ACERCA DE LA
DEMOCRACIA EN
LA COMUNIDAD
ORGANIZADA
DEFINICIONES DE
PERON EN SU
PONENCIA AL
CONGRESO
NACIONAL DE
FILOSOFIA EN
MENDOZA – 1949
Por Roberto Maffeis
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Temas Especiales//Refundar el Peronismo
Publicado el 19-11-2015, tres días antes de las elecciones presidenciales.
Mientras la comunidad argentina se debate en la peor crisis de su historia política y cultural, uno de los signos de la misma es el deliberado desvío de los verdaderos objetivos que debieran perseguirse. Esto es, cuando no se proclama ni persigue la unidad nacional y cuando no se reflexiona y no se está en la búsqueda de las verdaderas formas democráticas de participación, es porque por detrás existe un plan de vastísimo alcance y de larguísima data, político y consecuentemente contracultural, para destruir una revolucionaria experiencia continental iniciada por el Peronismo hace ya 70 años.
Los actores, la civilización internacional liberal decadente e inhumana y sus expresiones locales, los partidos políticos burgueses demoliberales y su retrógrada y gastada propuesta de democracia representativa.
Es más que sintomático y manifiesto, más bien revelador, que, cuando los “ideólogos de la república” pertinazmente insisten en la propuesta sin definir exactamente que es lo que quieren decir con la palabra república, es porque están ocultando y preservando el sistema de privilegios que en definitiva es lo que son los partidos políticos. Esto es, aparatos de negocios y toma de decisiones para muy pocos, maquillados con supuestas elecciones internas, que bien pueden no existir como tantas veces ocurre, o que, de celebrarse, pueden o ser fraudulentas o en tal caso “limpias”, pero la democracia es hasta ahí. El resto del tiempo para la toma de decisiones es para los “representantes” y su oficio pocas veces de servicio al pueblo y las más de ellas para sus intereses. Se impone entonces el sistema representativo, el que hace que pocas personas decidan por la inmensa mayoría, lo que lo convierte en una “impostura”, (1) desde que nadie, por más electo que esté, puede arrogarse expresar la voluntad y la representación de una persona por otra, como si fuese algo teatral. Se representa en el teatro, pero en la vida real hay millones de voluntades que no pueden ser reemplazadas y precisan, por lo tanto, canales más directos de participación, para ser precisamente ellos.
Mientras los representantes “representan”, el pueblo debe esperar callada y tranquilamente en su casa hasta las próximas elecciones. Un sistema, mezquino, perverso, egoísta, gastado y en realidad un “artículo de museo”.
El caso es que, los comunicadores de estas ideas nunca definen que es lo que quieren decir y los palabras democracia y república son repetidas hasta el hartazgo mostrándose como un valor en sí mismas, solo por el hecho de ser mencionadas. La reiteración de las mismas es una trampa.
Debieran dejar de lado la hipocresía exasperante que tienen y aclarar que están, por ejemplo, en contra de las formas de democracia directa que no son, ni más ni menos lo que está en ciernes en todo el mundo y adonde se libra una las principales batallas políticas y culturales de la humanidad.
Lo que sucedió de inicio fue que, este sistema nacido a partir de la Revolución Francesa de fines del siglo XVIII y que luego de anunciar la libertad, como valor superador de los sistemas medievales y monárquicos, fue “operado” por las nacientes burguesías y uno de los signos más trágicos de esos eventos fue la evidente independencia entre el pensamiento y la acción. Es decir, mientras se proclamaba y se proclama desde entonces la libertad y la democracia, las formas de ejecución impiden que los pueblos participen colectivamente en las tomas de decisiones y en las ejecuciones de las acciones, es decir no son verdaderamente libres.
La libertad profunda que reclama Perón es una quimera para este sistema de pensamiento. Para ellos “hay que preservar el sistema”. Hay que mantener a cualquier precio el monopolio de la representación y eso a costa de dividir al pueblo en infinidad de pequeñas partes o partecitas, los partidos, que de eso se trata. Por eso hablan hasta el cansancio de la república y de la democracia, sin definirlas y por supuesto el concepto de democracia directa es una mala palabra.
Cuando Perón formuló la propuesta llamada La Comunidad Organizada en el Congreso Nacional de Filosofía en Mendoza en 1949, precisamente acometió contra los principios de la filosofía y de la política liberales, señalando que después de casi dos siglos, la realidad mostraba, como decimos, un absoluto divorcio entre el pensamiento y la acción. (2) Esos principios consagrados y aceptados casi universalmente a fines del siglo XVIII, ya habían pasado a ser una simple declamación, especialmente los conceptos y objetivos de la libertad. Y que las acciones destinadas a alcanzarlos presentaban, en realidad, direcciones exactamente opuestas a los mismos.
No podía esperarse ya nada más, el republicanismo demoliberal, burgués y representativo era una ficción, un simulacro de democracia, su verdadera auto negación.
Sobre estas bases objetivas Perón formula su propuesta revolucionaria en 1949. Al simple y falaz concepto liberal de libertad en el que “libre es un obrar según la propia gana”, (3) opone y avanza trascendentalmente afirmando que ser libre es poder tener “una elección entre varias posibilidades profundamente conocidas”. (4) Agregando que, “tal vez en consecuencia, observaremos que la promulgación jubilosa de ese estado de libertad no fue precedido por el dispositivo social que no disminuyó las desigualdades en los medios de lucha y defensa ni, mucho menos, por la acción cultural necesaria para que las posibilidades selectivas inherentes a todo acto verdaderamente libres pudiesen ser objeto de conciencia.” (5) y que además, «es posible que la acción del pensamiento haya perdido en los últimos tiempos contacto directo con las realidades”. (6)
Es notable, pero el anuncio por parte de Perón de esa elección referida para garantizar la libertad de las personas, ya estaba en marcha en 1949, año de la presentación de su ponencia en Mendoza, por el desarrollo previo iniciado en 1946 con la orgánica del Movimiento Peronista. Un verdadero espacio político y social destinado, además de ser su herramienta política, a garantizar la libertad de los hombres por las múltiples posibilidades de elección para participar en decisiones y ejecución de acciones que proveía. Esa fue su revolución.
Por eso señala la ausencia en el campo del liberalismo del dispositivo social para garantizar la libertad en tanto que, el creado por él, ya estaba en pleno desarrollo, y era justificado y explicado después de haberlo consumado. “Mejor que decir es hacer” reza su apotegma.
Pero además, la creación del espacio del Movimiento Peronista aseguraba que no había divorcio alguno entre el pensamiento y la acción.
Es otra democracia la que está en juego cuando se establecen estos pensamientos. No es posible jugar con los conceptos del modo en que lo hacen los liberales y sí es menester saber de que democracia estamos hablando cuando nos referimos a ella.
Cuando Perón lo hace, se basa y fundamenta en estos principios, que actúan como sólidas verdades y apuntan a la edificación de una democracia más pura, más social, más orgánica y más directa.
Y para que no quedasen dudas hacia adonde dirigía su proyecto, expresa más adelante en el mismo texto que, “El problema del pensamiento democrático futuro está en resolvernos a dar cabida en su paisaje a la comunidad”. (7)
Vendrá el discurso al Congreso de la Nación del 1º de mayo de 1954 con la contundente y también revolucionaria propuesta a las organizaciones libres del pueblo para que cogobiernen, sin vueltas, sin medias tintas y para quien lo quisiera escuchar. (8)
Vendrá su propuesta del 1º de mayo de 1974 inscripta en el Modelo Argentino para el Proyecto Nacional donde apunta que la verdadera democracia no es la que se reduce a la actuación de los partidos políticos, sino que es la que incluye a las organizaciones sociales. (9) Nuevamente contundente y para quién lo quisiera escuchar.
En definitiva, Perón nos dotó de una doctrina y de un proyecto, trazó los cursos de acción y el único medio de llevarlas a cabo es asumirlas y concretarlas, pero esa tarea es inexcusablemente del Pueblo Argentino.
Como pueblo con destino, “no manifiesto para dominar”, sino para liberar, hoy contamos con un Papa como Francisco, que además de argentino, lidera e impulsa las verdaderas políticas y arremete literalmente contra la simulación de la democracia formal.
No es otro el mensaje que acaba de dar en el Tercer Encuentro Mundial de los Movimientos Populares, en Roma el 05-11-2016.
Cuando define la relación entre el pueblo y la democracia, advierte que “debiera ser natural y fluida pero que corre el peligro de desdibujarse hasta ser irreconocible”. Es que, tal como lo venimos sosteniendo, las formas de la democracia formal que nos gobiernan son meras simulaciones de la tal democracia y Francisco nos vuelve a advertir que “La brecha entre los pueblos y nuestras formas actuales de democracia se agranda cada vez más como consecuencia del enorme poder de los grupos económicos y mediáticos que parecieran dominarlas. Los movimientos populares, lo sé, no son partidos políticos (tampoco lo eran las instituciones libres del pueblo a las que recurrió Perón en 1954 para cogobernar) (10) y déjenme decirles que, en gran medida, en eso radica su riqueza, porque expresan un forma distinta, dinámica y vital de participación social en la vida pública. Pero no tengan miedo de meterse en las grandes discusiones, en Política con mayúscula y cito de nuevo a Pablo VI: ‘La política ofrece un camino serio y difícil –aunque no el único- para cumplir el deber grave que cristianos y cristianas tienen de servir a los demás’. O esa frase que repito tantas veces, que siempre me confundo, no sé si es de Pablo VI o de Pío XII: ‘La política es una de las formas más altas de la caridad, del amor’.
Quisiera señalar dos riesgos que giran en torno a la relación entre los movimientos populares y la política: el riesgo de dejarse encorsetar y el riesgo de dejarse corromper.
Primero, no dejarse encorsetar, porque algunos dicen: la cooperativa, el comedor, la huerta agroecológica, el microemprendimiento, el diseños de los planes asistenciales…., hasta ahí está bien. Mientras se mantengan en el corsé de las ‘políticas sociales’, mientras no cuestiones la política económica o la política con mayúscula, se los tolera.
Esa idea de las políticas sociales concebidas como una política hacia los pobres pero nunca con los pobres, nunca de los pobres y mucho menos inserta en un proyecto que reunifique a los pueblos a veces me parece una especie de volquete maquillado para contener el descarte del sistema. Cuando ustedes, desde su arraigo a lo cercano, desde su realidad cotidiana, desde el barrio, desde el paraje, desde la organización del trabajo comunitario, desde las relaciones persona a persona, se atreven a cuestionar las ‘macrorelaciones’, cuando chillan, cuando gritan, cuando pretenden señalarle al poder un planteo más integral, ahí ya no se lo tolera. No se lo tolera tanto porque se están saliendo del corsé, se están metiendo en las grandes decisiones que algunos pretenden monopolizar en pequeñas castas. Así la democracia se atrofia, se convierte en un nominalismo, una formalidad, pierde representatividad, se va desencantando porque deja afuera al pueblo en su lucha cotidiana por la dignidad, en la construcción de su destino. (11)
Ustedes, las organizaciones de los excluidos y tantas organizaciones de otros sectores de la sociedad, están llamados a revitalizar, a refundar las democracias que pasan por una verdadera crisis. No caigan en la tentación del corsé que los reduce a actores secundarios, o peor, a meros administradores de la miseria existente. En estos tiempos de parálisis, desorientación y propuestas destructivas, la participación protagónica de los pueblos que buscan el bien común pueden vencer, con la ayuda de Dios, a los falsos profetas que explotan el miedo y la desesperanza, que venden fórmulas mágicas de odio y crueldad o de un bienestar egoísta y una seguridad ilusoria.” (12)
¿No es esta acaso, una parte importantísima de la actualización del pensamiento de Perón que, como sabemos, “Podía conducir porque tenía sabidurías que contenían al futuro” (13) y un avance decisivo hacia la democracia real?
Bibliografía y Documentación de apoyo
1 – Muammar El Gadhafi, en el Libro Verde
2 al 7 – Perón, Juan D., en La Comunidad Organizada
8 – Perón, Juan D., en Discurso al Congreso de la Nación, 01-05-1954
9 – Perón, Juan D., en Modelo Argentino para el Proyecto Nacional,
01-05-1974
10-Nota del autor
11-Subrayados del autor
12-Papa Francisco, en mensaje del Tercer Encuentro Mundial de los
Movimientos Populares, Roma, 05-11-2016.
13-Corica, Juan C., en Opiniones: Los juegos de ficción del kirchnerismo
enmascarado