una gran mentira que se ha urdido responsabilizando a éstos y a la crisis del petróleo de los excesos de capital acumulado. En realidad dicha crisis y la misma creación de la OPEP fue una gigantesca operación de encubrimiento. La creación de la OPEP se hizo no sólo con el beneplácito de las grandes empresas petroleras sino también con su apoyo. Necesitaban de la crisis energética que, en el último análisis apuntaba también a la disminución del consumo y por ende al proceso de liquidación del viejo sistema de producción mecánica.

Pero todas las empresas petroleras siguieron ganando mucha plata y siguieron en relaciones con la OPEP sin ningún problema. Hay quien dice que el jeque Yamani era excesivamente amigo del Sr. Rockefeller para el gusto de algunos. Simultáneamente esta crisis permitió que fuera productiva una explotación tremendamente cara en costo operativo que es la del petróleo del Mar del Norte, que convirtió a Inglaterra en un país autónomo respecto del consumo de petróleo y contribuyó al desarrollo de la British Petrolum y de la Royal Dutch Shell, empresas que explotaban el petróleo del Mar del Norte. Sin crisis petrolera los costos hubieran sido imposibles, con la crisis fue negocio. Pero mucho más un buen negocio político, con la autonomía británica respecto del petróleo. Es decir que eso de la crisis petrolera es un invento de unos vivos para encubrir un brillante negocio y el conjunto del plan. El superávit de dinero no surgió de los petro dólares, estos intervinieron en la bicicleta como un factor más, ni siquiera el decisivo, su rol fue más bien marginal.

Sobre esta base de dinero, de estos tres orígenes, armaron una cosa que se llama “Euromercado”, de donde sale el “Eurodólar”. Este Euromercado es un mercado desregulado, ninguna nación de Europa controla ninguna cosa que se llame Euromercado. Es decir, es un mercado negro o en realidad blanco, porque tampoco está prohibido, de divisas, formado por una serie de bancos desregulados localizados en Luxemburgo, Liechtestein, Suiza, Andorra, donde todos los grandes bancos europeos tienen que ver. La operación que se hace en este Euromercado es emitir dinero pero en papeles, en forma no de papel moneda si no de medios de pagos paralelos o sea promesa de pagos, a los efectos de cubrir la ausencia del dinero verdadero que esta metido en la economía negra o como veremos después, invertido en el este.

Empiezan a aparecer dos mercados, uno es el mercado de los papeles en acciones a corto plazo, que está basado en el mercado de valores, pero que no son acciones sino obligaciones a corto plazo de aquellos que son tenedores de acciones, o sea las empresas, y por otro lados los C.D.T. ( certificados de depósitos transferibles), la comercialización de los certificados de depósitos a dos meses o a tres meses, que son a su vez cotizados en ese mercado y que surgen de la decisión de los banqueros de dejar de administrar su activo, o sea que lo tienen prestado, que era lo que hacían antes, para pasar a administrar su pasivo, o sea lo que tienen depositado en cuentas. Era la forma de hacer producir un dinero que tenían inmovilizado por ejemplo en los EEUU por la regulación del Fondo de la Reserva Federal, y de crear a partir de ese dinero nuevo dinero.

Así abrieron un mercado público de certificados de depósitos. Los bancos vendían certificados de depósito, fabricaban nuevo dinero, en realidad sólo promesas de pago a partir de un dinero inmovilizado. La fabricación de dinero paralelo llegó a un grado tal que hoy es algo así como 1.500 veces la cantidad del efectivo que hay en el mundo y sigue aumentando, porque basta con teclear una terminal de computadora para que aumente, total nadie paga, porque aquí no se trata de pagar, se trata de emitir, que es otra cosa, se trata de prometer. El iniciador fue el City Corp, principal acreedor de la Argentina. En realidad todo está girado hacia el futuro, funciona por la confianza de que está sostenido por un Estado, en la suposición equivocada de que ese Estado no puede quebrar. Pero no es así, los estados también quiebran.

Lo que pasa es que se supone que nadie se va a organizar a aquellos millones de acreedores para que exijan el pago en el mismo momento y por lo tanto el juego sigue jugándose. Todo esto va acompañado de un acortamiento de los plazos de los créditos. Pasan de ser entre 10 y 5 años a entre 1 año y 3 meses y de un aumento enorme, varias veces geométrico, de las tasas de interés, lo que esta directamente ligado a la velocidad de circulación del dinero, que como dijimos no es realmente dinero, si no promesas de pago que circulan por vía electrónica en todo el mundo. Empiezan así a acumularse enormes deudas, todas figurada en la realidad porque no son reales, mientras en el conjunto de los países de toda el área occidental lo que ocurre ciertamente es la imposición de las medidas del Fondo Monetario Internacional que no es nada más que un agente en este proceso al igual que el Banco Mundial y los organismos similares. Todos dicen lo mismo. Estas medidas apuntan a la contracción de la base monetaria que se desarrolla simultáneamente a la expansión, que hasta aquí analizábamos, de los medios de pago paralelo.

Se prohíbe emitir, esta es la forma de regular el consumo, y por lo tanto de regular la producción, pues en un momento de crisis por superávit de dinero, hay que bajar los niveles de producción de lo contrario el sistema deja de ser rentable. Pero para que baje la producción debe bajar el consumo, sino para los industriales resulta inaceptable quedarse con un “stock” que pasa a ser una lápida desde el punto de vista financiero y económico. El consumo no se baja diciendo “señores consuman menos” si no reduciendo la cantidad de dinero que está en disponibilidad del consumidor en cada lugar, en grados distintos. En Europa, en EEUU, en los países centrales, en un grado que es del orden del 20 o 25 por ciento y en toda la periferia drásticamente, mientras al mismo tiempo se llevan todos los remanentes transformados en divisas. Esto pasó en la Argentina, en un proceso que empieza por los papeles, sigue por los intereses y termina transformándose en dólares que se van al exterior.

Así van succionando divisas, achicando la base monetaria, a la vez que inflando los medios de pagos paralelos en reemplazo de la ausencia de una base monetaria suficiente que permita el desenvolvimiento de las operaciones económicas tal cual es su misión original.

Esta base monetaria se achica pero las necesidades siguen siendo las mismas, están cubiertas por medios de pagos paralelos para aquellos que tienen posibilidades de compra, es decir, capacidad de crédito, y están negadas para los pueblos cuya economía es esencialmente de base monetaria real.

En los países centrales, donde la tarjeta de crédito es normal, común donde cualquiera puede tener una, dos, tres y hasta cuatro tarjetas de crédito, el achique relativo de la base monetaria, la detención en un número de ésta y la inflación de los medios de pagos paralelos no producen el mismo efecto que en los países periféricos. En éstos el efecto es devastador, es eso que llaman la inflación, que es una gran mentira, porque en realidad para los pueblos es una deflación, con lo cual pagan inflación de los medios de pagos paralelos y la “vidita” de aquellos que se manejan con el crédito. De modo que cada uno que en la periferia tiene una tarjeta de crédito, la tiene financiada por aquellos que ven achicarse su dinero de bolsillo.

Sin embargo los gobiernos coloniales siguen hablando de inflación, ¿de qué inflación nos hablan? Mientras generen la inflación por supuesto, la inflación de los medios de pago paralelos, la inflación tiende a ser cada vez mayor, cada vez más depreciada, pero cada vez más grande; como ocurre en toda inflación, los valores relativos bajan pero aumenta la cantidad para sustentar la existencia de un número cada vez menor de personas. Es lo que vemos en la Argentina, donde son cada vez menos los que tienen acceso al crédito bajo cualquiera de sus formas, los bonex, los pagarés, las letras, hasta los créditos internacionales o lo que sea, todo forma parte del mismo sistema.

Cuando hablan de inflación se dirigen al pueblo y le dicen: “no consuman”. En realidad se lo dicen inútilmente porque no pueden consumir aunque quieran, y les siguen achicando el salario mientras siguen elevando los precios, porque pese a que estas dos relaciones monetarias están separadas y son distintas tienen una relación entre si. Esta relación consiste en que se van encareciendo los precios a mayor velocidad de circulación del medio de pago paralelo, lo cual vuelve a sumir cada vez más en la miseria al que no tiene acceso al crédito, su salario no aumenta, se maneja solamente con dinero en efectivo mientras los precios siguen aumentando. Este es el mecanismo de la deuda externa mirado en términos internacionales y es el mecanismo de este invento que llaman inflación en el nivel local. Así es en Argentina, en toda América, en Asia, en África y también en algunos países europeos periféricos, también ocurre en los países centrales. La inflación de Estados Unidos esta entre el 18 y el 20% anual, pero de 230 millones de habitantes sólo son 25 millones los que no tienen acceso a la economía del crédito, es decir la economía en efectivo es una economía marginal. Mientras en la Argentina y en todos los países de la periferia la economía en efectivo es la verdadera economía y la otra es la economía marginal. Así se han llevado 60 ó 70 mil millones de la Argentina que son los que debemos.

42. Nuestra pretendida deuda externa

Lo paradójico es que esto que se llevaron es lo que debemos. Esto es como si un ladrón enmascarado entra de noche en nuestra casa, despierta a la familia, nos pone a todos contra la pared y se lleva todo, y antes de irse nos hace firmar un pagaré por lo que se lleva. Al otro día se presenta en tribunales sin la máscara y nos exige el pago de ese pagaré, que es el valor de lo mismo que se llevó, y no sólo eso sino que la justicia le da la razón y entonces aparece un policía en la puerta de nuestra casa ordenándonos que le paguemos lo mismo que se había robado, esta es la deuda externa: no son papeles, es algo peor, es una estafa, un chantaje.

De los 60.000 millones de dólares, hay 35.000 millones de depósitos de argentinos en el exterior, de los cuales el 90% esta en Estados Unidos. Hay 10.000 millones que son intereses punitorios y cosas semejantes, o sea que en realidad quedan 15.000 millones, de los cuales habría que definir que parte es legítima y que parte es trampa. Trampas como las que se hicieron “a rolete” en la Argentina, porque se dio la oportunidad para que se hicieran y además porque las empresas se habían convertido en no rentables. Por ejemplo, alguien creaba una empresa fantasma en Suiza con dos testaferros y endeudaba sus empresas aquí con esa empresa del exterior, lo que hacía en realidad era vaciar las empresas aquí y fugar el dinero al exterior, que ponía a nombre de esa empresa fantasma.

Ahora viene la repatriación o “capitalización de la deuda”, como hay que decir ahora, que consiste en que los tenedores privados de obligaciones de deudores argentinos residentes en el país pueden venir a presentarse aquí y solicitar al Banco Central que les otorgue créditos por ese valor con la condición de que sean invertidos aquí…

Entonces este buen señor que había fugado su capital, hace que se presente esta empresa suiza que él creó y que es acreedora de sus empresas en Argentina, que es la dueña de la quiebra de esas empresas y se adhiere al plan de “repatriación de la deuda” solicitando un crédito por el monto de la deuda, el Banco Central aprueba y pasa el trámite al Banco Nación que hace efectivo el crédito, usado luego como capital de giro, en compra de acciones, etc. Las empresas argentinas quedan sin deuda porque todo el grupo que conforman es avalista del crédito otorgado por el Banco Central. La empresa externa obtiene el dinero para invertir en este tipo de cosas sin que el grupo de empresas argentinas sea enajenado.

En resumen, ese señor tiene los dólares que ya se llevaron, en el vaciamiento anterior, y tiene de vuelta la misma cantidad duplicada para seguir jugando. Es un negocio redondo. Nos robaron al llevar equis cantidad de dinero al exterior, nos robaron cuando había préstamos desde el exterior porque el dinero fugaba, y nos vuelven a robar cuando nos vuelven a prestar. Este es el mecanismo, no en todos, pero sí en una muy grande cantidad de casos, de la deuda externa.

¿Por qué paso esto? En primer lugar porque el Banco Central y la economía en manos de Martínez de Hoz desreguló completamente, como decían ellos, el control de divisas, el control de importación y de exportación de dinero. Implantaron un régimen de tasas flotantes, de tasas positivas, de alta rentabilidad, para atraer, según era la justificación, capitales. Efectivamente los atrajeron, pero eran capitales golondrinas, venían e invertían generando la inflación que produce la introducción de una masa de medios de pago excesiva, en realidad el país estaba financiando las operaciones de estos tipos que después se llevaban de nuevo la plata pero con ganancia del 30 ó el 40% en dólares. Ese era el secreto del dólar barato, se llamaba a todos los especuladores del mundo invitándolos a un festival, duplicaban o triplicaban la plata y se iban de nuevo y así sucesivamente.

Esto pasó durante tres o cuatro años y he aquí la deuda externa, porque para financiar esto había que contraer deudas en otros lugares. Respecto de la legitimidad corresponde ver la implicación en la misma de los dos lados, porque la legitimidad es averiguar que deuda se ha contraído verdaderamente y no se ha podido pagar por los privados o por el Estado, y que deuda es una inflación o un dibujo. Esto desde aquí. Desde el lado de los prestatarios, o sea de los acreedores, es totalmente ilegítima, en principio porque ellos prestaron en corto plazo a gente que no ofrecía ninguna garantía seria. Entonces es un problema de ellos, lo que hicieron desde el punto de vista bancario, es de una irresponsabilidad absoluta. En realidad no eran irresponsables, tenían una intención que era forjar las cadenas que hoy pretensamente nos atan. Pretensamente digo porque no nos atan nada. Esto es nuestro, en rigor de verdad todos saben esto. ¿Entonces hasta donde es exigible la deuda? Hasta que uno dice basta; algo similar sucede con las tasas de interés: hay un montón de tontos por ahí que creen que esto de cómo suben o bajan las tasas de intereses es un misterio. En realidad bajan o suben con una circular telefónica del Banco Central, todo el misterio es ese. Si el Banco Central hace una circular telefónica diciendo: “muchachos, por circular número tanto, que les adelanto por teléfono pero después va por escrito, y de acuerdo a la resolución XX, desde mañana la tasa de interés es 8% anual”, es 8% anual y se acabó, no hay ninguna “magia de mercado”, es así.

Si esto sucediera provocaría una fuga de los capitales que están en la bicicleta usufructuando un 17% mensual. Llevado a una tasa del 8% anual, que es una tasa real, los tipos dicen “No, me llevo todo, me voy a pescar a otro lado“. ¿Pero como se evita la fuga? Instalando primero los controles, y no es cierto que no se pueden instalar, que igual se filtran, no es verdad. Se prohíben los depósitos en el exterior, se instala el control de cambios, no se puede girar más y se acabó. Entonces ocurre que empieza a ser mucho más atractiva una inversión en un negocio que da no un 8% anual sino un 24% anual. Con trabajo, no fichando las pizarras y boleteando en ventanilla o refichando en el casino.

¿Qué sucede con esto? Que se cae la estantería del dinero paralelo, porque la moneda paralela funciona únicamente por la gran velocidad de circulación, con tasas positivas altas, con préstamos a corto plazo. Cuanto más alta la tasa y más corto el plazo más rápido gira, y esto es lo que engendra la inflación, o sea que la inflación la engendran ellos. Por eso debemos poner en claro que a nosotros no nos interesa combatir la inflación; ese es un problema de los que tienen, en realidad de los que tienen invertido en la bicicleta y no de los que tienen activos físicos y bienes de capital, porque estos en realidad cada vez valen menos. A nosotros nos interesa combatir la desocupación, que es el fenómeno paralelo, porque al no haber inversión, la producción no se estimula y, lógicamente, hay desocupación. No se puede fabricar alfileres de gancho o acero si conviene poner la plata en la bicicleta, entonces la gente se queda sin trabajo.

Los activos de cualquier tipo ya sean propiedades fundiarias, propiedades inmobiliarias urbanas o activos físicos en máquinas, cada vez valen menos con el paso del tiempo porque además al estar improductivos se deterioran y ello también disminuye su valor. Asimismo se deteriora el capital humano, que es un elemento importante en la sociedad industrial. Armar un equipo humano que pueda trabajar bien en cualquier rama de la industria no lleva menos de dos o tres, o cuatro años, y eso es tiempo que insume el desgaste de las maquinas, de capitales de giro, etc. Todo esto se pierde, ya no se recupera, y se cierra el proceso de la deflación monetaria. De todo este análisis podemos concluir con certeza que el tema de la deuda externa es una mentira. Es más un tema político interno, de instrumentación política que un tema político externo, aunque éste también existe pero no tiene ninguna gravedad. Nadie en el mundo paga la deuda externa que tiene. El bloque soviético debe alrededor de 600 mil millones de dólares y no es exigible.

Nos exigen a nosotros 50 mil millones, es una prueba de la colonización, no es el hecho de la deuda sino de la exigencia. Otra prueba de la colonización es el tratamiento político interno que se le da: sólo una administración colonial desarraigada y sin ningún interés concreto en la Argentina, es decir el funcionariado de la burocracia transideológica, puede hacer este tratamiento. A ellos no les interesa si se paga o no se paga, les interesa su utilización como medio de coacción sobre la voluntad de los argentinos, sobre sus conductas. Así funciona este sistema y la deuda externa, por eso no se debe decir que no vamos a pagar, hay que decir que vamos a pagar la deuda legítima en la medida de nuestras posibilidades.

Primero está el pueblo argentino antes que los acreedores irresponsables que le han prestado a cualquiera en cualquier condición. Aquí los riesgos que han corrido, bueno, pues, los han corrido y cuando se corren riesgos se gana o se pierde, entonces debieran haberlo pensado antes.

Este circuito colonial de la deuda externa nos lleva paralelamente a un grado de dependencia cada vez mayor. Se traen huevos de Israel, naranjas de Brasil, papas de Polonia y vamos a terminar dependiendo hasta del aire que vamos a tener que importarlo envasado dentro de poco. ¿Cómo se rompe esta trampa? Desde el punto de vista económico no es difícil, durante un período van a faltar mercaderías, cosas que van a ser caras, pero eso hasta que la industria, el capital humano, el proceso de reinversión, el ahorro social, vuelva a retomar su curso normal. Cuando lo haga se acabó. Y mucho antes que retorne su curso normal van a cambiar las condiciones del mercado mundial, que por otro lado no se explotan, porque la política externa argentina es una política emblocada, no una política neutral.

La Argentina no puede tener otra política internacional que una política neutralista, en el verdadero sentido del término y por otro lado una política especial respecto de la complementación económica en el continente. Esto es, volver al trueque, a los convenios bilaterales o trilaterales. Hay que irse del GATT, hay que irse del club de París, hay que irse de todas esas rampas que son en realidad “caza-osos” o mejor “caza-conejos”, porque no caza ningún oso, son todos conejos los que cazan.

Estos organismos están hechos para eso, para crear un colchón en la pelea que desarrollan los grandes. Todas las trompadas en realidad van contra el colchón, y ahí estamos nosotros. ¿Y por que? La verdad que no hace falta que las recibamos.

43. Las inversiones en el Este

El tercer mecanismo usado para hacer frente a la crisis de acumulación son las inversiones en el Este europeo y en la Unión Soviética, donde se invirtieron en un proceso que va de 1970/71 a 1983/4, 3 billones de dólares. Con esto los bancos y las empresas transideológicas, y por eso este nombre de transideológicas, provocaron la reconversión del conjunto de la estructura industrial de todos los países del Este incluída la Unión Soviética. Lo mismo ha hecho Japón con China y otros países asiáticos.

Invirtieron en la transformación industrial, es decir el cambio del utilaje, nuevos bienes de capital, en todo eso que es el bloque socialista. Han ido perfeccionando su propio futuro de sistema esclavista mundial, han invertido con inversiones muy seguras, porque allí no hay problemas sindicales, ni políticos. Allí hay una policía política y un ejército, es una cárcel que trabaja, una colmena con sus abejas y la abeja que no produce se muere, así de simple.

Pero esta seguridad tuvo su grieta en Polonia. Ahí el sindicato Solidaridad representa un proceso político, social, cultural y religioso, no sólo contra los comunistas sino también contra las empresas transideológicas de occidente, es decir contra el capital extranjero. Solidaridad nace en los astilleros británicos de Danzig y en la fábrica de camiones Urdus, cuyos capitales son alemanes federales e ingleses. Los polacos de Solidaridad odian, por supuesto, a los administradores polacos del Partido Comunista, pero también, y lo dicen, a los gerentes británicos de las mismas empresas que instaladas en ese país siguieron acumulando ganancias. Al mismo tiempo y subsidiariamente a las ventas de Occidente, el Este ha vendido a la periferia en progresiones de crecimiento del 500% entre 1945 y 1985.

Todo este comercio del Este con el Sur son productos fabricados con bienes de capital que son inversiones occidentales en el Este. Produce por ende ganancias a los mismos conglomerados y, por supuesto, también a los “nomenklaturistas” que finalmente ofician de intermediarios. Por eso la deuda de todos los países del Este llega a los 600 mil millones de dólares, pero recordemos que es la deuda dineraria, y los países del Este hacen convenios de inversión o de préstamo con solo un 15 ó un 20% pagadero en dinero, quiere decir que 600 mil millones de dólares es solo el 20% de la deuda, el monto real es de 3 billones, que es por lo tanto la inversión real.

44. La Sinarquía

Este sistema, que lleva 15 años caminando, naturalmente ha obtenido ganancias tanto en la economía negra, en la bicicleta financiera mundial y en sus inversiones en el Este.

Estas son las ganancias que se acumulan para hacer el cambio en la estructura de poder en el mundo, que es supranacional, no es EE.UU. ni la URSS, sino algo que Perón venía calificando hace mucho y que él llamó sinarquía. Sinarquía quiere decir “sin gobierno”, y este sin gobierno es sin gobierno visible, o sea con un gobierno secuestrado por la realidad pública, separado de toda presión e independizado de sus bases materiales en el planeta donde vivimos para poder dominarlo mejor. Un estado y un gobierno inubicables. Si nos preguntamos donde se toman hoy las decisiones económicas no es posible hallar un lugar donde un hombre o un grupo de hombres tome una decisión respecto del mundo, sin embargo estas decisiones se toman. Las toma la sinarquía, este conglomerado de intereses políticos, estatales, económicos, militares, de ambiciones, finalmente de poder mundial, que es quien toma el 90% de las decisiones en el planeta hoy. ¿Pero podemos nosotros ubicarlos? Yo creo que lo que nosotros podemos hacer es encontrar cuales son los testimonios de su existencia y podemos también golpear sobre esos testigos, que es como si los golpeáramos a ellos.

La única nación que esta presente en este sistema en tanto tal es Gran Bretaña, porque se lo permite su organización interna. En Gran Bretaña hace 500 años que gobierna una oligarquía tremendamente cerrada y con un firme asentamiento en el terreno. Gran Bretaña se ha convertido en la verdadera metrópoli del poder transideológico. Por eso inaugura el Big Bang que es la efectivización, su transformación en concreto del Euromercado, pero ya como mercado mundial, cualquiera puede operar en este centro convertido en el centro mundial de la concentración financiera. Por eso el General Perón calificaba esto de la sinarquía, o sea el no gobierno, porque en realidad no hay un gobierno visible como imaginaban los romántico liberales o los no menos románticos marxistas.

Lo que hay es esto: un sistema que se maneja con una burocracia llamada Burocracia Transideológica que es la burocracia de las empresas transideológicas, la burocracia del Estado Soviético y las burocracias que manejan diversas porciones de este vasto sistema. Son todos funcionarios, nadie es dueño de nada, son todos gerentes, directores, expertos, especialistas, pero todos empleados. Han extendido el sistema de la apropiación en reemplazo del sistema de la propiedad en todo el globo sobre la base de la expropiación de los habitantes del planeta.

Por eso nosotros creemos que hay que defender la propiedad, lo creemos desde el punto de vista doctrinario, la propiedad es una extensión de la persona, una extensión imprescindible, no una extensión prescindible, hace a la existencia de la persona. ¿En la Argentina no hemos vivido acaso un proceso de expropiación del pueblo en todos los sentidos? Expropiación de la casa única, del hogar de cada familia, expropiación del pequeño fundo de 50 ó 100 hectáreas en la zona de riego, expropiación del patrimonio colectivo que son las empresas nacionales, ¿no somos los argentinos, acaso, parias en nuestro propio país? En realidad nos han dejado sin Patria, sin patrimonio, sin nada. No entiendo como lo hacen los liberales o los marxistas el patrimonio como cosa, porque no es una cosa. La Patria no es cosa sino que es parte de la persona, de los argentinos. Pero este proceso de desconcientización respecto del propio patrimonio sólo es posible concebirlo en las grandes urbes donde la gente vive en el aire, porque un departamento es aire.

¿El dueño que posee? ¡Nada! Es un pedazo cúbico de espacio aéreo, en rigor no es dueño de nada. La especulación de la tierra llevó a la Argentina a esta cosa inocua y absurda, a que la gente viva en estos palomares que no tienen sentido. Simultáneamente y para acentuar la incoherencia de estos asentamientos, se observa el proceso de autodestrucción de la infraestructura urbana que no soporta ya este tipo de crecimiento. Proceso que se da en todo el mundo y en particular aquí, donde estos asentamientos son totalmente artificiales y artificiosos. Por eso el General Perón hablaba de ciudades jardines y no de lo que hoy vemos.

A cambio han construido este monstruo para ahora destruirlo, es una gran trampa para cazar gente, forma parte del gran genocidio neo-malthusiano universal que busca disminuir la población en la tierra en 2.000 millones de personas para el año 2.000 o el 2.020, forma parte de la política de los cuatro jinetes del Apocalipsis. Todo está uniformado por la instauración de un régimen mundial que es este régimen de la Burocracia Transideológica, si nosotros comparamos la política de los socialitas españoles, la de los socialistas portugueses, la de los socialistas hindúes, la de los liberales japoneses, la de los socialistas venezolanos, la del PRI en México, la del M.D.B. brasileño o la del alfonsinismo en la Argentina, veremos que es la misma.

¿Cómo se dan estas constantes? Porque son todos burócratas pertenecientes a la misma estructura burocrática, cobran el sueldo del mismo lugar, aunque por problemas contables no aparezcan en los mismos libros, pero los sueldos están normalizados a precio dólar, simultáneamente hacen sus negocios. Por eso un señor que se retira de presidente de México, y que era un tirado antes de serlo, como Luis Echeverría, tiene hoy 600 millones de dólares. Basta ser presidente de México por cuatro años para llevarse 600 millones de dólares. O el Sr. Carlos Andrés Pérez, que fue presidente de Venezuela, que hoy es la tercera fortuna más grande del mundo. ¡Y este señor era presidente de un partido socialista! Está bien. Porque finalmente el socialismo siempre fue eso…

45. El comercio mundial

Todo este mecanismo que hemos descripto le permitió al sistema sinárquico, además de ir achicando la producción, tener la posibilidad, sin perder dinero, sino ganando dinero, obteniendo grandes beneficios tanto de la economía negra como de la bicicleta, empezar a dar el salto tecnológico en la infraestructura mundial por un lado, y por otro hacer un cambio que adecua la nueva infraestructura a eso que llaman nuevo orden económico mundial y que les permite hacerse dueños también de la circulación o sea del cambio.

Porque lo que se proponen es una economía de enclave, que ésta es la conciencia transideológica, se proponen hacer una gran cantidad de productos de carácter industrial en diversos lugares del planeta. Lo que antes se hacía en una sola planta se hace ahora en varias de distintos países, de tal modo que lo que antes era transporte interno de las fábricas y que se hacía con una zorra o con una vagoneta ahora se ha convertido en comercio internacional; ha aumentado la distancia entre las partes, así todas las plantas son ensambladoras o productoras de partes.

Esto se hace por tres razones: primero porque pueden buscarse las zonas de mayor rendimiento, mano de obra más barata, materias primas más baratas, mejores posibilidades fiscales, etc., etc.; segundo, porque así escapan al control del Estado: nacionalizar una planta de estas es quedarse con nada en la mano y tercero, porque de esta manera se hacen propietarios de verdad del comercio mundial.

Desarrollar el comercio dentro de un determinado diagrama que determina una geopolítica, o sea que no es determinado por ella. Esto repercute sobre el sistema de tarifas en general, tanto arancelarias como de transporte, y además, por consecuencia, sobre el sistema de precios, de empleo, de mano de obra, de trabajo, etc. Se hacen dueños del transporte, de la circulación, de los fletes, de las bodegas, de los mares, de los puertos, de las rutas y de los camiones. Finalmente por esta vía se hacen dueños también del sistema comercial interno y externo. Es un expediente bastante simple, es un reparto de pobreza y por último es una anulación de los estados nacionales que es lo que persiguen. Todo se realiza por encima de las fronteras, por eso pelean por las autopistas, por las rutas, por el franqueo de las fronteras sin aduanas, del mismo modo que el siglo pasado buscaban la libre navegación de los ríos interiores contra lo que Rosas peleó, contra lo que el país peleó, independientemente de los intereses locales del señor Ferré, o incluso de Artigas y del Paraguay. Abrieron en aquel entonces el Río de La Plata a cañonazos.

Todos aquellos que creían que la libertad de comercio y la libre navegación de los ríos iban a traer el progreso lo único que encontraron, como en el caso de Paraguay, fue la guerra y la miseria, esto dicho sin ofender a la aduana de Buenos Aires, lo cual es otro problema, un problema del siglo pasado. Del mismo modo hoy los argentinos que pelean por el libre tránsito de las rutas por encima de las fronteras, una abrogación de la soberanía, si esto sucede van a ver pasar camiones sellados que van de puerto a puerto, porque ya el problema de ellos es el tránsito, no el mercado.

En realidad lo que quieren es allanar todo, América del Sur está en el camino entre ese mundo del Hemisferio Norte que es el Atlántico, y el Pacífico. Es un obstáculo, para ellos sería mucho mejor si no existiera; como esto no es posible deciden allanarlo por la parte más fácil que es la península, que es la ruta más corta y más transitable, por lo tanto la mejor económicamente. No pueden hacerlo por el Amazonas hasta Iquitos, subir la cierra del Perú y salir a Trujillo. Sería descabellado, entonces el tránsito lo tienen que instalar a la altura del trópico de Capricornio y del sur argentino, son líneas accesibles, tienen rutas, ferrocarriles, o sea la estructura suficiente. Las líneas son San Pablo-Antofagasta y Viedma o San Antonio Oeste-Concepción.

46. La usura

En el marco de la crisis mundial se ha desarrollado la usura, el tema de la usura es el tema de los resultados, o sea, de cómo se han manipulado los medios de pago paralelos más que la moneda, lo que se ha producido es una gran inflación de estos medios de pago y no de moneda, porque ellos esperan terminar con este proceso y tener la moneda relativamente fuerte, aunque deba ser otra moneda.

Inflan el papelerío, las promesas de pago, y cuando se caigan, si se caen serán sólo papeles. Aunque esto sería también un desastre, hoy es un instrumento político de primer orden que permite la imposición de condiciones, la imposición de la austeridad a todo el mundo.

¿Qué es lo que primero recortan aún los países metropolitanos como EE.UU., Inglaterra, Francia o Japón? Los planes de bienestar social, apuntan a que la crisis la pague la mano de obra, los pueblos. Simultáneamente las transideológicas se han desterritorializado totalmente, con lo que los estados nacionales, aun los de los países centrales, tienen menos fuentes de ingresos, recaudan menos impuestos. Así en cada momento de crisis aparece la usura y aparece también la izquierda en el seno de la agitación social producida por la crisis, como beneficiaria de la misma, o como el intento de que así sea por lo menos.

Pero como estos dos fenómenos van juntos yo puedo llegar a pensar que la usura es de izquierda, si pensamos en el esquema imbécil este de izquierdas y derechas, porque en realidad la usura es la usura y lo que cuida son sólo sus intereses. Pero da la casualidad no sólo que aparecen juntos sino también íntimamente ligados. Los banqueros y en especial los usureros, han financiado siempre los movimientos “populares”, inventados o reales, y se han convertido luego en los mentores ideológicos del nuevo régimen, por eso siempre los movimientos “populares” son en contra de la usura, pero una vez que triunfan, los gobiernos que forman quedan tecleando entonces tienen que recurrir a ella, de tal forma que estos movimientos son un brillante negocio, porque, además, este tipo de gobiernos son de los que muy pocas veces dan explicaciones de sus gastos, de sus operaciones. Llegan diciendo que van a repartir, algo reparten, pero mucho se llevan estos verdaderos lobos de la estepa.

47. Los fines últimos

Cabrá preguntarse por la eficiencia del sistema que hoy vemos en el mundo. Evidentemente que visto desde una perspectiva exclusivamente económica será un sistema ineficiente y en términos energéticos el balance de la energía es negativo, hay un aumento del consumo y una baja de la producción. Pero en realidad el sistema económico, el cual no hemos agotado en su análisis pues hay un sinfín de problemas que quedan afuera o semiesbozados, es solo un subsistema de un sistema que tiene otros objetivos de carácter político y, en último análisis, desarrolla una pelea con Dios, por el hombre.

Desde este análisis, aquello que es pérdida desde el punto de vista económico es ganancia por otro lado, con lo que la eficiencia real en relación a los objetivos finales es muy alta. La producción física disminuye pero eso hoy no les importa, les importó y les va a importar pero hoy no les importa, su preocupación no son las necesidades de todos los habitantes de la tierra, sólo de algunos, entonces cuando vemos que 200 millones de personas, en África solamente, se mueren de hambre, no es que estemos en presencia de una falla del sistema ¡por el contrario! Ese es el objetivo. Lo que pasa es que nadie piensa desde la perspectiva de que puede haber seres humanos tan malvados. Sí los hay. Mejor que lo pensemos, porque es así, entonces el sistema anda mal, está bien, de acuerdo a los objetivos que le fijan aquellos que lo conducen, pero tiene una gran falla objetiva y es que su globalidad es imposible porque reparte miseria.

Esto incluye a los países del llamado socialismo real que aparecen como grandes beneficiarios, en ellos se han aislado los excesos de beneficios del capital occidental convertidos ventajosamente, pero los verdaderos beneficiarios junto con las transideológicas son los componentes de la Nomenklatura, los grupos dirigentes que ejercen la dictadura y que han hecho buenos negocios con esto.

El análisis que hemos desplegado sirve para comprender la magnitud de lo que sucede, y el hecho cierto de la unidad entre el llamado campo socialista y los llamados países industriales del Norte Occidental. En rigor es todo el Hemisferio Norte que está unido por un solo mercado industrial y todo el Hemisferio Sur, todos los países periféricos del subdesarrollo que son mucho más que un Hemisferio, forma parte de este mercado pero del lado angosto del embudo, que es en realidad el que paga los lujos de estos señores.

Esto independientemente de que en la política todo esta encubierto por el “vodevil” que montan entre ellos dos y entre todas las comparsas que los acompañan, los que les alcanzaban las tortas de crema, los que hacen el ruido con las maderas cuando uno le pega la cachetada al otro, esos que en el circo llevan la chaquetilla colorada, después está la orquesta y un director de posta de breeches y jaquet, galera y látigo que se parece sospechosamente también a un Mefisto de “vodevil”. Esto pone más o menos en claro cuales son los objetivos políticos, la afirmación de una burocracia que llamamos transideológica, porque es su nombre más adecuado, por provenir de las empresas que llamábamos transnacionales, nombre estúpido por cierto, ese es el modelo político del mundo central y el que proponen para toda la humanidad.

Además, y conjuntamente, proponen también un modelo de hombre, de comportamiento, basados en algunos avances de la ciencia que han incorporado a la política. Se sustentan en los conductistas, encabezados por Konrad Lorenz, que les han dado una idea del comportamiento mecánico, de la estimulación y la respuesta, en los antropólogos que les han dado una idea de la comunidad primitiva, o sea de cómo funciona esta estimulación y respuesta en la comunidad humana en determinadas condiciones y finalmente, en los gnósticos que les han proporcionado un aspecto de la ideología, que no es despreciable, en su pelea con la religión católica y, fundamentalmente, contra Cristo, que es el otro modelo.

Porque lisa y llanamente, este modelo es el modelo del Anticristo, y yo no estoy denunciando nada. Simplemente digo: este modelo es el modelo del Anticristo, es el modelo del hombre, como puro montón de carne animal, sin ningún destino, sin objeto, sin trascendencia. Y también, sin posibilidades. No es persona sino cosa, manejada por este complejo de mecanismos que funcionan, por lo menos en un nivel, con una instrumentación. Fundamentalmente la televisión que es lo que han descubierto que es la mejor herramienta a estos efectos.

El gran centro del conductismo, de los arqueólogos, de los antropólogos, es Inglaterra, donde se sostiene toda esta actividad con sus institutos, se editan sus libros y se impulsan sus desarrollos. Ellos están en el “control poblacional” en todo sentido y para eso usan otros avances de la ciencia. La manipulación sólo se puede conseguir si se anula la persona, esto opera sobre una realidad preexistente, un campo que han preparado en lo ideológico, en lo económico, en lo social. Solamente en un campo así preparado es posible desarrollar la manipulación, de lo contrario no funciona. En última instancia no es ninguna magia, la única magia, es como en toda magia, consiste en un truco.

¿Entonces dónde está el truco?, el truco es que hacen todo por separado, en tiempos diferentes, entonces al ver los resultados uno se pregunta. ¿Qué pasa aquí? “Nada por aquí, nada por allá, y aquí esta la palomita o el conejito”. Ahora, abajo de la mesa está la jaula con los conejos y está el agujero de la galera, todo eso que los espectadores no ven, una vez que se desnuda se acabó la magia, simplemente se trata de la mano más ligera que el ojo. Es lo que hacen los tiradores de mosqueta con las tres cáscaras de nuez y la bolita. Finalmente este juego es igual.

SEXTA PARTE
GEOPOLITICA ARGENTINA

48. La geopolítica

Para llegar a entender en profundidad cómo la Nación Argentina llegó a serlo y cuál es su proyección deben retomarse desde su filiación varios factores concluyentes. Uno de ellos nace desde la pura geografía física original y se transforma con el agregado progresivo de la población humana en esa geografía, en lo que llamamos geopolítica.

El hombre es influído por el ambiente geográfico y también influye sobre él modificándolo; hay una interacción, por un lado entre el hombre y el paisaje en el campo cultural, y por el otro, entre el hombre y el medio geográfico en el campo económico, político y social que crea un complejo de factores que se influyen mutuamente y que se integran, también, mutuamente.

Esta es la génesis de la geopolítica, considerada por algunos como una disciplina que tiende a ligar el desarrollo del Estado en el espacio geográfico, para otros el desarrollo de los pueblos en el mismo, y para nosotros el desarrollo de la Nación, que es el conjunto de espíritu, pueblo, estado y patria y, asimismo, la forma en que se expresa la Nación en el espacio geográfico que ocupa.

Hay quienes también pretenden darle a la geopolítica una connotación de carácter ideológico, esto forma parte de la propaganda del Imperio, porque el Imperio hace geopolítica y siempre lo hará, lo que no quiere es que los pueblos la empleen, que cobren conciencia de ella, por eso sus agentes hablan permanentemente en contra de la geopolítica, al mismo tiempo que la aplican.

Toda comunidad al establecerse en un medio geográfico tiene siempre en cuenta tanto la topografía del terreno como la fisiografía general. En todo asentamiento humano son considerados los cursos de agua, las montañas, los pasos en las montañas, los pantanos, y, en general, todos los accidentes geográficos. El hombre se asienta en un medio geográfico determinado a favor del medio y también en contra del medio, porque todo medio geográfico tiene sus facilidades y sus posibilidades.

El hombre ha sido capaz de modificar las más diversas circunstancias geográficas en cumplimiento de aquél mandato bíblico del “creced y multiplicaos, henchid la tierra y apropiaos de ella”. Por esto no se puede decir a priori que ningún medio en particular sea más apto para el desarrollo humano.

El imperio Incaico creció en los escalones de los Andes y modificó seriamente el ambiente andino para hacerlo habitable, modificó incluso hasta el régimen de lluvias con el cultivo en terrazas o con el manejo del agua. Esta civilización es un típico ejemplo de los Estados nacidos del agua, del manejo extremo de un recurso, y de la creación de una tecnología y de un saber de la relación entre el hombre y el agua.

El recurso se transforma en técnica de su uso y de esta técnica se derivan principios, que ya son independientes del recurso. Es la elaboración de una ciencia y de un arte. En el campo político esto se traduce en la construcción de un tipo de estado o administración y de una sociedad completa.

En el ande incaico, como en todas las culturas precolombinas de América, los procesos de asentamiento humano se hicieron preferentemente en la zonas montañosas o en mesetas altas con selvas subtropicales, lagos y buenos cursos de agua, como en México.

En otros lugares del mundo como en Asia, los primeros asentamientos fueron en el llano, en torno a los grandes ríos y a los deltas, como en el caso de Huan-go, el Eufrates y el Tigris, o el Nilo en África.

Allí se desarrollaron cierto tipo de culturas también relacionadas con el dominio del agua, porque o bien el exceso del recurso obliga al hombre a tener que manejarlo, que conducirlo, o la ausencia del mismo le obliga a crearlo o a manejarse con el poco que tiene. Ambos caso generan los imperios del agua. Asiria, Babilonia, Egipto o el Incario están basados sobre el mismo principio, a pesar de su desarrollo en zonas geográficas totalmente opuestas, unos en la altura y el frío andino, otros en el calor del delta del Nilo o del delta del Eufrates y el Tigris.

En ambos casos se conformaron organizaciones estatales, en principio, similares. Así es que la interrelación entre el hombre -la sociedad- y el medio geográfico es determinante en grado sumo de los rasgos fundamentales de una sociedad cualesquiera dada.

49. El espacio geofísico argentino

El espacio geofísico argentino tiene la característica, desde el punto de vista global, de conformar una península de la masa continental sudamericana que apunta hacia el sur. Ese espacio tiene a su vez una organización geográfica concreta expresada por su vertebración a través de sus dos grandes dorsales norte-sur que son anteriores a la aparición del hombre, o sea estrictamente geofísicas.

La dorsal del Ande, a todo lo largo del territorio nacional y la dorsal de los grandes ríos mesopotámicos, el sistema Paraguay-Paraná-Uruguay que genera la Cuenca del Plata en el noreste del territorio nacional. Finalmente debe tenerse también en cuenta en esta conformación la costa y el Océano Atlántico, que si bien no constituye otra dorsal, representa un límite absoluto, desde un punto de vista a la expansión territorial.

Esta especie de cuña de forma triangular así vertebrada tiene una amplia llanura que va descendiendo en escalones desde el llano alto en el noroeste hacia el llano en la acumulación de la provincia de Buenos Aires, que se transforma en meseta en el sur argentino y que desemboca en el norte en el Gran Chaco. Dentro de esta conformación se pueden también distinguir varias regiones geofísicas, sólo una de ellas es estrictamente argentina, el resto son compartidas con los países vecinos.

La región noroeste, que podríamos llamar el Alto, no termina en los límites políticos de la Argentina sino que abarca una buena parte de Perú, Bolivia y Chile. Esta región, que en una época se llamó Alto Perú, va desde Córdoba a Arequipa, y desde La Paz hasta Antofagasta. Los argentinos ejercemos soberanía sobre una parte de este sector caracterizado por ser montañoso: precordillera, puna y cordillera; es un complejo orográfico que abarca varios nudos y una gran meseta central que es el Altiplano boliviano-argentino-peruano y que incluye nuestra puna catamarco-salto-jujeña.

En el noreste, tenemos el parque chaqueño, que abarca un trozo de la mesopotamia, en particular la provincia de Corrientes, nuestra parte de este parque chaqueño es una cuña que llega hasta la ciudad de Santa Fe por un lado, y hasta el norte de Córdoba por otro, y que está bordeada al oeste por los cordones de la precordillera y al este por los ríos Paraná y Paraguay, es una gran llanura, que llega hasta el centro de Brasil y hasta el Beni en Bolivia, y que se caracteriza por ser relativamente alta y similar a la sabana africana, con un parque fitogeográfico parecido aunque con una población zoológica distinta.

Nosotros compartimos esta región que se denomina el Chaco o el Guarán, por la población original guaranítica o semiguaranítica, con Bolivia, Paraguay y Brasil.

Hay también una puntita de nuestro territorio nacional, la provincia de Misiones, que pertenece a la formación denominada escudo brasileño, que es una meseta de tierra colorada y que abarca zonas de Brasil y del Paraguay.

En el sur de la mesopotamia la provincia de Entre Ríos es una prolongación del sistema orográfico de la Banda Oriental con cuchillas, el mismo paisaje y con la única separación del Río Uruguay.

Esta cuchillas entrerrianas, al igual que las orientales son prolongaciones de las cuchillas brasileñas de las estribaciones sur y sureste del escudo brasileño, también allí vemos la tierra roja, nosotros compartimos también esa geografía con la Banda Oriental y con el Brasil.

Tenemos luego la llanura pampeana que ocupa el centro de la Argentina: las provincias de Buenos Aires, de la Pampa, el sur de Santa Fe, el sur de Córdoba el sureste de San Luis y también el suroeste de la Banda Oriental con una gran zanja en el medio que es el Río de la Plata.

Hacia el oeste se extiende una zona desértica, tremendamente seca, que discurre entre San Juan, el sur de Córdoba y el oeste de Buenos Aires, y que llega hasta el Río Colorado que la separa de la Patagonia. Es un desierto alto, seco, con sólo dos cursos de agua: el Atuel y el Desaguadero.

Un trozo podríamos denominarlo pampa seca, el otro ya no pues es directamente un desierto de piedra.

Finalmente, al sur del río Colorado, se extiende la Patagonia, una meseta basáltica escalonada desde los Andes hacia el Océano Atlántico, donde los cursos de agua corren de oeste a este en lugar de hacerlo de norte a sur como en la cuenca atlántica del norte.

La costa del Atlántico es una meseta alta, barrancosa como corresponde a una costa de meseta, con grandes diferencias de mareas y con entradas tipo rías como se puede ver al sur de San Antonio Oeste. Debemos señalar además, sobre la costa atlántica, la presencia de una plataforma epicontinental que abarca la Tierra del Fuego en su conjunto, las Islas Malvinas y llega a las 300 millas de las costa emergida. La plataforma epicontinental está definida como aquellas profundidades menores a los 200 metros desde la costa hacia fuera.

Esta descripción que realizamos tiende a establecer, en primera instancia, que lo que en realidad es paisaje absolutamente propio de la Argentina es el que corresponde a Córdoba, San Luis, La Pampa, o sea la llamada Pampa Seca. Todo lo demás es compartido con todos los países limítrofes. La Patagonia con Chile, la zona de riego cuyana con la zona de riego del Valle de Santiago, el noroeste con el desierto chileno y con la puna peruana y boliviana, el Chaco con Paraguay, Bolivia y Brasil; la meseta brasileña con el Brasil y la llanura húmeda con la Banda Oriental.

Lo que es propio de la Argentina es lo que queda fuera de esto, una especie de reducto, de cordones que no son precordillera como son las Sierras Grandes y las Sierras Chicas y una franja comprendida entre esto y su caída hacia los ríos. Esto es estrictamente la Argentina, lo que no se encuentra en otros lados, todo lo demás son áreas geográficas compartidas. De tal modo, en este marco, la geopolítica argentina es la historia del corrimiento de las fronteras. Las únicas fronteras claramente marcadas son los Andes y el Océano. La frontera noroeste y noreste son fronteras abiertas, fronteras políticas que han ido fijándose o reajustándose de acuerdo a la expansión o a la comprensión del sistema poblacional o del sistema económico, y también del vaivén de la historia.

Fuera de esto la otra frontera relativamente marcada es la del Río Uruguay que es un tajo, un río de peni-llanura con lecho de piedra desde que nace hasta que se muere, y por eso navegable, hoy nada más que hasta Salto Grande, antes lo era hasta Concordia, de esta forma podemos resumir el marco geofísico.

50. La ocupación del espacio

Esta es la configuración que el hombre encontró a partir de sus primeros asentamientos. Estos eran sedentarios en el norte, los mayores y más importantes bajo la órbita cultural quechua imperial y otros en la zona guaranítica bajo la influencia cultural guaraní. En el resto de la extensión las primitivas poblaciones eran nómadas de a pie, pues no hubo caballos hasta la conquista española.

Estos asentamientos se desplegaban en un espacio que en su mayor cantidad era vacío. El imperio incaico que se extendía al norte de nuestro territorio actual, fue el resultado de una mezcla tremenda. En realidad el período imperial fue nada más que de 150 años. Antes de él existía una multiplicidad, no mucho pero suficiente, de culturas de una antigüedad considerable, de algunos cientos de años y en algunos casos milenarios, que fueron preparando la culminación que como organización social y como acumulación de cultura fue el imperio. Los incas tenían una conciencia geográfica y una conciencia geopolítica notable.

El Tahuantinsuyu, o sea las cuatro partes del mundo, estaban comunicadas por vías pavimentadas desde el Cuzco que era su centro, el ombligo del mundo. Por estas carreteras circulaban correos y en ellas había guarniciones y posadas a lo largo de todo el camino que se dirigía hacia el norte hasta Quito, hacia el sur hasta Tucumán, hacia la transcordillera hasta la selva, y, por fin, hacia la costa.

En las posadas llamadas tambo o tambu, había forrajes, animales, alimentos para los caminantes y alojamientos, tenían también una conciencia del dominio de la geografía y del control poblacional, por eso hacían frecuentemente inmigración total, transferencia de poblaciones enteras de una punta a la otra del imperio, sobre todo para terminar con los alzamientos, ya que tuvieron una guerra muy larga con la tribu de los chancas que resistió mucho tiempo a la dominación incaica, quechua. Entonces transferían una población y en el mismo momento llevaban al nuevo lugar funcionarios que eran portadores tanto de la administración como de la cultura del imperio, al lugar antiguo transferían a otros con el mismo mecanismo.

Esto contribuía a la homogeneidad relativa tanto cultural como administrativa del imperio, a construir una unidad que reuniera a estas cuatro partes del mundo: la sierra, la costa, el norte, y el sur, tenían una conciencia geográfica, que lógicamente, por estar en los Andes, que era la columna vertebral de su territorio, y en los espacios interandinos, era una conciencia norte-sur, longitudinal, mucho más que marítimo-selvático.

De Quito a Tucumán la comunicación terrestre era fluída, esto que estaba condicionado por lo que la geografía había permitido en el asentamiento humano condicionó su visión del mundo.

Cuando llegan los españoles ellos también, como todos los pueblos, traen consigo una visión geopolítica clara. Los españoles heredaron de Roma una conciencia geopolítica muy precisa manifestada tanto en la organización de su propio territorio a partir de la Reconquista, como en la organización de los nuevos territorios de ultramar desde los siglos XV y XVI en adelante. Esto se ve en las corrientes de colonización y en cómo enlazan estas corrientes de colonización, en los lugares donde implantan las ciudades, en cómo son construídas y en como son conectadas entre sí. Y finalmente, en cómo son las unidades administrativas organizadas por cuencas, con divisiones geográficas bastante similares a las de hoy y que son las que engendraron a las naciones independientes.

En aquél entonces el eje central que articulaba la administración de las colonias españolas en América discurría entre Lima, Panamá y México. Visto desde nosotros el eje más importante era Lima y la relación Pacifico-Atlántico entre Lima y Buenos Aires, era una relación y también un conflicto, conflicto que se expresó en la extensión de la Aduana Seca y finalmente en la creación del Virreynato del Río de La Plata en 1776, que se produce cuando los españoles consideraron que el ámbito geográfico había crecido lo suficiente como para poder ser conducido desde un punto geopolítico que era Buenos Aires.

Puesta la población y transcurrida la historia, éstas tensiones, estas organizaciones del espacio son relativamente modificadas por el hombre. Relativamente porque es bastante difícil modificar la cordillera de los Andes o la Mesopotamia. Para 1850, 75 años después de la creación del virreinato, las zonas pobladas de la Argentina se extendían alrededor de los ríos, que es uno de los ejes, y sobre el camino real que une Buenos Aires con Lima, que es el otro. Hay un resto más de población, poca, que está arracimada en el paso principal a Chile a la altura de Santiago, en Mendoza, San Juan y San Luis, o sea una Cuenca de derrame del paso trasandino.

Recién entonces comienza la ocupación de los espacios aún ocupados por los indígenas o vacíos, que se extienden al sur y al norte, con la conquista del Desierto y la conquista del Chaco respectivamente.

Las tensiones principales de desarrollo poblacional son, entonces, en torno del eje de los ríos, entre los ríos y la cordillera, y entre la cordillera y el mar. Están encajonados en dirección norte-sur, primero el virreinato del Río de La Plata y después en la Argentina a través de su carácter histórico.

La ruptura del virreinato del Río de La Plata es el producto de las tensiones geopolíticas y políticas manejadas por el Imperio Británico. Así nace la Banda Oriental como nación independiente, así se desarrolla el Paraguay, así nace la Confederación peruano-boliviana, y después de la guerra del Pacífico se produce la fragmentación y separación de Perú y Bolivia, como culminación de la del cono sur del continente. Así se consagra la separación de Chile y Argentina, que en la conciencia de O’Higgins y de San Martín eran una sola nación. Pero allí estaban también los agentes trabajando en contra. Los enemigos de San Martín que eran al mismo tiempo los enemigos de O’Higgins. Son todos aquellos que reivindica el agente británico posando de historiador que se llamó Vicuña Mackena. Eran Manuel Rodríguez y también los hermanos Carrera, estos últimos agentes norteamericanos financiados por el embajador norteamericano aquí y en Montevideo y que terminaron, finalmente, como correspondía, fusilados en San Luis por un arrebato de Monteagudo, que no libraba una pelea por San Martín sino por sus amigos ingleses. Entonces los fusiló rapidito, cosa que San Martín no quería.

En todo el siglo pasado Rosas y los federales, trataron de mantener íntegra esta configuración en todos sus sentidos. Íntegra en la frontera norte, en el Alto Perú considerado como parte de las Provincias Unidas, en la frontera con Paraguay bloqueando los ríos, en la frontera con el Brasil, que sostenía un viejo conflicto nacido en 1620 ó 1630 y que siguió desenvolviéndose durante doscientos años, llegando a la guerra argentino-brasileña y manifestándose en el pleito por la Banda Oriental, que no era otra cosa que la necesidad de Inglaterra de que España primero o Argentina después, no controlaran ambas márgenes del Río de la Plata. Ello obligó a la construcción de fuertes, a la ocupación de la Colonia del Sacramento y a la fundación de Montevideo por Bruno Mauricio de Zabala, como una plaza fuerte que permitió expandir luego la cadena de fortificaciones españolas hasta la Laguna de los Patos. Toda la frontera con el Brasil era una frontera fluída de defensa contra la penetración paulista, así funcionaban también las misiones jesuíticas que se extendían tanto del lado argentino como del lado que hoy es paraguayo, pero que en aquél entonces e incluso hasta la época de Artigas, eran una sola cosa.

Después vinieron los conflictos políticos y la mano del imperio que quería la libre navegación de los ríos. Del Río de la Plata, del Paraná y del Paraguay. Fue una lucha que llevó más de veinte años y que terminó en Caseros donde se impuso la libre navegación y cuya conclusión final fue la destrucción del Paraguay.

El Paraguay que luchó contra Rosas para conseguir la libre navegación porque pensó, erróneamente, que esa iba a ser la fuente de riqueza, encontró en ella la flecha que se clavó en su corazón. Doce años después de Caseros sobrevino la guerra del Paraguay.

Luego los ríos fueron libremente navegados por los barcos británicos, incluso de cabotaje, desde el puerto de Buenos Aires, desde el puerto de Asunción, desde el puerto de Santa Fe y ya en este siglo desde la bajada del Rosario convertido en un puerto cerealero importante.

Yo creo que en aquél entonces la Argentina se permitió a sí misma y el Imperio permitió que la Argentina existiera en esta elongación norte-sur, en la medida en que el eje de los ríos era norte-sur. Simultáneamente los británicos aviesamente señalaban en sus mapas que la Argentina terminaba en el Río Colorado y a partir de éste se extendía una cosa diferente que se llamaba Patagonia. Era el tiempo también en que ellos compraban el ganado que los indios, no los pampas sino los araucanos, llevaban dentro de la línea de los fortines, por el famoso camino de los chilenos, a vender en Chile. Camino que por cierto no era el de los chilenos, sino el del contrabando de los araucanos para venderles a los ingleses.

¿De dónde salieron si no las fronteras de los Menéndez Behetÿ? ¿De los Braun? Cuando el Toro Villegas llega al Nahuel Huapí en 1881, después de la conquista de las 20.000 leguas, esperaba encontrarse con un cacique araucano y se encontró con un señor inglés. Esta realidad está atestiguada en libros escritos por viajeros británicos cuya función era recoger información y levantar mapas.

Es el caso de Chadworth Musters, que anduvo a caballo en esa época por toda la Patagonia. Había desembarcado en Punta Arenas o Fuerte Bulnes de una nave británica y la primera sorpresa que se llevó es que el hijo de un cacique estaba esperándolo a caballo y con una partida, lo recibió hablándole en inglés. Necesidades del comercio, que le dicen…Él hace este relato en su libro “Mi vida entre los araucanos”, donde luego cuenta todo su periplo durante un año por la Patagonia Argentina, cómo se casó con una india, cómo boleó avestruces, su llagada hasta la Sierra de la Ventana y como finalmente embarca en Patagones para Buenos Aires y desde aquí vuelve a Inglaterra donde escribe el libro. Obviamente es un agente del Foreing Office que levantó mapas y recogió toda la información.

Otros funcionaban en este mismo sentido, como agentes “ad honorem” del gobierno británico, eran los comerciantes británicos del sur de Chile, de Santiago y de Buenos Aires. Mientras ellos realizaban esta “tarea” adicional a su labor de comerciantes, el Imperio los protegía solicitando la extraterritorialidad de los mismos. Esto sucedió en muchas partes del mundo y en algunos lugares lo consiguieron, por ejemplo en China, donde había barrios amurallados de ingleses y también de franceses y norteamericanos. Allí las concesiones comerciales fueron mayores.

Aquí en Buenos Aires no llegó a ser así pero tenían un “status” privilegiado, al igual que en Montevideo y en Chile, conformaban la “comunidad británica de mercaderes” y mantenían un importante tráfico de correspondencia con los embajadores y con los cónsules informando permanentemente de todo. Era una red que verdaderamente funcionaba.

51. La geopolítica del imperio

La Argentina se desarrolló entonces con una direccionalidad norte-sur, con un límite que se construyó en la época posterior a la Independencia.

Entre 1826 y 1855 se terminó el proceso de división de las áreas de influencia de América. Inglaterra que también tiene una clara conciencia geopolítica fundada en otros principios que no son el control de la masa continental sino el control de los mares, una conciencia de enclave desde el punto de vista continental, en todo el siglo pasado lo que hizo fue favorecer el desarrollo de un grupo de “estados tapones” que impidieron la unidad del continente.

Esta cadena de estados va del noroeste al sudeste cruzando América Latina en diagonal, son Ecuador que era parte de Perú, Bolivia que era parte de Perú y parte de la Argentina, y Uruguay que era parte de la Argentina.

También hizo el intento de crear la República de Entre Ríos, en complicidad con la diplomacia brasileña, que después de la batalla de la Vuelta de Obligado, trata por todos los medios de lograr una de las variantes: una república independiente de Entre Ríos o que la frontera brasileña llegara al Paraná, con el objetivo de internacionalizar el curso del río. Hay testimonios de este proyecto estudiados por Vicente Sierra en un legajo de Itamarity, donde constan los protocolos de las reuniones que se hacen entre 1845 y 1849 – durante el bloqueo anglo-francés – en París, entre el embajador brasileño en esa ciudad, el embajador británico y un representante francés, donde discuten el futuro de la Argentina si el bloqueo triunfaba. Pero no triunfó…

Esta línea de estados tapones limita claramente tres áreas: un área de control colonial estrictamente británico al sur de esta línea, un área de control semicolonial británico en asociación con Portugal primero y con Brasil después al noreste de esta línea y finalmente, separada por el Matto, por la selva amazónica y con forma de V la zona de influencia norteamericana que es Venezuela, Colombia y el Caribe.

En esta última región el dominio es discutido entre norteamericanos e ingleses que tienen enclaves en Jamaica, en Belice, en Trinidad. Esta discusión es la que impulsa a Estados Unidos después, a construir el Canal de Panamá para poseer la llave de la línea corta de salida al Pacífico, a través de la segregación de Panamá de Colombia gracias a los “buenos oficios” del pirata Walker.

Esta disposición del espacio continental está en relación con el control de las naves por Inglaterra, que como dijimos es una potencia naval y no terrestre, y con el control relativo que las flotas tenían de los enclaves en las costas.

Su complemento con la cadena de bases que une el arco del Atlántico Norte frente a la costa del África (islas Azores, Cabo Verde en poder del socio portugués) y el área que va desde Trinidad hasta las Islas Malvinas pasando por Santa Elena y por Fernando Po. Esta cadena de bases le proporciona el control del Atlántico tanto norte como sur.

Es la complementación marítima en el Atlántico del cerrojo continental creado a los efectos de quebrar la espina dorsal del continente. Queda Perú bloqueado al norte y al sur. La Argentina bloqueada en tres de sus ángulos: Bolivia, Paraguay y Uruguay. Bloquearon de esta forma también a Brasil. Y por último, se han dedicado durante 150 años a envenenar las relaciones entre Chile y Argentina.

Todo el problema consiste en que no puede armarse el rompecabezas. Ellos son responsables del aislamiento boliviano respecto del Pacífico y hay cartas que así lo confirman, escritas por los observadores británicos de la guerra en que Bolivia perdió su salida al mar.

Simultáneamente Inglaterra controla también las escasas masas continentales del Pacífico, que son insulares y que están ubicadas en el Pacífico Sur a la altura del Cono Sur del continente, y también el Índico a partir del control de la India y del Cono Sur de África, extendiéndose su dominio a través de otras bases importantes como Hong Kong, creada para 1860, Macao que es portuguesa y por lo tanto británica, Sumatra, Borneo y Sarawak, a la que hizo famosa Salgari con su personaje de Sandokan, a través de islas controladas por Holanda, una potencia subrogada a Inglaterra.

El dominio británico es completo, controla más del 90% del espacio terrestre y casi el 100% del espacio marítimo del Hemisferio Sur. Con ello impone algunas condiciones en el Hemisferio Norte, del cual controla el Atlántico Norte y una parte del Pacífico Norte y en el cual su mayor obstáculo era la masa continental euroasiática, lo que Mackinder llamó la isla mundial: Rusia.

Este obstáculo se allanó en 1917 con la revolución bolchevique. Allí pasaron a control también la masa continental.

Por último está también el control de la Antártida, donde es tema cuestionado nuestra propiedad del sector antártico argentino y donde todos tienen bases, Noruega, Inglaterra, Rusia, cualquiera. Cabría preguntarse si no tenemos el mismo derecho que ellos tienen de poner bases en la Antártida, para ponerlos nosotros en Spitzbergen en el Polo Norte o en la tierra del Rey Alberto, o en Groenlandia.

Lo que está en cuestión en rigor, es quién controla el Hemisferio Sur que debe pertenecer indudablemente, a aquellos que estamos en el Hemisferio Sur, aunque hoy sin embargo no sea así.

Este es el verdadero Imperio Británico, no el imperio comercial británico, que es otra cosa, que tiene avatares, que anduvo mal o bien, mejor o peor. Pero lo que permanentemente subsistió, y por eso permitió los avatares comerciales, es el control político, o sea la conducción política que ejercieron sobre todo eso.

52. El plan geopolítico imperial hoy

Hoy, hace más de 150 años que la Argentina viene construyendo de la manera que analizamos, siguiendo la dirección norte-sur impresa ya en los procesos preexistentes desde el incario.

¿Cuáles son las necesidades británicas actuales? Inglaterra controla nuevamente el comercio mundial. No ya como en el siglo pasado con la flota, con el transporte y con los comerciantes británicos.

Han cambiado las formas. Hoy la mano británica es la que maneja al comercio transideológico a través de la gran red comercial que está en Londres. Por eso han abierto la Bolsa, el Stock Exchange, a todos los inversores del mundo. Necesitan allegar capitales y además liquidar el euromercado institucionalizándolo.

Ya no importa la flota británica de guerra. Ahora manejan firmemente quién le compra qué cosa a quién y quién le vende qué cosa a quién. La base necesaria consiste fundamentalmente en excelente información y la cantidad suficiente de redes bancarias como para manejar las transferencias de fondos.

Aquí está el control, el resto es el transporte. De este transporte lo que no manejaba Inglaterra eran las rutas terrestres, que tradicionalmente eran norteamericanas a través de la industria automotriz ligada a las empresas petroleras y a los fabricantes de neumáticos.

Pero ahora las carreteras están subordinadas a los mares. Como el comercio es verdaderamente mundial, lo importante del transporte por carretera es cómo une diferentes mares. Es importante en Europa cómo se va de París a Vladivostock: antes se hacía con el Expreso de Oriente, ahora se hace por carretera, de la misma manera que el tránsito desde Berlín a Bagdad y de Bagdad al Golfo Pérsico.

En América después del problema del Beagle, el problema Malvinas, después que pelearon por el control del mar, que garantiza el paso de las flotas, ahora pelean por el control terrestre.

Por la línea más corta por el tráfico comercial, la línea más corta no es un canal, porque sería demasiado largo, y por lo tanto costoso, en su parte más angosta, 2000 kilómetros a la altura de Río Negro. Es una vía terrestre.

Quieren el tránsito libre por carretera entre San Antonio Oeste o Bahía Blanca y los puertos del sur de Chile, 2000 kms. entre el Océano Atlántico y el Pacífico. Son en realidad 7000 u 8000 kms. menos de navegación. Calculando a qué velocidad va un barco normalmente, 35 nudos, son 40 días, con buen tiempo, para hacer ese recorrido.

Hay que tener en cuenta además que generalmente se pasa por el Drake, que es una zona de navegación peligrosa. Por vía terrestre incluyendo el manipuleo en ambos puertos, se insumen como mucho 5 días. Es por lo menos un mes más corto desde Inglaterra hasta Australia.

Es mucho teniendo en cuenta lo que significa esto desde el punto de vista financiero. Esta es una vía.

La otra vía es Antofagasta-San Pablo. Una vía de 5000 kms. Pero aquí ya no ahorran 7000 kms., sino 15000 kms. o más. Lógicamente es en la Península de América del Sur donde se pueden hacer los cortes transversales.

Inglaterra que en el siglo pasado peleaba por la libre navegación de los ríos, ahora pelea por el libre tránsito de las carreteras, para lo cual tiene que romper la dorsal de organización geopolítica de la Argentina, la Cuenca y el Ande, tiene que establecer intereses transversales este-oeste. Intereses que van en contra de la integración de la Argentina como Nación, como territorio, como espacio humano, y en contra de los intereses de la Argentina como factor fundamental de la integración continental, además de ir en contra de los intereses económicos de la Argentina. Porque ellos dicen: “basta de fronteras”, “abran las fronteras”. Deberíamos contestarles: “cómo que abramos las fronteras, si aquí hay fronteras”, “hágalo en su casa, no aquí”.

Si la Argentina cierra y clausura sus fronteras para el tránsito están obligados inevitablemente a navegar entre 30 y 80 días más, de donde desde ellos los intereses marítimos pretenden organizar el continente.

Nuevamente se cumple lo mismo que el siglo pasado. También eran los intereses marítimos los que primaban sobre los intereses terrestres o continentales. Estas son las amenazas. Las amenazas de fracturas.

Esta es la explicación del Pacto del Norte Grande y de crear una masa política de maniobra en el norte argentino que trascienda la frontera para poder proteger ese tránsito. Del mismo modo que esto es el traslado de la Capital a Viedma para crear una masa de protección política en el sur. En las dos líneas de fractura.

Por eso va Tróccoli y va Barrios Arrechea a poner la cara y a sacarse la foto en la reunión del Norte Grande. Van todos engatusados, la gran mayoría, por las posibilidades que, ciertamente, a provincias muy pobres les ofrece una cosa como ésta. Posibilidades que no son ciertas. Que son mentiras. Porque lo único que puede repartir esto es pobreza, es más miseria.

Nuevamente la historia del Paraguay del siglo pasado, puesta en el otro sentido direccional. Otra vez el mismo encandilamiento y la misma ceguera respecto de los intereses reales.

¿Por qué entra Brasil en esto? Porque para Brasil sí es un gran negocio. Es la penetración en el Pacífico. Una cosa que el Brasil, si no es así, no lo puede pensar de ninguna manera, sin embargo ahora sí puede hacerlo. Y ahí está el gobierno argentino dándole la posibilidad de penetración.

¿Con qué? Con los camiones, nada más que eso, con eso ya está, manejar el transporte. Que no lo van a hacer los argentinos sino ellos y van a arreglar con “cometas”. Este es el grandioso Norte Grande y el descubrimiento de Viedma de Cristóbal Alfonsín como diría Nito Artaza.

Yo creo que es muy difícil ir contra las tensiones geopolíticas reales, pero no es imposible. Una vez revertidos los términos y creados los vectores este-oeste, la Argentina no tiene ninguna posibilidad de seguir unida. La fractura está a la vuelta de la esquina. Por eso ellos proponen un proyecto constitucional que alienta la fractura.

Una de las cosas que dice el proyecto presentado por este grupo que se autotitula de “defensa de la democracia” y que asesora a Alfonsín, es que el subsuelo pertenece a los estado provinciales y no a la Nación, y además que los estados pueden contratar con nacionales, con extranjeros, con quien quieran. Es el “rife”, es olvidar que sólo un Estado Nacional fuerte, sólido y unido puede negociar en mejores condiciones con las transideológicas, no los pequeños y miserables estados provinciales de la Argentina, así sea el estado de la provincia de Buenos Aires.

Algunos hablan de federalismo, levantan la voz en contra de Buenos Aires, y se olvidan que este proyecto es el de San Pablo, y por detrás, el del Imperio. Que Buenos Aires está a lo sumo a 1500 kms. y que San Pablo está a 4000 kms.

Es decir, saltan de la sartén al fuego con una ceguera propia de imbéciles o de algo peor, de traidores a la Patria. Algunos, pocos, de esto último.

La mayoría, entre ellos los gobernadores, de ingenuos, reconociéndose incapacitados para pelear con un país unido, por una Nación. Entonces dicen: “respetemos la democracia, no vamos a voltear a Alfonsín y a la democracia”. No, eso no, pero se van a entregar al enemigo.

53. Geopolítica argentina

Para reubicar geopolíticamente a la Argentina en las condiciones actuales hay que reinterpretar las tensiones geopolíticas en función de cómo están siendo empleadas tanto por el régimen colonial como también por cómo podemos emplearlas nosotros en beneficio de desarrollo de la nación independiente.

Para empezar debemos repetir que la organización de la Argentina se realizó con una direccionalidad norte – sur encorsetada en tres elementos: la cordillera de los Andes, la Cuenca del Plata y el Océano Atlántico.

Esto determina el espacio geográfico argentino teniendo al norte una frontera más o menos natural que es el nudo de Los Andes en el Altiplano y los ríos Pilcomayo y Bermejo.

La determinación de la frontera política tiene que ver con la determinación geográfica, geoeconómica y finalmente geopolítica. Tomando conciencia de esta geografía y de lo que ella produjo sobre el hombre argentino y lo que el hombre argentino hizo de ella, tenemos que ver cual es la política espacial para la Argentina.

Esto es definir una geopolítica argentina que se basa fundamentalmente en el control de la Cuenca, en no abandonar por ninguna circunstancia el eje longitudinal norte-sur en su desarrollo y el perforar la barrera de los Andes, ya que para la Argentina, para este espacio geopolítico, es vital la conexión del Atlántico con el Pacífico.

Esta conexión se hacía en el incario y en la época de la dominación española y en un parte pequeña durante la época de la independencia, entre Lima y Buenos Aires, que era el camino lógico por un lado, y por otro lado también el camino obligado, el camino que seguía una carretera de siglos, y una cadena de asentamientos humanos contínuos desde Buenos Aires hasta Lima, que conecta el Pacífico con el Atlántico aparentemente por una vía más larga, pero que desde el punto de vista político y geopolítico la vía más corta.

Es además lo que establece para nosotros, una relación que es única con el altiplano boliviano, como con Perú, como es única nuestra relación con la Banda Oriental y con el Paraguay.

Este es el ámbito de las relaciones geopolíticas de la Argentina, que el liberalismo negó permanentemente aislándonos, haciéndose dar la espalda a Hispanoamérica. Separándose concientemente de la Banda Oriental, precipitándola a la orbita brasileña. Separando al Paraguay, que ha construido también no solo un país, un estado, una patria si no una nación paraguaya.

Toda articulación geopolítica del estado argentino debe estar basada en la premisa fundamental que es mantener y acrecentar estas relaciones norte – sur , esta longitudinalidad de la Argentina que incluye algunos otros principios, como es la conexión interoceánica, y no me refiero al Drake, ni al estrecho de Magallanes, sino a la conexión continental interoceánica, y que debe contemplar su naturaleza de cuña o de península de la masa continental de América del Sur, que bien o la inserta o la desinserta del centro de esta masa continental.

La forma de insertarse es la relación fluida y permanente tanto en la Cuenca como en el Alto Perú y en el Ande, esto implica con el Pacífico como entre el Pacífico y el Atlántico.

Por eso todas las relaciones que se establecen este – oeste yo no digo que están mal, pero deben ser subordinadas a las relaciones norte – sur. No se puede hacer prevalecer las relaciones Este – Oeste porque las relaciones de esta direccionalidad tienden a romper el espacio, este espacio geográfico concreto tiende a destruir su vertebración. De ahí que las relaciones con el Brasil que tienden a favorecer las conexiones atlántico – pacifico vía San Pablo – Norte Argentino – Antofagasta son relaciones contra el país, de la misma forma que lo son las que favorecen la vía Bahía Blanca o San Antonio Oeste – Puerto Mont o Concepción por la ruta 22 atravesando Río Negro vía Pino Hachado.

Ambas tienden a establecer una geopolítica contradictoria con la existencia de este espacio geográfico y geopolítico que es la Argentina.

Se produce por un lado la ruptura de la Cuenca y por otro la del Ande como puntos de apoyo de la construcción geoespacial de la Argentina. También en esto debemos ver las razones que tienen algunos para prohijar toda relación que sea Este – Oeste y liquidar toda relación Norte – Sur.

Buenos Aires es un punto natural de anudamiento del sistema geoespacial. Es, en principio, desde donde se controla geopolíticamente la Cuenca y es parte fundante de la creación del eje Lima – Buenos Aires, que es el eje de la integración continental: lo fue para el incario, lo fue para la generación de la independencia y lo es para nosotros. No hay otro eje de integración para los pueblos que éste, cualquier otro es imposible. No son ejes ni el Amazonas, ni el Orinoco, ni los llanos Venezolanos.

Esto el imperio lo sabe y por eso a lo largo del mismo construyó el sistema de los estados tapones: Ecuador, Bolivia y Uruguay.

De esto tienen clara conciencia los peruanos como tenemos clara conciencia nosotros. Significativamente San Martín nos abrió el camino: en la Constitución del Perú hay un artículo que establece la obligatoriedad constitucional del Perú a ser aliado permanente de la Argentina. Esta unidad es la que a toda costa se quiere evitar.

Por eso algunos gobernadores, y me refiero específicamente al gobernador de Salta, que farolean por América Latina, no van a Perú. Los bolivianos no tienen otra salida, no tienen alternativas. Pero el gobernador si tiene alternativas. No es lo mismo. No sólo los comprendo a los bolivianos sino además estoy de acuerdo que hagan lo posible para salir de su situación.

Pero no hay nada que pueda comprender, ni disculpar, ni justificar al Sr. Gobernador de Salta. Paradójicamente él, que es muy amigo de los emigrados cubanos en Miami, tiene un notorio agente cubano, de los otros, del G2, trabajando a su lado. Y hacen reuniones donde están unos y otros. La unidad nacional de los cubanos se vino hacer a costa de la división de la Argentina. ¡Qué tal! es notable este gobernador, es el típico “hacer por hacer” porque como decía Sarmiento, del cual es un estricto seguidor en esto, “las cosas hay que hacerlas aunque sea mal, pero hay que hacerlas”.

Un hombre ligado desde hace muchos años a una cosa que es GEICOS (grupo campesino – industrial centro – oeste sudamericano) que actúa en Paraguay, en Bolivia, en Argentina y en Chile. Un grupo internacional ligado en gran medida a la Unión Soviética y en otra parte a los intereses británicos más importantes del globo, que son los grandes compradores de materias primas, como maderas, minerales y drogas.

Por eso este proyecto está ligado a una de las previstas fracturas que generarían lo que yo llamo “la Republica de Drogalandia” y que tendrían sus correspondientes en el centro “Vacalandia” y en el sur “Patagonia land” la tierra de la emigración multirracial, la nueva Australia.

Por eso la Capital, no ya del país sino de una de sus partes la quieren poner en Viedma, que seria símil de Canberra.

De tal modo, y en este marco una geopolítica argentina debe partir de su condición de península de la masa continental de Hispanoamérica que se inserta en el Hemisferio Sur, cuya orientación apunta hacia un continente muy próximo, la Antártida y con dos grandes masas de agua a ambos lados.

Por lo tanto debe resolver su proximidad con la Antártida, su conexión interoceánica y su inserción en la masa continental. Nosotros proponemos: unidad del continente mediante una Confederación de Naciones Soberanas, ser bioceánicos y tener el control, de por lo menos, el 33% de la Antártida. Nada tienen que hacer los países del Hemisferio Norte aquí, mucho menos en la Antártida. Esta es una tarea que no puede emprender la Argentina con su sola fuerza y menos el proyecto antártico. La unidad continental es el paso para el control del continente Antártico. América del Sur es el continente más próximo a la Antártida. El resto de las masas terrestres del Hemisferio Sur como el cono sur de África o Australia y Nueva Zelanda o algún trozo insular de la Polinesia están más alejados que nosotros. Hay entonces una relación que es la proximidad y otra política que es el control real, que pareciera ser lo que engendra doctrina. Esta es una empresa de la Argentina, de Chile, de Brasil, del Uruguay más todos los países de América que participen de esta futura Confederación, que es una Nación que está por construirse pero que es ya sí una familia de naciones.

SEPTIMA PARTE
LA PROPUESTA

54. Rescatar al hombre

Tomando el 17 de Noviembre de 1972 como fecha de nacimiento de la Nación y vista su filiación, y su proyección en diversos planos, descripta la situación colonial hoy imperante, vista la concepción geopolítica de origen y de proyección, analizado el desarrollo de las ideas políticas que influyeron e influyen sobre nuestra realidad y visto el proceso del peronismo dentro de todo esto, debemos sacar algunas conclusiones.

Significa esto, desde un punto de vista, saldar el proceso o una parte por lo menos. Es lo más difícil. Hasta ahora hemos hecho la descriptiva, también la interpretación. Para empezar hay un aspecto todavía no mencionado que es la naturaleza intrínseca de los actuales administradores coloniales.

Una indagatoria sobre si tienen razones, buscar la racionalidad del proceso de ellos, en principio para agotar la crítica. Creo que tiene una racionalidad y que esta racionalidad que no se ve, porque aparetenemente es todo irracional, es la lógica colonial.

Hay que calar hondo en lo que hoy significa la situación colonial que no es comparable a ninguna otra situación colonial anterior, en ningún otro lugar del mundo, ni en ninguna otra época de la historia. Porque la intención de la sinarquía es colonizar el mundo, la única forma de apropiarse verdaderamente del mundo es colonizarlo “in toto”. Entonces hay un escalón de colonización que se emplea en las naciones llamadas centrales o industrializadas, hay otro escalón empleado en las naciones llamadas del este y hay otro escalón de colonización en el sur.

Pero todos son escalones distintos del mismo proceso, porque el sistema sinárquico no tiene ni nación, ni territorio, ni bandera. No pertenece a la Unión Soviética o a otra parte.

¿Qué cosa es la Unión Soviética? Debajo de la Unión Soviética está Rusia, que es una Nación colonizada, y otras tantas que componen lo que ellos llaman la Confederación. Son todas naciones colonizadas. Cuando se dice Estados Unidos, ¿qué se dice? Ahí éste sistema sinárquico ha producido nada menos que la colonización de una superpotencia, ha transformado una suerte de potencia en un gatito, después de haberla hecho pasar por la picadora de carne de la guerra de Secesión.

No es mía la teoría, pero es bastante exacta. Así lo plantea LaRouche. Una cosa es la idea de Lincoln de la República y otra cosa es 30 años después lo que es Estados Unidos. Asesinato de Lincoln mediante. LaRouche y la gente que está con él tienen razón en anotar, independientemente de la tesis que no sé si son así o no, aunque tienen rasgos de racionalidad y coherencia interna y externa, que hay un punto de la historia en que unos hombres se propusieron torcerla “pro domo sua”.

Y esto ocurre en el ámbito de la cultura muy en general, o sea de la filosofía, de la ciencia, de la tecnología, influídas por este cambio en la cultura.

Es decir una especie de salir del cauce, un desvío. Toda la tarea de revisión histórica y filosófica de LaRouche apunta a encontrar el punto de desvío para retomar el cauce donde se desvió. Creo que el intento es legítimo. Tiene su interpretación también legítima, pero es interesante, más allá de la forma que asume esto en los escritos y en las polémicas, porque tiene validez.

La descripción que veníamos haciendo nosotros implica también la búsqueda del lugar de desvío, del punto donde los tipos agarraron “para el lado de los tomates”.

Nosotros tenemos otro tipo de interpretación distinta. No muy distinta, pero distinta en cierta medida, él es un europeísta convencido, nosotros somos mestizos.

Desde esa perspectiva es bastante diferente nuestra apreciación, ciertamente en el ámbito de la cultura y en las consecuencias que esto ha tenido. Sería de imbéciles o de obcecados no hacer lugar al planteo que Lyndon LaRouche hace, al menos en una buena porción de las cosas que dice.

El otro aspecto es que entronca finalmente con una política nacional en Estados Unidos, que implica políticas nacionales tolerantes y tolerables mutuamente en toda América Latina y en el mundo. Sobre todo hay una cosa, que juzgo como la más importante de todas, que es la inspiración que lleva a este hombre, que es la misma que tenemos nosotros, que es el bien. Esto puede amparar cantidad de diferencias menores, siempre y cuando estemos de acuerdo en esto. Y en esto creo que sí estamos de acuerdo.

Avanzando en la precisión respecto de la situación colonial nos preguntamos cuales son las razones de los actuales administradores coloniales. No hay ninguna razón que les sea propia. Su lógica es una lógica que no les pertenece, ajena, reflejada, que esconde, nada menos, que la lógica de la colonización mundial.

Y sobre todo, esto implica dos cuestiones: esta cuestión del Bien, tremendamente importante, y la cuestión de dividir a los hombres en dos categorías.

Esta contra cultura sinárquica niega el principio del Bien e intenta demostrar que esto no existe, de una manera perversa, pervirtiendo a la humanidad. Es una demostración que tiene tres objetos. Apunta a demostrarle a Dios lo que han hecho con su obra. Intenta demostrarle al hombre que es una bestia. Y es una demostración dirigida hacia ellos mismos para señalarse como seres superiores. Estas tres cuestiones para mí son el demonio. Esto es el demonio. Es satánico pero ocurre en la realidad. No es el demonio con cuernos y cola, que es en última instancia un demonio ingenuo, el de nuestros antepasados. Sino que es un demonio concreto, que usa traje “Pierre Cardin”, habita en los Hoteles “Sheraton” y usa coches “BMW”, viaja en “Jet Lear” privado. Es un demonio identificable en principio.

Toda la tarea que nosotros intentamos hacer es armar cada vez más hombres con capacidad de identificarlo en cualquiera de sus manifestaciones, para que puedan defenderse. En último análisis esto es todo. Además de las batallas concretas que se pueden dar contra esto. Desde esta perspectiva la administración colonial en la Argentina reúne también estos elementos.

Hay dos clases de hombres: los que pertenecen a la Burocracia Transideológica, que son ciudadanos, que son propietarios, que son los que tienen todos los derechos, y la masa completa de la población que no tiene ningún derecho.

Pero este no tener ningún derecho no es dicho sino ejercido por vía del intento de retransformación no sólo ya del pueblo en masa, sino de la masa en bestias, de las bestialización.

Del abandono de “las firmes características de humanidad” que formula el código civil cuando define la persona.

De ahí la drogadicción, la homosexualidad, lo que sea. Es la lógica satánica. Las características de humanidad desaparecen. Pero no porque haya un cambio que haga a la humanidad más humana sino porque la hace más bestial.

De este modo pueden establecerse las dos clases de hombres: aquellos que son aspirantes a la administración colonial y aquellos que están descalificados para todo tipo de cosa que no sea la animalidad.

Un gran zoológico, esta es la idea y no sólo es la idea sino es lo que está ocurriendo y esto ya también escapa a los límites de una “seria” y “enjundiosa” crítica política. Estos individuos no hacen ni política ni nada. No hay ninguna crítica porque no se puede salvar esto. Si no se salva el hombre ¿que es lo que hay que salvar? Nada. Todo lo demás no tiene ninguna importancia.

55. El camino es reconstruir el Movimiento Nacional

Por otro lado debemos ver los instrumentos para salir de esta situación. Estos instrumentos deben estar en correspondencia, de magnitud, con la situación misma.

Los caminos que quedan son o abismarse en la mismidad de uno y desaparecer finalmente sumergido en esa animalidad ambiente o pelear contra ello.

El tercer camino es el que estos sinvergüenzas pretenden que sigamos: incorporarnos a la Burocracia Transideológica, buscar que algunos sectores se incorporen, entonces los que se opten van a tener resuelto el problema económico, el “confort”, pero con una condición. Como los eunucos del señor emperador de Bizancio, pueden tener todo menos los testículos. Los testículos no, ahora lo demás no hay problemas. Cortan los testículos y además, y por eso, la historia se terminó ahí, no hay más continuidad. Esa pareciera la “última ratio”. A algunos les proponen dejarlos vivir hasta que se terminan sus días pero no más allá, y en esa condición.

Las naciones están enfrentadas todas a este problema, la cuestión es su resolución. Hay pocas naciones que pueden encontrar la forma de viabilizar su salida de esto. Creo que Perú es una, esta intentando salir con mucho esfuerzo. Alan García es uno de los hombres más preclaros en esta etapa y quizás el primero que es capaz de enfrentarse a esto con una razón y un sentir nacional, continental y también universal.

Lo mismo ocurre con el General Noriega en Panamá, tan vilmente atacado por el Gobierno secreto de Oliver North, ahora enjuiciado en el “Irangate” por el tráfico de armas soviéticas para los “contras” de Nicaragua a cambio de droga, y estos delincuentes son los que acusan a Noriega de haber asesinado – ¡Ah los derechos humanos! – a un contrabandista de drogas, Hugo Spadafora y de traficar él mismo con ellos. Como siempre acusan a los que defienden a su patria de lo mismo que los acusadores hacen.

Lógicamente la Argentina tiene su propio camino. Camino que lleva al encuentro con los Alan García y los Noriega, en principio con ellos y con los que sea.

Por muchas variables, desde las geopolíticas y culturales hasta las propiamente políticas y nacionales, los caminos conducen a la unidad. Por lo menos a la unidad en acción.

Pero hay otras cosas que son las condiciones internas de la Argentina. En estas condiciones internas no será posible. No hay ninguna posibilidad de modificar el régimen colonial desde el régimen colonial mismo.

Cuando la Argentina era dependiente, desde la dependencia podía saltar a la independencia por un acto de valor, una fuerza de voluntad colectiva y la unidad de su pueblo en torno a determinadas políticas. Ahora esto ya es imposible es estos términos.

Por eso ellos dentro de su locura quieren exorcizar la posibilidad y desterrar todo intento de cambiar este régimen.

Así pretenden convertir todo intento de cambiar este régimen en crimen, es como si los criminales fueran los policías. Como si se hubieran apropiado de la policía, todos los policías son perseguidos por ser policías. Una cosa así.

Se ha proscripto la palabra Revolución, la palabra Nacional, la palabra Movimiento. Nosotros estamos por supuesto, para emplear permanentemente estas palabras proscriptas.

Nosotros perseguimos una Revolución Nacional, ejecutada por el Movimiento Nacional, que sí existe. Es menester reconstruir su forma, su estructura, pero que existe en tanto tal.

Para la reconstrucción del Movimiento Nacional es necesario unir los factores del Movimiento Nacional dispersos. En esto no podemos tener ni bandería, ni rencor, ni siquiera memoria. La Argentina y su pueblo necesitan reconstruir su Movimiento Nacional.

América necesita que se reconstruya el Movimiento Nacional y que asuma el poder. Hay una combinación de factores que hay que emplear para ello. Primero la reconstrucción del Movimiento Nacional. Paralelamente a esto el empleo de todos los medios, nosotros no somos democráticos en los términos de estos sinvergüenzas. Somos democráticos en el sentido profundo de hacer lo que el pueblo quiere, lo que el pueblo necesita y sólo con el Pueblo.

Por eso desde el punto de vista del poder político aspiramos a ser hegemónicos, queremos la hegemonía porque el pueblo debe ser hegemónico en su Revolución y el Movimiento Nacional debe ser hegemónico en la conducción, en el desarrollo y en organización de la Revolución Nacional. ¿Queremos todo el poder? Sí, queremos todo el poder para el Pueblo. No sería lícito ni conveniente repartir nada con nadie que no pertenezca y no esté encuadrado en el Movimiento Nacional.

Pero el Movimiento Nacional como perspectiva puede abarcar a todo el pueblo, dejando de lado solamente a los que ah excluido, a la Burocracia Transideológica, que primero lentamente y después cada vez mas rápido se van separando de la realidad.

Ellos están en una orbita de escape de la gravitación de la realidad nacional para estabilizarse en una orbita alrededor de esta realidad, lejana.

La Revolución Nacional debe emplear todos los medios a su alcance. Por lo tanto la tarea de hoy es la reconstrucción del Movimiento Nacional por vías y caminos que sean acordes con la situación.

La cáscara del peronismo ha muerto, se le ha caído la piel como a las víboras. Ahora tiene una piel nueva que debemos ir descubriendo. Es el mismo movimiento, no otro. No tiene otra doctrina ni otros principios. Tiene los mismos principios, la misma doctrina y otra organización que debemos descubrir, montar y desarrollar, y tiene los mismos objetivos transferidos a esta realidad de hoy y el futuro de esta realidad.

Lo primero es reestructurar el Movimiento Nacional. Lo segundo hacer el camino hacia la asunción del poder, lo tercero es asumirlo, lo cuarto es como mantenerse en él y como profundizar y desarrollar la Revolución Nacional.

O sea cómo es el modelo posible para nuestra Revolución Nacional en este período. En la elaboración de este modelo deben participar todos los sectores y es un modelo que no puede ser fijo hasta el momento en que se ponga su ejecución. Lo que podemos hacer es decir “creemos que aportes para ese modelo son estos” y hacer una cantidad de aportes para él.

Pero el modelo definitivo se va a ir construyendo en la tarea de reconstruir el Modelo Nacional, de marchar hacia la asunción del poder, de asumir el poder y de poner en marcha el modelo, que va a seguir siendo modificado por la realidad y por el pueblo en su práctica y en el desarrollo de su Revolución Nacional.

56. El modelo

Se podrían apuntar algunas cuestiones generales en relación al modelo para nuestra Revolución Nacional en este período.

En la Argentina hay que reconstruirlo todo de raíz, no por un afán revolucionario extremista sino porque está todo destruido. Ojalá hubiera cosas en las que apoyarse y que no hubiera que reconstruir. Desgraciadamente esto es tierra arrasada, han pasado con la aplanadora.

Desde un punto de vista egoísta, mejor. Aunque mejor hubiera sido que no pasara todo esto. Pero dentro de todo hay una ventaja, al tener que reconstruirlo todo se puede aplicar la mayor cantidad de materia gris y energía social en la reconstrucción para armar un modelo, en la realidad, que funcione y que sea ejemplo para el mundo.

¿Cuáles son los principios? El primero y más importante de todos es construir la civilización del amor, definir la contribución de los argentinos a esto que anuncia y predica Juan Pablo II. No va a ser sin lucha. No va a ser siempre en paz.

Pero no por nosotros, ni por los pueblos, sino por nuestros enemigos. Porque Satanás no se va a quedar quieto ni va a entregarse sin pelear, hay que rendirlo, en el campo de la paz, pero también en el campo de la guerra si recurre a la guerra.

Si hay violencia vamos a emplear violencia defensiva, no ofensiva. A partir de esta gran cuestión se siguen otras. Por ejemplo, como organizar el Estado. El General Perón ya nos dijo: Gobierno centralizado, Estado descentralizado y pueblo libre.

Esta es una fórmula de principios de organización que hay que desentrañar como son en la práctica. Sin duda el gobierno debe ser centralizado. ¿Pero la centralización que cuestiones abarca? No todas. Solo las cuestiones que deben ser centralizadas en la comunidad y que son bastante escasas.

Las relaciones exteriores, la paz y la guerra, estas cosas y cierto tipo de decisiones sobre la orientación general de la estructura, tanto de la organización social como de la organización del Estado, como de la organización económica y de la organización de la cultura.

¿Qué significa Estado descentralizado? Nosotros tenemos un macro-Estado. No sólo nacional, sino también macro-estados provinciales y municipales.

Como decía el General Perón, nuestro Estado nos cuesta como si una familia, con un ingreso normal, tuviera una mansión que fuera como el “Sheraton”, esta es la relación entre lo que la familia puede producir y los gastos que les ocasiona mantener su casa.

Nosotros necesitamos un Estado pequeño y eficaz y decir pequeño y eficaz no quiere decir pobre, ni quiere decir que no lleve sus cometidos, que son ejecutar lo que el gobierno, que hace lo que el pueblo quiere, necesita ejecutar.

La tercera cuestión -Pueblo libre- implica que la organización social del pueblo forma parte, en un aspecto, de la estructura y el proceso de la descentralización del Estado.

Hay una cantidad de servicios y de otras tareas que hoy cumple el Estado que los debe cumplir y ejecutar la sociedad, también, que tienda a ser autogestionaria. No autogestionaria según algún modelo extraño. Tenemos algunas experiencias propias que son importantes y en las cuales abrevar. Por ejemplo, la experiencia que se desarrolló entre 1972 y 1976 en una empresa nacional que fue un modelo autogestionario y durante cuyo transcurso, por única vez en su historia, la empresa dio superávit. Fue SEGBA.

De la misma manera podría pensarse en Ferrocarriles Argentinos, en Aerolíneas Argentinas. Sin que la propiedad deje de pertenecer al Estado, cambiando solo la gestión.

Nosotros no queremos abolir el Estado. Tampoco queremos que el Estado nos coma la vida. Ninguna de las dos cosas. La única posibilidad es entregarle a la sociedad mayores resortes de los que maneja el Estado.

No a la iniciativa privada sino a la iniciativa social organizada, creemos que el Estado no debe abandonar la propiedad de sus empresas, que es un patrimonio de todos los argentinos, sino que éstos deben volver al patrimonio de los argentinos.

Por eso decíamos autogestión, es más, en el caso de SEGBA, los usuarios eran parte también de la autogestión.

Para una sociedad y un Estado de este tipo, la economía es tripolar. Con un polo estatal, un polo privado y un polo comunitario. Estas empresas estarían a medio camino entre el polo estatal y el polo comunitario. Hay todas las variantes de empresas mixtas posibles. Estatal-privada, privada-comunitaria, estatal-comunitaria y todas las combinaciones posibles.

En una situación de crisis absoluta como ésta tenemos que impulsar no la propiedad sino la gestión por parte de la comunidad de trabajadores, de consumidores, de proveedores, de usuarios de las empresas industriales que están en una situación absoluta de quiebre.

Y empezar a desarrollar un polo privado de actividad seria. Estamos a favor de la propiedad privada, no en contra. Este de la propiedad privada es un tema muy conflictivo para algunos. Es porque se ha olvidado una mediación más profunda sobre esto, tanto el capitalismo como el llamado socialismo, no son más que formas de la expropiación. La propiedad es una forma de extensión de la persona, del desarrollo de la persona. Mal podríamos estar en contra de la propiedad, al contrario pretendemos que cada argentino sea propietario, de la tierra que pisa, del techo que lo cubre y que participe en la propiedad de los servicios y de estas cosas.

Esto no quiere decir, al contrario de lo que se afirma, que también no sean propietarios de los medios de producción aquellos que son capaces de desarrollarlos, con el apoyo también de la comunidad y con una devolución a la comunidad bajo la forma de mejor calidad, menos precio y más servicios que es lo que la comunidad exige.

O sea con una apropiación a una tasa de beneficio acorde con la iniciativa y con la inversión, aquello que llaman tasa óptima. Esto es también una dimensión para las empresas. No se trata de crear macro-empresas que después en realidad, son sólo fachadas para una mesa de dinero.

Cuando hablamos de producción, hablamos de producción, de producir bienes y respecto de la producción debemos observar siempre que, en primera instancia, la producción más importante del hombre es el hombre. O sea producir más hombres, más seres humanos, para contribuir a la Creación, a la obra del Creador.

Los conglomerados transideológicos están operando en Latinoamérica con una idea de integración, son un factor de la realidad. El riesgo es que en vez de que en el año 2000 nos encuentre unidos o dominados, nos encuentre Unidos y Dominados.

Hablamos antes del desdoblamiento de las empresas en distintos países y la transformación del transporte interno de la empresa en comercio internacional. Esto sucede porque los Estados Nacionales lo permiten, porque se piensa que sin divisas no se puede construir y que la obtención de divisas deviene del comercio exterior.

Entonces está siempre en primer plano el comercio exterior, pero en naciones como la nuestra o en todo el sur, es precisamente en el comercio exterior donde se establece la dependencia y la colonización. Cada vez se deprimen más los precios de los productos primarios y cada vez suben más los precios de los productos terminados.

Esta diferencia la pagan nuestras magras economías. Hay que cambiar este concepto. No me interesa el comercio exterior porque no me interesan las divisas, en principio. No me interesan así, a un costo que es imposible. Si por cada dólar que yo gano tengo que pagar como diez, y cada vez que sigo en este proceso estoy más condenado a vender todo lo que tengo a un dólar y a comprar todo lo que necesito a diez, esta diferencia de nueve la pago con el hambre de mi gente. Es un mal negocio, da mucha pérdida.

La resolución del tema del comercio exterior es crear un comercio exterior atado a un mercado también atado, en realidad son dos mercados: uno el interno y en materia de comercio exterior: América Latina.

Es donde hay que emplear verdaderamente la diplomacia y el criterio de la unidad. En América Latina con los países que no sean Brasil, cuyo interés es triangularnos constantemente. O sea, hacer diferencias. Es igual que lo que pasa con los países del Este o llamados socialistas, buscan obtener materias primas y vendernos poca densidad en capital y productos terminados e importar ellos a los países industrializados de alta densidad en bienes de capital, mientras revenden nuestra materia prima. Son subagentes. Esos son los acuerdos del genio con Brasil.

Volviendo al modelo, este debe abundar respecto de las medidas. Porque desarrollando las medidas concretas, sobre todo de reorganización del Estado, se sabe también qué política social, del trabajo, de producción, de política-política, qué relaciones exteriores son necesarias para su desarrollo. Con la correspondiente dependencia entre la política interna y la externa, que no se pueden ser totalmente independientes pero tampoco totalmente desconectadas.

Porque entre el medio interno y el externo esta la piel, la dermis y una cantidad de elementos que permiten la existencia del medio interno y su coexistencia con el medio externo.

El problema de la Argentina hoy es que no tiene medio interno, es todo medio externo. No hay intercambio con el medio. El medio penetra y es la disolución. El modelo al que aspiramos tiene algunas pautas que hacen a la naturaleza de nuestra revolución y a la situación actual del mundo. No podemos pensar, ni soñar, ni imaginar, como lo hacen los administradores coloniales, una Argentina sin Fuerzas Armadas. Tenemos que tener unas muy importantes Fuerzas Armadas y una industria militar de primer nivel.

Hay que también destruir varios mitos. Cuando ellos dicen “reactivación industrial” dicen créditos. Nosotros decimos no, primero trabajo, después créditos, si es necesario pagarle el sueldo a todos los que trabajan en el Estado hagámoslo, pero que trabajen, y cuando empiecen a producir se les deja de pagar el sueldo y comienzan a vivir de lo que producen, se lo pagan ellos.

Una revolución, en estas condiciones, requiere de medidas heroicas, de sacrificios. Sin sacrificio es absolutamente imposible.

En una época Perón nos pedía un poco de sacrificio. Ahora no va a ser un poco, sino va a ser mucho. ¿Pero no es peor sacrificio este que estamos viviendo? Sin ningún otro sentido más que la destrucción. El otro posible es un sacrificio en el que quizás las generaciones futuras tendrán algo que agradecernos.

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