Parte III:
PRIMER GOBIERNO DE PERON
1946-1952
En lo político:
La Rama Sindical del Movimiento Peronista
La Organización de los Trabajadores
Antecedentes
El nuevo sindicalismo
“La organización llegará a ser indestructible cuando las voluntades humanas se encaminen al bien y a la justicia, con un sentido a la colectivo y patriótico. Y, para alcanzar las ventajas que la sindicación trae aparejadas, las asociaciones profesionales deben sujetarse a uno de los imperativos categóricos de nuestra época: el imperativo de la organización.”
“La organización obrera es para nosotros la base de nuestros procedimientos, pues no podemos ir a preguntar a cada uno de los obreros cuáles son sus necesidades y cuál la obra que nosotros debemos realizar. Para ello necesitamos la organización obrera. Y que estas organizaciones estén representadas por auténticos trabajadores.”
Juan Domingo Perón
Introducción
Cuadro de situación del sindicalismo en 1943
Tal como quedó planteada la cuestión esencial, referida a cómo organizar los diferentes sectores del pueblo en un gran movimiento que congregara a todos ellos, se verá a partir de ahora como Perón crea esa orgánica para los trabajadores.
Antes de 1943, año en que Perón llega a la Secretaría de Trabajo y Previsión, la fuerza obrera organizada era minoritaria, no solamente respecto del resto de la sociedad, sino que lo era dentro del propio campo de los trabajadores. Es decir, solo una porción de ellos tenía afiliación a un sindicato y estos a su vez pertenecían a una de las varias centrales de trabajadores. El resultado obvio era que, con pocos trabajadores sindicalizados y divididos en numerosas tendencias políticas; también fragmentados al estar organizados los sindicatos por oficios y no por ramas de actividad, cuestión esta de una importancia mayúscula, la incidencia de esa fuerza laboral en el resultado de sus justos reclamos era casi nula. El régimen patronal, a su vez, los mantenía al margen de toda ley y juridicidad. No existía el fuero laboral ni una ley madre respecto de las asociaciones relativas al trabajo humano y las pocas leyes de trabajo que había eran ignoradas y su cumplimiento era inexistente.
Todo ello derivaba, como estamos diciendo, en que los trabajadores y sus organizaciones estaban políticamente en minoría. En tal situación, la desventaja para obtener cualquier mejora en los salarios o en las condiciones de trabajo, solo podía ser equilibrada con la heroicidad de las protestas que pudieran llevarse a cabo. Así, desde los orígenes de la organización obrera en la Argentina a fines del siglo XIX, eran muchos más los muertos en batallas y conflictos obreros, que las conquistas obtenidas. La situación social era por demás extrema y angustiante.
El Tango y la protesta social La situación de las masas populares era de tal Tango, 1932 Es media noche. El cabaret despierta. Las pobres milongas, Un viejo verde que gasta su dinero Y pienso en la vida:
Carlos Gardel
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Carlos Gardel-ACQUAFORTE
publicado por De regallo 8764
“El aislamiento político los condenaba al fracaso, su pequeñez numérica y orgánica aumentaba su debilidad.”. Y era así por cuanto el origen y génesis de estas organizaciones en nuestro país, estaba vinculado a la experiencia en la Europa de la Revolución Industrial. La mirada de estos primeros obreros organizados estaba puesta en como se resolvían sus problemas en aquel continente y en aquellas comunidades. La inserción con el espíritu nacional argentino y con cualquier fuerza política con este arraigo era absolutamente nula. La debilidad entonces era mayúscula.
Ver en esta página: TEXTOS CENTRALES//Parte II)// Movimiento Obrero Organizado antes del Peronismo-Chávez, Fermín/Maffeis, Roberto |
Mucho más luz todavía es la que aporta Perón al decir: «….la burguesía organiza el Estado Nuevo. El andamiaje de ese Estado nuevo fue simplemente crear sindicatos para anular las corporaciones que habían hecho la revolución y por lo tanto estaban fuertes. Había que debilitarlas.
Crearon los sindicatos a los que dieron la misión de discutir por diez o veinte centavos de aumento en los salarios, mientras la burguesía organizó los partidos políticos que eran los que hacían las leyes y, en consecuencia, tenían la parte del león.» (1)
Esta realidad a la que nos referimos, traducida en números, muestra que en 1945 el movimiento obrero organizado contaba solo con 550.000 personas enroladas en dos Confederaciones Generales del Trabajo-C.G.T., la Nº 1 y la Nº 2, ambas controladas por dirigentes socialistas que era la tendencia política predominante. Además y jugando un rol minoritario también coexistían en el sindicalismo argentino el comunismo y el anarquismo (en franca decadencia este último) y más atrás todavía, el trotskismo.
Escudo insignia de la central de trabajadores
F.O.R.A. a principios del siglo XX
Moviéndose entre la “indiferencia y la semiclandestinidad” durante medio siglo y atomizado como lo estaba, el sindicalismo argentino no tenía posibilidad alguna para torcer la realidad que agobiaba al nivel de vida de los trabajadores.
La única opción de avance en las condiciones laborales y en los salarios estaba dada por la acción individual de algún sindicato organizado alrededor de un oficio y en total soledad. Así, y antes de 1943 son conocidas las exitosas huelgas y reclamos llevadas adelante por el Sindicato de Empleados de Comercio de la Capital, donde militaba un joven socialista llamado en el futuro a una enorme y gigantesca tarea junto a Perón, Angel Borlenghi. Pero no mucho más, solo podían avanzar pequeñísimos pasos en procura de justicia laboral. Solo eso. Ni los partidos de los que dependían (por caso el del Partido Socialista Independiente, aliado de la oligarquía en la Concordancia de la década del 30), ni su propia atomización se los permitía.
Roberto Carri lo dice de este modo: “Toda esa época del movimiento sindical se caracterizó por una legislación social incipiente y que no se cumplía; convenios de alcance limitado y con empresas particulares, cuyo logro costaba grandes esfuerzos que debilitaban a los sindicatos en mayor medida que los beneficios que otorgaba el convenio; carencia de leyes obreras y de previsión; desconocimiento legal de las organizaciones de los trabajadores.”(2)
Manifestación de la F.O.R.A.
Día de los Trabajadores
Aguafuerte de Benito Quinquela Martín
Cuadro de Berni relativo a los Desocupados
Embarque de cereales
Benito Quinquela Martín
En 1955 el movimiento obrero organizado alcanzará la cifra de aproximadamente 5.000.000 personas afiliadas a una sola C.G.T. y bajo un mismo pensamiento, la doctrina justicialista. Es el paso de la debilidad y de la impotencia a la fortaleza.
Desde 1943 en adelante
Este es el cuadro de situación que el coronel Perón encuentra en 1943 cuando asume en el Departamento Nacional del Trabajo convertido inmediatamente a Secretaría de Trabajo y Previsión.
De acuerdo con su plan estratégico, esto es, iniciar una revolución social encuadrando a la mayoría del pueblo argentino en un movimiento político, inicia desde la Secretaría dos acciones de gran envergadura. Una, la de accionar sobre todas las normas y leyes laborales preexistentes para que fuesen cumplidas y muchísimo más aún, de todas las nuevas por crear, esto es en el campo de las relaciones laborales. Paralelamente a esto y dentro de esa misma dirección de la acción, laudar, invariablemente en el 100% de los conflictos laborales producidos entre 1943 y 1945 con resoluciones favorables a los trabajadores, ya sea por mejores condiciones de trabajo o por mejoras salariales.
La segunda gran acción, consistió en ganar para el nuevo proyecto, a la mayoría de los dirigentes sindicales que tuvo la posibilidad de hacerlo en el brevísimo lapso de tiempo que va desde 1943 a 1945.
Resultado, la enorme masa de trabajadores reconoce y adhiere al nuevo proyecto. Perón pasa a ser su conductor. Comienza a nacer el peronismo.
Cuando sucede el hecho revolucionario del 17 de octubre de 1945, “el día más importante de mi vida”, (3) esa masa de trabajadores es totalmente inorgánica. La minoría de ellos, que está encuadrada por los sindicatos (de oficios), fuerza a la dirección de estos a movilizarse para rescatar a Perón. En muchos sindicatos, esas direcciones quedan a la zaga de los propios trabajadores, lo que prueba que nos lo conducen. La mayoría de los trabajadores, o sea, quienes no están afiliados a los sindicatos, se vuelca a la calle y ocurre lo que ocurre el 17 de octubre. Esa masa inorgánica, más los que estaban afiliados pero que pasaron por encima de sus dirigentes, serán los que se encolumnarán en la rama gremial-sindical del Movimiento Peronista.
La C.G.T., por entonces unificada, también es sobrepasada por la masa de trabajadores, porque en decisión dividida, el 16 de octubre, convoca a una huelga general para el día 18 de la que nadie se entera puesto que ya está en marcha la gesta popular del 17.
Entonces, recuperada y ganada la conciencia de las masas trabajadoras,“Muchas veces he asistido a reuniones de trabajadores. Siempre he sentido una enorme satisfacción, pero desde hoy sentiré un verdadero orgullo de argentino, porque interpreto este movimiento colectivo como el renacimiento de una conciencia de los trabajadores, que es lo único que puede hacer grande e inmortal a la Nación.”, (4) estas pueden ser y serán guiadas por un conductor. Perón alcanza simultáneamente este estadío y reconoce la necesidad política de darles organicidad dentro de un espacio social y político específico para los trabajadores y esto tendrá como objetivo permitir que resuelvan sus contradicciones en forma no antagónica con el capital y se encolumnen detrás de un objetivo común, tal como será en el movimiento por nacer.
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Ley de Asociaciones Profesionales
Sindicatos por ramas de actividad
El Decreto Nº 23.852/45, firmado por el entonces coronel Perón el 2 de octubre de 1945 (a pocos días de la dramática semana que desemboca en el 17 de octubre) es el conocido como Ley de Asociaciones Profesionales.
Es de una importancia vital para el futuro del Movimiento Obrero Organizado.
En primer lugar coloca a los sindicatos dentro de un marco legal. O sea, pasan a estar reconocidos por la ley, que, además y previamente, también se había dado lugar a la creación de los Tribunales de Trabajo. El círculo virtuoso es entonces, Tribunales de Trabajo para los litigios obreros y sindicatos reconocidos jurídicamente.
En segundo lugar y como hecho trascendental para la historia del sindicalismo argentino, esta misma ley impone el sindicalismo por rama de actividad. Es decir, se termina en un solo acto con los sindicatos por oficio o categoría. Este tipo de asociaciones, pertenecían al modelo impuesto por la oligarquía argentina desde los primeros agrupamientos sindicales a fines del siglo XIX y aún con el correr de las siguientes décadas, frente al incipiente desarrollo industrial del país. Obedecía a la lógica del fraccionamiento para debilitar a las organizaciones y estas a su vez, como quedó dicho anteriormente, no tenían una pertenencia al movimiento nacional, por lo cual estaban totalmente a merced de los caprichos e imposiciones de las patronales. Si a esto se le agregaba que actuaban al margen de ley, la situación no podía ser peor.
Al agruparse por ramas de actividad, lo que se consiguió fue exactamente lo contrario. Se fortalecieron las organizaciones y su poder de negociación frente a las patronales fue exponencialmente superior.
Faltaba su encuadramiento y encolumnamiento político en la orgánica del Movimiento Nacional, encarnado en ese presente por el Movimiento Peronista.
La Columna Vertebral del Movimiento Peronista
Es sabida y reconocida la definición de Perón sobre la rama sindical del Movimiento Peronista, como “la columna vertebral del movimiento”.
¿Cuál es el significado de esta definición y cual es el objetivo que impone la misma?
La orgánica del movimiento se constituyó alrededor del M.O.A. Movimiento Obrero Organizado. Fue el primero en organizarse y por lo tanto pasó a constituir la primera de las tres ramas que compondrían el Movimiento Peronista.
No podía ser de otro modo. El peronismo nació con los trabajadores, los que recibieron los primeros beneficios de la justicia social y los que rescataron a Perón el 17 de octubre. Los más humildes, los más postergados, son los que serán el basamento del naciente movimiento. Por eso, organizados, serán la columna vertebral. Porque serán los primeros en ser redimidos y porque a partir de ellos se propondrá al resto de la comunidad que se integre en un objetivo común. Dice Perón: “Trabajadores: únanse, sean más hermanos que nunca. Sobre la hermandad de los que trabajan ha de levantarse en nuestra hermosa tierra, la unidad de todos los argentinos.” Clarísimo, pide la unidad a los trabajadores para fundar alrededor de ellos la unidad de todos los argentinos. Y para que no quede ninguna duda, agrega: “Esa unidad, base de toda felicidad futura, ha de fundarse en un estrato formidable de este pueblo, que al mostrarse hoy en esta plaza, en número de medio millón, está indicando al mundo su grandeza espiritual.” (5) El estrato formidable son los trabajadores.
Ya organizada la mayoría del movimiento obrero como rama del Movimiento Peronista, convivirá dentro de él conservando su espacio determinado, con otros sectores sociales y políticos. Su volumen numérico y su peso político especifico también contribuyen a entender el por que era la columna vertebral. Tal como lo es en el cuerpo humano, expresa el centro de las preocupaciones y de las reivindicaciones del gobierno y de la conducción, pero no es monopólico y no debe entrar en contradicciones (aunque de hecho lo hará la dirección de la C.G.T.) con las otras ramas y aún con la propia conducción de Perón, por ejemplo el 22 de agosto de 1951 cuando lo enfrentan con una decisión a todas luces traumática y desequilibrante del dispositivo del movimiento, tal como fue la de proponer a Evita como candidata a vicepresidente.
Cuando avancemos en nuestra historia y llegado el punto del Renunciamiento de Evita, desnudaremos las contradicciones entre la cúpula sindical y Perón y Evita. |
El espacio de la Rama Sindical es complementario al de las demás. Tiene su propia doble conducción táctica, la C.G.T. y esta central, como los sindicatos, están en estrechísima ligazón con Evita, quién en rigor es la verdadera Conducción Táctica de Perón en ese espacio.
La autonomía
Cuadro de Ricardo Carpani
Es autónoma, como las otras dos ramas del movimiento. No independiente en el sentido que los sindicatos usaban el término en las décadas previas al peronismo, por cuanto está integrada dentro del movimiento compartiendo sus objetivos políticos y además porque tiene una muy estrecha ligazón con el Estado. Es más, participa de él, pues aporta ministros, legisladores y por primera vez en la historia de la diplomacia de la Argentina, delegados obreros en la embajadas ante otros países.
Y es autónoma porque dentro de su espacio, la Rama Sindical toma sus propias determinaciones en lo relativo a las relaciones laborales de sus integrantes con el capital. Así, negocia condiciones laborales, salariales y regula sus vínculos de conducción entre C.G.T., federaciones, sindicatos y afiliados.
No es independiente por las razones que apuntamos cuando mencionamos como participa del Estado. Pero también porque esa condición era una consecuencia política del anterior esquema oligárquico-patronal-sindicatos.
Estos últimos, en las décadas anteriores al peronismo, eran independientesdel Estado porque este no daba cabida a ninguna organización que pudiese cuestionarlo. Por eso lo eran y esa situación equivalía a la marginalidad social y política. Los sindicatos estaban fuera de la ley, no había leyes laborales que se cumpliesen y entonces se podía decir que eran independientes. ¿De que? En rigor de toda justicia social. Esa era la trampa. Los necesitaban afuera de todo esquema de participación, y esta situación no les proveía de ninguna autoridad o ventaja. Por el contrario los ponía lejos de cualquier solución. La igualdad y la equidad parecían inalcanzables.
Como el sistema era el oligárquico, los sindicatos a su vez, repudiaban y rechazaban naturalmente toda la política que de él venía, cerrando entonces un círculo perverso de marginación e injusticia.
Frente al advenimiento del peronismo el sindicalismo se nacionaliza, esto es, comprende la doctrina nacional de Perón y pasa a formar parte, mediante el nuevo sistema de agrupamiento sindical por rama de actividad, masivamente de la orgánica del Movimiento Peronista y en estrecha ligazón con el Estado.
Dicho por Carri de este modo: “La ejecución de una política que ponía en primer plano a la Nación –desde 1943 hasta 1955- y el reconocimiento de la justicia de las reivindicaciones laborales por parte del Estado, impulsó a la clase obrera a aceptar como necesaria y natural la inserción de sus organizaciones representativas en el aparato estatal. El logro de importantes conquistas afirmó la conveniencia de tal identificación (Estado-Sindicatos) y echó por tierra las viejas consignas sindicalistas de independencia de sus organizaciones frente al Estado”. (6)
GRAFICO DE LA ORGÁNICA DEL MOVIMIENTO PERONISTA
PARA VERLO AMPLIADO HACER CLIC ACÁ
Espacio de libertad profunda
Congruente con el objetivo de proveer espacios, decimos que, la Rama Sindical fue tal vez el lugar del dispositivo del movimiento que mayores posibilidades de libertad verdadera y profunda ofreció a los hombres argentinos y trabajadores con el advenimiento del peronismo. Dice Perón: “La cuestión substantiva que debemos plantearnos es la de de la libertad, pero ciertamente esa libertad ficticia con la que los agitadores engañan frecuentemente a la humanidad, sin la gran libertad que es ante todo, autodeterminación ante la responsabilidad. La libertad no nos permite hacer en todo momento lo que deseamos, sino que nos permite elegir entre las diversas posibilidades que aun tiempo se nos ofrecen. Su requisito indispensable es, por tanto, la concurrencia de estas posibilidades que el hombre puede elegir entre varias. Pero si al hombre se le cierran todos los caminos excepto uno, si se le niegan todas las posibilidades excepto una, si se le convence de que no existe más que una manera de sentir, de pensar y de obrar, ese hombre deja totalmente de ser libre; es simplemente el instrumento mecánico de una doctrina superior, de una fuerza absoluta. Es la espada de una intransigencia sólo comparable a los peores absolutismos de la Historia.” (7)
La revolución que encabeza Perón es eso, una revolución, porque entre otras cosas va a proveer los espacios para el ejercicio de la libertad profunda. Esto es, un concepto diametralmente opuesto al que impuso el liberalismo después de haber realizado su revolución, la francesa, a fines del siglo XVIII.
En él, tanto en lo económico con el ahogo de toda posibilidad a enormes masas populares de emerger de la miseria, como en lo político cuando las decisiones se reservan para muy pocos y se restringen los espacios para que en ellas participen los pueblos, queda disminuido y transfigurado el concepto de libertad. Lo que sugiere su proclamación no es lo que sucede en la realidad. Los pueblos son esclavos en sistemas que se dicen libres.
Perón al afrontar la tarea de diseñar y realizar una ingeniería social que contuviese a la mayoría del pueblo, supo crear los espacios necesarios para el ejercicio de la verdadera libertad. Es decir los que garantizaran la participación en la toma de decisiones y en la ejecución de las acciones.
La Rama Sindical es un modelo avanzado, no el último, por cuanto se desgastará y será menester reformularlo, de la creación de un gran espacio (columna de marcha) con esos propósitos.
Un trabajador, pertenece a un gremio de una actividad cualquiera. Tiene por delante la posibilidad de participar en la comisión interna de su lugar de trabajo; también la tiene en cuanto a integrar una agrupación que reúna a los que piensan en la misma dirección; puede aspirar a conducir su sindicato, su federación o integrar la C.G.T. Pero ese trabajador también vive en un barrio y puede ser, desde una Unidad Básica impulsada por su sindicato, parte importantísima en la vida socio-política de la comunidad; puede ser candidato a legislador en cualquiera de todas las instancias y niveles de cargos electivos; puede llegar a ser agregado sindical en una embajada y finalmente también podrá ser designado como ministro o secretario del poder ejecutivo.
Se cumple plenamente el objetivo del espacio creado como Rama Sindical, para que los trabajadores “puedan elegir entre las diversas posibilidades que a un tiempo se nos ofrece”.
Fiel a su apotegma en cuanto a que “mejor que decir es hacer y mejor que prometer es realizar”, Perón dará comienzo a este modelo de organización de la fuerza del trabajo bien temprano en 1946 al comenzar su 1º gobierno y recién tres años después, en 1949, al enunciar los principios de la Comunidad Organizada en el Congreso Internacional del Filosofía que se llevará a cabo en Mendoza, explicará desde su discurso filosófico lo que ya está realizado.
Sede central de la C.G.T. en la calle Azopardo 820 de la ciudad de
Buenos Aires y escudo la misma.
Una clara amenaza Año 2003-Transcurridos 60 años de aquella puesta en marcha revolucionaria, tal como fue la organización del movimiento obrero en ramas por actividad, se inicia la década controlada políticamente por el kirchnerismo. A partir de ese año el crecimiento del número de organizaciones sindicales ha sido explosivo. |
Ver anexo
Bibliografía y Documentación de apoyo
1.Perón, J. D. – Discurso ante los integrantes de la organización del festejo del 1º de mayo de 1974, 13-5-74. En Cuadernos de Tercera Posición, Nº 9, publicación de Tercera Posición, quincenario del Movimiento Peronista.
2. Carri, Roberto-Sindicatos y Poder en la Argentina, Editorial Sudestada, 1967,pag. 12.
3. Perón, J. D. – “Así hablaba Juan Perón”, de Eugenio P. Rom, A. Peña Lillo Editor, Bs. As. 1980, pag. 119.
4. Perón, J. D. – Discurso del 17 de octubre de 1945 en Plaza de Mayo.
5. Ibidem
6. Carri, Roberto-Ob. cit., pag. 16
7. Perón, J. D. – Doctrina Peronista, Edición del 15-6-1971, pag. 32
8. Ministerio de Trabajo, Dirección de Agrupaciones Sindicales.
ACERCA DE LA LUCHA HOY ENTRE LA CONCEPCIÓN DE SINDICATOS POR RAMA Y POR OFICIO
Por Alberto Buela
El secretario general de la Confederación de Trabajadores Argentinos (CTA) declaró unos días antes de la reunión con la nueva presidente que: “la personería gremial solicitada por la CTA ya no requiere ni siquiera una discusión legal pues está avalada por la Central Sindical Internacional y por la ORIT”.
Que la CGT haya estado dividida no es una novedad pues lo estuvo varias veces a lo largo de su historia: en 1935 entre la CGT Independencia(socialista) con la Unión Ferroviaria a la cabeza y la CGT Catamarca (sindicalista) a cuyo frente estaban los obreros marítimos. Luego en 1941 entre CGT N°1 (sindicalista) Con Domenech a la cabeza y CGT N°2 (socialista) con Pérez Leirós y Bramuglia. Después en 1968 entre la CGT de los Argentinos (peronismo revolucionario) con Ongaro de los gráficos y CGT Azopardo (peronismo sin Perón) con Vandor de metalúrgicos. Posteriormente en el 79 entre la CGT Brasil con Ubaldini de cerveceros y la CGT Azopardo con Cavalieri de comercio, y finalmente en 1991 entre la CGT Azopardo con los grandes gremios (los gordos) y la CGT “que lucha” con Moyano de camioneros.
Pero ninguna de estas divisiones de la CGT supuso seriamente un enfrentamiento en cuanto al modelo sindical a sostener. Ninguna cuestionó el modelo sindical en curso y en uso. Fueron más bien divisiones políticas e ideológicas y no una lucha por el modelo sindical a seguir que es lo que plantea hoy, y desde su creación, la CTA.
El modelo sindical argentino nace siendo el Perón secretario de trabajo y unos días antes del famoso 17 de octubre de l945 cuando se sanciona el decreto ley 23.852 por el que se lo otorga personería gremial a aquellos sindicatos (uno sólo) que por rama, oficio u actividad tengan una presencia “suficientemente representativa”.
Regulación legal de los sindicatos en Argentina
I) El 2 de octubre de 1945 siendo el Coronel Perón Secretario de Trabajo se aprobó el decreto 23.852 que cubriría los diez años de gobierno del peronismo. Los rasgos salientes fueron: a) la asociación profesional podía constituirse libremente sin autorización previa. b) el sindicato (único y por rama) está constituido por trabajadores de una misma actividad, profesión, industria, oficio o conexas, para la defensa de sus intereses profesionales. c) comprenden dos personerías: la jurídica y la gremial. La primera propia de toda asociación y la segunda otorgada por la Secretaría de Trabajo a las asociaciones “suficientemente representativas” en el campo de actuación. d) se facultaba al sindicato a participar de actividades políticas, siempre que su congreso así lo decidiera.
Este decreto se completó en 1952 con la ley 14.250 de Convenciones Colectivas de Trabajo por la cual el sindicato con personería gremial era el único que podía suscribir dichos convenios.
II) En 1956 tras la caída de Perón promulgó el decreto 9.270 dirigido a negar el marco jurídico anterior, propuso en nombre de “la libertad sindical” y de “la pluralidad sindical” crear tantos sindicatos como quieran los trabajadores tanto por actividad como por ramas. Se derogó la personería gremial.
III) En 1958 el Congreso Nacional sancionó la ley 14.455 que reimplantó, mutatis mutandi, el régimen del decreto 23.852. Pero esta ley recién se reglamenta por el decreto 969 de 1966.
IV) En 1973 el Congreso Nacional aprobó la ley 20.615 que realizó algunas modificaciones mínimas sobre la personería gremial, en materia de intervención de los sindicatos en política e ilegalizaba los sindicatos por empresas, pero en sustancia siguió a la ley 14.455
V) En 1979 la dictadura militar sacó la ley 22.105 que venía negar la participación de los sindicatos en política y recopiló todas las disposiciones de intervención estatal en la vida de los gremios.
VI) En 1988 el Congreso Nacional aprueba la ley 23.155 que viene a reglamentar la intervención del Estado en la polémica del encuadramiento sindical
Las conclusiones sobre la evolución de la regulación normativo de la organización sindical argentina que extrae un estudioso del tema como lo fue el doctor Alvaro Abós (1) son: 1) Que la personería gremial, fundada en razones objetivas preexistentes, es otorgada necesariamente por el Estado. 2) Cuanto más cercano al poder sindical está un gobierno, menos personerías gremiales tiende a otorgar.3) Los gobiernos antisindicales buscan la proliferación de nuevos sindicatos, quebrando así al sindicato único por rama o actividad (este rasgo lo comparten hoy, paradójicamente, la OIT y la CTA). 4) Un número pequeño de sindicatos concentra un porcentaje elevado de la afiliación total. 5) La CGT nació en Argentina más como un proyecto político que como una consecuencia del desarrollo industrial del país.
Como se puede ver luego de esta sucinta exposición legal e histórica de la evolución del sindicalismo en Argentina que, paradójicamente, los planteos de la “progresista y revolucionaria” CTA coinciden con los propuestos por la “revolución fisiladora” que derrocó a Perón en 1955 y con los del dictador Onganía en 1966 y con los de la dictadura militar, pues todos ellos bajo la apariencia y el simulacro de defender la “libertad sindical” buscan el debilitamiento de la organización por rama, actividad u oficio que es el corazón del modelo sindical argentino y aquello en que se funda su fuerza y poder.
El grave problema es que hoy no existe desde la CGT una reacción, una oposición fuerte y decidida ante los planteos de la CTA. Es más varios gremios adheridos a la CGT confraternizan en actos y publicaciones (por ejemplo: Sadop le publica a Yasky y Dragado y Balizamiento lo trata de compañero) cuando en realidad él es un enemigo mortal del modelo sindical argentino.
Todo indica la CGT se ha planteado la indefensión de modelo sindical como una política a seguir, sin darse cuenta ni percatarse que si no salen en defensa del modelo que les dio vida de sus organizaciones sindicales y sentido en la historia política argentina, pues si la CTA termina consiguiendo su ansiada personería gremial va a disolver, de hecho y de derecho, el modelo sindical nacional que lo hizo único y diferente en el mundo del trabajo al movimiento obrero argentino.
Solo se vislumbra una defensa en algunos grupos sindicales que integran la CGT como lo son “los gremios solidarios” que encabeza Agustín Amicone del calzado y el cada vez más poderoso “Grupo Abasto” que tiene al Gato Silva de vendedores ambulantes como referente. En cuanto a “los gordos” es sabido que solo están desde hace muchos años en un sindicalismo empresario al que poco le interesan los planteos políticos e ideológicos, con tal que no afecten a sus negocios.
Yasky desnudando la estrategia de la CTA reconociendo otras fuentes del derecho más allá de las del Estado Nacional argentino como es el Convenio 87 de la OIT que alienta la creación de cuantos sindicatos tenga la voluntad de los trabajadores por rama, industria o servicio. Donde el pseudo dirigente termina creando gremios por fábrica con el dinero del patrón, gremios con 8 afiliados como en Chile, con lo cual el sindicato pierde toda legitimidad y sus afiliados toda cobertura o defensa. Estos sindicatos son, en definitiva, una cortina de humo de la plutocracia internacional.
Claro está, Yasky esto no lo ve o se hace el que no lo ve, pues la CTA está integrada, básicamente, por empleados públicos como son los gremios de trabajadores del estado (ATE) y docentes (CTERA) y su contrapartida, la patronal es el Estado. Ellos no tienen que lidiar contra el “sujeto difuso” como es la patronal de las grandes empresas multinacionales, ni con los empresarios sin escrúpulos de tantísimas empresas privadas con los que luchan a diario los genuinos dirigentes sindicales desde los delegados de fábrica hasta los secretarios generales.
¿Se puede esperar alguna reacción desde el gobierno? Lo vemos muy difícil pues el Estado Argentino ha ya reconocido otras fuentes de derecho superiores a las del propio Estado nacional al firmar el Pacto de San José de Costa Rica.
1.- Abós, Alvaro: El modelo sindical argentino, Fundación F. Ebert, Buenos Aires, 1989
(*)filósofo-Asesor Federación del Papel
alberto.buela@gmail.com