¿Por qué en el Peronismo el 1º de Mayo es una fiesta?

Refundar el Peronismo
13/04/2015
13/04/2015

¿Por qué en el Peronismo el 1º de Mayo es una fiesta?

¿Por qué en el Peronismo
el 1º de Mayo es una
fiesta?

 

Evita lo explica en su libro
La Razón de Mi Vida

 

Fragmento

 

El 1º de mayo, que en otros tiempos fue triste celebración de los trabajadores oprimidos, es ahora una de nuestras dos fiestas mayores. Alguna vez visitantes extranjeros nos han preguntado por qué mantiene el gobierno una fecha que tiene, en todo el mundo, un sentido de revolución y de rebeldía y que es aprovechada en todas partes por los comunistas en contra de lo que los mismos visitantes llaman «el orden legalmente constituido». Siempre les he aclarado, respecto de esto, varias cosas y pienso que estos apuntes, destinados a tantas preguntas silenciosas, deben contener las mismas contestaciones que yo he dado a quines me han hecho las preguntas en forma personal. En primer lugar, creo que el gobierno no podría «suprimir» la celebración. ¡Es cosa del pueblo! Y Perón ha dicho muchas veces que no hará sino lo que quiera su pueblo. El pueblo que antes sufrió en cada 1 de mayo la angustia de la opresión, y aun de la muerte, no puede menos que recordar la fecha con alegría. Antes de Perón, el 1º de mayo se reunían los trabajadores en las plazas y en las calles de todas las ciudades del país y sus dirigentes aprovechaban la oportunidad para hablarles. Los buenos dirigentes, por lo general, tenían muy poco que decir en realidad: ¡más que hablar de esperanza, las realidades eran muy pocas, entonces! Los malos dirigentes, los falsos dirigentes, los que habían aprendido la lección en libros extraños o en tierras extrañas no desperdiciaban la ocasión de agitar a sus compañeros. Ante las escasas realidades que podían ofrecer y ante la larga espera de las promesas no cumplidas, el camino más fácil era incitar a la rebelión y a la anarquía. Los gobiernos, fríos e inaccesibles a todo clamor y a todo dolor, respondían a aquellos actos con el silencio o -las más de las veces- con la policía. Y el 1 de mayo casi siempre se vestía de rojo -¡Porque era el día de verterse sangre humilde, que nunca es azul…! ¡Siempre roja…porque siempre es pura!-. El pueblo argentino no olvida aquellas jornadas de angustia y de muerte. ¿Por qué no va a celebrar la fecha ahora que puede hacerlo sin temores y sin inquietudes? En vez de gritos con los puños crispados frente a las puertas cerradas de la Casa de Gobierno, el pueblo trabajador argentino celebra ahora cada 1º de mayo con una fiesta magnífica que presiden desde los balcones de la Casa de Gobierno su conductor en su calidad de «primer trabajador argentino», título sin duda el más preciado por Perón. Y lo maravilloso es que en vez de temer a la muerte en este día, el pueblo suele ofrecer su vida gritando un estribillo que siempre me toca el alma: «¡La vida por Perón!»

 

Esta es la canción que el Pueblo entonaba los 1º de Mayo en la Plaza de
Mayo de Buenos Aires cuando celebraba esta fecha como una verdadera fiesta.

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