FORJA-Historia
–Antecedentes y origen
–Fundación
–Desarrollo y final de FORJA
Por Lic. Pablo Adrián Vázquez
de su libro “Arturo Jauretche y la Comunicación política moderna”
Reunión de FORJA, entre otros: Amable Gutiérrez Diez, Arturo Jauretche, Luis Dellepiane (su presidente), Juan B. Fleitas, Antonio y Héctor Maya, A. Vatteone, Marcelo Bosch, Francisco D. H’ers.
Algunos de los dirigentes más destacados de FORJA
Homero Manzione (Manzi) y Gabriel del Mazo
Raúl Scalabrini Ortiz y Luis Dellepiane
Arturo Jauretche y Juan B. Fleitas
*Fotografías de elforjista.com y Wikipedia
Antecedentes y origen de FORJA
Sobre esta época escribió José Luís Torres: “estamos frente al mismo elenco de políticos corrompidos, que realizan cambios estratégicos y oportunistas, aplicando al servicio de sus intereses los recursos del camouflage. Son los mismos dirigentes que se pasan unos a otros las mismas consignas cada vez que el pueblo trata de movilizarse espiritualmente en su defensa, o de fijar siguiera su atención en la conducta desleal de los doctores que tienen circunstancialmente las responsabilidades del gobierno. Son los mimos financistas los que disponen los relevos individuales que han de hacerse en los puestos de más alta responsabilidad, poniendo siempre el mayor cuidado en que todos los cambios que necesariamente hayan de producirse para distraer a la opinión de la república, sirvan para garantizar la continuidad de los negocios en curso, mejorándolos en lo posible.” (10)
Mientras tanto la UCR buscó reorganizarse en medio de la pelea interna entre alvearistas e yrigoyenistas, estos últimos con idea de recuperar “desde adentro” el ideario nacionalista originario del radicalismo.
Un antecedente de organización “preformista” en los años 30 lo constituyó el Ateneo Radical Bernardino Rivadavia, dirigido por Elías Melópulos, el cual -a pesar del nombre- nuclea a Atilio García Mellad, Gabriel del Mazo y Homero Manzi.
También Manuel Ortiz Pereyra impulsó, en 1932, la “concentración de izquierdista en la Unión Cívica Radical” y el periódico “Bandera Radical”, junto a Julio Barcos, con clara orientación pro yirigoyenista. En tal sentido, su consigna era: “Ciudadano radical: ¡Conserve su izquierda! Ahí está su corazón y sus mejores sentimientos de justicia social.” Dicho sector sostenía que Yrigoyen fue “el primer abanderado de la orientación izquierdista de la UCR porque rompió ligaduras con el pasado aristocrático y consagró vida a la genuina causa del pueblo ‘dotando’ al partido y al país, el rumbo nuevo de un ideario izquierdista en lo económico, en lo social, en lo cultural y en lo político”. (11)
A esto se le suma el “Movimiento de Continuidad Jurídica”, que apuntaló la posición yirigoyenista en el partido. Pero la muerte de Yrigoyen el 3 de julio de 1933 se presentó como un duro revés para dicho sector.
En ese marco la Convención Nacional del Radicalismo se reunió en Santa Fe el 27 de diciembre y se buscó “reorientar” el partido bajo el liderazgo de Alvear, quien propugnó abandonar la abstención y logar un entendimiento político con el gobierno del Gral. Justo.
Pero dos días después se produjo la Revolución de Paso de Los Libres -de clara adhesión yirigoyenista-, con estallidos en Santa Fe, San Luís, Misiones y Corrientes, donde 150 hombre al mando de Gregorio Pomar y Roberto Bosch se sublevaron el “Régimen”.
La última montonera asomó para fracasar militarmente y triunfar como mito político…
Entre esos hombres se encontró Arturo Jauretche, quien, junto a Luís Dellepiane, terminó encarcelado en Corrientes junto a otros correligionarios. Allí escribió los versos de “El Paso de Los Libres” -prologado por Jorge Luís Borges- donde relató en forma de poema gauchesco el alzamiento y sus alternativas; también Raúl Scalabrini Ortiz adhirió a la “patriada” (Borges dixit) y, al igual que Jauretche y Dellepiane, tuvo como destino un calabozo.
De allí surgen dos hechos fundamentales para la “prehistoria” forjista: la hermandad de ideas entre Jauretche y Dellepiane, unidos en destino con Scalabrini Ortiz, y el poema “El Paso de Los Libres” como antecedente de la producción político-cultural de FORJA.
En 1934 los radicales yrigoyenistas –denominados “legalistas” o “divisionistas”- se nuclearon a través de la lucha por el comité de la ciudad de Buenos Aires.
Allí se registraron como los “cinco iniciadores” a Juan B. Fleitas, Arturo Jauretche, Manuel Ortiz Pereyra, Félix Ramírez García y Homero Manzi; a los que se sumaron Luís Dellepiane, Gabriel del Mazo, Amable Gutiérrez diez y Juan Luís Alvarado entre otros.
El protoforjismo se empezó a nuclear como “Agrupación Pro Voto Directo” para luego transformarse en los “radicales fuertes”, quienes presentaron un extenso manifiesto a fines de 1934 conocido como “Vocación Revolucionario del Radicalismo” -con pluma de Juan Luís Alvarado- que presagió los postulados de FORJA y que, al igual que el futuro nucleamiento, tuvo nula difusión y no logró torcer la voluntad “alvearista” de la UCR, “pero es indudable que a través de él, el radicalismo halló un lenguaje nuevo. Era un radicalismo que hundiendo sus raíces en el yrigoyenismo no se detenía ni enclaustraba en la personalidad del líder, sino que proyectaba su pensamiento hacia delante, avanzando desde el punto en que lo dejaba el gran caudillo hacia nuevos horizontes. Era un lenguaje nuevo, tan nuevo que muy pocos lo entendieron, pero en ese lenguaje estaba contenida FORJA, y a través de ella la Argentina del mañana.” (12)
A tal punto se hizo oídos sordos a esa proclama que el 3 de enero de 1935 la UCR levantó en los hechos la abstención al colaborar en la sanción de las leyes complementarias al Pacto Roca-Runciman (creación del Banco Central, la ley de bancos, la creación del Instituto Movilizador de la Inversiones Bancarias, etc.) junto al poyo por el tema de las carnes y la oposición a los planteos de Lisandro de la Torre sobre el tema en cuestión, que terminan trágicamente el 23 de julio con el asesinato del senador Enzo Bordabehere en pleno recinto.
Fundación de FORJA
Ante el espectáculo del deterioro político y la dependencia económica sufrida en la Nación, un grupo de jóvenes radicales yrigoyenistas, opuestos a la oposición oficial del radicalismo de colaboración y complicidad con el “Régimen”, deciden impulsar una línea interna opositora que por su ideario trascendiera el sistema político impuesto en ese tiempo.
Reunidos en el sótano de la Avda. Corrientes 1178 de la ciudad de Buenos Aires, el 29 de junio de 1935 sea aprobó la Declaración de la Asamblea –redactada por Jauretche, quien además sugirió el nombre de la agrupación tomándolo de una frase de Yrigoyen-, la cual presidió Fleitas, fundándose la Fuerza de Orientación Radical de la Joven Argentina (FORJA) 13
Allí se encontraron, entre otros: Arturo Jauretche, Juan B. Fleitas, Manuel Ortiz Pereyra, Félix Ramírez García, Homero Manzi, Luis Dellepiane, Gabriel del Mazo, Juan Luía Alvarado, Osccar Correa, Ángel y Néstor Banfi, Atilio García Mellad, Juan Molas Terán, Jorge del Río, Juan B. Fleitas (h), Alberto Gomiz y Antonio, Guillermo y Carlos Maya. 14
La presidencia la ocupó Dellepiane y la vicepresidencia del Mazo. Raúl Scalabrini Ortiz no formó parte ya que era requisito indispensable ser afiliado radical.
El 2 de julio fue el primer acto forjista en el Teatro Boedo, donde Homero Manzi (Mansione) dio un discurso donde planteó sus diferencias con el Comité Metropolitano, el Nacional y defendió lo actuado por la Convención.
Afirmó que: “es esta una conferencia para correligionarios y destinada como sus similares que la anteceden y seguirán, a crear dentro de la Unión Cívica Radical un movimiento de opinión tendiente al logro de la implantación del voto directo.”
Luego de referenciar el problema interno Manzi afirmó que aquello “alvearistas” alarmados por lo actuado por la Convención “…no se inmutan cundo alguien dice que desde el gobierno se están entregando a los intereses extranjeros los jirones de la soberanía argentina”. Y reafirmó su postura yirigoyenista señalando que “Yrigoyen nunca tuvo miedo de su partido…Era el jefe porque era el mejor. Era el mejor porque era el más íntegro. Y era el más integro porque acunaba en el fondo de su noble conciencia un pensamiento superior de argentinidad y un impulso insobornable de justicia social”. A lo que agrega: “somos una fuerza de la historia continental. Una fuerza que no puede encogerse a la minucia de un triunfo sin trascendencia cósmica…Una fuerza (…) que puede apelar al sacrificio de todos los hombres si se dispone a intervenir en la determinación del destino americano, para América y el mundo entero.” 15
Publicado por UCR Dorada Bariloche-blogger
Estos fragmentos marcan los intereses forjistas iniciales en su posición contraria al alvearismo al tiempo de reafirmar su ideario yirigoyenista. Pero Manzi fue más allá de plantear la situación de dependencia nacional al tiempo de ratificar un destino continental.
Con el tiempo el planteo teórico forjista superó el internismo partidario con investigaciones manifiestos y denuncias contra la red de corrupción y dependencia económica establecida por los intereses foráneos conjurados con los gobiernos de turno durante la “Década Infame”.
El 2 de septiembre de 1935 se dio a conocer el Manifiesto al Pueblo de la República Argentina 16, con el encabezado “Somos una Argentina colonial. Queremos ser una Argentina libre”, que ya de por sí es toda una definición publicística impactante por su síntesis y su carga ideológica, propia de la modernidad.
FORJA, que tuvo su sede informal en el Bar Campoamor de Corrientes y Riobamba, se trasladó al sótano de Lavalle 1725 en Buenos Aires y desde allí organizó su acción política y redifusión doctrinaria que sufrió el desinterés y el silencio cómplice de las estructuras informativas y periodística de la época.
Publicado por Sociología y Liberación-blogger
* Es notable la consigna de “Poder al Pueblo”, porque implica un salto cualitativo por encima de las estructuras vetustas de los partidos y la prefiguración, todavía no clara ni precisa pero presente, de una orgánica que distribuyera el poder entre el pueblo, el mismo poder que los partidos, por su propia naturaleza mezquina retaceaban solo para las élites de los mismos.
Nota del autor del sitio
Desarrollo y final de FORJA
Publicaciones (los famosos “Cuadernos”), notas periodísticas en medios propios o afines, volantes, actos organizados de antemano o mítines callejeros improvisados, todo valió para que -a falta de efectivo- buenos fueran el ingenio y la fe puestos en una misión superior.
Un testigo de la época y protagonista político de importancia como fue Oscar Alende relató, con respecto a la difusión del ideario forjista, que: “era simpatizante (de FORJA). En mis viajes a Rawson compraba las publicaciones de Raúl Scalabrini Ortiz, que deben estar guardadas en algún cajón, y los trabajos de Luís Dellepiane, de quien fui después gran amigo…Muchas veces nos preguntamos ¿Qué hubiera ocurrido si la conducción alvearista, a la que Gabriel del Mazo llamaba social conservadora, informada de la agonía del imperio británico, retornaba la línea histórica de soberanía y democracia frente a los gobiernos pro ingleses de Justo y Ortiz, en lugar de cortejarlos? …Destaco que la protesta contra los equívocos del alvearismo se dio únicamente en ciertos organismos como FORJA y la Juventud Radical.” 17
El forjismo no se circunscribió a la Capital Federal ya que tenía un gran desarrollo en la provincia de Buenos Aires. Prueba de ello fue su presencia en ciudades como Bahía Blanca (de la mano de Miguel López Francés y Julio Avanza), Mar del Plata (motorizado por Francisco Capella), Rojas (con Darío Alessandro), La Plata (con René Orsi) y Lincoln (la tierra de Jauretche), entre otras. . También provincias como Entre Ríos (con los hermanos Maya), Tucumán (con el joven Roque Raúl Aragón) y San Juan (con Juan Alvarado), entre otras.
A su vez existió una fuerte Organización Universitaria Argentina bajo la presidencia de Francisco Capelli, de gran activismo dentro y fuera del ambiente académico.
También tuvieron presencia en FORJA los obreros y dirigentes sindicales, como el caso de Libertario Ferrari –es importante la experiencia en el Núcleo de Mar del Plata liderado por Capella- que contradice la visión que reduce al forjismo a un fenómeno exclusivo de clase media.
A eso se le agrega la “Guardia Forjista”, especie de grupo de choque integrado por “unos 50 muchachos de puños bien dispuestos que protegen los actos, rompen reuniones alvearistas y pelean con la policía.” 18
Pero dicho esfuerzo de difusión y captación política no evitó las disputas internas originadas por dos motivos: el inicio de la II Guerra Mundial -con la consabida toma de posición de neutralidad, siguiendo a Yrigoyen 19- y, sobre todo, la pertenencia exclusiva a la UCR en ambos casos generó que Gabriel del Mazo, uno de los mentores de la Reforma Universitaria de 1918, y Luís Dellepiane, el propio presidente de FORJA renunciaran.
El primero alegó que “era condición estatutaria ineludible para pertenecer a FORJA, estar inscripto en los registro de la Unión Cívica Radical, garantía de comunidad con el pueblo radical, a cuyas eventuales direcciones combatía, por entender que se habían desviado de su cometido histórico. Al llegar septiembre de 1940, una tendencia interna logró derogar la exigencia de afiliación radical.” Y agregó: “muy común en los días de hoy, eran dirigentes de una organización radical que proponía la creación de una ‘fuerza nueva’ ajena a la Unión Cívica Radical.” 20
En el segundo caso, aun defendiendo la neutralidad, Dellepiane se vio avasallado por la movida de Jauretche de incorporar adherentes no radicales a FORJA, especialmente a Scalabrini Ortiz dotó al grupo de una visión más compacta y ligada al estilo político de don Arturo.
La Revolución del 4 de junio de 1943 encontró a FORJA como al único grupo político que apoyo a los militares del GOU, los cuales leían asiduamente los “Cuadernos” a la vez que algunos miembros de la Logia tenían contactos personales con los forjistas.
FORJA publicó una declaración de poyo a la Revolución y Arturo Jauretche estrechó vínculos con el Coronel Juan Perón y con el gobernador de Córdoba Amadeo Sabattini.
Fotografía publicada por es.wikipedia.com
Pero lo que pudo ser un triunfo forjista por influenciar doctrinariamente a miembros claves del gobierno marcó una nueva crisis por la perplejidad de varios de sus integrantes ante el proceder del nuevo régimen 21; a eso se le sumó la renuncia de Raúl Scalabrini Ortis por serias diferencias con Jauretche -por disentir en la búsqueda de este último con el radicalismo y considerarlo un ”rosquero”- y la relación pendular de mutuo recelo de este último con Perón. 22
El 17 de octubre de 1945 23 encontró a los forjitas adhiriendo al movimiento de masas por la liberación de Perón como símbolo de la liberación del pueblo argentino 24 y planteando la fidelidad al nuevo movimiento a través de su autodisolución a la iniciativa de Jauretche -sin la consulta a la totalidad de los afiliados- y ratificada por asamblea general con la firma de Darío Alessandro como secretario de la asamblea y el propio Jauretche como presidente. 25
Tras el triunfo de Perón en 1946 varios dirigentes forjistas se incorporaron al peronismo ocupando distintos puestos de la administración pública y en la legislatura, en particular en el gabinete bonaerense del gobernador Domingo Mercante.
Lo concreto es que este movimiento generó una producción intelectual de corte político moderno que aún hoy motiva relecturas y nuevas investigaciones, lo cual lleva a analizar su obra a fin de descubrir las pautas de modernidad incluidas en las mismas, y que todavía hay mucho que decir sobre FORJA.
www.elforjista.com/historiadeforja.htm
La disolución de FORJA
15 de Noviembre de 1945
La Asamblea General de FORJA:
Considerando:
1° La resolución de la misma, de fecha 17 de octubre de 1945, en solidaridad con el movimiento popular de esa jornada y las siguientes.
2° La identidad de la gran mayoría de sus miembros con el pensamiento y la acción popular en marcha y su incorporación al mismo.
Declara:
1° Que el pensamiento y las finalidades perseguidas al crearse FORJA están cumplidas al definirse un movimiento popular en condiciones políticas y sociales que son la expresión colectiva de una voluntad nacional de realización cuya carencia de sostén político motivó la formación de FORJA ante su abandono por el radicalismo.
Y resuelve:
La disolución de FORJA dejando en libertad de acción a sus afiliados.